20
Un día nuevo se había aproximado en la vida de Kate, particularmente aburrido ya que lo único que podía hacer en el trabajo era mostrarle sus diseños a Aerin y esperar que ella los apruebe, le emocionaba mucho la idea de hacer vestidos de novia porque ella misma sabe que el día que se case se diseñará y realizará su propio vestido, solo esperaba que llegue el hombre indicado que le pida matrimonio de la manera más romántica que exista, en ese escenario dentro de la cabeza de Katherine el protagonista era SeokJin, lástima que él en ese preciso instante se encuentre discutiendo con Young Sun por un tema bastante absurdo desde su punto de vista, pero bueno, todo motivo por el que su ex novia le discute es absurdo, solo porque no sabe ponerse en lugares ajenos.
Pero por primera vez Young Sun defendía a Katherine, porque conoce a su ex novio como la palma de su mano y el estúpido intento de querer olvidarla a ella logra herir a su mejor amiga. No es la mujer más empática del planeta, mucho menos amiga cercana de la pelirroja, pero no podía aceptar ver como la menor caía rendida a los brazos de Kim como si no conociera su extenso historial de infidelidades y crueldades que es capaz de hacer, Katherine no estaba preparada para ese mundo, uno altamente tóxico y del cual es muy difícil salir, así como también muy difícil acostumbrarse. Young Sun lamentablemente pasó por demasiados escenarios pésimos en su vida, los cuales la hicieron ser quien es hoy en día, y ni ella misma está orgullosa pero no puede hacer otra cosa que aceptarse y echar la culpa a quienes se lo merecen.
Y ahora le molestaba, o mejor dicho le enfurecía, saber que SeokJin nunca sería capaz de ponerse en el lugar de la otra persona, o siquiera entenderla. Ahora mismo Young Sun le estaba reclamando el hecho de jugar con una niña, porque eso era Katherine para la mayor ya sea en buen o mal sentido, y su ex novio parecía ser sordo porque realizaba sus actividades como si nada ocurriera. Pero además de eso, la mayor también le estaba reclamando que Kim no movía un pelo por la relación (o lo que sea que tuvieran, porque a decir verdad hasta para ellos es confuso), siempre era ella la que tenía que proponer salir, ir a dormir a la casa del otro, tener citas, verse, o cualquier cosa normal en una pareja; nunca escuchó una propuesta desde el lado de él, y si lo era solo había sido porque buscaba su perdón o recientemente se habían reconciliado.
Young Sun no es de las mujeres que necesariamente piden momentos amorosos, pero de vez en cuando estaba sola en las penumbras de su habitación y pensaba "¿no recibo amor porque no lo merezco? ¿es porque estoy manchada desde los siete años?" y la realidad era que solo SeokJin tenía la culpa de aquello, su novia (o ex) no tenía ni que pensar en por qué no recibe cariño cuando se supone que es una de las cosas fundamentales en una relación. Entendía, y ella misma lo tiene, que su manera de dar amor era mediante el sexo, porque desde siempre le enseñaron que aquel acto expresaba amor de todas las formas, a pesar de que también es uno de sus mayores traumas, pero ya ni sabía qué se sentía una caricia que no pase a más, un beso en la frente con un mensaje de "yo te cuidaré de todo y todos", unas palabras lindas por la ropa que lleva, o hasta un tonto halago cuando recién despierta. Parecía que estar con SeokJin era estar con una máquina de sexo y mal humor en vez de con una persona.
⎯ Young Sun, cállate mejor.⎯ interrumpió el menor a la pelinegra mientras pasaba los dedos por su entrecejo, totalmente estresado.⎯ ¿Por qué no te vas? En unos instantes vendrá Katherine y no quiero que...
⎯ ¿Te sigue viendo?⎯ preguntó atónita, y es que en ese viaje a Nueva York SeokJin le contó la situación a su ex novia, algo que hasta ella lo insultó por ser tan estúpido pero Kim pensaba que por ser mujer se pondría del lado de su mejor amiga.⎯ Está mal de la cabeza esa chica.
⎯ En realidad viene a ver al imbécil de Park.⎯ corrigió rodando los ojos, odiaba saber que Kate le cumpliría el favor solo porque estaba de pasada y no porque quisiera verlo.⎯ Le pedí un café y me lo traerá.
⎯ ¿Encima de tratarla como tu puta ahora también la tratas como mesera personal?⎯ soltó irónicamente.
⎯ Oh disculpa, ¿Querías ser tú la que me traiga el café?⎯ le siguió el juego con el mismo tono para al final reír, viendo como la pelinegra se iba enojada de la oficina.
Young Sun caminaba recta y tensa, con los brazos a sus costados sin siquiera moverse y pensando cómo ayudar indirectamente a Katherine a alejarse de SeokJin. No podía acercarse de una buena manera, ninguna soporta a la otra y las únicas veces que compartieron palabras fue mediante discusiones absurdas o comentarios sarcásticos, que ella vaya a decirle amablemente la verdad de Kim haría pensar a la menor que solo estaba celosa. Se detuvo en el medio del pasillo cuando la vió entrando con una falda rosa que llegaba hasta la mitad de sus muslos, un suéter del mismo color pero una tonalidad más clara y que dejaba a la vista su perfecto estómago casi marcado, en los pies llevaba unos zapatos negros que hacían juego con el cinturón y la cartera.
Y obvio, el café para SeokJin.
⎯ ¡Tú!⎯ exclamó la mayor señalándola con el dedo. Dió fuertes pasos hasta llegar a la menor que la veía con cara de "ésta hoy no tiene los patitos en fila".⎯ Caes tan bajo sirviéndole las cosas al idiota de SeokJin sabiendo lo que te hace.
⎯ ¿Qué dices?⎯ preguntó confundida, de por sí era extraño que Young Sun le hable, pero más extraño era que no esté del lado de su ex novio.
Y Young Sun la única solución que encontró para mantenerla alejada de SeokJin, para el bien de todos, era alejarla con palabras hirientes. No estaba feliz de decir que ella estaba acostumbrada a tales, tanto a recibirlas como a decirlas, pero sabía que aquello era su fuerte y le salía mejor que a nadie tratar para la mierda a las personas, así que quizá sus palabras podían hacer efecto y lograr que Katherine se aleje de SeokJin antes de que caiga completamente rendida a sus pies, o peor, pase una tragedia que no tenga vuelta atrás.
⎯ Digo que aún sabiendo cómo te trató, que te echó de su oficina prácticamente, y encima ni siquiera te dijo de ser algo más que amigos tú sigues detrás de él insistiendo. Me das pena en serio.⎯ confesó totalmente sincera la mayor, podía ver la mueca de desilusión en Katherine a pesar de que quería hacerse la fuerte, era muy obvio que todas aquellas palabras eran como puñales para su corazón enamorado de SeokJin.⎯ Dime, querida, aún sabiendo todo eso y siendo la primera en saber cómo es SeokJin, ¿Lo sigues amando? ¿Un corazón que fue destrozado puede seguir latiendo?
⎯ Tenme siquiera un poco de respeto, ¿Quieres?⎯ contestó agresivamente la pelirroja, aunque la última pregunta le había partido el corazón en más pedacitos de los que ya estaban intentando juntarse.⎯ Ya que eres tan grande y madura por lo menos demuéstralo.
⎯ El respeto lo perdiste en su totalidad el día que le abriste las piernas a un hombre con novia y, además de eso, seguir con él sabiendo más que nadie que te trata como la jodida mierda.
⎯ En el momento que estuvimos juntos ustedes estaban separados.⎯ se defendió inútilmente.
⎯ Oh vamos, ¿me vas a decir que como mejor amiga de SeokJin no sabrías que a los días volveríamos a estar juntos? ⎯ respondió irónicamente la pelinegra mientras miraba con desprecio el vaso de café.⎯ No intentes justificar tus acciones, Katherine. Acepta que te pasaste tu sororidad femenina por el mismo lugar que SeokJin pasó la polla.
Kate decidió ignorarla y continuar con su camino hasta la oficina de su mejor amigo, pero teniendo todas las palabras en su cabeza, si había algo en lo que no podía competir con Young Sun era que la mayor lo conocía mejor que nadie desde el lado de novia, mientras que Katherine desde el lado de mejor amigo y amante, no más que eso. Entró a la oficina y dejó el café sobre el escritorio con la mirada perdida, cosa que el mayor se dio cuenta y no pudo evitar maldecir a su ex novia porque era muy obvio que ella salió y a los pocos minutos entró su mejor amiga. Nunca fue de meterse en las cosas de Katherine, mucho menos cuando trataba de ella y otra mujer porque sabía mejor que nadie que las discusiones entre mujeres se solucionaban y él quedaba como el idiota después, lo que lo sorprendería si supiera que la pelirroja se sintió así desde que él empezó su relación con Young Sun.
SeokJin era un amigo complicado del cual sólo Katherine podía juzgarlo verdaderamente porque todos sus otros "amigos" eran drogadictos que vivían con sustancias en sus cuerpos y solo se juntaban con Kim para consumir, todos tenían una historia detrás, eso es obvio, pero solo se juntaban para drogarse y pasar un buen rato, poder hablar, soltar sus problemas o comentar sus preocupaciones no era algo que exista en esas amistades, SeokJin por suerte tenía a su paciente mejor amiga para contarle hasta el momento en el que guardó su bóxer después de traerlo de la lavandería. Pero el problema más grande en todo esto es que Kate lo justifica por todas sus acciones, a pesar de que él no la escuche, no la aconseje, la juzgue y no tenga la mínima iniciativa de usar ropa diseñada por su amiga, para la pelirroja, SeokJin solo es un buen amigo con muchos problemas.
⎯ ¿Sucede algo?⎯ preguntó el mayor para cortar el silencio.
⎯ ¿Tú sientes algo por mí?⎯ respondió ella con otra pregunta mientras tenía la vista en el suelo, repasando todos y cada uno de los momentos desde que iniciaron esa aventura que solo la hundía más y más.
⎯ Obvio Kate. Te amo mucho, ya sabes eso.⎯ dijo levantándose de su lugar para estar frente a ella y colocar las manos sobre sus hombros, acariciando levemente. La menor levantó la mirada mientras tenía el ceño fruncido y habló nuevamente;
⎯ Te lo pregunté como interés amoroso, no como tu estúpida mejor amiga que hace todo por ti y tú no me devuelves nada.
Las caricias de Kim se detuvieron de manera abrupta y se preguntó ¿de verdad puedo ver a Kate como algo más allá de amiga? Y la respuesta llegó tan rápido que no tenía que dudarlo ni un segundo; un rotundo no sonó en su cabeza. Katherine para él era todo lo que quizá su abuela hubiera querido para su nieto; la mujer amable y amorosa que da todo por sus hijos y por mantener vivo un matrimonio. La chica trabajadora que persigue sus sueños y ayuda a su marido en todo lo posible, la que es protegida por el mismo y jamás dudaría de su amor o fidelidad, y en caso de que aquello pase, mantener esa relación por sus hijos. Pero lo importante aquí era, ¿SeokJin quería todo eso? No, obvio que no. Él quería alguien como Young Sun para hacer su vida aún sabiendo que no era la persona más indicada y que tampoco estarían hasta los 70 años como se mantienen ahora, a base de drogas y sexo, llegará un punto en el que no querrán hacer más esas cosas o ni siquiera tendrán la fuerza suficiente para hacerlo.
En la mente de Kim él y Young Sun se mantendrían jóvenes para siempre, sin darse cuenta que las mismas sustancias a las que es tan adicto son las mismas que lo llevan a la ruina. Por ahora no le había ocurrido nada, pero en unos años, cuando ya tenga 35 años va a parecer de 50, y ahí, cuando ninguna agencia quiera tener contrato con él, cuando no tenga hijos porque a una edad tan avanzada los embarazos corrían riesgos, y cuando se dé cuenta de que ignorar a Katherine podía ser uno de los errores más grandes que podría haber cometido, sería demasiado tarde. Pero ahora estaba seguro de que no quería una vida relajada y aburrida con la pelirroja, aún sabiendo que el SeokJin de un futuro lo odiaría por lo mismo, quería vivir su vida, no pensaba ser el padre de familia con un trabajo infeliz y sin tener intimidad o diversión con su mujer solo por los hijos, trabajo o porque la chispa entre ellos se apagó por completo.
⎯ No lo sé.⎯ terminó diciendo, quizá para no lastimar los sentimientos de su amiga o porque era tan cobarde que no podía confesar la verdad.⎯ No te conozco mucho como algo más allá de amiga, posiblemente confunda la amistad con algo amoroso. No quiero lastimarte, pero no estoy seguro de lo que puedo llegar a sentir por ti, no te prometo ser tu novio pero tampoco prometo que no podré enamorarme de ti.
La chica suspiró y asintió con la cabeza, no se esperaba esa respuesta, pero a decir verdad tampoco sabía qué se esperaba si cualquier cosa le hubiera afectado, tanto para bien como para mal, pero alguna reacción hubiera ocurrido. Tomó su celular para mandarle un mensaje a JiMin diciendo que le terminó saliendo una emergencia de último momento y pasaban la charla para otro día, que en sí no era nada demasiado importante, pero el estómago de Park tenía unas leves cosquillas al saber que vería a la Barbie pelirroja, y al momento de leer el mensaje todas esas cosquillas se desvanecieron, dándose cuenta de la posible causa de porqué la chica faltaría a su encuentro a pesar de estar a pisos de diferencia. Por mucho que lo intente, SeokJin iba a estar por encima suyo, encima de cualquiera, no podía competir contra alguien que Katherine elegía ponerlo en primer lugar siempre.
La pelirroja se levantó de la silla y tomó nuevamente su bolso mientras su mejor amigo la veía con el ceño fruncido por las repentinas acciones. Tomó la muñeca de él y lo obligó a salir de la oficina para dirigirse al elevador, donde estaban en silencio hasta que el mayor habló;
⎯ ¿A dónde vamos?
⎯ ¿Tienes marihuana en tu departamento?
Los ojos de Kim se abrieron con sorpresa por la pregunta, pues nunca se esperó que la chica tenga deseos de probar droga, y si bien la marihuana no era algo tan grave sabía que a ella le haría efecto en instantes por ser la primera vez que consume algo por el estilo. Y es que la misma Kate se preguntaba por qué estaba tomando esa decisión, pero la respuesta era sencilla; quería olvidar todas las verdades que Young Sun le había dicho en la cara sin un mínimo de vergüenza o empatía por los sentimientos de ella, si al fin y al cabo tenía razón en cada palabra que dijo; Kate era la puta de SeokJin aunque no quiera admitirlo en voz alta. Y además de eso, deseaba mostrarle a su mejor amigo, quizá ya como último recurso, de que ella podía estar en la misma sintonía que él, que podía adaptarse a su mundo aún sabiendo que sus padres la rechazarían por aquello y más si era para mantener a SeokJin a su lado.
¿Qué lógica tiene todo eso?
El viaje hasta el departamento no fue largo, de hecho pasó más rápido de lo normal porque Kim también quería drogarse, y más ahora en compañía de su mejor amiga. Siempre había querido compartir un momento así con ella, y ahora veía la oportunidad perfecta. Entraron al departamento y Kate observó como el mayor iba a un cajón escondido en uno de sus muebles para sacar todo tipo de cosas; pequeñas bolsitas con polvos blancos, dos jeringas con algunas pastillas y una cuchara de acero que ya se veía bastante maltratada, lo cual ella desconocía pero podía darse una idea de lo que era, y cuatro porros junto a un mechero. La marihuana ya no producía nada en Kim así que tenía que consumir cosas más fuertes, pero fumaría uno para enseñarle a su amiga como se hace.
Colocó el porro entre sus labios y prendió fuego la punta mientras su mejor amiga lo miraba con curiosidad, ver como el cuerpo del mayor se relajaba y soltaba el humo por las fosas nasales había sido algo que hasta la había excitado. Siguió sus pasos y al momento de aspirar tuvo un fuerte ataque de tos en el que sentía que casi se moría pero SeokJin la calmó con caricias en su espalda, él podía ser un idiota con todas las letras pero no pensaba consumir nada hasta ver que su amiga estaba drogada y no podía pasarle nada grave. La chica siguió fumando hasta que terminó su porro, aunque a la tercera calada ya estaba mareada y con sus ojos picando al igual que la garganta. Sintió un alivio tremendo, pareciera que lo ocurrido con Young Sun jamás sucedió y hasta podía jurar que estaba volando por los aires, todo pareciéndole el triple de gracioso aunque no tenía diversión alguna.
Rió mientras estaba embobada viendo el techo, hasta que desvió la vista y se concentró en SeokJin inhalando por la nariz el polvo blanco que asumía que era cocaína. Hizo una pequeña mueca al momento de que su amigo clavó la aguja en su brazo derecho, tuvo un leve espasmo al tener la heroína en su sistema. Kate dudó un poco pero se acercó a él arrastrándose ya que estaban ambos en el suelo del living, los ojos de ella estaban excesivamente rojos y el delicioso olor a marihuana salía de sus labios, mientras las pupilas de SeokJin estaban tan dilatadas casi al punto de que su iris no se podía apreciar bien. Soltó una última risita para después besar fogosamente a su amigo sin ser del todo consciente de sus acciones, solo quería disfrutar el momento y SeokJin no tuvo problema en devolverle el beso con el doble de intensidad.
En algún momento del beso ambos terminaron desnudos y recostados sobre la alfombra del living, Kate boca abajo mientras tenía una estúpida sonrisa en el rostro y gemía con cada roce que recibía, parecía que la droga en su sistema la había hecho sentir el triple de veces las sensaciones y eso la volvía loca. Tenía el culo empinado en lo alto y el rostro pegado a la alfombra, sollozando con cada golpe que daba su mejor amigo en la pálida piel de su trasero, y aunque aquello no le gustaba para nada prefería dejarlo pasar, se notaba que al mayor le gustaba y la pelirroja terminó acostumbrándose al dolor que provocaba la hebilla del cinturón sobre su piel. Le encantaba sentirse única para él, como si fuera su mayor obra de arte y solo haría eso con ella cuando la realidad estaba muy lejos de ser así, pero en ese momento Kate se sentía tan jodidamente única que podía estar así toda su vida.
La lengua de SeokJin se abrió paso desde su vagina hasta el medio de sus nalgas, lo que le causó cosquillas del placer y solo podía menear el trasero frente al rostro de su mejor amigo para que siga haciéndolo una y otra vez hasta tener su orgasmo, el cual no tardaría mucho. Tres dedos del mayor la sorprendieron y solo podía gemir mientras ella misma se movía para tener más placer, si estuviera totalmente sobria estaba más que segura que ni haría eso ni loca, pero ahora que estaba bajo los efectos de la marihuana se sentía la prostituta más afortunada por tener a Kim lamiendo sus zonas íntimas como si fueran el último banquete de su vida. Intentó cerrar las piernas cuando el orgasmo la atacó pero no lo logró ya que su mejor amigo se lo impidió, las mejillas se le pusieron rojas al notar que había chorreado como una sola vez en su vida pudo hacerlo y justamente también había sido gracias a Kim.
⎯ Sabes tan dulce..⎯ comentó un ido SeokJin mientras lamía su vagina de arriba a abajo, buscando limpiarla de su reciente orgasmo a pesar de que su alfombra y piernas estaban empapadas. Tomó con firmeza las caderas de su mejor amiga para acomodar su pene a la entrada de ella y no tardó un segundo en entrar ferozmente, extrañando lo apretada que era su mejor amiga y como le daba orgasmos únicos con esos gemidos tan delicados. Llevó su cabeza hacia atrás mientras soltaba un grave gemido y su amiga buscaba moverse.⎯ Dios Santo, te adoro Katherine.
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