𝟏𝟓.
𝙍𝙀𝘼𝙂𝙍𝙐𝙋𝘼𝙈𝙄𝙀𝙉𝙏𝙊
▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃▃
—¡Oi! —le zarandeó—. ¡Oi~!
—Ya basta Kiba.
—¡Pero no despierta! —se quejó—. ¿Y si está muerta?
—No lo está —respondió la única chica—. Está en un estado extraño... como de suspensión.
—¿Suspensión? —hizo una mueca—. ¿Está media muerta?
—Kiba ya cállate.
El equipo 8 se encontraba rodeando el cuerpo inconsciente de Kai, Hinata se había encargado de ponerle una toalla húmeda en la frente para bajar su fiebre, Shino vigilaba el perímetro y Kiba intentaba hacerla reaccionar. Luego de que el trío de la arena se haya marchado no habían tardado mucho en dirigirse a su compañera hace ya como diez minutos, tiempo en el que habían estado esperando una mejoría en la Uchiha.
—¿Akamaru aún siente su chakra? —preguntó Shino.
—Sí —dijo el Inuzuka, observando como el cachorro aún temblaba dentro de su chaqueta—. Dice que es oscuro, ya no sé si está temblando por ella o por el rarito de la arena.
—E-Es extraño, ¿No lo creen? —masculló Hinata—. Estaba sola.
—Pues sí —respondió Kiba—. Es raro que no tuviera a Kenji pegado, normalmente vienen en paquete.
—Miren —interrumpió Shino.
Los tres fijaron sus orbes en la pelinegra notando como se removía y balbuceaba cosas inentendibles, una extraña aura morada le cubrió por un momento logrando que Akamaru diera un pequeño brinco.
—Shi-Shisui...
—¿Shisui? —dijo Kiba—. ¿Quién es ese?
—Shi-Shisui... Pa-Papá...
El trío se quedó mudo cuando vieron como por un segundo su piel se volvió más oscura, de un tono medio rojizo, y una extraña marca cruzó su nariz. Solo fue un instante y luego de un salto la Uchiha despertó.
—¿Qué demonios? —susurró masajeando su cuello, agarró la toalla que cayó de su cabeza y luego levantó la mirada encontrándose con el trío—. Ustedes... ¿Qué pasó?
—Más bien sería qué no pasó —contestó Kiba poniéndose de pie.
—Te encontramos inconsciente en medio del bosque —comunicó Shino con su seriedad común.
—Sí, mejor tú dinos qué pasó —dijo Kiba—. Casi te matan.
—¿Qué? —hizo una mueca—. ¿Quién?
—El equipo de la arena —respondió el Aburame—. El pelirrojo estuvo a punto de matarte, pero sus hermanos lo convencieron de que te dejara.
La Uchiha observó el césped con una mueca de confusión, ¿Gaara casi la asesina? No le sorprendía, pero no podía pensar con claridad en ese momento. Sentía que la gravedad había aumentado de repente, su cuerpo se sentía pesado y su cabeza daba vueltas, para qué decir su muñeca, aquella marca le punzaba. Intentó recordar qué demonios había ocurrido pero su mente estaba en blanco, no recordaba nada luego de su pelea con los del sonido, ¿Qué pasó después?
—No recuerdo que me pasó —murmuró—. Pero gracias por cuidarme.
—¿Te encuentras mejor? —preguntó Hinata—. Tenías mucha fiebre.
—Sí claro —afirmó en lo que se ponía de pie—. Gracias Hinata.
—D-De nada.
Kai extrajo una venda de su bolsa y se encargó de cubrir nuevamente su mano y brazo izquierdo, el cual, por alguna razón que no recordaba, estaba al descubierto dejando a la vista aquella marca negra. Se preguntaba dónde se encontrarían sus compañeros y si estarían bien, Kenji podía cuidarse solo, pero le preocupaba la resistencia de Shiro.
—Chicos, ¿Me harían un favor?
Amablemente Kiba había utilizado su olfato para buscar a sus compañeros por el frondoso bosque, no los había encontrado pero sí detectó al equipo siete. Sin otra opción decidió ir donde ellos, pero antes de hacerlo Hinata le había dicho que encontró a su equipo yendo en esa misma dirección. Agradeciéndoles una última vez los dejó encaminándose hacia donde supuestamente se dirigían sus compañeros, hacia el equipo 7.
En lo que saltaba de rama en rama se puso en la tarea de intentar recordar qué demonios había pasado, sí que se acordaba de su pelea con un equipo del sonido y que había recibido un ataque que la mandó a volar, pero más allá de eso todo se volvía negro. Eso le frustraba, no entendía por qué estaba inconsciente ni mucho menos cómo era que su equipo no la había encontrado. Lo peor de todo es que había soñado y eso sí lo recordaba con claridad, en sus sueños estaba su familia, viva. Había soñado con Itachi, con Sasuke, Mikoto, Fugaku. Todo había comenzado feliz pero de un momento a otro se tornó oscuro y desolador. Veía como su familia era asesinada frente a sus ojos por el supuesto mejor amigo de su hermano, el hermano de su mejor amigo, que chiste. Era como si hubiera una pared invisible, era incapaz de hacer algo para salvarlos.
Se mordió la lengua con molestia, aquello había sido una pesadilla.
—Miren qué tenemos por aquí —dijo una voz—. ¿Tan sola?
Un equipo de la aldea de la hierba la rodeó, que oportuno para liberar su ira.
—Se equivocaron de presa, bastardos inútiles.
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—No te preocupes, estoy bien, es solo el poder fluyendo a través de mí.
Ocho pares de ojos se encontraban en ese momento sobre el Uchiha, el cual seguía siendo rodeado por el aura morada y esas marcas en el cuerpo. Sakura lo veía sorprendida desde el suelo, a su lado Shiro estaba en la misma condición.
—De hecho, nunca había estado mejor —apretó su puño—. Él me dio este regalo, y me hizo entender que yo soy un vengador. Para seguir mi camino debo obtener poder a cualquier precio, ¡Aunque eso signifique ser consumido por la maldad!
La mayoría lo observaba con sorpresa, a excepción del chico de vendas que tenía una expresión de casi miedo.
—Sakura dime, ¿Quién de estas personas te hizo eso?
Ante la pregunta Zaku sonrió con burla.
—Fui yo y qué —se mofó.
Esas cuatro simples palabras captaron la completa atención del Uchiha, quien se volteó a observarlo con seriedad al mismo tiempo que las marcas en su rostro cubrían este completamente. El aura morada se hizo más grande y Zaku hizo una posición de manos.
—¡Dosu! Qué sucede, no te estarás acobardando, ¿Verdad?
El de vendas se volteó a verlo alarmado.
—¡No Zaku! ¡Tú no lo entiendes!
—¡Mira esto! ¡Yo me encargaré de esto con un solo movimiento! —extendió las manos apuntando a Sasuke—. ¡Ola supersónica de sonido cortante!
El ataque fue directo a su objetivo afectado también a los demás por tremendo poder, Sakura, Shiro y Kenji tuvieron que agacharse y cubrirse, lo mismo con Tenten, la cual se sujetó del árbol, y Neji. Cuando la onda se detuvo se vio como había dejado un rastro en la tierra.
—Como ven, fueron soplados —rió Zaku.
—No lo creo.
Sin previo aviso Sasuke había aparecido a un lado de Zaku golpeándole en la espalda causando que se estampe en el suelo, cuando el chico se puso de pie el Uchiha se encargó de realizar un jutsu de fuego.
—¡Estilo de fuego, jutsu flor del fénix!
Tres bolas de fuego fueron enviadas en dirección al extranjero quien como contraataque mandó una ola de sonido logrando apagar las llamas, mas no contó con que estas esferas en realidad sean shuriken las cuales le dieron directo.
—¡Zaku!
Sin oportunidad de oír la alerta de Dosu, Zaku fue golpeado por Sasuke y puesto de rodillas en el suelo con los brazos hacia atrás los cuales eran sostenidos por el Uchiha, el cual también puso un pie en su espalda haciendo presión.
—Pareces estar muy orgulloso de tus brazos, ¿Verdad? —sonrió—. Debes estarlo, ¡Debes estar muy apegado a ellos!
—¡No! —exclamó Zaku atemorizado—. ¡Qué estás haciendo!
Sin más y sin una pizca de piedad Sasuke jaló de sus brazos mientras presionaba su espalda con el pie, los alaridos del contrario no se hicieron esperar, se los había dislocado. Sonriendo divertido el azabache se giró a observar a Dosu, el cual no tardó en mostrarse asustado.
—Por lo visto tan solo quedas tú —sonrió—. Espero que hagas esto más interesante de lo que tu amigo lo hizo.
Sasuke comenzó a caminar hacia él con lentitud, Dosu retrocedía a cada paso, los demás observaban la escena con impresión. El Uchiha estaba a punto de llegar donde el contrario cuando Sakura se levantó de golpe y corrió hacia su compañero abrazándolo por la espalda, el chico se detuvo de golpe y la observó serio.
—Ya basta... Por favor —sollozó.
Lentamente las marcas en su cuerpo comenzaron a desvanecerse para finalmente desaparecer, a su vez Sasuke cayó al suelo sentado respirando rápidamente con Sakura a su lado.
—Eres fuerte Sasuke —alzó la voz Dosu, mostrando su pergamino—. Muy fuerte. Como te encuentras ahora no podemos esperar vencerte —se arrodilló y dejó el objeto en el suelo—. Te propongo un trato, te doy nuestro pergamino y tú nos dejas ir.
El de vendas se puso de pie y fue donde Zaku tomándolo en brazos.
—Por lo visto te subestimamos, pero finalmente descubrimos lo que necesitábamos saber —agarró a Kin con el otro brazo—. Por ahora estamos empatados, pero si nos volvemos a encontrar en combate te prometo que no correremos ni nos esconderemos.
Dosu se dio la vuelta y comenzó a caminar con sus compañeros en brazos, a su vez Kenji y Shiro se acercaban a Sasuke y Sakura.
—¡Espera! —habló la Haruno causando que el de vendas se voltee—. ¡Quién es ese tal Orochimaru! ¡Qué le hizo a Sasuke y por qué a Sasuke!
—No lo sé. Solo sé que nos dijeron que nos enfocáramos en Sasuke y eso hicimos.
Finalmente Dosu siguió su camino y se marchó. Sakura volvió la mirada a Sasuke preocupada, el chico conservaba el semblante serio pero aún algo abrumado.
—¿Estás bien? —le preguntó Shiro a Kenji—. Ven.
—Sí, sí.
Shiro se acercó al peliverde y puso sus manos sobre sus heridas, al segundo un resplandor verde se hizo ver provocando que su piel se fuera sanando.
—¿Qué? —susurró Kenji desconcertado—. ¿Desde cuándo sabes ninjutsu médico?
—Desde hace tiempo —rió—. Trabajo con veneno así que quise aprender.
—Buen punto, debiste habernos dicho —se quejó.
—Bueno ahora lo sabes.
Kenji hizo un leve puchero en lo que Shiro recordaba cómo había aprendido el jutsu sanador, sí que había sido difícil, pero era un requisito importante si se quería especializar en venenos. El Fukui se revolvió el cabello con un suspiro cuando pareció recordar algo, miró hacia unos arbustos a su derecha y sonrió divertido.
—Ya pueden salir, cobardes —exclamó.
Al segundo el equipo 10 salió de entre las hojas riendo avergonzados, no pasaron desapercibidos por los demás pero para evitar preguntas estos se dividieron yendo Ino a ayudar a Lee junto a Shiro, y Shikamaru y Choji a despertar a Naruto. Mientras Kenji observaba atentamente como Sasuke miraba su mano con desconcierto.
"Así que Sasuke..." pasó por su mente, "Otro marca de la cual preocuparnos".
—¡KAI-CHAN!
—¡KE-KENJI-CHAN!
El niño rápidamente salió de los arbustos y se abalanzó en dirección a su melliza.
—¡Fuera de aquí! —recibió un golpe.
—¿Mi-Mitsuki?
—Despídete de tu amiga.
—¡No! ¡KAI!
—¡Kenji!
—¡Jiraiya-sensei! —se le acercó—. ¡Kai!
—Quédate aquí, yo me encargo.
El recuerdo de ese día llegó a su mente. Orochimaru de alguna forma logró llevarse a su melliza. Había sido demasiado rápido, en un segundo estaba vigilando a ambas niñas por precaución y al otro Kai ya había desaparecido. Los días siguientes habían sido horribles, su compañera no soportaba el dolor que aquella marca la causaba así que Jiraiya decidió tomar medidas y recurrir a su antigua amiga, hasta la actualidad Kai portaba las pastillas que Tsunade le había dado, sin embargo no tuvo la necesidad de tomarlas hasta estos días.
Un grito lo hizo salir de su ensimismamiento, se volteó viendo como Naruto recién despertaba por un golpe en la cabeza por parte de Choji, el rubio miró a todas partes sin entender hasta que pareció percatarse de algo.
—¡Todos escóndanse! ¡Rápido agáchense! —se tiró al suelo—. Ese ninja, dónde pudo haberse escondido.
Todos voltearon a verlo por los gritos, detrás de él Choji le tocaba el chichón en la cabeza con un palo.
—De verdad eres uno de esos —dijo Shikamaru con fastidio—. Y me refiero a uno de esos que me sacan de mis cabales.
Naruto los miró fastidiado para luego voltear hacia Sakura, alarmándose al instante.
—¡Oh no, Sakura! ¡Sakura, Sakura! ¡Algo le pasó! ¡Digo! ¡Algo importante le pasó a tu...! Tu cabello...
La pelirosa mostró una expresión desanimada ante la mención de su pelo.
—Ah, eso... —se acarició el cabello—. Es que quise... Cambiar mi imagen. Me gusta más largo pero... Cuando estoy en la intemperie, como ahora, ando de arriba abajo, es poco práctico.
Naruto resopló insatisfecho para luego voltearse a Shikamaru, Choji y Kenji que se habían acercado.
—¡Y cuál es su historia! ¡De entrada qué están haciendo en este lugar! ¡Qué sucede aquí muchachos!
Los chicos del equipo 10 suspiraron aburridos, a su lado el varón del equipo 9 se rascó la nuca sonriendo apenado.
—Explicarte todo lo que pasó se me hace algo muy aburrido —respondió el Nara.
—Todos... Aparecieron para ayudar —susurró Sakura.
Naruto puso expresión sorprendida por eso, desearía haber estado consciente. A un lado de ellos Ino y Shiro llevaban a Lee por los brazos hacia un lugar seguro hasta que apareció Tenten frente a ellas deteniendo su paso.
—Yo me encargo de él ahora chicas.
—Eh claro, adelante —respondió Ino.
Ambas chicas soltaron al pelinegro y lo dejaron a merced de Tenten, la cual no dudó en agarrarlo por los hombros y comenzar a zamarrearlo agresivamente. Shiro se puso a reír de inmediato.
—¡Vamos Lee reacciona! ¡Anímate de una vez! ¿¡Quieres?!
—Ah, ¿Tenten? ¿Qué haces aquí? —la miró con un ojo medio cerrado.
—Vine a ayudarte, ¿Qué creías? —frunció el ceño.
Lee miró a ambos lados confundido.
—¿Dónde están los ninja del sonido?
—Sasuke se encargó de ellos, no te preocupes Lee.
El chico miró al nombrado con sorpresa.
—¿De verdad?
—¿Qué creías? ¿Que habías hecho todo tú solo? ¡Mírate! Eres un desastre.
—Bueno... Sakura estaba en problemas así que... Tenía que hacer algo, ¿No crees?
—Eso fue realmente tonto, ¿No lo crees?
—Bueno, creo que no tengo argumentos contra eso.
En eso Naruto apareció a un lado de Lee sonriendo y lo apuntó.
—¡Ajá! ¡Yo te conozco cejas de azotador!
Con tal solo oír eso Sakura no dudó en ir a golpearlo.
—¡Oye respétalo! ¡No te atrevas a decir nada malo sobre Lee!
Kenji se puso a reír fuerte al ver como el rubio volaba por el golpe, por otra parte Sakura relajó su semblante y se volteó a ver al de traje verde con una sonrisa.
—Lee... Gracias. Porque... Por ti me pude defender sola y... Me hice un poco más fuerte.
A Lee se le pusieron los ojos llorosos.
—Gracias Sakura —se limpió la cara—. Pero creo que mis esfuerzos no fueron lo suficientemente buenos —miró al Uchiha—. Vaya Sasuke... Eres tan bueno como tu reputación, tal como se esperaba de alguien del clan Uchiha. Para derrotar a esos ninja debes ser alguien muy fuerte, no como yo, yo fui aplastado como papilla.
El nombrado puso semblante sorprendido, no podía creer que esos chicos hubieran sido tan fuertes como para derrotar a Lee. Después de todo él le había dado una paliza hace unos días.
—Sakura —habló Lee—. El loto de la aldea florece dos veces, cuando nos volvamos a ver me habré convertido en un ninja más fuerte. Lo prometo.
La pelirosa simplemente le sonrió, detrás suyo Naruto rodaba los ojos molesto.
—¡Oye Sakura! —gritó Ino—. ¡Ven acá por favor! ¡Déjame arreglarte el cabello, ¿Si?
La nombrada la miró con desconfianza pero finalmente sonrió divertida.
—Sí, me encantaría.
Harto de estar en el suelo Naruto se levantó quitándose el polvo de la ropa para luego caminar hacia sus compañeros, ahí fue cuando una presencia imprevista lo hizo saltar del susto y retornar a su antigua posición.
—¡AHHH!
—Hola Naruto —rió la chica.
—¡KAI! —lloriqueó el rubio sintiendo como el corazón casi se le salía del pecho.
—¡Kai!
En un segundo la azabache ya estaba siendo apretada en un abrazo por parte de sus compañeros, la Uchiha estaba como roca sin moverse mientras los otros dos la zarandeaban de lado a lado.
—¿¡Dónde demonios estabas!? —exclamó Kenji moviéndola por los hombros.
—¿¡Estás bien!? —gritó ahora Shiro pasando las manos por su cara en busca de alguna herida.
—Estoy viva —se limitó a contestar—. Es lo que importa.
—¡Kai! ¡Kai! ¡Kai! —se acercó Naruto corriendo—. ¡Lo hubieras visto! ¡Ese ninja de la hierba era aterrador!
—¿Ninja de la hierba?
Kai miró a Kenji, que aún la tenía apresada en sus brazos, con duda a lo que el chico le hizo un gesto de afirmación confirmando sus sospecha. No se había percatado de que aquella serpiente se escondía entre ellos, pero al llegar allí escuchó como Sakura le preguntaba al tal Dosu sobre Orochimaru.
—Ya veo —sonrió ladina—. ¿Y te derrotó tan fácilmente? Que mediocre.
—¡Eres cruel! —se quejó el Uzumaki provocando la risa de la azabache.
Siendo dejada en libertad por sus compañeros Kai se giró buscando a Sasuke con la mirada encontrándolo en seguida ya que este también la veía. Caminó lentamente hacia él notando lo herido que estaba, no podía ver sus muñecas debido a la tela que las cubrían por lo que no pudo saber si tenía la marca o no, como la suya estaba en ese lugar supuso que en su caso sería igual aunque no descartaba que fuera diferente.
—¿Estás bien?
—Sí —la miró serio—. ¿Dónde estabas?
—Buscando el pergamino —respondió simple, no era el momento de hablar de eso—. Dime Sasuke, ¿Te encontraste con Orochimaru?
El desconcierto del varón no se hizo esperar. No entendía cómo es que ella lo conocía, ¿También se lo había topado? Sasuke se masajeó el cuello como reflejo, dándole una señal a Kai de que quizás también lo había mordido.
—Entiendo —murmuró, sacando su frasco de pastillas de su bolsa—. Ten, es para el dolor —dejó caer una en su mano.
Sasuke cerró el puño con la pastilla y con la otra mano agarró la muñeca de Kai acercándola a él.
—¿Me quieres explicar qué sucede? —frunció el ceño.
—Ahora no —dijo con tranquilidad—. No es el momento, solo toma la pastilla y estarás bien.
Ambos Uchiha desviaron los ojos hacia un punto a lo alto a un lado de donde se encontraban. Unos ojos blanquecinos los observaban con frialdad desde la rama de un árbol, no sabían que era lo que pensaba Neji pero sí coincidían en que no querían que nadie más sepa sobre el asunto de la marca.
Sin más Kai se soltó del agarre y se volteó caminando hacia sus compañeros. La cara de Orochimaru se paseaba en su mente, aún no recordaba qué le había pasado pero la opción de que haya sido algo relacionado con la serpiente comenzaba a tomar fuerza, tenía que forzarse a recordar.
—¿Te lo encontraste? —preguntó de inmediato Kenji cuando llegó.
—Probablemente —susurró—. No recuerdo.
—Ya veo —suspiró—. Mejor sigamos con el examen, aún nos falta un pergamino.
Shiro hizo una mueca de fastidio al recordar que debían continuar allí un tiempo más.
—Claro que no —dijo Kai sacando algo de su bolsa—. Iremos a la torre, quiero dormir.
Alzó la mano dejando a la vista el pergamino del cielo, exactamente el que les hacía falta y el cual Kai les había quitado al equipo de la hierba que la retó. La expresión de la Yamazaki cambió velozmente.
—Gracias a dios —resopló Shiro sonriendo—. Me duele todo.
—¿Estás bien? —cuestionó Kai seriamente—. No puedes esforzarte de más.
Se dio un facepalm mental, no podía ser tan tonta.
—Sí, sí —rió nerviosa—. Era solo una expresión.
—¡Muy bien! —sonrió Kenji emocionado—. ¡Directo a la torre!
Ola, ten 1 lindo fin de semana<3
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