final
Al momento de que Kate entró a su casa soltó todo el dolor que había traído con ella en el camino, le había dado demasiada vergüenza llorar silenciosamente en la calle pero es que el llanto era más fuerte que ella, y el recuerdo de las crudas palabras de SeokJin solo le lastimaban más y más el corazón. Se sentía una estúpida, por demasiadas cosas, pero la principal había sido por pensar que Kim realmente era un buen hombre o intentaría aunque sea cambiar por ella, pero simplemente la chica pedía cosas imposibles, si el mayor no cambiaba para mejorar su propia vida, ¿Qué la había hecho creer que cambiaría por ella y un hijo en común? Era absurdo tan siquiera pensarlo, en otro momento se reiría de aquel pensamiento pero ahora lo único que podía hacer era llorar y llorar mientras esperaba que la presión en su pecho desapareciera por arte de magia, o como si soltar las incontables lágrimas la harían sentirse mejor cuando parecía ser todo lo contrario.
Sintió los brazos de su hermano levantarla del suelo, en algún momento apoyó su espalda en la puerta de entrada y quedó sentada ahí mismo, cubriendo sus ojos con la intención de que nadie pudiera ver cuán destrozada estaba. Las palabras de su hermano se le hacían susurros tan lejanos que ni llegaba a comprenderlos, quería gritar, romper cosas, y sobre todas las cosas, quería volver en tiempo atrás y nunca haber conocido a un hombre tan mierda como lo es SeokJin. Se arrepentía de todas y cada una de las cosas que hizo por él, desde que eran amigos hasta que se transformaron en esa especie de amigos con derecho, donde solo era SeokJin queriendo pasar el tiempo con una mujer diferente y Katherine cayendo en sus ilusiones que no la iban a llevar a ningún lado. Se arrepentía cada segundo de haber cruzado palabras con el modelo, de haberle pinchado y que de ahí desemboque a una amistad, si tan solo le hubiera tocado otro modelo todo sería distinto.
Y como si fuera una tomada de pelo, no solo venían las últimas peleas a su cabeza, sino también aquellos momentos en los que se conformó con los pobres halagos que el mayor le daba, con haberla invitado a una fiesta pero era solo para cuidarlo, o cuando ella le ordenaba todo el departamento mientras cuidaba de que no le dé un coma etílico por todo lo que consumió la noche anterior. Todo lo que había hecho lo hizo del corazón, sí, y ella no es de las de "hago tal cosa para que tú hagas otra", pero le molestaba que SeokJin nunca tuvo la iniciativa de hacer algo por su amiga más allá de sus cumpleaños que ya se había vuelto una tradición entre ellos. Es más, si analizaba a más profundidad las situaciones, Kim era el que siempre salía ganando porque su amiga le hacía todo, lo cuidaba, no tenía responsabilidades más allá de su trabajo, y todo porque Katherine fue demasiado buena (o estúpida) para malcriarlo de esa forma.
⎯ Está bien, ya va a pasar.⎯ escuchó el susurro de Azkeel en su oído aún sin dejar de llorar. Estaba tan tensa que no podía ni devolverle el abrazo a su hermano que siempre había estado ahí para ella.
No culpaba a Azkeel por haberle sugerido que empiece algo con SeokJin cuando él terminó con Young Sun, ella ya era alguien adulta y tenía que hacerse cargo de sus acciones, de las cuales estaba más que arrepentida y estaba segura que lo estaría toda su vida. Pero por el otro lado, el del menor, claro que se sentía culpable de haberle dicho aquella idea, desde la confirmación del embarazo su mente no dejaba de pensar en "si tan solo yo no le hubiera dicho que lo haga" quizá si eso hubiera pasado, Kate hubiera seguido con las ganas de probar los labios de su mejor amigo, se hubiera quedado en su zona de confort y friendozone, donde por lo menos estaba segura de cualquier corazón roto, al fin y al cabo, ya se había acostumbrado a escucharlo parlotear de sus salidas con mujeres, y aunque muy en el fondo eso le dolía, no quería hacer algo para cambiarlo, hasta que pasó lo que pasó y así es como llegamos hasta esta parte.
De igual manera, pensar un "¿y si no hubiera sido así...?" la dejaba en la misma nada, no podía perder el tiempo pensando escenarios hipotéticos sobre qué sería de ella en ese mismo instante si hubiera tomado otras decisiones, ahora tenía una responsabilidad mucho más grande que pensar en cosas así. Que era lo peor, además de que SeokJin había sido un hombre de mierda con ella, también lo había sido con su hijo, porque tranquilamente podía hacer de padre sin estar de manera obligatoria en pareja con Katherine, como mínimo pasarle la cuota mensual para que su hijo coma o ayudar a la pelirroja durante el embarazo. Se sabe lo difícil que es encontrar trabajo cuando estás en ese tiempo, además de que tampoco puede exponerse mucho o hacer cosas bruscas, pero era estúpido porque una madre necesita dinero para mantener a su hijo, y si necesita dinero por ende necesita trabajo. ¿Cómo pretendía SeokJin que Kate pueda mantenerse sola? ¿Que los padres la sigan manteniendo y en un futuro a su hijo? Sí, ella tiene un trabajo fijo en este mismo instante por suerte, pero ¿de verdad pensaba que iba a querer seguir viviendo en esa ciudad cuando en cada esquina tenía un recuerdo con el que decía ser su mejor amigo?
Azkeel pudo llevar a su hermana hasta el sillón y quitó todos sus apuntes del lugar, que tampoco les estaba prestando mucha atención porque con cada minuto que su hermana se tardaba en el departamento de SeokJin él se estaba mordiendo las uñas pensando en las peores cosas. Siguió abrazando su pequeño cuerpo, sin saber qué más hacer, no era la mejor persona para dar consejos pero se le partía el corazón viendo a su hermana sufrir tanto por un hombre que no merece ni una de todas esas lágrimas. Se preguntaba por qué las mujeres usualmente escogen al hombre malo del cuento, el que era más que obvio que le rompería el corazón y la haría sufrir por interminables meses o hasta años, pero no era momento para decirlo en voz alta, prefería quedarse con las dudas y preguntarle dentro de muchos años a su hermana, cuando ya haya superado el asunto, porque sabía que ella es lo suficientemente fuerte como para salir de eso.
⎯ ¿P-por qué me pasa esto a mí?⎯ preguntó con un nudo en la garganta que casi la quemaba. Az suspiró y besó su cabeza, dejando que se descargue.⎯ ¡Maldita sea! ¡Hice todo por él, cambié, maduré, cumplí sus deseos y caprichos, lo cuidé, lo amé!⎯ volvió a romper en llanto con lo último, miró a los ojos a su hermano y él sintió su corazón romperse por verla de esa forma, tan destruída y decepcionada.⎯ ¡Lo amé, Azkeel! ¡En serio lo amaba!
⎯ Lo sé...⎯ respondió acariciando el cabello de la mayor. Tenía los ojos tan rojos e hinchados que él mismo sintió ganas de llorar aunque no le habían hecho daño precisamente a él. Las mujeres aman tanto, y de una manera tan pura, que le daba asco solo pensar que tal vez en algún momento una chica se sintió como Katherine se siente ahora, por su culpa.
No entendía por qué Young Sun volvía a él tantas veces siendo el monstruo que es, porque si de algo estaba segura Kate era de que SeokJin no iba a tener los huevos para decirle a su novia (o ex novia, quién sabe) que tiene un hijo en camino y se haría el idiota. Primero porque decirle aquello solo haría que la mayor se largue, ya sea porque sentiría que estaba metiéndose en un lugar donde no quiere, o porque en algún momento sería la madrastra del cuento y no quería eso. Y segundo porque decir que abandonó a una mujer embarazada, y en un futuro a un niño, solo haría que Young Sun le diga en la cara lo poco hombre que es y lo inservible que es su presencia, porque si algo bueno tenia ella era que no tenía pelos en la lengua y no le costaría nada decirle las verdades a Kim en la cara, aún sabiendo que si le dice eso SeokJin podría volver con Katherine y su hijo solo para demostrarle a la mayor que es buen hombre, y no porque realmente quisiera hacerse cargo de su familia.
Y quizá el problema no era Katherine, ni Young Sun, el problema desde un inicio fue SeokJin que no sabía qué mierda quería. Si tan solo se hubiera tomado la molestia de decirle a su mejor amiga lo que quería, haber planteado desde un inicio la idea de ser simples amigos con derecho, sin ilusiones de por medio, tal vez ahora las cosas iban a ser distintas porque ella no estaría muriendo con todas esas imágenes de noviazgo perfecto que se creó en su mente. ¿Ella hubiera caído igualmente? Sí, obvio que sí, estaba enamorada de él desde un principio, pero dolía como la mierda darse cuenta que todos los actos que SeokJin hizo; los tontos halagos, las salidas a cafés, las palabras cursis que eran mentiras, que todo eso había sido parte de su estúpido plan para mantener a una chica inocente a su lado. Digamos la verdad, si los últimos sucesos no hubieran ocurrido, ¿Katherine y SeokJin seguirían en esa relación sexual?
Claro que sí, ella lo hubiera dado todo por mantener la poca atención que recibía de él que sobrepasaba la amistad, y él estaría más que gustoso, era una mujer a su disposición que haría o diría lo que él quisiera porque tenía sentimientos. Era horrible darse cuenta de que SeokJin se aprovechaba del amor que Kate le tenía, porque fuera de que ella tiene una personalidad demasiado buena, la volvía aún más vulnerable que esté perdidamente enamorada de él y se conforme con las migajas que le daba de amor, cuando notaba que ella estaba negándose o haciendo el intento por alejarse, él metía las manos en el asunto y le endulzaba el oído. Recurría a algo tan bajo y asqueroso como la manipulación solo porque le daba placer y le subía el ego saber que tenía a una mujer idiotizada detrás de él, quien con solo llamarla estaría para él en cualquier sentido; follar, escuchar sus problemas, limpiarle, cocinarle, o tener una salida que le incrementaba las ilusiones.
⎯ Tal vez... se arrepiente.⎯ mencionó ella limpiando su nariz, observó el gesto de Azkeel el cual fue suspirar con cansancio, no por estar con ella, sino por darse cuenta de que su hermana jamás se daría la prioridad que debe darse a ella misma. Que siempre intentaba justificar las acciones ajenas por mucho dolor que le causen.
⎯ Obvio que se va a arrepentir de perder a una mujer como tú, Katie.⎯ respondió al instante, enojado con SeokJin por preferir su vida de drogas, sexo y descontrol antes que a una mujer que podía ayudarlo en todos los sentidos porque ella estaría más que dispuesta a desvivirse para que él sea feliz, lo cual Azkeel no sabía si era bueno o malo.⎯ En unos años querrá volver a ti, querrá tenerte a ti y a su hijo pero serás tú la que lo rechace.
⎯ No podría.⎯ negó con la cabeza soltando una pequeña risa, burlándose de ella misma por ser tan débil ante la presencia de Kim. Azkeel no mencionó nada al respecto, porque sabía que en ese momento era más que obvio que piense que jamás podría superarlo, y además de eso de que nunca podría volver a enamorarse o cosas por el estilo. Y estaba bien pensar en eso, todos pasan el dolor de una ruptura de maneras distintas, en algún momento de la vida ese suceso se va a superar y se sigue adelante.
⎯ No importa lo que digas, pero yo estoy feliz de que ocurrió esto.⎯ habló y su hermana lo miró con la boca abierta, incrédula, mientras sus ojos volvían a llenarse de lágrimas. Pensó que su hermano estaba feliz de verla sufrir, y ese sí sería un dolor que jamás podría superar.⎯ Algo como esto tenía que ocurrir para que te des cuenta de la mierda de persona que es Kim, al fin podrás valorarte y seguir adelante, sin él, cosa que es lo mejor de todo esto.
⎯ Tengo un hijo en mi vientre, Azkeel.⎯ le recordó entre lágrimas.⎯ ¿Cómo podré salir adelante sola?
⎯ No estás sola, nos tienes a nosotros.⎯ dijo tomando la mano de su hermana entre las suyas.⎯ Y con más razón, tienes un hijo y querrás estar bien para el bebé.
Las lágrimas volvieron a bajar por los ojos de Katherine y su hermano la abrazó con fuerza, ella pensó que era imposible salir adelante sola, tener un hijo no era algo sencillo. No era simplemente comprarle ropa linda, era tener un lugar para cuidarlo, comida para el bebé, un trabajo que seguramente la explotaría, no tener relaciones amistosas por el poco tiempo que tendría y prácticamente dar toda su vida por su hijo, cosa que no era muy distinto a lo que estaba haciendo por SeokJin, si podemos comparar la situación. Sentía que era el fin del mundo, y era más que comprensible, nunca creció lo suficiente para saber las responsabilidades que tienen sus actos y éste era el claro ejemplo, un bebé no vino solo, fue consecuencia de los dos por no usar protección y aún era algo que le costaba entender por qué hizo eso, por qué quiso consumir drogas cuando nunca le habían llamado la atención.
Escuchó su teléfono e inmediatamente volteó la cabeza, con la esperanza de que algún mensaje de SeokJin aparezca, arrepentido de sus palabras y decisión, pero su ilusión cayó tan rápido como vino cuando leyó el "Hey, ¿quieres ir por un café? no te veo hace dos días y ya te extraño:(" de JiMin. Sabía que él no tenía nada que ver en el asunto, no tenía porqué rechazarle la oferta y más cuando le alivianó un poquitito el corazón saber que alguien la extrañaba de verdad y no con intenciones más allá de una amistad. De su lado izquierdo escuchó él suspiro de su hermano y lo miró al instante.
⎯ Él no te llamará, Katie.⎯ dijo con la mayor sinceridad que podía tener, y aunque vió en los ojos de su hermana como esas palabras le habían afectado en demasía, continuó hablando:⎯ No te mandará un mensaje diciéndote que te extraña o que se arrepiente de las cosas, no es así. No vendrá porque lamentablemente no le importas y nos pudimos dar cuenta de eso desde el primer instante, solo falta que tú abras los ojos.
Las comisuras de Kate temblaron y con eso volvió el llanto silencioso, pensando que así no molestaría a su hermano y lo dejaría continuar con su estudio o con lo que sea que estaba haciendo, pero Azkeel no se iría de su lado jamás. Ella ya había estado mucho tiempo sufriendo sola por Kim, o en un pasado por extrañar a su padre biológico, y al otro día siempre hacía como si todo estuviera bien cuando claramente no era el caso, ahora su hermano no pensaba dejarla un solo segundo porque lo mejor para ella era sentirse acompañada. Acarició su cabello mientras estaban en silencio, lo único que se escuchaba en la casa eran los sollozos de la mayor que intentaba callarlos de manera disimulada. Así estuvieron por largos minutos, tantos que sin darse cuenta se habían hecho la hora que sus padres volvían a casa, y al momento de ingresar corrieron a su hija al verla con el rostro rojizo e hinchado.
Kate estaba cansada de llorar, no diría que no, sentía que la cabeza se le iba a partir en dos y la parte baja de su nariz ya estaba irritada de tantas veces que pasó la manga de su sweater para limpiarse, pero era la única forma que encontraba de desahogarse por completo. No podía ir a SeokJin y mandarlo a la mierda, por muchas ganas que tenga de hacerlo, sabía que si lo veía en persona caería nuevamente ante él y lo último que quería era que la vea tan frágil, por primera vez en demasiado tiempo pensaba en su propia dignidad, y aunque no lo decía en voz alta, estaba feliz de haber pensado en ella primero, aunque las ganas de hacerlo o llamarlo estaban ahí prefería callarlas con el recuerdo de sus crueles palabras. Los brazos de su madre envolviéndola la hicieron viajar en el tiempo y recordarle cuando se vió obligada a separarse de Peter, quien en ese momento estaba segura de que era el amor de su vida y jamás podría enamorarse luego de él, y sintió algo de calma al oler el perfume tan característico de Marriane.
"Mamá siempre estará aquí" recordó que le decía cuando la veía llorar, ya sea por un raspón en su rodilla o por sentirse insuficiente para la carrera que estudiaba. Porque esa era la realidad, todas las personas podían ir y venir, pero mamá era la única que se quedaba sin importar cuantas veces se equivoque, la cantidad de materias que haya desaprobado o las veces que hayan discutido, no había nadie como su madre y eso era algo que la alegraba y a su vez la entristecía, porque el día que ella no esté no sabría cómo seguir sola.
Claro que sus padres le preguntaron qué ocurrió, y ahí fue donde Katherine soltó todo de principio a fin; desde el momento que se enamoró de SeokJin hasta su embarazo, incluyendo que había consumido drogas. Sus padres y hermano escucharon atentamente cada una de las palabras, no juzgaron ni la interrumpieron, sólo eran Jonathan acariciandole la rodilla, su madre abrazándola y pensando que con eso la protegería de todo mal, y Azkeel acariciandole el cabello. No sabían cómo sentirse, si felices por ser abuelos o mal porque al parecer la pelirroja no tenía muchos ánimos de ser madre, así que prefirieron guardar sus emociones para otro momento, además de que aún estaban impresionados con toda la historia de su hija, jamás pensaron que mientras ellos trabajaban Katherine estaba fumando porro en el departamento de su mejor amigo para olvidarse las hirientes palabras de Young Sun.
⎯ No sé qué hacer.⎯ dijo al final de todo su relato, las lágrimas se habían detenido y ahora solo quedaban rastros de débiles sollozos.⎯ No sé si irme por un tiempo o qué.
⎯ Creo que...⎯ habló Jonathan y todos dirigieron la vista a él.⎯ creo que es lo mejor. Tienes que aprender a valerte por ti misma y en otro lugar, lejos de todo, será lo ideal.
⎯ ¿Te volviste loco?⎯ soltó Marriane aterrada, para ella Kate seguía siendo su bebé, era imposible mandarla a otro país o ciudad y que ya no pudiera verla todos los días como es desde siempre.⎯ ¿Cómo la vamos a dejar sola en un momento como este?
⎯ Capaz es lo mejor, mamá.⎯ mencionó Azkeel en un bajo tono de voz, sin querer que se altere más la mujer.
⎯ Guardé esto para un momento importante y creo que es ahora.⎯ dijo el hombre de la casa. Se levantó para dirigirse a un mueble y tomar unas llaves doradas con un pequeño adorno rosado, que tenía letras en negro, volvió a acercarse a las tres personas que lo miraban con confusión, pues ni su mujer sabía de qué se trataba.⎯ Es un negocio en Londres, lo compré cuando ibas por el segundo año de la universidad y supe que ahí comenzarías tu propia marca de ropa.
Kate tomó las llaves impresionada, sin saber qué decir, y es que nadie se esperaba aquello, pero era un regalo que Jonathan tenía hace demasiados años guardado porque sabía que en algún momento le serviría a su hija mayor, así como también tenía comprada una clínica veterinaria para Azkeel, donde podría curar a todos los animales enfermos que requieran de sus cuidados. Ambos eran lugares abandonados que los compró para poder reformarlos y dárselos a sus hijos en el momento que lo necesiten, a Kate le tocó ahora y quizá a su hijo cuando termine la carrera, pero siempre había pensado en ellos y su futuro.
⎯ Pa, yo...
⎯ No debes agradecer nada, todo esto es por ti. Lo tienes más que merecido.⎯ la interrumpió. Acarició sus brazos y le sonrió, teniendo algunas lágrimas en los ojos porque efectivamente ya no era esa niña de 13 años que se escondía de él y su hijo.⎯ Debes tener un nuevo comienzo, y ahí será.
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