𝟏𝟔.

𝙋𝙍𝙀𝙇𝙄𝙈𝙄𝙉𝘼𝙍𝙀𝙎

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      Tal como habían dicho se despidieron de los demás equipos y marcharon en dirección a la torre. Entre algunos descansos se habían pasado toda la tarde recorriendo los kilómetros que les restaban hasta el edificio al centro del gigantesco bosque. Kai no había vuelto a sentir punzadas en la muñeca cosa que agradecía, por otro lado Shiro aunque no podía decir que estaba perfectamente tampoco se encontraba tan mal como antes, la píldora le había ayudado bastante. Kenji iba un poco más adelantado, la ansiedad se lo comía por dentro, lo único que quería era llegar e ir a comer un buen tazón de ramen.

Posterior a unas cuantas horas la noche hizo aparición y con eso finalmente lograron arribar en la torre. Ingresaron por una de las numerosas puertas rompiendo el sello que poseía y se encontraron de frente con una amplia habitación completamente vacía a excepción de un letrero en la pared delante de sus ojos.

—Si las cualidades del cielo son tu deseo adquiere sabiduría para elevar tu mente —leyó Shiro—. Si las cualidades terrestres te hacen falta entrena tu cuerpo y prepáralo para atacar. Cuando el cielo y la tierra se abran juntos el sendero peligroso se volverá el correcto para siempre. Ese "algo" es el camino secreto que nos guía a partir de hoy.

Kenji hizo una mueca de no entender nada.

—¿Ese qué? —miró a Kai, la cual se alzó de hombros con desinterés.

—Supongo que tiene que ver con los pergaminos —dijo la peliceleste—. ¿Los abrimos?

Los mellizos asintieron con un movimiento de cabeza seguido de sacar los respectivos objetos de sus bolsas. Ambos tomaron los extremos y se dieron una rápida mirada antes de abrir los pergaminos al mismo tiempo.

—¿Qué significa?

Unos extraños símbolos estaban dibujados en los dos papeles, ambos tenían una especie de círculo en el centro junto a un kanji dentro de este.

—Es... ¿Un sello de invocación? —susurró Kenji pensativo, al instante de los kanji comenzó a salir humo causando que soltaran los pergaminos por precaución—. Me parece que sí.

El humo comenzó a expandirse y a subir. El trío dio unos cuantos pasos atrás para prevenir cualquier ataque inesperado, sin embargo una diminuta explosión seguida de la aparición de una persona los calmó.

—¡Hola chicos!

Kento les sonrió desde su lugar, tenía los brazos cruzados y de una de sus manos colgaba una bolsa. El de cabello color ocre avanzó hacia ellos y los abrazó a los tres por los hombros.

—¡Me alegra que hayan pasado! —soltó una risa—. ¡Ese es mi equipo!

—¡Kento-sensei! —sonrió Shiro—. Fue horrible.

—¿Tanto así? —cuestionó el mayor con diversión—. Y eso que recién es el segundo día, no me imagino cómo habrán quedado con los cinco días allí metidos.

—Ni me lo diga —resopló Kenji luego de sentarse en el suelo.

—Uhm, sensei —carraspeó Kai para llamar la atención—. Hay algo que debemos decirle.

El Hayashi enarcó una ceja por un segundo para luego poner expresión seria.

—Lo sabemos —comunicó al mismo tiempo que abría la bolsa que llevaba—. Anko se encontró con él.

—Eso no es todo —interrumpió Shiro.

—¿No? —Kento los miró interrogante y Kai negó con la cabeza.

—Perdimos a Kai —murmuró Kenji mirando el suelo—. Desapareció toda la noche.

Kento iba a hablar, pero la Uchiha le cortó.

—Peleamos con un equipo del sonido —pronunció con tranquilidad—. Lo último que recuerdo es que me golpearon con una ola de sonido, desperté al día siguiente junto al equipo ocho. Ellos me cuidaron y me ayudaron a localizar a Kenji y a Shiro.

—¿Fue Orochimaru? —preguntó el mayor con seriedad.

—Probablemente —contestó la pelinegra—. No recuerdo nada, pero es lo más seguro ya que me duele la marca.

—Entiendo —murmuró Kento algo pensativo—. Nos haremos cargo no te preocupes, pero si no te encuentras bien deberías ir a revisarte.

—Estoy bien —afirmó de inmediato.

El sensei sonrió y procedió a sentarse en el suelo junto a Kenji con las piernas cruzadas, puso la bolsa frente a él y de allí extrajo un bento que contenía unas cuantas bolas de arroz.

—Tienen suerte de que estuviera despierto aún —se rió—. Provecho.

—¡Woa! ¡Kento-sensei eres el mejor! —gritó Kenji.

No hizo falta más para que las dos chicas del equipo se sentaran junto a los varones y juntos comenzaran a degustar de los onigiris traídos por su sensei. Mientras comían Kento se puso en la tarea de platicar con sus alumnos sobre el significado de la escritura de la pared y preguntarles sobre lo que pasó en el bosque, cómo se encontraban y si les había gustado la comida.

Ya al acabar el jonin se tuvo que despedir y les abrió el paso hacia el interior de la torre en donde deberían pasar los días restantes hasta el fin del examen. Dentro se encontraba oscuro y silencioso, al caminar por los pasillos no se toparon con ningún equipo lo que se les hizo raro.

—... Estaba en problemas por culpa de un pequeño gusano que iba a matarlo —se oyó a la lejanía.

Kenji supo en seguida quien era el dueño de esa voz así que no esperó nada para dirigir sus pasos hacia el lugar de donde provenía. Girando en una esquina se encontraron de frente con las miradas del equipo ocho quienes callaron al verlos llegar.

—¡Pulgas! ¡Sabía que eras tú!

Kiba lo miró mal ante el apodo pero no dijo nada al respecto, en cambio condujo la vista a Kai para luego darle una rápida mirada a Akamaru.

—Pero miren, si es el paquete completo —dijo el Inuzuka con una sonrisa burlona.

—Son el primer equipo que vemos —comentó Shiro—. ¿Hay alguien más?

—No nos hemos encontrado con nadie —respondió Shino.

—Kai, ¿Ya te encuentras mejor? —preguntó Hinata con su usual timidez.

—Oh sí —dijo con simpleza en lo que se sentaba junto a Kenji—. De nuevo gracias Hinata.

—N-No hay de qué.

Kiba iba a comentar algo cuando unos pasos desde el pasillo los hizo callar, unas voces se oían acercarse y al poco tiempo después divisaron a los propietarios.

—No hay otro lugar a donde ir.

—Hemos esperado por un día, ¿Cuánto tiempo más van a hacernos esperar?

El equipo de la arena ingresaba al cuarto en el que se encontraban, inmediatamente obtuvieron la mirada de Temari y Kankuro quienes sonrieron levemente de forma ladina, por otro lado Gaara, que iba adelante, se mantuvo con la mirada al frente. El ambiente se tensó el doble en el momento en que el pelirrojo giró los ojos hacia ellos, el equipo ocho dio un brinco en su lugar recordando lo que había sucedido en el bosque, a un lado de ellos Shiro y Kenji conservaron un semblante tranquilo. Por su parte Kai no quitó su mirada del extranjero, cuando estas se encontraron, hasta que el trío abandonó la habitación.

Aún no entendía del todo cómo es que la había dejado con vida siendo que estaba totalmente desprotegida, aunque si lo pensaba había sido gracias a sus hermanos, o al menos eso le había dicho Shino.

—No tengo idea de quien pueda ser ese gusano de la aldea de la arena —susurró Kiba—. Pero sea quien sea es muy peligroso meterse con él —una gota de sudor le resbaló de la sien—. Él es malas noticias.

—En primer lugar felicidades por pasar el segundo examen.

Eventualmente los días habían transcurrido, el fin ya había llegado por lo que todos los equipos que pasaron la segunda etapa se encontraban en un gran salón con una estatua de manos haciendo el sello del carnero al fondo. El Hokage, varios jonin, entre ellos Kakashi, Kento y la censora Anko, quién era la que hablaba, estaban frente a los nueve equipos formados en fila.

—¿Ya vieron? Estamos todos los novatos de Konoha aquí —comentó Sakura observando a su alrededor.

—Sí~ todos están aquí —dijo Naruto—. El viejo hokage, Iruka-sensei, incluso cejas de azotador, al parecer nadie faltó en esta ocasión.

—Pues no, hasta un novato como tú pasó —se burló Kenji a su lado causando la risa de Sakura.

—Esto me da un mal presentimiento —susurró Sasuke masajeando su cuello.

—Nos vemos otra vez —habló Tenten a Shiro quien le sonrió.

—Así es.

—Por suerte no viste mi pelea, Kai —lloriqueó Lee a un lado de la nombrada—. Fue humillante.

—Eso da igual —respondió la pelinegra con desinterés—. Pero espero verte pelear con todo en lo que sea que tengamos que hacer ahora.

—¿Es en serio? —la miró esperanzado—. ¡Trato hecho!

Kai sonrió levemente con diversión para luego sentir un piquete de Kenji en su brazo.

—Oye, me parece que tenemos compañía no deseada —dijo el peliverde haciendo un gesto con la cabeza hacia la derecha.

La Uchiha observó hacia esa dirección topándose con la presencia de uno de los equipos del sonido, aquel que les había declarado la guerra al inicio del examen. Mitsuki conectó mirada con ella dándole una sonrisa pedante, Kai simplemente desvió la mirada con indiferencia.

—No es importante.

Un carraspeó captó la atención de los equipos hacia el frente.

—¡Perfecto tomen atención! Hokage-sama les va a explicar el tercer examen, será mejor que escuchen con atención gusanos —comunicó Anko y todo quedó en un silencio absoluto—. Hokage-sama, todos suyos.

—Antes de decirles de que trata el examen, quisiera explicar algo sobre el examen mismo —habló el anciano—. Escuchen con atención, es algo que necesitan comprender. Voy a decirles el objetivo verdadero de estos exámenes.

El hokage se tomó el tiempo de explicar exhaustivamente qué eran los exámenes chunin y cuál era su origen, manifestando que el país hacía esos exámenes en conjunto con sus aliados para incrementar el nivel de habilidad de los shinobi e incrementar la amistad entre las naciones aliadas. También, analizando su historia, narró cómo las naciones habían elegido campeones para pelear por sus países en un lugar neutral seleccionado con un acuerdo con el fin de evitar la destrucción de sus fuerzas militares sin ningún sentido, originando eso el eventual nacimiento de los exámenes chunin.

—El tercer examen es una pelea por la vida y por el orgullo de su aldea y por sus propios sueños en peligro.

—¡Hmp! Pues ya logró convencerme —habló Naruto con su excéntrica sonrisa impresa en el rostro.

—Suena divertido —opinó Kenji, sonriendo emocionado.

—Cualquier prueba está bien, sólo dígame cuales son los detalles de este examen, puedo con cualquier reto que me pongan en frente —habló Gaara fríamente, ganándose la atención de Kai.

"Presumido" pensó la azabache.

—Muy bien entonces, escuchen atentamente —dijo el hokage—. Les diré exactamente lo que harán en el tercer examen.

La inesperada aparición de un ninja frente al hokage hizo que detenga sus palabras, el jonin se puso de cuclillas y lo miró.

—Hokage-sama, antes de eso por favor permítame hablar primero —pidió el ninja con respeto—. Soy Hayate Gekko, designado como el censor del tercer examen.

—Adelante.

—Es bueno conocerlos a todos —se dirigió a los genin para después toser—. Existe algo que quiero que todos —tosió nuevamente—. Hagan antes del tercer examen —volvió a toser.

—O-Oiga... ¿Está bien? —le preguntó Sakura con rostro preocupado pero Hayate, a pesar de su notable mal estado, sólo asintió.

—Eh... debemos hacer un examen preliminar antes de continuar con el... el real.

—¿Un qué...? —murmuró Shiro confundida.

—¿¡Preliminar!? ¡Qué quiere decir eso! —gritó molesto Shikamaru.

—¿Por qué no sólo podemos seguir con el tercer examen? —preguntó Kenji.

—Eh... bueno verán, el primer y segundo examen quizá fueron muy fáciles, el hecho es que jamás esperamos que tantos alumnos continuaran aquí —explicó Hayate con seriedad—. De acuerdo con las reglas de los exámenes chunin, una ronda preliminar puede ser de ayuda para cualquier etapa con la finalidad de reducir el número de candidatos restantes.

—Pero... ¿Eso es justo? —preguntó una chica del sonido, la compañera de Mitsuki.

—Es sólo que en esta etapa debemos apresurar las cosas un poco. Como dijo Hokage-sama, muchos invitados importantes estarán observando, no podemos hacerlos perder el tiempo, vendrán a ver sólo a los mejores —continuó explicando el censor—. Así que si alguno de ustedes no se siente en excelente condición física, ahora es su oportunidad de... —se interrumpió a sí mismo al toser.

"Hablando de excelente condición física..." pensó Kenji con gracia.

—Lo siento mucho... Como decía, si alguno de ustedes no se siente óptimo, este es el momento de retirarse —comunicó Hayate—. Los preliminares comenzarán inmediatamente.

Y sólo esas palabras bastaron para que los quejidos se escucharan por todo el lugar.

—¡Vamos! ¿¡Quiere decir ahora!? —gritó enojado Kiba.

—Justo acabamos de sobrevivir al último examen, ¿No tendremos descanso? —apoyó Ino.

—Ay que molesto... —murmuró Shikamaru con fastidio.

—¡Oigan! ¿Cuándo comemos? —exclamó Chōji, como si no estuviese en un examen de ese nivel.

—¿Están locos? ¡Estamos exhaustos! —gritó ahora Mitsuki, claramente molesta.

—Ah... si, los ganadores serán determinados por combates uno a uno muerte súbita —continuó Hayate, ignorando los reclamos—. Así que como mencioné si hay alguien que no se sienta óptimo ahora es momento de levantar la mano.

Y como si fuera magia ambos Uchiha se quejaron con una mueca de dolor, sintiendo como si miles de agujas se les clavaran en un lugar en específico: sus marcas.

—¿Chicos? ¿Están bien? —preguntó Shiro preocupada a lo que Naruto y Kenji se voltearon a ver confundidos.

—Sasuke escúchame, tienes que renunciar —pidió Sakura preocupada—. Has estado así desde la lucha contra Orochimaru, estás empeorando. Fue... esa marca que te puso ¿Cierto?

—Sakura silencio —murmuró Kenji serio, sin embargo la chica tenía la atención puesta en el pelinegro.

—Por favor Sasuke renuncia antes de que... no tengo idea... —insistió mientras se limpiaba pequeñas lágrimas que bajaban sin su consentimiento—. Tengo miedo... ¡Por favor Sasuke! Sabes igual que yo que no estás en condiciones de seguir luchando.

—Cállate Sakura... —dijo el azabache molesto, aún con la mano en el cuello. 

—¿¡Acaso crees que estoy ciega!? ¿Crees que no veo el sufrimiento por el que estás pasando? —preguntó la Haruno con los ojos cristalizados.

—Ya fue suficiente Sakura —gruñó Sasuke fríamente, pero la chica parecía decidida.

—Lo siento, no puedo permitir que hagas esto. Voy a contarles todo sobre esa marca...

Algo más desvió la atención de ambos equipos, a un lado de ellos el chico de lentes y cabello grisáceo había levantado la mano para rendirse. Sin ningún problema Hayate lo dejó ir, Naruto intentó convencerlo de que se quedara sin embargo el chico se fue de igual forma.

Hayate tosió.

—Entonces... ¿Alguien más que no quiera continuar?

Sakura bajó la mirada con preocupación para posteriormente empezar a levantar la mano, pero el Uchiha la detuvo inmediatamente tomándole de la muñeca con fuerza.

—Que ni se te ocurra contarles acerca de esa marca —le dijo Sasuke serio a lo que Sakura se sorprendió.

Ambos iniciaron otra discusión en donde Sasuke alegó querer pelear con los más fuertes, los mejores de los mejores, los cuales se encontraban allí, que ese era su camino y que ni ella ni nadie podría cambiarlo. Naruto se entrometió enfrentando al azabache por hablarle así a Sakura, sin embargo se quedó mudo cuando Sasuke le confesó que justamente él era uno de los que más deseaba enfrentar.

Ajenos a la pelea del equipo siete, Kenji y Shiro miraban preocupados a Kai. Y no porque se quejara del dolor, al contrario, era porque se había quedado pasmada mirando el suelo que estaban intranquilos.

La cara de Orochimaru había aparecido nuevamente en la mente de la Uchiha, estaba borrosa pero definitivamente era él. La miraba desde arriba, una serpiente la tenía prisionera contra la tierra. No entendía muy bien que ocurría, pero una lluvia de imágenes inundaron su cabeza de sopetón. Vio como aquel hombre de piel pálida le mostraba una especie de pastilla, la cual la obligó a tragar y de ahí todo se distorsionó. Veía morado y al segundo todo se tornó negro.

—¡Kai!

Como si fuera un interruptor la nombrada volvió a sentir ese horrible dolor calarle el cuerpo entero, su muñeca ardía como nunca y un fuerte pinchazo atravesó su cabeza de improvisto. Kai se tambaleó en su lugar perdiendo el equilibrio, si no hubiera sido por Kenji ya estaría en el suelo.

—¿Estás bien? —escuchó a Shiro.

Frente a ellos Kento hizo el amago de ir hacia allá, sin embargo sin siquiera dar un paso fue detenido por Kakashi. La Uchiha hizo una mueca aguantando el dolor.

—Él... Él me dio una pastilla —susurró con lentitud—. Me hizo tragarla y me desmayé.

—¿Qué? —Kenji abrió de más los ojos—. ¿Que él qué? ¿Sabes para qué era?

—No —respondió y miró de reojo hacia donde estaban los jonin, Kento la observaba—. Pero tiene algo que ver con la marca.

—¿Puedes continuar? —cuestionó Shiro tomando su muñeca con la intención de hacerle ninjutsu médico.

—Sí, estoy bien —aseguró con el semblante serio—. No es necesario —alejó su mano—. Guarda fuerzas para tu pelea.

Puesto que nadie más tenía intenciones de retirarse Hayate procedió a explicar más detalladamente cómo funcionarían las batallas, al acabar le hizo una señal a Anko y en unos segundos una pantalla en el muro de fondo fue expuesta. El censor aclaró que en esa pantalla aparecerían los nombres de las parejas que lucharían, ya con todo explicado el aparato comenzó a pasar participantes al azar hasta detenerse.


Sasuke Uchiha vs. Yoroi Akado

—Perfecto, entonces aquellos que fueron elegidos, avancen —ordenó Hayate y ambos chicos se colocaron frente a frente—. Fueron elegidos para el primer encuentro, Yoroi Akado y Sasuke Uchiha, ¿Tienen alguna objeción?

—Ninguna —negó Sasuke.

—No —dijo Yoroi.

—Eh... ahora, comencemos el primer encuentro —dictó Hayate seguido de una tos—. Bien, todos excepto los dos candidatos oponentes despejen el área y acomódense en el nivel superior.

Siguiendo el mandato el resto de participantes ascendió al área designada a cada lado del campo de batalla, ya todos arriba el censor dio un paso hacia los peleadores.

—Si ya están listos, que empiece el encuentro.

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Torre central, bosque de la muerte, horas antes.

—Así que Orochimaru —resopló el de hebras plateadas.

—Así es —afirmó la mujer—. Con Hokage-sama estamos seguros de que su objetivo es alguno de los Uchiha.

—Ya veo.

—Kento, tengo entendido que tu alumna ya había tenido contacto con él.

—Sí, fue marcada a los nueve años —respondió el hombre—. No había tenido problemas hasta ahora.

—Es increíble que haya soportado tal poder —frunció el ceño Anko.

—Kakashi, Kento —pronunció el hokage—. Vigilen a sus alumnos.

—Sí, Hokage-sama.

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Ola ÑAKSLA me había olvidado de actualizar xde

Me quedan pocos capítulos y me da pereza escribir más 😿

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