02

⎯ ¡Tienes que estar bromeando!⎯ exclamó el mayor mientras frenaba el auto de golpe, Katherine se había ido para delante y su frente golpeó contra el auto. Agradecían que detrás de ellos no venía ningún otro vehículo, sino podría terminar en un grave accidente.⎯ ¡¿Te besaste con tu hermano, Kate?!

⎯Éramos pequeños, ¿Okey?⎯ respondió aburrida mientras tocaba la zona afectada de su frente.⎯ Ya pasó, ahora nos da asco recordarlo.

En realidad, ese beso entre Azkeel y Katherine simplemente surgió porque eran dos pre adolescentes con las hormonas alborotadas, ella de 15 y él de 13, no había pasado nada más porque ambos eran consientes que sus padres estaban formando una pareja y hacer algo indebido simplemente arruinaría la felicidad que tanto les costó conseguir a sus mayores. Aunque, ahora que son adultos y piensan con muchísima más claridad, ambos concuerdan que cualquier cosa que hubiera sucedido entre ellos hubiera sido un error totalmente, por muchos factores, pero el más notorio es que al ser tan jóvenes tenían las emociones a flor de piel, y cualquier mínima cosa podía ocasionar un caos. Ninguno de los dos está orgulloso de decir que fueron el primer beso del otro, pero tampoco era algo para ocultar, lo justifican con que eran pequeños.

Kate y Azkeel se consideran hermanos de sangre, a pesar de que no tienen nada de parecido porque ella es pelirroja natural y él castaño, además de tener otras cosas diferentes, nunca hubo un odio entre ellos como la mayoría de hermanastros. Desde un principio entendieron que tenían que llevarse bien para que sus padres sean felices. Sí costó, no había que mentir, ambos habían crecido como hijos únicos toda la vida y siempre fueron la adoración de sus padres, cada uno respectivamente, así que al tener otro de casi su misma edad en la familia al principio costó, hasta que ambos se empezaron a querer y ese "es mi hermanastra/o" se cambió por un "es mi hermana/o".

Sí habían cosas que les molestaban el uno del otro, como cualquier hermandad, pero si había algo que Katherine odiaba era que Azkeel siempre tenía la razón, en todo. Cuando conoció a SeokJin su hermano no dudó en decirle que era un egocéntrico y le caía increíblemente mal, pero Kate prefería pensar que era una mala intuición y su mejor amigo no era nada de lo que su hermano decía. Es decir, todos se podían equivocar y nadie es perfecto, menos Azkeel, ¿Verdad?

⎯ Hogar dulce hogar.⎯ dijo SeokJin mientras estacionaba su lujoso auto fuera de la casa de Katherine.

Ella no tenía nada que envidiar, en realidad, vive en un barrio privado con sus padres y hermano, en una casa bellísima de dos pisos y hasta con baño individual en su habitación. Quizá lo único que tenía para sentir envidia de SeokJin era que él había conseguido su lindo departamento, su auto, su ropa y se da sus lujos con su propio dinero, mientras tanto aún hay cosas que a Katherine le compran sus padres. Ese podía ser una de las cosas negativas de la chica, lamentablemente no podía sustentarse por sí sola por varios factores, entre ellos estaba que su madre siempre le había hecho las cosas, desde limpiar, cocinar o ayudarla en algunos deberes, recién ahora era que empezaba a tomarle gusto por hacer limpieza en su casa con la música fuerte, también estaba aventurándose en el mundo de la cocina, no podía hacer mucho pero algunas cosas preparaba.

La pelirroja se acercó y dejó un beso en la mejilla de su mejor amigo, despidiéndose, pero cuando estuvo por salir del auto el sonido de llamada de él sonó, por lo que la obligó a entrar nuevamente, aunque no llegó ni a poner un pie afuera. Atendió la llamada y con una seña le dijo a su amiga que guarde silencio y simplemente escuche. Ella suspiró, era lo mismo de siempre; Young Sun lo llama, él pone en altavoz, Kate escucha y después le pide una opinión a su mejor amiga.

La verdad que, desde el punto de vista de Katherine, lo que hacía SeokJin era algo que iba muy en contra de la confidelidad entre pareja. Podía entender lo de contar cosas de su relación muy por arriba, cosas que no eran tan secretas y no afectaba mucho si una persona que no era de la relación lo sabía, pero Kate sabía todo, literalmente todo. Su amigo era un libro abierto, contando secretos de Young Sun con total libertad como si ella le hubiera dado el permiso, o hasta Kate los escuchó una vez teniendo sexo y después se cruzó a SeokJin en la cocina, que estaba nada más con un bóxer y hablaban con tranquilidad del frío que se había avecinado en la ciudad, como si ella no hubiera estado en el living de su departamento por dos horas y media buscando las llaves para escapar de ahí.

⎯ ¿Qué necesitas?

¿Podemos vernos? Necesito hablar contigo.⎯ dijo la rubia desde el otro lado de la llamada, tenía un tono triste. Kate asintió en dirección de Kim, para que él diga de verse.

Aunque dijo lo que quiso.

⎯ Estoy ocupado, ¿No puedes decirme por aquí?

Kate rodó los ojos. Young Sun suspiró y empezó a hablar.

Tuve una fiesta hace unos días y yo...⎯ volvió a suspirar decepcionada.⎯ me convidaron cocaína y caí de nuevo.⎯ contó y SeokJin cerró los ojos simplemente.

Su novia era adicta a la droga desde los 14 años por problemas familiares que tuvo; un abuso sexual por parte de su tío. Es hasta el día de hoy, que tiene 30 años, y aún le cuesta dejar por completo aquella sustancia tan tóxica para su cuerpo. Aunque, lamentablemente, de tanto consumirla llegó a un punto que le provocaba poco y nada, comenzando así a mezclar más cosas; marihuana, heroína, LSD, cualquier cosa que le ofrecían ella lo quería consumir. Sabía que estaba mal, de hecho toda persona que es adicta a algo sabe que está mal, más que nada cuando se trata de drogas o alcohol, pero realmente lo veía imposible dejar las sustancias que consume habitualmente. No quería hacerlo, pero no podía evitar querer salir de su realidad un rato.

Le había prometido a SeokJin dejar las drogas, hasta dijo de internarse en rehabilitación, pero por una cosa o por otra nunca lo hizo. Llegó a tener un episodio que la dejó en el hospital por varios días, pero ni eso lograba detenerla. Quizá era en lo único que Katherine podía entenderla, sabía que consume aquellas cosas tan peligrosas para salir de su realidad tan dura, no debe ser fácil tener un novio que te engaña todo el tiempo, ser modelo, estar con dietas estrictas, tener tanto público amándote u odiándote, sus problemas familiares y demás. Pero eso no justificaba lo mala persona que era, porque no era que Young Sun era mala solo con Katherine, sino que con cualquier persona que se le cruzara lo era; se sentía imponente, poderosa, famosa y espectacular frente a alguien que no tiene la fama de ella, o cuando alguna de sus compañeras cuenta algún problema en voz alta la modelo simplemente se ríe y burla de ella, pasó por problemas difíciles, pero eso no le daba derecho a rebajar a los demás.

Y-yo...⎯ habló con la voz rota. Se podía notar claramente que le costaba hablar por el nudo en la garganta y las posibles lágrimas que soltaba.⎯ sin querer terminé acostándome con un chico, no quise hacerlo lo juro. Tú eres el único que yo amo.

Y ahí va la manipulación de nuevo.⎯ pensaba Kate.

Ella era la espectadora número uno de esa relación tan asquerosamente tóxica, literalmente que todo el pueblo (solo Kate en realidad) pedía a gritos que se separen de una vez por todas, porque así ambos terminarían peor de lo que ya estaban. Al principio sí era todo color de rosas, los dos eran detallistas, amorosos y todo eso sumamente cursi entre una pareja, hasta que vino el primer engaño, y después el segundo, y el tercero, y así hasta llegar al séptimo. O bueno, hasta el octavo con el más reciente. De verdad sería agobiante vivir una relación así, si la pelirroja se estresa de solo escuchar a su mejor amigo no quiere imaginarse lo horrible que debe ser ser el protagonista de aquel noviazgo.

Kate no entendía por qué seguían juntos. Ella era la primera en decir que tenía poco y nada de experiencia en relaciones amorosas, pero algo que sí sabe es que nunca estaría en un lugar que tiene más decepciones que felicidad. Se supone que una pareja suma en tu vida, no resta, y con ellos ya los números eran hasta negativos. Una pelea de vez en cuando es totalmente normal, algo que pasa tarde o temprano porque nunca se puede opinar igual en todo, pero cuando ya es 90% discusiones y 10% momentos felices, ¿Estás seguro de que eres feliz en esa relación?

SeokJin, dime algo por favor.⎯ pidió. Pero su novio simplemente cortó la llamada y abrazó a su mejor amiga.

Kate suspiraba mientras acariciaba la espalda del mayor y lo escuchaba llorar, sentía como la tela sobre su hombro se volvía húmeda por las lágrimas de su mejor amigo y no le quedaba de otra que consolarlo, aún sabiendo que apenas ella baje del auto él iría a la casa de Young Sun a arreglar las cosas a su manera. Ya ni se gastaba en decirle "te lo dije bien clarito" porque era absurdo, SeokJin nunca abriría los ojos cuando se trata de su novia, y eso en verdad era una lástima, porque si Kim tomara terapia al igual que Young Sun podrían ser grandes personas que, quizá si tienen demasiada suerte, en un futuro podrían volver a ser novios pero estando bien los dos mentalmente, no con traumas del pasado o adicciones que hasta podrían llevarlos a la muerte.

⎯ Tranquilo, ya lo arreglarán...⎯ dijo aburrida, aunque en su tono de voz no se notaba.

Y no era por ser mala amiga, porque SeokJin le contó los mismos problemas 30 veces y ella lo escuchó 30 veces, pero ya iba más por algo de que era él quien no quería ver la realidad, y en eso ella no podía hacer mucho más que apoyarlo en su dulce fantasía donde vivía a la perfección con Young Sun. De verdad que era un agotamiento total ver a SeokJin tan mal y por culpa de ella, quería decirle una vez más que no la necesitaba pero era como hablarle a una pared. Aunque, si decimos la verdad, Katherine tampoco sabía qué era lo que pretendía SeokJin, porque digamos que si vive en un mundo paralelo donde Young Sun jamás lo engañó, todos sabemos que Kim la hubiera engañado de igual manera, así que Kate no entendía, ¿Él era el único que podía engañarla?

Y no era por defender a Young Sun eh, es una verdadera perra esa mujer.

⎯ ¿Ahora qué voy a hacer sin ella?⎯ preguntó llorando.

⎯ Quizá es momento de dejarla ir de una vez por todas, amigo.⎯ aconsejó, escuchando como él lloraba más fuerte al imaginarse sin su novia.⎯ No tiene sentido que vivas así siempre, no quiero verte mal todos los días.

Quince minutos después el mayor se calmó, aunque sus ojos rojos lo delataban, pero por lo menos las lágrimas habían dejado de caer. Por primera vez le haría caso a su amiga, no pensaba ir detrás de una mujer que no sabía valorarlo, por muy egocéntrico que suene, era mucho para ella. Le sonrió a Kate y acomodó su camiseta que ahora estaba mojada, viendo un lunar en la clavícula de su amiga que toda la vida pasó desapercibido y justo ahora no.

Siempre consideró que Kate era una linda chica, pero por muy cruel que fuera, no era demasiado linda como para que alguien la tome en serio, ni siquiera él. Era la chica que le encantaba salir a hacer un picnic, hablar por horas y horas, almorzar los domingos con sus suegros y tenía el sueño de formar una familia con una sola hija y un padre estupendo. Para SeokJin, todo eso era aburrido y de lo peor. Él, por el contrario, no podía estar en un mismo lugar a solas con su novia sin tener sexo o algo relacionado, repudiaba la idea de tener hijos y siempre pensó que si alguna de sus salientes quedaba embarazada las haría abortar, todo lo que Kate quería era un cuento de hadas, y SeokJin solo puede ser el villano de ese cuento.

No se la podía imaginar teniendo sexo casual con alguien, seguramente para Kate era hacer el amor con cosas dulces de por medio, pero por un instante, se imaginó a él mismo haciéndole un chupetón sobre el lunar de esa clavícula tan marcada, estando ella sentada sobre él. Tuvo un pequeño escalofrío de tan solo pensarlo y terminó por mostrarle una sonrisa de agradecimiento, así su mejor amiga sabía que tenía que marcharse antes de notar la pequeña erección que se le empezaba a formar a SeokJin entre sus pantalones.

⎯ Creo que es hora de que entres, tus padres se preocuparán.⎯ dijo con una sonrisa, disimulando sus pensamientos tan pervertidos hacía su mejor amiga.

⎯ Bien, ya entro.⎯ le devolvió la sonrisa. Tenía los dientes perfectos, dignos de una chica que usó brackets hasta los 19 años.⎯ Pero cualquier cosa me llamas, ¿si?

⎯ Sí, Kate. Vete.⎯ la echó divertido entre risas. Ella riendo cerró la puerta y antes de que pudiera colocar la llave en la puerta de su casa SeokJin ya se había ido a toda velocidad.

La pelirroja entró a su casa y tiró el bolso en el sillón que estaba Azkeel jugando a la Playstation. Se dirigió a la cocina, buscando algo de comer porque moría de hambre, así que de pasada vió el reloj y estaban por ser las siete de la tarde, sus padres llegaban a las ocho. Terminó tomando un vaso de leche fría y unas galletas en su mano para dirigirse al lado de su hermano.

El living era amplio, con decoración minimalista y muebles de madera oscura. Habían menos de cinco cuadros con fotografías de la familia, las paredes blancas daban el toque elegante a la casa al igual que los adornos delicados dentro de un modular con puertas de vidrio. En el smart tv de 85 pulgadas se veía el God of War: Ragnarok que jugaba Azkeel, maldiciendo a los personajes que mataban al suyo. Sin ver, tomó una de las galletas de Katherine y la comió antes de gritar.

⎯ ¡Toma Thor puto!

⎯ ¿No era tu vengador favorito?⎯ preguntó confundida viendo el juego. Aunque, bueno... ese Thor no se parecía en nada al de Chris Hemsworth.

⎯ No es lo mismo Katie.⎯ contestó con el impulso de poner los ojos en blanco, pero si lo hacía perdía.⎯ Oye, ¿Has tenido sexo en el auto con tu mejor amigo que tardaste tanto en entrar?

Azkeel y SeokJin no tenían vínculo en realidad, no podían decir que se llevaban bien ni mal, las veces que se veían era cuando el mejor amigo de la mayor iba a su casa, aunque solo iba a buscarla y pocas veces pasaba a su cuarto para ver una película o algo.  Cuando más convivían era en el cumpleaños de Katherine, y aún así no cruzaban palabras más que un "hola" y un "adiós". Pero lo que sí tenían claro entre ellos era que si el modelo lastimaba a Kate, Azkeel era capaz de usarlo para sus prácticas de veterinaria, aunque no fuera un animal.

Él nunca se metió en las amistades de su hermana ni ella en las de él, aunque sus amigos siempre le pedían que les presente a Kate pero él no lo hacía, solo Peter la conocía y porque era su mejor amigo. No quería terminar nuevamente en que su hermana se ponga en pareja con uno de sus amigos y sentir que era el olvidado de los tres. A Azkeel no le importaba lo que su hermana haga siempre y cuando sea algo que no la lastime ni termine mal, él sabía cuando era momento de intervenir o cuando era el momento en que se sentara con ella a decirle "mira las cosas así no van".

Nunca fue tímido, en realidad, era bastante metido en las cosas de su hermana y no le importaba decirle las cosas de frente, por muy duras que sean, si esa era la manera en la que ella entendía que estaba haciendo algo mal pues así se lo diría. Solo sucedió una vez, cuando le dijo que vió a la que supuestamente era su "mejor amiga" robándole dinero que estaba ahorrando, en ese tiempo, para un disco de Taylor Swift. Katherine no le creyó, pensó que estaba celoso porque su amiga recurría muy a menudo su casa para hacer pijamadas y le prestaba poca atención a él, pero fue sorpresa para ella cuando abrió su alcancía y no había un solo centavo de lo que estuvo ahorrando por meses por cuidar a los hijos de su vecina en California.

Al final Azkeel le regaló el álbum, pero Kate aprendió la lección.

⎯ No, de nuevo tuvo problemas con su novia.⎯ resumió. Su hermano sabía de sus sentimientos por SeokJin.

⎯ Qué va, es difícil estar en pareja con una mujer tóxica por lo que se ve.⎯ levantó los hombros. De todas las novias que tuvo, apenas mostraban un signo de toxicidad las dejaba.

Quizá así perdió a su gran amor, pero por lo menos no vivió la experiencia de un amor tóxico.

⎯ Supongo, no lo sé.

⎯ ¿Te lo follarás ahora?

⎯ ¡¿Estás loco?!

⎯ ¿Qué?⎯ soltó indiferente.⎯ La solución para un hombre con una decepción amorosa es tener sexo con la chica que menos espera, y tú serás esa chica.

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