03
⎯ No puedes estar diciéndome eso.⎯ dijo Kate mirando a su hermano.
Simplemente la idea era de locos, ¿Arriesgar su amistad de tantos años para "hacerle pasar el desamor" a SeokJin? Claro que no. Podía resultarle verdaderamente tentador si pensaba en que era con su mejor amigo, crush desde hace años, de quien se trataba, pero sabía que aquello tenía más cosas negativas que positivas, así que prefería guardarse las ganas.
Ella siempre se consideró a sí misma una buena persona, una mujer que jamás le haría daño a otra por su sororidad feminista, así que meterse en una relación ajena simplemente estaba prohibido, por muchos factores que no solo iban por el lado feminista, sino que también por algo moral de que si alguien más se entera Katherine quería como la "zorra" que se metió en la relación y SeokJin se iría de rositas siendo un ganador porque tuvo a dos mujeres bellísimas en su cama. Tal vez no le importaba tanto el hecho de lastimar a Young Sun, ella la lastimó incontables veces, pero saber ella misma que sería la segunda opción de Kim era algo que no le gustaba para nada. Además, todos saben que ese "terminé con Young Sun" no era ni más ni menos que un "en unos días ya estaré follando con ella y subiendo stories en Instagram".
No pensaba arriesgarse cuando sabía que su amor no era correspondido. No quería ser una más de la interminable lista de Kim SeokJin que solo salieron con el corazón hecho trizas. Valora mucho su amistad como para sobrepasar esos límites. Y sí, debía confesar que se le partía el corazón en mil pedazos al darse cuenta que SeokJin sería un novio asqueroso, que ella merece mucho más que un hombre que la engaña a tan solo segundos de prometerle el mundo entero, pero aún así seguía enamorada de él, no sabía cómo pasó, en qué momento o qué fue lo que la hizo caer a sus pies, pero muchas noches se consideró demasiado estúpida por enamorarse de una persona sabiendo lo cruel que es, porque si vamos a decir la verdad, Katherine era la primera en saber cómo es SeokJin de novio y evidentemente no era la mejor pareja, ni siquiera la peor mujer del mundo merecía a un hombre con actitudes tan feas como las que tiene él.
A menudo se preguntaba por qué las personas eran tan masoquistas al caer rendidas ante una persona que nunca les daría una oportunidad, o por qué siguen con alguien que les hace tanto daño, como es el caso de SeokJin y Young Sun, pero no encontraba respuesta a aquello. Si pudiera manejar sus sentimientos es obvio que elegiría enamorarse de un buen hombre, trabajador, dulce, amable y detallista, pero parecía que vivía en el estúpido triángulo amoroso de estar entre el chico bueno y el chico malo. La diferencia era que en su historia solo existía el chico malo, con el cual es obvio que terminaría con el corazón hecho trizas, lo cual en serio era triste, porque SeokJin como amigo era lo mejor del mundo, y tal vez si se dieran una oportunidad podían ser una genial pareja, pero prefería mantener sus sentimientos en secreto antes que estar todas las noches llorando arrepintiéndose de algo.
⎯ Katie...⎯ Azkeel la miró, pausando su juego. La mayor conocía esa mirada y sabía que se venía charla intensa, para lo cual no estaba preparada, porque estaba en la finita línea de intentar la idea de su hermano o quedarse como la amiga chistosa de SeokJin.
⎯ Wow, hasta pausaste el juego.⎯ bromeó para aligerar el ambiente, pero solo logró que Azkeel levante su ceja derecha.
⎯ No me gusta verte triste, Katie.⎯ confesó y la pelirroja lo miró con atención.⎯ Odio a ese tipo para tí, porque eres mucho para estar con un idiota que se cree la gran cosa, pero si estás enamorada de él lo único que me queda es ayudarte a cumplir tu sueño de ser su novia.
Y es que Katherine ni siquiera veía como un sueño ser la novia de Kim, porque lo conoce mejor que nadie y estar con un hombre que es tan... tan como él no era el sueño de ninguna mujer. Físicamente podía ser el tipo más hermoso de la tierra, no pensaba negar eso cuando lo veía todos los días, pero no va más allá de eso, y para ser pareja de alguien se necesita mucho más que solo una atracción física. Entonces, ¿Kate está verdaderamente enamorada o solo es por la fachada de SeokJin?
⎯ Y esta es la oportunidad.⎯ volvió a hablar el menor y ella dejó de lado la pregunta que tenía en su mente.⎯ Un hombre siempre cae primero por el sexo, dale lo que quiere y él te dará lo que tú quieres.
⎯ No quiero hacer algo para que él me devuelva otro algo.⎯ respondió. Para Kate, las relaciones no se trataban de eso, se trataban más de "yo te doy un regalo porque salió de mi corazón, no te lo doy para que tú me regales algo también".⎯ Si va a darme algo que sea porque él lo quiere así.
Azkeel suspiró y acarició el dorso de la mano de su hermana, pensando en que se notaba demasiado que toda la imagen que tiene de chicos la había sacado de esas ridículas películas adolescentes que les gustaba ver juntos. No iba a generalizar, porque no todos son así, pero muchas veces un hombre quiere algo para dar un algo más, algo en serio triste y decepcionante porque muchas veces son las mujeres quienes se sienten culpables por no recibir algo de sus parejas y hasta se obligan para tener aquello, no debería ser así, pero lamentablemente ningún hombre fue creado desde la perspectiva de una mujer y quieran o no siempre tenían algún que otro fallo.
Ahora Azkeel entendía más a las lesbianas.
⎯ Solo es mi consejo, queda en tí recibirlo o tirarlo a la basura.⎯ sonrió.⎯ Cualquier decisión que tomes tienes mi apoyo y lo sabes, eres mi hermanita y velo por tu felicidad.⎯ dijo antes de levantarse, dejando a la pelirroja indignada en el sillón.
⎯ Tú eres el hermanito.
⎯ ¡Pareces ser tú la niña!⎯ exclamó desde la cocina.
Tiempo después llegaron sus padres a la casa, con rostros cansados pero mostrándole sonrisas a sus hijos. Kate recuerda que al primer momento que vió a Jonathan pensó que se robaría a su madre y quedaría huérfana, pero resultó todo lo contrario, pues hizo más de padre que el suyo propio y hasta el día de hoy lo trata como tal, aunque lo llame por su nombre. En su mente está el vivo recuerdo de Jonathan prometiéndole muchas cosas, y todas las iba cumpliendo; una bicicleta, patines con luces, micrófonos, sus primeras telas para crear ropa, y aún quedaba algo en la lista que Kate no recordaba, pero su padrastro trabajaba en ello.
Para ella, su madre y Jonathan eran la definición de lo que quería para el amor. Ambos son trabajadores, se dan su espacio, no tienen celos irracionales, son felices y se dan sus gustos como salidas o regalos sorpresa. Crían bien de sus hijos, aunque se hayan juntado "algo tarde" y ya habían decidido no tener hijos entre ellos, por lo que Marriane había decidido ligarse las trompas de falopio y quitarse el útero, decisión en la cual su marido la apoyó en su totalidad. Ya pasaban los cuarenta años y ninguno quería tener otros hijos, los suyos ya habían crecido y no se sentían capaces de criar más niños que no sean sus futuros nietos. Katherine los veía como una pareja sacada de Disney, lo que quería para toda su vida, pero inconscientemente sabía que lograr aquello con SeokJin era casi imposible, habían hasta más probabilidades de que Bella Hadid le conteste alguno de los +999 mensajes que le dejó en Instagram.
No estaban casados, por lo que legalmente Marriane seguía conservando su apellido de soltera y Katherine el de su padre biológico, Roux. Ninguno consideraba necesario tener un papel que afirme su amor, les alcanzaba con ser novios y tener una fecha de aniversario, aunque cuando pasaron a vivir juntos empezaron a presentarse ante la gente como marido y mujer, y sí comparten un anillo que Marriane le regaló a Jonathan en los primeros meses de novios, diciendo que no le pedía matrimonio con eso pero sí le entregaba todo su amor. Era un amor de cuento de hadas ante los demás.
Claro que tenían sus peleas, pero después de sus experiencias pasadas con ex parejas preferían discutir en su habitación, sin gritos ni cosas volando por los aires, y lo más importante, no era adelante de sus hijos. Aunque ellos ya tengan 27 y 25 años respectivamente, los mayores nunca habían tenido una discusión frente a ellos porque ambos habían sido conscientes de parejas tóxicas de cuando sus padres biológicos estaban juntos. Kate era la única que siempre esperó ver toda esa relación mágica entre sus padres biológicos pero era hasta el día de hoy que no sabía el motivo de su separación, y aunque amaba a Jonathan y era como su papá, le gustaría saber qué pasó con su verdadero padre y porqué su mamá encontró el amor nuevamente de una manera ligeramente rápida. Ella pensaba que después de un divorcio era imposible volver a enamorarse, así que le sorprendió que su madre después de cuatro años estando soltera llegue con un hombre y un niñito de ojos azules a casa.
⎯ ¡Katita ven a comer!⎯ llamó Jonathan desde el comedor de la casa.
La nombrada iba con una sonrisa, ya se había quitado su ropa de calle y se colocó el suave pijama rosado de dos piezas; pantalón y camisa. Sin contar que llevaba sus pantuflas, obviamente, rosas. Ese era el color favorito de la pelirroja y todo su armario lo tenía, solo pocas cosas eran de color blanco, negro o beige, pero solo lo usaba con algo rosa. Se sentó en su lugar de la mesa y aplaudió feliz al ver su comida favorita: lasaña, obviamente vegetariana.
⎯ Hija, para dentro de dos meses necesito un vestido de gala.⎯ pidió su madre después de beber un poco de vino blanco de su copa.⎯ Tú también, de hecho, John tiene una fiesta de abogados por resolver un importante caso.
⎯ ¿El del tráfico de drogas?⎯ preguntó Azkeel con comida en la boca, su hermana le pegó en la cabeza para que no hable con la boca llena.
⎯ Así es, Az.⎯ asintió el mayor conforme, sentado al lado de su mujer.⎯ Fue difícil pero lo logramos, tenían buenos abogados esos malditos.
⎯ Pero no mejores que tú.⎯ habló la chica con una sonrisa, y todos compartieron la palabra.
La cena se basó en hablar de su día, siendo el de Azkeel el menos productivo porque al no tener clases estuvo jugando con la Playstation todo el día. Cuando terminaron de comer Kate lavó los platos porque ese día le tocaba, y detestó a Azkeel por dejar un papel húmedo en el mismo cuando sabía que su hermana, por algún extraño motivo, le tenía asco a la textura del papel mojado. Juró que en la cena del día siguiente dejaría cabello en el plato sucio, le tocaba a su hermano limpiarlos y le daría una cucharada de su propia medicina, eran peleas absurdas que tenían y con eso se daban cuenta que no eran tan maduros como creían.
Cuando terminó subió a su habitación, encontrando a Azkeel en la misma mientras pasaba el catálogo de Netflix. Tenían la costumbre de que, una vez por semana, tenían una especie de pijamada en la que veían películas, hablaban o cualquier cosa para relajarse de una semana tan atareada. Se recostó en la cama e instantáneamente su celular sonó, por lo que lo tomó y respondió sabiendo que era SeokJin por el tono especializado de su risa limpia vidrios. Ni siquiera la saludó y habló directamente apenas escuchó que su mejor amiga atendió la llamada telefónica.
⎯ ¿Sabes? A la mierda con la jodida de Young Sun.
Bueno, eso es nuevo.⎯ pensó Kate sorprendida, hasta Azkeel se había dado vuelta al escucharlo, y ni siquiera estaba en altavoz.
⎯ Sí, yo también me encuentro bien y ya cené.⎯ respondió con sarcasmo, se escuchó un chasquido por parte de su mejor amigo.
⎯No quiero saber más de ella, Kate.⎯ se escuchó un suspiro cansador. El hermano de la pelirroja la miraba atento, esperando que le cuente todo lo que su enamorado decía.⎯ Creo que ya es tiempo de borrón y cuenta nueva. No es la indicada para mí.
⎯ Hay muchas mujeres, ya encontrarás otra que sepa valorarte.⎯ respondió sin ánimos. Azkeel entendió más o menos de lo que iba la conversación y no evitó pararse delante de ella para empezar a hacer señas y hablar en susurros.
La verdad que Azkeel lo último que quería era que su hermana sufra, por mucho que le caiga mal, o directamente no se relacione con SeokJin, a Kate le gusta y él lo mínimo que podía hacer era ayudarla a conseguirlo. Aún sabiendo que su ex novia se había besado con Kim en una fiesta, pero pensó que simplemente fue algo del momento y el adulto que se acercaba a los 30 años ya estaba madurando. Porque de por sí eso era lo que pensaba de él, teniendo 30 años aún vive en una relación sumamente tóxica, juega con las mujeres y lo único serio y estable en su vida es su trabajo, pero después Azkeel pensaba que SeokJin se había comido el cuento de ser el fuckboy de una escuela, como si viviera en un ridículo libro adolescente.
¿Qué le tenía que pasar para al fin madurar? ¿Encontrar a la chica come libros que no le prestaba atención y no descansar hasta conseguirla?
Simplemente ridículo.
⎯ ¿Qué opinas de mi decisión, Kate?⎯ preguntó su mejor amigo.
⎯ E-eh...⎯ tartamudeó al intentar entender las rápidas señas que hacía su hermano frente a ella. Golpeaba la palma de su mano y después teniéndola hecha un puño la movía de adelante hacia atrás, haciendo una clara referencia de "follatelo duro".⎯ C-creo que está bien, sí...
Ante su respuesta, Azkeel golpeó su frente con su mano.
⎯ ¡¿En serio?!⎯ soltó feliz y ella asintió levemente, aún sabiendo que el otro no podía verla. Llegó a un punto de estar tan cansada de aconsejar a SeokJin que aprendió que la mejor solución era decirle lo que quería escuchar.⎯ ¡Sabía que podía contar contigo, linda! Muchas gracias por estar conmigo, en serio.
⎯ Siempre estaré contigo, soy tu mejor amiga.⎯ dijo con una sonrisa triste. Azkeel la miró y simplemente no dijo nada, por mucho que él intente hacer de cupido si su hermana y SeokJin no colaboraban no tenía sentido aportar tanto.
⎯ Eres más que una mejor amiga para mí.⎯ confesó con la voz ronca. Ambos hermanos fruncieron el ceño al oír ese cambio de tono, uno emocionándose porque su plan podía seguir en marcha, mientras la otra se ponía nerviosa al escucharlo, causó que su mente volara a cualquier sitio, pensando cosas indebidas.⎯ Mañana pásate por el edificio, te estaré esperando.
⎯ ¿I-íbamos a salir...mañana?⎯ preguntó entre tartamudeos.
⎯ No, pero ahora deseo que vayas al edificio y después haremos algo...juntos. ¿Te parece bien, mmh?
Katherine quitó el teléfono de su oído y tapó el micrófono para que su amigo no pueda escucharla, miró con los ojos súper abiertos a Azkeel, quien la miraba mal por estar haciendo esperar al chico que había dado una muy clara invitación.
⎯ Dios Santo, ¿Qué digo?
⎯ ¡Dile que iras, idiota!⎯ susurró con rapidez. Kate llevó el celular nuevamente a su oído y habló.
⎯ Claro. A las siete de la tarde estaré ahí.
⎯ Perfecto, te esperaré con ansias.⎯ respondió, sin saber que su mejor amiga del otro lado estaba mordiendo su labio inferior con nervios.⎯ Por cierto, estabas muy bella hoy con ese corset rosado, úsalo más seguido. Ahora sí, ten dulces sueños Kate.
Y después de decir eso cortó la llamada, sin saber que los hermanos empezaron a gritar no muy fuerte para no despertar a sus padres. La mayor cubrió su rostro que repentinamente estaba de lo más sonrojado y sentía que quemaba de lo caliente que estaba. Solo podía oír las risas de su hermano y como decía un "te dije que te tenía ganas".
Pero ella solo podía pensar otras respuestas ante aquellas insinuaciones, no era la primera vez que SeokJin le coqueteaba, pero siempre lo había hecho bromeando y se notaba claramente que no iba en serio, en cambio ahora... Simplemente no quería ilusionarse, pero a su vez en su mente recorría todo su cajón de ropa interior buscando la lencería más sensual y atrevida que tenga.
⎯ Okey, okey.⎯ Azkeel bajó su emoción.⎯ Dime que iras y le chuparás la polla hasta dejarlo seco.
⎯ ¡Az, por Dios!⎯ exclamó avergonzada. Suficiente tenía con su propia mente que ya la había hecho alucinar de más, y ahora su hermano.
Pero es que a su vez pensaba en que podían arruinar una bella amistad de siete años, sentía que no tenía sentido tirar tantos años de buenos amigos a la basura por sentimientos de ella y posible calentura pasajera de él. Aunque su lado atrevido simplemente decía que la vida era una sola y tenía que arriesgarse por una vez. Siempre tuvo la vida muy estructurada, dejando sus gustos personales para último momento y concentrándose en organizar su vida y futuro, por una vez que se salga de las reglas no pasará nada malo.
¿No?
⎯ No lo sé, Az.⎯ suspiró mientras miraba a otro lado.⎯ ¿Y sí arruino la amistad que tenemos?
⎯ Desde que te conozco siempre has sido tan estructurada que comienza a darme jaqueca, en serio lo digo.⎯ confesó el menor mientras suspiraba con desgano.⎯ ¡Tienes 27 años, no 90!⎯ exclamó.⎯ Arriésgate por una vez, ¿Sino qué recuerdos tendrás cuando estés muriendo en una camilla? ¿El recuerdo de quedarte con las ganas para siempre?
Bueno, podía ser que Azkeel tenía algo de razón.
⎯ Ahora, vamos a lo importante.⎯ cambió su semblante a uno mucho más serio, como si estuviera por decirle que será padre.⎯ ¿Te has depilado? Puedo ayudarte si no llegas a ciertas zonas, he depilado a mis amigas.
⎯ ¡Joder Azkeel!
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