25
Después de escuchar esas palabras tan dolorosas Katherine pensó en que, de una vez por todas, lo mejor era terminar todo lazo con SeokJin, no quería saber absolutamente nada más de él por demasiadas razones, pero darse cuenta que su mejor amigo denigraba sus propios diseños le había roto el corazón en millones de pedazos que ni siquiera podía ponerse a juntar sin llorar en el medio. Está más que claro que no le dijo a nadie lo que recibió en aquella llamada por dos motivos; el primero era que le daba vergüenza a ella misma haberse puesto mal por un comentario que seguramente recibiría durante toda su carrera como diseñadora, pero tenerlo de parte de Kim le había lastimado el quíntuple que le hubiera dolido de otra persona. Y el segundo motivo fue porque, aunque ella misma creyó que era muy estúpida, aún lo seguía protegiendo de los demás, y más que nada de su familia.
Aún así, lo estuvo evitando por alrededor de un mes. Fue el lapso de tiempo en su vida que pasó más lento de lo normal, al igual que donde mintió más que a lo largo de sus 28 años. Sus padres la cubrían cuando SeokJin iba a tocarle la puerta de su hogar varías veces a la semana, se encerraba en su trabajo (el cual Kim no sabía la dirección, por suerte) y ni siquiera tomaba un café con JiMin por miedo a que pase algún conocido de SeokJin y se la encuentre. Nadie sabía el porqué se ocultaba de quien estaba tan enamorada, pero las personas de su entorno la ayudaban a escaparse de su ex mejor amigo, y si bien era bastante cobarde por no dar la cara y decirle todo lo que le enojó de él, necesitaba tiempo para pensar, pero sabía a la perfección que pedirle tiempo a SeokJin sería algo que dure dos días, como mucho, porque ya iba a querer hablar, y Kate necesitaba pensar en demasiadas cosas.
Aunque sea un método infantil el que usó, tomó uno de sus antiguos cuadernos y en la última hoja colocó los rasgos positivos y negativos de SeokJin, para saber qué hacer de su vida. Lo vió desde el ojo ajeno, no pensó tanto desde el lado de ella porque sabía que justificaría todos y cada uno de sus crueles actos, porque a pesar de haber recibido aquella llamada tan hiriente y las demás cosas que hizo su "mejor amigo" mientras se involucraban sexualmente, y hasta cuando eran solo amigos, ella lo iba a justificar con la dura infancia que tuvo, que no sabe expresarse correctamente y...agh, ya hasta daba pereza pensar todas las tontas excusas que ponía la pelirroja para no perder su amistad o lo que sea que hayan sido. También anotó las cosas buenas, las pocas cosas buenas, que SeokJin tenía; ser gracioso, con dinero, modelo, independiente, autosuficiente y que, dentro de todo, era algo estable mentalmente para tener una relación. Aunque sea no dependía emocionalmente de otra persona como era el caso de ella.
Pero a pesar de todo eso, fue un duro proceso de una semana en la que tuvo que ver las cosas con un ojo realista y...sí, efectivamente pesaba más la balanza en el lado negativo. Intentar cambiar a SeokJin era solo una pérdida de tiempo y de salud mental, y a decir verdad, Katherine lo ama mucho pero ¿Arriesgarse de ese modo? No, no quería terminar peor de lo que ya estaba. Quizá era verdad que podía salvarse antes de tiempo, que no estaba tan hundida en ese preciso instante, pero no iba a negar que si se daba cuenta antes de la realidad que es Kim tal vez ya estaría en el proceso de duelo. SeokJin ya no le sumaba a su vida, lo único que hacía era humillarla, restarle cosas, hacerla sentirse mal, inseguridades e infinidad de cosas que claramente no vienen de la persona que dice amarte, ya sea como amigos o como pareja, si de verdad la quisiera tan solo un poco de lo que él tanto afirma, no haría nada de eso.
Aunque a decir verdad, ¿SeokJin en algún momento le sumó a su vida?
Y otra cosa importante, para todo esto, era recordar las opiniones de su entorno al momento de hacer aquella lista que solo le terminó de abrir los ojos, aunque muy en el fondo, esperaba que cuando se vean nuevamente él haya cambiado de verdad y se encuentre arrepentido. Recordar como hablaban su madre y hermano de SeokJin, las muecas que hacían cuando ella les avisaba que estaría con él o las dos charlas que tuvo con su madre sobre él y en ambas, de manera indirecta, le dejó bastante en claro que no quería a alguien como Kim en la vida de su hija. Y, sí, las opiniones ajenas no debían importar sino lo que piensa y siente uno mismo, pero ya cuando son dos personas, tres, seis, es porque debía considerar un poquito el porqué todos lo criticaban tanto. Después de un tiempo notó que las personas que le decían todo aquello (incluyendo a Young Sun) era porque querían alejarla de SeokJin, ya sea por su propio bien o por envidia, pero mayormente por el bien de la pelirroja.
Suspiró recostándose en la cama, había estado sentada mientras veía con aburrimiento el televisor apagado frente a su cama, estaba tan perdida en sus pensamientos que simplemente se olvidó de prenderlo, pero aún así tampoco tenía ganas de escuchar o ver algo. Bajó el antifaz rosado que estaba sobre su cabello y cubrió sus ojos, suspirando nuevamente y rezando para que en un futuro a sus hijas no les pase una desgracia amorosa como la que está teniendo ella, o por lo menos sabría como aconsejarlas, aunque sabe que es demasiado difícil que a alguien enamorado le entre en la cabeza cuando algo no está bien o una persona que tanto aprecias te causa más dolor que felicidad. Con sus dedos sintió el pequeño anillo que rodeaba su dedo medio de la mano derecha, estuvo tocándolo por un largo rato mientras recordaba cuando Kim se lo regaló en símbolo de su amistad, y nuevamente ahí estaban los pensamientos intrusivos de:
¿Y si lo perdono?
Es mi único amigo, el mundo será diferente sin él.
Lo conozco desde hace mucho tiempo, no puedo soltarlo a la primera pelea.
Lo amo.
¿Y si cambia...?
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando escuchó a alguien golpeando la puerta de su habitación, con un tono perezoso dió el pase y escuchó las pantuflas de su hermano arrastrarse por el suelo mientras escuchaba un leve suspiro del mismo, ya no era necesario levantarse el antifaz para saber que era él porque desde pequeña pudo identificar los pasos de las personas, podía considerarlo un tonto superpoder que tenía, al igual que lograba imitar a la perfección la voz de Rachel McAddams. Lo que sí le parecía extraño era qué demonios hacía Azkeel en su habitación cuando su compañera de la universidad estaba en el living haciendo un trabajo práctico con él.
⎯ Kate, ¿Tienes toallas higiénicas?⎯ escuchó a su hermano desde dentro de su baño y respondió vagamente, por muy obvias razones no serían para él, así que asumía que a su compañera le había venido la menstruación de imprevisto.
⎯ En el estante con la puerta, el segundo compartimiento.
Azkeel tomó las mismas y le avisó a su hermana que después se las devolvería cuando vayan a hacer la usual compra del mes que hacía siempre la familia, pero la misma se quitó el antifaz de sus ojos al recordar ese pequeño detalle. Su hermano salió de la habitación mientras le decía que sus padres estaban por irse al trabajo y que le ordenaron a la mayor que Azkeel no prenda fuego nada como la semana pasada, que lamentablemente las puntas de la cortina de la cocina se habían quemado porque el chico se quedó jugando a la playstation y olvidó por completo que estaba haciéndose un té. Kate se sentó de golpe en su cama y comenzó a buscar su teléfono con urgencia, quería creer que había calculado mal las fechas y su percepción del tiempo estaba bastante equivocada, pero llevó la mano a su boca cuando notó que ya había pasado dos veces la fecha 15 en el calendario.
Dos meses sin menstruar.
Claro que no se había dado cuenta de ese detalle por estar tan concentrada en su relación-amistad con SeokJin, el nuevo trabajo, su vida social, sus problemas y demás. Había pasado ya bastante tiempo desde la última vez que SeokJin y ella tuvieron sexo, pero el recuerdo en su mente estaba confuso gracias a que fue cuando consumió marihuana por primera vez, no podría negar o acertar en haber usado preservativo porque la realidad era que no lo recordaba, y de por sí ella no utiliza ningún método anticonceptivo porque su menstruación siempre fue regular y tenía sexo una vez por año (si tenía mucha suerte). Así que lo único que quedaba era preguntarle a Kim acerca de la protección pero habían dos grandes inconvenientes; estaban distanciados y no podía llamarlo de un momento a otro para decirle "¿Oye usaste preservativo o me dejaste embarazada?", así como estaba el otro problema y es que él también se había drogado, y con cosas el triple de fuertes de lo que era un simple porro.
⎯ No puede estar pasándome esto.
Kate bufó y se arregló con rapidez para ir a la farmacia más cercana, mintiéndole a su hermano que iría a comprar toallas higiénicas para que su madre no tenga que moverse tanto en esos días ya que Marriane estaba investigando un caso y se encontraba bastante ocupada. Por suerte, tenía una farmacia a pocas cuadras de su casa así que le serviría para pensar todos los posibles escenarios de lo que haya ocurrido, y también llegó a su mente la opción de que estaba anémica por no consumir los nutrientes de la carne, pero la verdad es que sería muy extraño que de un momento a otro algo así ocurra cuando es vegetariana hace muchos años ya. Quizá el estrés. Quizá se olvidó de que le vino. Quizá...SeokJin acabó dentro de ella y ahora hay un pequeño niño creciendo ahí.
⎯ ¡¿Hola?!⎯ escuchó y abrió los ojos, dándose cuenta de que sin notarlo ya estaba en la fila para pagar el test de embarazo y un recipiente para orinar que tenía entre sus manos y muchas personas detrás de ella en la fila. La mujer de caja habló nuevamente.⎯ ¿Estas bien?
⎯ Oh sí, solo...solo esto.⎯ respondió y dejó la caja con las manos temblando, la mujer sonrió y pasó el producto por el lector de código de barras. Un flashback de cuando tuvo a su hijo apareció en su mente.
⎯ 32672 wones.⎯ informó y Kate dió el dinero sin esperar el cambio, tomó la caja nuevamente y casi sale corriendo de la tienda cuando la mujer le habló.⎯ Tranquila chica, que ahora el aborto es legal y puedes evitar los errores que yo cometí.
Katherine se retiró de la farmacia sin decir palabra alguna, en el camino de regreso a su casa simplemente leyó las instrucciones intentando olvidarse lo que había comprado, queriendo olvidar que había una alta posibilidad de que podría estar embarazada. Tomó aire muchas veces y dejó de morder sus labios antes de ingresar a casa, no vió a Azkeel sentado en el sofá como estaba cuando se había ido, que lo encontró estudiando, y queriendo correr a su habitación sintió como alguien le quitaba de la mano la caja rosada que traía. Su hermano empezó a reír al notar que la enana de su hermana estaba saltando queriendo tener su pertenencia, pero todo rastro de risa se fue al leer lo que contenía dichosa cajita que Kate quería con tanta urgencia.
La realidad era que Azkeel siempre había tenido el sueño de ser tío, pero eso se le había olvidado al momento de notar lo mal hombre que es SeokJin, casi una copia de su asquerosa madre, y no quería que Kate tenga un hijo con ese tipo y el niño termine sufriendo, teniendo traumas desde la infancia, y tampoco quería que su hermana sufra la ausencia de un marido o padre de su hijo, que se tenga que desvivir para que al niño no le falte nada y ella termine sin vida, sin cumplir sus sueños ni ser feliz del todo. La chica le quitó su pertenencia de las manos en un brusco movimiento y finalmente pudo hablar.
⎯ ¿Esto es...?
⎯ No hables.⎯ soltó enojada, no sabía si con su hermano por esa inmadura broma o con ella misma por no haber usado preservativo, o tan siquiera haber asistido a la ginecóloga cuando notó que su vida sexual estaba teniendo rumbo nuevamente. No pensaba culpar a nadie, pero ahora que estaba sumamente preocupada, asustada y enojada, a la única persona que podía echarle la culpa era a SeokJin por no usar un condón, aunque tampoco era la primera vez que lo hacían sin protección, tarde o temprano pasaría, y eso era lo que más le molestaba a Kate. No usar preservativo era un viaje de ida que no tenía vuelta, y lamentablemente después venían los arrepentimientos.
La pelirroja subió a su cuarto mientras Azkeel la seguía detrás, no la iba a dejar sola y ella tampoco puso oposición, lo que más necesitaba en ese momento era compañía pero que esté en silencio, y su hermano lo estaba cumpliendo bastante bien, para rareza de ambos, o quizá era porque estaba sorprendido. El chico se sentó en su cama mientras su hermana entró al baño que tenía en la habitación, siguió las instrucciones tal y cómo lo decía, orinar en un recipiente y colocar el test de embarazo, pero le estaba enfureciendo que su uretra no quería colaborar y no podía hacer ni siquiera una gota de pis. Tomó aire demasiadas veces e hizo un tonto tip que encontró en Tik Tok para poder orinar, así que mentalmente le agradeció a esa chica que había recomendado acariciar su espalda baja para poder hacerlo.
Lavó sus manos y miró su rostro en el espejo, en ese instante muchas cosas pasaron por su mente, se recordó a ella misma cuando era pequeña y no podía creer que estaba haciéndose un test de embarazo sin ella haberlo planeado. Sin darse cuenta las lágrimas inundaron sus ojos, no había planeado esto para su vida, no así. Kate siempre pensó que para el momento de estar embarazada ya estaría casada o por lo menos con una pareja estable, con su marca de ropa, que el bebé sería buscado y ella se emocionaría cuando sepa la noticia, dándole un regalo a su marido para informarle que será padre. La triste realidad es que todo estaba al contrario de lo que pensó, no tenía pareja estable, no tenía su marca de ropa, el bebé no había sido buscado, no estaba emocionada. Mierda, ni siquiera se hablaba con el posible padre.
Y eso último era uno de los problemas más grandes, como si fuera una mala broma su mente le recordó las claras palabras de SeokJin "¡Yo no quiero casarme, no quiero tener hijos. No viviré en un cuento de hadas como tú". ¿La dejaría a la deriva con un hijo de él? ¿Tan poco hombre podría ser? Y es que, internamente, Katherine sabía que SeokJin era más que capaz de eso, de fingir que no tenía un hijo, de que nunca estuvo con ella y hasta si la cruza por la calle haría como si nunca se hubieran conocido cuando sabían casi todo uno del otro. Pero además de eso, además del claro rechazo de Kim a la idea de tener hijos, Kate tampoco quería darle un padre así a sus hijos, uno que necesite drogarse para ser feliz, uno arrogante que trata mal a las demás personas, alguien a los que sus padres no quieren como yerno.
⎯ ¿Katie?⎯ escuchó la voz de Azkeel fuera del baño y rápidamente limpió sus lágrimas. Abrió la puerta y le mostró una falsa sonrisa a su hermano, quien dirigió la vista al recipiente con orina y el test.
Abrazó fuertemente a su hermana y ella volvió a derrumbarse. Quería permanecer toda la vida en los abrazos de su hermano que siempre le traían paz, con ese característico perfume y las palabras alentadoras que solo da cuando nota a una persona mal. Adoraba a Azkeel, era su alma gemela en versión amistad o hermandad, pero estaría eternamente agradecida con su madre por haberse enamorado de Jonathan y hacer que ellos dos se conozcan, se necesitaban demasiado sin saberlo y el universo los unió para superar sus miedos juntos. A los dos les parecía extraño, como si fuera un sueño, el hecho de que Katherine esté haciendo un test de embarazo cuando siempre creyeron que las cosas irían tal y como estaba en los planes de ella.
Estuvieron largos minutos así, sumidos en un silencio que solo se cortaba con los sollozos que daba la mejor y la pequeña risa que soltó al final del abrazo cuando notó que mojó la camiseta de su hermano. Nuevamente ingresó al baño y suspiró cuatro veces, totalmente nerviosa y con la esperanza de ser anémica y que todo sea un retraso hormonal por haber tenido mala alimentación, por estar estresada o un simple atraso. Tomó el test de embarazo y todas las esperanzas cayeron tan rápido como habían llegado a su mente.
⎯ ¿Qué ocurre?⎯ preguntó su hermano al ver como quedó estática con la vista en la pared, como si estuviera viendo su peor pesadilla.
Que en parte, lo era.
⎯ Positivo.
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