05

⎯ ¿Y qué esperas para hacerlo?⎯ soltó ella con toda la valentía que tenía en su cuerpo, aunque los nervios le ganaban por mucho y de reojo pudo ver como su pulgar tocaba el anillo del dedo medio, en muestra de nervios. SeokJin notó aquello y entrelazó sus dedos con los de ella.

⎯ Espero a llegar a mi casa, no podría ser tan idiota en hacerte el amor en un simple escritorio cuando te mereces ser tratada como una reina.

Las mejillas de Katherine se enrojecieron ante esas palabras, más que nada en que él buscaba tratarla de la mejor manera posible, demostrándole que no era un pasatiempos. En su mente quedaría grabado para toda la vida como su mejor amigo había dicho que le haría el amor, algo que iba más allá de solo tener sexo, algo donde él prometía cuidarla, consentirla y tratarla con el amor que ella siempre esperó de su parte.

Ahora era cuando Kate se cuestionaba si era demasiado obvia con sus sentimientos para que SeokJin le diga todas esas cosas, y si bien Kim sí era consciente de que la mirada de su mejor amiga no era solo de amistad, no quería pasar el límite cuando habían formado algo tan solido hace ya tantos años. Pero al fin y al cabo, a todo hombre heterosexual le sube el ego que las mujeres sientan atracción por ellos, y también son débiles ante la carne, así que al darse cuenta que tenía a una chica tan hermosa como Katherine en bandeja de plata, y despechado por su ex novia, no encontraba mejor solución que buscar parte de Young Sun en Kate.

Algo realmente cruel.

En ese instante un compañero de modelaje de SeokJin ingresó por la puerta, no perdió ni un segundo en visualizar a Katherine de pies a cabeza, acabando en la unión de la mano de ella con la del modelo. Internamente suspiró, pensando que Kim no era ningún idiota y solo pasaba de mujer linda en mujer linda, entendía que era un modelo a la altura para estar con las mujeres más exóticas, pero esa chica pelirroja no se veía mala, y en comparación a Young Sun, no tenía ni un pelo de parecido con ella.

⎯ JiMin, ¿Necesitabas algo?⎯ preguntó Kim, sacando al chico rubio de su burbuja.

Park JiMin era modelo ingresante, ese mismo año había empezado a trabajar en la agencia y no tenía demasiada fama que digamos, apenas promocionaba unos perfumes y algunas prendas de ropa que no eran de marcas demasiado famosas. El rubio tuvo demasiados problemas para ejercer su carrera como modelo, pues en su adolescencia lamentablemente desarrolló problemas alimenticios con los cuales hasta la actualidad tiene secuelas, y sumándole que no tenía la altura requerida de, como mínimo, 1.90 metros, de suerte llegaba al 1.80.

Él y SeokJin no se llevaban muy bien, Kim se creía superior por ser un modelo embajador de marcas reconocidas como Prada, Fendi, Chanel o hasta por haber sido invitado a la Met Gala 2023. JiMin no tenía nada de todo aquello, y si de por sí Kim siempre fue un asqueroso arrogante y egocéntrico, que también sea discriminador era otro punto en contra. Nunca le dijo palabras hirientes a los nuevos modelos, ya que habían ingresado más además de Park, pero las miradas de arriba a abajo no faltaban, o susurrar con compañeros de su mismo nivel mientras veían las sesiones de fotografías de los nuevos.

Y eso le jodía los huevos a JiMin.

⎯ Solo he venido para decirte que Young Sun te buscaba.⎯ soltó, y Katherine no pudo evitar mirar el suelo incómoda. ¿Iría con ella? ¿En serio SeokJin sería capaz de ir con ella después de haberle dicho que quería hacerle el amor?

La respuesta es sí, pero Kim tenía un plan en mente y no podía tener fallas.

⎯ ¿Tú ahora eres su mensajero personal?⎯ preguntó el mayor con burla. Tomó sus cosas y la mano de Kate para dirigirse a la puerta y mirarlo con el peor ánimo.⎯ Dile que no iré, tengo cosas más importantes que hacer, modelo barato.

El comentario hirió a JiMin, pero no pensaba demostrarlo. En todos los años desde que había decidido ser modelo, y desde antes ya que hacía danza contemporánea, se había tenido que aguantar los comentarios de personas que simplemente estaban de más. La mayoría de sus compañeros se burlaban de él porque era mejor bailando "como una niña" que en deportes como el fútbol americano o deportes que usualmente hacían los varones. Todos pensaban que Park era gay.

Fuerte fue su sorpresa cuando la mayoría habían sido engañados porque sus novias preferían estar con JiMin que con ellos.

SeokJin no le dió tiempo a Katherine para siquiera presentarse ante el rubio porque la jaló del brazo hasta llegar al elevador, donde estuvieron en silencio y se notaba como la pelirroja estaba decepcionada de su mejor amigo. En realidad, no era secreto para nadie que Kim tenía esas cosas cuestionables, era por eso que muchas personas no podían considerarlo su modelo favorito, o como la frase "lo que tiene de lindo lo tiene de imbecil" era lo que más lo representaba. Pero Kate, siendo la persona que vive con él día a día y lo conoce mejor que nadie, tenía el derecho de poder regañarlo por esas asquerosas actitudes.

⎯ ¿Por qué lo has tratado así al chico?⎯ preguntó molesta.⎯ Él solo cumplió con un recado.

⎯ Porque seguramente es el nuevo juguetito de Young Sun para darme celos.⎯ explicó el mayor sin mirarla.

⎯ ¿Y te afecta eso?⎯ cuestionó y él la miró sin entender la pregunta.⎯ ¿Te molesta que Young Sun ya esté follando con alguien?

Y era obvio que la pregunta tenía un trasfondo, si a él no le importa es porque de por sí Young Sun ya no le interesa, tal como había dicho días antes en su auto o hasta en la llamada de la noche anterior. Katherine no era idiota, o por lo menos no tanto, sabía que su mejor amigo no podría superar una relación de tres años de la noche a la mañana, pero por lo menos esperaba que en el proceso de duelo no la incluya a ella en un sentido pasando el límite de amistad, porque era más que obvio que SeokJin tenía esas intenciones, y estaba bien siempre y cuando no juegue con su amiga.

Por otra parte, la respuesta de SeokJin era un rotundo "sí, me enferma de celos" pero no podía decirlo en voz alta cuando le había dicho a su mejor amiga que superaría a su ex novia. De solo pensar que Young Sun lo engañó con JiMin, alguien que, desde el punto de vista de SeokJin, era tan básico, ingenuo, pobre y que no sabía nada del modelaje, le llenaba la cabeza de celos. Detestaba saber que su novia lo había engañado cuando él era mucho, tenía todo lo que una mujer quisiera en un hombre; belleza, dinero, lujos, fama, es apasionado, la consentía. ¿Qué más le faltaba? ¡¿Qué más?!

Quizá la empatía, el amor o la madurez.

⎯ Obvio que no, Kate, por Dios.⎯ mintió mientras suspiraba. Llegaron al primer piso y mientras se dirigían a la cochera, donde estaba el auto del mayor, habló nuevamente.⎯ Quédate a dormir en el departamento, hace tiempo no hacemos pijamadas.

Kate lo miró y asintió. Quizá era algo que odiaba de ella, que personaba a SeokJin por cualquier cosa que haga; puede ser cruel, clasista, engreído, inmaduro y demás, pero ella siempre lo perdonaría y justificaría. Era su gran amor, y a pesar de que segundos atrás denigró a un chico solo por una estúpida suposición de que quizás (ni siquiera estaba seguro) su ex novia lo engañó con él, pero Kate lo justificaba con que estaba en su etapa de duelo y eran normales aquellas reacciones.

Los mejores amigos se dirigieron a una tienda mientras escuchaban música en el auto, habían decidido tener una pijamada como las que tenían antes de que Young Sun casi le prohíba juntarse con su mejor amiga. Tal vez eso era algo que Katherine siempre destacaría de Kim, y era que por muchas veces que su ex novia le hizo una escena de celos o pelearon porque él tiene una mejor amiga, el mayor siempre puso a Kate antes que su relación y no le importaba pelearse con el mundo entero si tendría a su pelirroja a su lado, haciendo esos ridículos chistes que a nadie le causaban pero a SeokJin sí.

Compraron bebidas alcohólicas, frituras, dulces, y todo tipo de comida que posiblemente los haría vomitar si lo juntaban, pero planeaban tener una pijamada a lo grande. Como última parada fueron a la casa de la pelirroja, donde corrió a su cuarto a armar un bolso con cosas como su pijama, una muda de ropa, cepillo de cabello, maquillaje y, solo por si las dudas, una caja de preservativos. El cepillo de dientes no era necesario porque ya tenía uno en el departamento del mayor. Antes hacían pijamadas casi todo el tiempo, llegaron hasta al punto de que Kate se quedaba una semana viviendo en el lujoso departamento de SeokJin.

⎯ Okey, no tengo ganas de cocinar y tú ni sabes hacer pastas.⎯ dijo el mayor cuando ya llegaron a su departamento.⎯ Así que voy a pedir hamburguesas de Mc Donald's.

⎯ Soy vegetariana, SeokJin.⎯ le recordó rodando los ojos.

⎯ Genial, te pido una lechuga entonces.⎯ bromeó, y ella no le dijo nada porque sabía que le pediría algo vegetariano.

Kate asintió y fue a la habitación para dejar sus cosas. Hace ya varios meses que no había pisado el fabuloso penthouse de su mejor amigo, y ahora aprovechaba a verlo con detalles. En su habitación tenía una king size, un SmartTV tan grande que ocupaba gran lugar de su pared blanca, y ni siquiera tenía el armario en la habitación porque tenía tanta ropa que no entraba, así que la otra habitación era como su vestidor. Bajando las escaleras tenía la cocina, con detalles en mármol negro, una cocina de seis hornallas preparadas para las espectaculares recetas de Kim, una mesa de vidrio con seis sillas aunque nunca la usa y a continuación el living; el sillón de dos cuerpos era lo más cómodo del mundo, muchas veces Kate durmió una siesta ahí y despertó como nueva, también había un televisor igual al de su habitación, una mesa ratona con la parte superior de vidrio y el mueble que sostenía el televisor de 85 pulgadas guardaba una PlayStation 5, junto a todos los juegos para dicho aparato.

Vivía lleno de lujos.

Kate esperaba en algún momento estar en la misma situación, siendo una diseñadora al nivel de Coco Chanel y tener todos los lujos que ella deseara. Sabía que tenía un largo camino por recorrer, ser diseñadora no es fácil, mucho menos imponer su propia marca cuando su apellido ni siquiera tenía un buen nombre para serlo, como en los casos de diversas marcas de ropa. La tenía difícil, eso lo sabía, pero también sabía que lo lograría.

⎯ ¿Hace cuánto no venías?⎯ preguntó el mayor mientras le extendía una copa con vino. Sí, no era muy deliciosa la combinación de comida rápida con un vino tinto de los más costosos, pero así empezarían la noche para embriagarse.

⎯ Años..⎯ exageró ella antes de que ambos rieran a la par, extrañaba eso.⎯ La última vez fue hace unos meses, cuando volvimos de una fiesta y estabas tan drogado que me rogaste que me quedara.⎯ contó graciosa.

⎯ ¿Recuerdas esa fiesta? Joder, la habíamos pasado de puta madre.⎯ recordó él con unas risas. Kate quiso decir "la pasamos bien porque Young Sun no estaba con nosotros" pero prefirió ahorrarse el comentario.

Desde que ellos empezaron a salir la pelinegra quería estar en todas las salidas; a discotecas, cafés, bares, a absolutamente todos lados quería ir, con la excusa de "lo cuido para que no me lo robes", como si Katherine fuera ese tipo de mujeres. Además de que, si la pelirroja se lo hubiera querido robar ya lo podía haber hecho hace tiempo y con toda la tranquilidad del mundo, la cantidad de veces que SeokJin se drogaba con distintos tipos de sustancia hasta quedar inconsciente fueron muchísimas, y su mejor amiga estaba a su lado cuidándolo siempre. Si hubiera sido otro tipo de mujer, las que no le interesan las relaciones ajenas ni siente empatía hasta por una planta, se hubiera aprovechado del estado del mayor y cumpliría su sueño de estar con él, pero nunca lo hizo.

Las horas pasaron y terminaron haciendo un estúpido juego de beber un shot de Vodka cada que sientan vergüenza ajena al ver una película adolescente, se decidieron por la trilogía de "The Kissing Booth" y para el momento ambos estaban lo suficientemente ebrios como para empezar a hablar de idioteces, como qué hay después de la muerte, si existen los vampiros o preguntas absurdas de "si tú y el chico más horrible del mundo fueran las últimas personas en la tierra, ¿Tendrían hijos para repoblar el mundo?"

⎯ ¿Alguna vez...⎯ comenzó Kim, arrastrando las palabras a causa del alcohol. Ambos estaban sentados uno al lado del otro en el sofá, Katherine casi durmiéndose por la relajadora ausencia del sonido.⎯ has tenido el sentimiento de estar tan cerca pero a la vez tan lejos de una persona?

⎯ Mm, no lo sé.⎯ respondió vagamente.

La realidad era que sí se había sentido así muchas veces con SeokJin pero nunca le dió tanta importancia. Al ser lo dos adultos y cada uno con respectivas responsabilidades nunca pretendió tener al mayor a tiempo completo para ella, pero sí habían ocasiones en las que extrañaba al viejo SeokJin, el cual hacían pijamadas todo el tiempo, se sacaban fotos para subirlas a Instagram o hacían rutina de skincare juntos. Cuando él comenzó a estar más tiempo con Young Sun Kate no dijo nada, lo veía feliz y ella era su amiga simplemente, solo se culpaba a ella misma por no haberse declarado antes, así que no tenía nada para reclamar.

⎯ Yo lo siento contigo.⎯ confesó mirándola, justo apreciando el momento en el que los ojos de Kate se le estaban cerrando. Ella se despertó al instante para escucharlo.⎯ Siento que perdí demasiado tiempo con la inútil de Young Sun, cuando lo podía haber aprovechado contigo.

⎯ Solo has decidido pasar tiempo con ella, no tienes que sentirlo como tiempo perdido.⎯ respondió levantando los hombros con tranquilidad.⎯ Y no la insultes, por haberte separado de ella no significa que debes tratarla mal.

⎯ Es que era una bruja, Kate.⎯ confesó suspirando.⎯ Se enojaba por todo, no me dejaba hacer nada, quería vivir follando, y si bien amo eso, también quería estar un rato con ella haciendo otra cosa, no sé, viendo una película o teniendo esas cosas estúpidas de parejas cursis.

Kate podía considerar a SeokJin algo ninfómano, literal que vivía teniendo sexo con Young Sun, y si bien es algo completamente normal entre una pareja, en cierto punto llegaba a ser exhausto. Así como también ella no sabía que teniendo relaciones era uno de los métodos de escape de Kim de su realidad; los traumas de pequeño lo atormentaban de vez en cuando, y tal vez por eso muchas veces de manera inconsciente buscaba a una mujer con las características de su madre, alguien ausente, sin sentimientos y cruel. Tener sexo y drogarse eran los métodos que SeokJin más recurría cuando quería olvidarse de sus problemas, y nadie lo juzgaba por ello, menos su ex novia cuando estaba en la misma situación.

Pero aún así, tenía sentimientos y quería ser uno más del montón en varias ocasiones. Estar con su novia simplemente en una cena romántica, viendo películas, riendo por chistes absurdos y todo eso que él consideraba extraño por su visión de la realidad, pero aún así, lo encontraba en Kate. Ella era la fanática de las pijamadas, de disfrazarse en Halloween, de empezar a ver una serie juntos y compartir opiniones de la misma, la que prefiere ir un día de picnic antes que estar todo el día encerrados, y la que tiene como sueño casarse con el hombre ideal y bailar bajo la lluvia. Era un cisne blanco, mientras que Young Sun un cisne negro.

Todo lo que tenía Kate lo carecía Young Sun, y viceversa. SeokJin no tendría problema en iniciar una relación formal con su mejor amiga, pero sabía que estar con ella significaba tener sexo recién al cuarto mes de relación, recibir regaños constantes por su actitud, no tener una amplia visión en la cama y solo centrarse en menos de cinco posiciones. Él no buscaba eso, buscaba un balance entre la ternura y la pasión, lo sexy y lo lindo, la excitación y las risas. Y cada una tenía las cosas, pero por separado, y él no podía estar con las dos.

SeokJin miró a su mejor amiga, las lindas pecas que pasaban desapercibidas por la oscuridad, los ojos de color miel que estaban a nada de cerrarse por el sueño, la boca entre abierta porque tenía la nariz tapada y el pijama rosado de dos piezas que podía sacar de un solo tirón. Tomó su mejilla y su mejor amiga lo vió con atención, todo sueño se esfumó al ver como el mayor solo observaba sus labios con un hambre terrible, queriendo fundirse en ellos y descubrir su sabor.

⎯ Lamento si es muy atrevido lo que haré pero no puedo pasar un segundo más sin besarte.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top