24

Desde que el día empezó a las 00:00 de la noche, los nervios consumían a Kate de todas las maneras posibles, una sensación extraña se plantaba en su estómago y tenía ganas hasta de vomitar, pero por suerte estaba su familia a su lado para tranquilizarla al igual que los relajantes álbumes "Folklore" y "Evermore" que siempre que los escuchaba la chica le traía paz. Al fin había llegado el día que podía impulsarla a un nivel más alto en su carrera de diseñadora, esa noche sería la pasarela con temática de vestidos de novia, y decir que no estaba asustada por todos los jefes de empresas importantes que asistirían sería mentir. Un solo error y sus oportunidades se irían por el caño, hasta un empleado de la tan famosa marca "Louis Vuitton" estaría presente en la gala, quizá si le gustaban los diseños tendría la oportunidad de tener un período de prueba para trabajar con la marca, y próximamente abrir su propia marca.

Pero lo más feo era que se sentía sola, no en sentido de su familia o de JiMin, sino en que SeokJin no apareció desde la última discusión, y si bien ella misma sabía que no le dijo nada acerca de el evento de esa noche para evitar palabras desmotivadoras o hasta cosas que salgan mal por envidia, ahora lo extrañaba, le serviría alguno de sus chistes absurdos para tranquilizarla o los confortantes abrazos que no le da hace tanto tiempo que ya perdió la cuenta. Aunque le costó muchísimo, ella tampoco había dado señales de querer arreglar las cosas, se aguantó el orgullo y así como fue difícil hacer eso, fue más duro ver que del lado de Kim no venía ninguna disculpa cuando fue él quien la trató de una manera horrible. ¿Qué esperaba? ¿Un mensaje de Katherine pidiéndole disculpas cuando ella no había tenido la culpa de nada?

Sí, estaba en el sofá de su departamento esperando eso.

⎯ Hija, todo saldrá perfecto.⎯ escuchó a su madre detrás de ella y se dió vuelta con una sonrisa nerviosa.

No solo había diseñado los vestidos que se presentarían en la gala, sino que también el suyo y el de su madre, el cual por fin se había atrevido a usar un color amarillo y más escotado, tenía una sola manga y era tan pegado a su cuerpo que resaltaba los perfectos resultados de hacer ejercicio casi todo el tiempo, lo había aceptado solo porque personas importantes estarían ahí y le demostraría que su hija era la mejor diseñadora del mundo. No eran solo vestidos de ella que se presentarían en la pasarela, sino que también de dos compañeros más, y prácticamente estarían compitiendo para saber quién tendría una oportunidad para salir al exterior o por el contrario, se quedaría con Aerin, ya sea por decisión propia o porque no habían tenido la suerte de tener alguna propuesta llamativa.

La pelirroja alisó la falda de su vestido obviamente rosado, tenía una gran cola que se extendía por el suelo y el espacio entre medio de sus pechos era pronunciado pero nada vulgar, dejaba a la vista sus hombros y el adorno en su cabello plateado resaltaba al tenerlo recogido en un moño alto y elegante. Suspiró nuevamente y sonrió algo tensa, ya estaban a tan solo minutos de ir al lugar de la gala y se encontraba con los nervios de punta, sus manos temblaban ligeramente y cuando llevó la mirada ahí se decayó al notar la ausencia del anillo que SeokJin le regaló a los dos años de ser amigos. Símbolo de nuestra amistad.

⎯ Eso espero.⎯ contestó suspirando.

Marriane se acercó a su hija y tomó sus manos con delicadeza, un corto deja vu llegó a su mente de cuando dió su tesis en la universidad y su madre la había calmado porque apenas había podido dormir en toda la noche. Veía tanto de ella en Katherine y a su vez no veía nada, eran tan distintas pero tan iguales que lograba confundirla, muchas veces no sabía si había sido una buena madre y le enseñó todo lo que tenía que enseñarle, lamentablemente nunca se puede ser una madre 100% perfecta porque siempre falta algo por el motivo que sea, pero de lo que sí estaba segura era que hizo todo lo que pudo y su trabajo de criarla había llegado hasta esa noche porque una sola propuesta podía definir muchas cosas en la vida de su hija.

⎯ Vendrán muchas propuestas a ti, estoy segura.

⎯ ¿Y si no estoy conforme con ninguna?⎯ preguntó atemorizada.⎯ ¿Cómo sé que me irá bien si acepto? No quiero ser esclava de una marca lujosa y no tener el reconocimiento que merezco.

⎯ Tendrás tu propia marca de ropa, yo lo sé.⎯ afirmó, algo dentro de ella le decía que su hija necesitaba un fuerte abrazo y quizá no era solo por los nervios que tenía en ese instante, por algo más. No dudó y la envolvió en sus brazos como cuando era pequeña, pudo verse en el reflejo del espejo de cuerpo completo de Kate y sonrió con una leve tristeza al notar que su hija ya no era la niña pequeña con miedo a la oscuridad, ahora era una mujer adulta en busca de cumplir sus sueños y ser feliz, eso la llenaba de orgullo pero a su vez le ponía triste saber que el tiempo pasó tan rápido.⎯ Te amo, hija.

⎯ Yo también, mamá.

El aura cariñosa se arruinó cuando Azkeel entró corriendo y se unió al abrazó con fuerza, casi tirando al suelo a las dos mujeres que rieron por lo brusco que era el más pequeño de esa familia. Él portaba un traje blanco y negro normal, pero en su pecho tenía un bordado con la letra "K" en representación a su hermana, y aunque en un principio él se negó a usarlo terminó aceptando por ver un puchero en los labios de ella.

⎯ ¿Por qué nos abrazamos?⎯ preguntó confundido pero aún abrazando a la madre e hija.

⎯ Rompiste el momento, tonto.⎯ respondió su hermana mientras se separaban. Tomó su cartera plateada y la colgó en su hombro, estando lista salió de la habitación para dirigirse al auto de su padre.

En el transcurso del viaje se la pasó mirando por la ventana, ignorando el sonido de notificación de su teléfono por los mensajes alentadores de JiMin porque eso solo la ponía más nerviosa, al igual que prefería no prestar atención a la conversación de sus padres o las insistencias de su hermano a su costado. Miraba por la ventana pensando en que todo saldría bien, porque los nervios que tenía en el cuerpo no los podía medir ni controlar, y detestaba eso, nunca fue una persona que maneje sus emociones o situaciones pero al no poder evitarlos, como hacía con sus problemas, la enojaba.

Cuando llegó, sus padres y Azkeel permanecieron en el auto esperando a que la larga fila de entrada avanzara, pero ella al tener el pase de la empresa entró directamente por una puerta que le indicó un hombre de seguridad. Sintió como unos flashes la alumbraban y se sorprendió de ser fotografiada, pero no dudó en mostrar una sonrisa amable mientras seguía avanzando, primero porque quería dar buena impresión y segundo porque, si triunfaba, tendría que acostumbrarse a que le estén tomando fotografías casi todo el tiempo. Ingresó a la puerta que el hombre le indicó y avanzó por el pasillo hasta llegar a la parte donde las modelos se vestían, y sus ojos se llenaron de lágrimas al notar que los vestidos que diseñó se veían aún más hermosos en esas chicas que habían estudiado por años para presentar la ropa. Ayudó a una de las mujeres a acomodar el velo sobre su cabello y después se marchó. Lamentablemente, los hombres en esta instancia no tenían oportunidad de modelar porque eran tendencia los vestidos de boda al ser el mes de Julio, el cual en Corea del Sur significaba casi el fin del verano y donde más parejas se casaban por lo general.

Katherine siguió hasta otra puerta donde vió a JiMin y Aerin hablando, ella estaba moviendo demasiado las manos en demostración de nervios por ser la primera pasarela que tendría desde que se dedica a ser jefa de empresa y la emocionaba, pero a su vez aterraba, sabía que es una mujer que habla hasta por los codos y podía decir alguna palabra de más o hasta hacer un chiste que termine sentándole mal al público. Llevaba el vestido negro que Kate había hecho hace ya mucho tiempo, y justamente fue uno de los que presentó para estar trabajando en la agencia, se lo había alquilado a la diseñadora y aunque ella ofreció regalarlo eso las llevó a una larga charla sobre valorar su trabajo y no dar las cosas gratis. Así que sí, Kate ya había tenido dinero por alquilar uno de sus vestidos. Por parte de JiMin, tenía un traje blanco y una camisa negra debajo, al contrario de lo que es usualmente, y un moño alrededor de su cuello porque tuvo problemas para hacer el nudo de la corbata y prefirió ir a algo más sencillo. Sus padres también estarían en el público, solo porque habían venido en unas cortas vacaciones para ver a su hijo y justo coincidió con el evento.

⎯ ¿Interrumpo?⎯ habló Kate después de estar dos minutos en la puerta del cuarto y que ninguno se haya dado cuenta de su presencia. Aerin llevó la mano a su pecho al escuchar repentinamente la voz de la menor y corrió a abrazarla, corrió como pudo porque con la falda larga se le dificultaba un poco pero el vestido le quedaba a la perfección, hacía un contraste divino con su piel tan pálida.

⎯ ¡Kate, estás aquí!⎯ exclamó feliz en un fuerte abrazo que casi la dejaba sin aire a la nombrada.⎯ Escucha, tengo mi discurso pero creo que está algo largo; ¿Crees que tendría que decir "¡Estos son los vestidos de novia que crearon nuestros famosos diseñadores!" y decir sus nombres, o queda mejor "¿Qué les parece empezar con el gran evento de esta noche? ¡Adelante nuestros diseñadores!"? Dios santo estoy entrando en un colapso nervioso.

⎯ Yo voto por la segunda opción.⎯ comentó JiMin de fondo y Kate asintió con la cabeza, sin saberle bien qué decirle a su jefa (que parecía más su amiga) porque ella también estaba demasiado nerviosa e inventaría cualquier cosa como presentación.

⎯ Bien, entonces en 10 minutos te quiero en el pasillo que da directo a la pasarela.⎯ ordenó Aerin mirando a la diseñadora, después se dió vuelta para señalar acusatoriamente a Park.⎯ Y tú, ten cuidadito con lo que haces después de lo que me contaste.

⎯ Sí, Aerin Noona, vete.⎯ rodó los ojos el rubio.

La mayor se marchó del cuarto y Kate suspiró nerviosa, no le ponía incómoda la presencia de JiMin, extrañamente podía decir que con él el silencio era relajador y podía estar horas con su compañía sin hablar, solo tirando comentarios de vez en cuando, pero era cómodo estar así. Miró el lugar y notó un espejo, a su costado una mesa con maquillajes y sonrió notando el labial que estaba usando su jefa, asumió que se arregló ahí. Miró su figura en el espejo, sonriendo conforme y feliz con lo que había hecho para ella, era delicado, lindo y femenino, lo ideal para que las personas la vean. Notó que detrás de ella estaba JiMin mirando su cuerpo, sin morbo alguno, solo admirando el precioso vestido y la pálida espalda al descubierto de la chica, ya que por detrás la tela empezaba desde su espalda baja, casi dejando a la vista su ropa interior tiro alto. Al cruzar miradas con él recordó las palabras de Aerin y frunció el ceño dándose vuelta para encararlo.

⎯ ¿A qué se refirió Aerin?

⎯ Oh, a nada.⎯ levantó los hombros relajado, aunque tenía una bola de nervios en su estómago, y no precisamente por el evento.⎯ Sabes que está algo loca.

Y la verdad era que JiMin no aguantó más lo que estaba guardando en su interior, pero no lo habló con la persona indicada, sino con su jefa-amiga solo como método de desahogo. Nunca fue una persona de guardarse sus sentimientos y emociones, pero a su vez sabía que había situaciones en las que era mejor dejar de lado esa parte suya y cerrar la boca hasta que sea el momento indicado, pero es que con Katherine nunca se encontraba el momento indicado para hablar de ese tema. Inevitablemente, JiMin terminó cayendo rendido a los pies de la pelirroja, algo que no estaba en sus planes y creyó que solo quedaría como un "es una linda chica, tanto por fuera como por dentro", pero esa frase se fue fortaleciendo cada vez más, el "linda" pasó a ser "hermosa", el "es solo una amiga" se convirtió en "quisiera que fuera mi novia". Pero era absurdo confesarse con ella cuando estaba tan enamorada de un hombre que no la ama.

No quería agrandarse, mucho menos ponerse a la altura de SeokJin para pelear por Kate, pero él sabía que la iba a amar de la mejor manera posible y de la más sana. Tenían sueños en común como formar una familia, tener una relación sana, un amor puro y vivir casi en un cuento de hadas aún sabiendo que es prácticamente imposible que todo salga del todo bien, así que viéndolo así, JiMin y Kate serían la pareja ideal, pero el problema nuevamente era Kim que estaba en el medio. Park, aparte de tenerse mucho amor propio, era inteligente y no pensaba ser el ayudante para que la chica olvide a su mejor amigo, prefería esperar los años o el tiempo que sea necesario para que ella esté realmente lista para entregarse a otro hombre, uno completamente distinto al que esta acostumbrada y que en su mente y corazón solo esté JiMin, no SeokJin y JiMin. Tenía que ser uno solo o nada.

Pero eso no evitaba que pudiera coquetear con ella mientras la esperaba.

⎯ Um, bien.⎯ respondió dudosa, estaba más concentrada, y nerviosa, en el evento que en pensar lo que andaban secreteando Aerin y JiMin.⎯ Estas guapo, por cierto.

⎯ Tú también, te ves muy hermosa.⎯ halagó de igual manera y las mejillas de ella se pusieron del mismo color que el vestido. Se acercó a la pelirroja y con una tonta excusa colocó su mano en la desnuda espalda baja de ella.⎯ ¿Vamos yendo?

La chica asintió y empezaron a caminar a la par, delante de ellos estaba la otra diseñadora y un diseñador recién graduado, quienes serían la competencia de Katherine en ese evento. Los tres estaban nerviosos y se pusieron en el orden que Aerin los presentaría, primero él; Oh SeHun de 24 años, luego Kate y por último Kim Jisoo, JiMin se marchó después de dar un beso prolongado en la mejilla de la pelirroja deseándole suerte, ellos se sentarían juntos porque Aerin lo quiso así, se podía decir que era la primera en tener el sueño de que sus empleados sean pareja, se notaba la conexión que tenían y más que nada como JiMin la veía, como si tuviera a la mismísima Rachel McAddams frente a sus ojos.

Los diseñadores pudieron oír a través de los parlantes a Aerin presentando la colección de vestidos que se mostraría, diciendo al final de su pequeño discurso la segunda opción que le había presentado a JiMin y Kate, y por ende, dando los nombres de los diseñadores. Katherine sintió una mezcla de emociones cuando escuchó su nombre por el altavoz y comenzó a avanzar, temiendo que sus tacones se rompan, que pise su propio vestido o hasta que haya una piedrita en el camino y termine haciendo el ridículo, por suerte nada de eso pasó y caminó con una inmensa sonrisa mientras sentía los flashes de las cámaras chocando con sus ojos, y aunque quiso no pestañear para no salir con los ojos cerrados en alguna fotografía fue inevitable cuando tenía tantas luces. A lo lejos estaban sus padres grabándola con sus respectivos teléfonos, y Azkeel haciéndole muecas de apoyo con una gran sonrisa de orgullo, y es que para ellos era la gloria ver a Kate ahí, teniendo la oportunidad de su vida frente a sus ojos.

Tomaron fotografías de los tres diseñadores, también individuales, y luego los mismos bajaron por unas pequeñas escaleras hasta llegar a sus respectivos puestos, donde Kate se sentó mordiendo su labio inferior con miedo y nervios, hasta que JiMin tomó su mano y entrelazó sus dedos, mostrándole confianza. En las tres primeras filas solo se encontraban otros diseñadores o empleados de empresas importantes, los diseñadores de la agencia de Aerin al igual que modelos masculinos y ella, también habían algunos famosos; Katherine se sorprendió enormemente cuando notó que estaba a tan solo metros de Zendaya, Lalisa Manoban y Florence Pugh. La música empezó, una que no opacaba las conversaciones sutiles entre las personas ni el concentramiento de los empleados al momento de apuntar en sus libretas acerca de lo que veían.

Las modelos que llevaban los vestidos diseñados por Kate entraron a la pasarela y ella solo podía llevar la vista de su trabajo a las personas que escribían en sus libretas, en ese momento hubiera deseado con todas sus fuerzas poder tener vista de todo y saber qué era lo que escribían, pero lamentablemente tendría que quedarse con las ganas. Sentía ansiedad por no saber qué escribían, su pierna comenzó a moverse y aunque JiMin le intentaba sacar charla para que se relaje, ella simplemente no podía. Veía el caminar de las modelos totalmente hipnotizada, deseaba tener mejor vista para saber si se notaba algún hilo o las costuras estaban demasiado a la vista de los jurados, pero solo eran ideas de ella porque los vestidos se veían perfectos, majestuosos y hasta en algunas mujeres impulsaban el deseo de casarse.

⎯ ¿Te gustaría casarte algún día?⎯ escuchó la pregunta de JiMin en su oído y lo miró, pero él permanecía con la vista en las modelos y los impresionantes vestidos; todos eran divinos, no solo los de Kate, pero saber que algunos los hizo ella los convertía en sus favoritos. Inevitablemente se la imaginó a la pelirroja ingresando a la iglesia con uno de esos preciosos vestidos, mientras él la esperaba en el altar.

¿Muy apresurado?

⎯ Me encantaría.

⎯ ¿Y cuál usarías?

⎯ Siempre supe cómo sería el vestido con el que me gustaría casarme.⎯ respondió con una sonrisa al tener el recuerdo desde niña.⎯ Supongo que el afortunado y mis familiares lo verán en un futuro, mientras tanto sólo yo podré verlo en mi mente.

⎯ Serás la novia más hermosa que haya existido, de eso estoy seguro.⎯ habló y tuvieron un intenso contacto visual por unos segundos en los que para ambos todos desaparecieron a su alrededor, se sentían solo ellos dos y como en las palabras del rubio había un trasfondo. Un "yo seré el afortunado".

Pero lamentablemente la felicidad no dura para siempre.

Una llamada llegó al teléfono de Kate y atendió rápidamente cuando las personas a su alrededor la miraron con el ceño fruncido por no tenerlo en silencio, sin siquiera ver quién la estaba llamando.

¿Qué demonios haces en la televisión? ¿Estas mostrando tus mediocres diseños?

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