Silencio.
Un silencio muy incomodo.
Acababa de llegar al frente de la casa de Undyne. Ahí estaban todos los chicos. Incluyendo a Papyrus. Nos saludamos, dijimos estupideces, y finalmente, nos decidimos a hacer la cita con Undyne juntos.
Obvio, eso mismo hicimos. Undyne nos saludo con obviamente mucha incomodidad. Lo siguiente fue simple. Papyrus dijo que tenía algo que hacer, se tiro por la ventana, se fue, y nosotros nos quedamos frente a Undyne. Y entonces, silencio.
Un silencio muy incomodo.

-¿por qué estás aquí?- dijo viéndome con odio. -¿por qué están todos aquí? ¡Fuera de mi casa, bola de-!-.

-Undyne, espera- me adelante.

-Si Undyne, tranquila, solo queremos ser todos amigos-.

-¡ES LA MAGIA DE LA AMISTAD!-.

-¡AAAAH MY LITTLE PONY!-.

Me di un facepalm. -¿no era yo la que se ponía idiota si comía dulces?-.

-Si, pero no probaste el espagueti de Papyrus-.

Guarde silencio. No había nada que contestar a eso. Suspire y me voltee a Undyne.

-Esto es completamente normal-.

Ella me vio con cara de "tienes que estar bromeando".

-No. No seré su amiga. De hecho, si no fueran mis invitados yo--.

-total que ni quería-.

-meh-

-¡rayos! Sabia que no podías con el reto-.

-...¿reto?-.

-sip. El reto. No tienes determinación suficiente para ser nuestra amiga-.

Le dio un tic nervioso en el ojo derecho. -Esta bien... Ustedes y yo. Seremos. MEJORES AMIGOS-.

Juro que golpeare al que dijo lo del reto.
LO. JURO.

Todos pasaron a investigar la casa. Menos el cuarto. Ese estaba cerrado con seguro. Escuchaba a todos gritar, decir babosadas y demás. Yo simplemente había pasado a sentarme y a sacar mi cuaderno, lapicero y borrador. Comencé a dibujar. Escuchaba a Undyne perseguir a todos alterada, mientras repetía los dibujos del esqueleto y la chica pez, hechos en la línea anterior. Seguí así un rato. Estaba a nada de terminar a Sans cuando ella comentó.

-¿Enamorada de un esqueleto? ¿No es algo raro?-.

Me sonroje de golpe y cerré la libreta con fuerza, para subir la mirada y encontrarme con la mirada burlona de Undyne.

-NO. Estoy enamorada de ese esqueleto. ¿Es que uno no puede dibujar tranquila?- dije volteándome incomoda a otra parte. Ella solo soltó una carcajada.

-¡si! Claro.-

La voltee a ver con desdén. Comenzaba a replantearme si era la misma pescada con la que practique en la línea pasada. -¿Enamorada de una dinosaurio? ¿Cómo se llamaría la pareja? ¿Undynosaurio?- ahora ella me miró con desdén. Y no de la manera en que yo lo hice. No. Una mirada asesina, retadora, y peligrosa.

-Repítelo.. Mocosa-.

-lo, mocosa-.

Mantuvimos la mirada fija...
Y comenzamos a reír, ambas, de una manera estúpida, que llamó la atención de los demás.

-¿Qué?-.

-Déjalas, están locas-.

-Eso ya lo sabíamos..-.

-NAAAAAH. ¿Tú crees?-.

-un poquito-.

Rodee los ojos, una vez ya casi calmada.

-y bien, mocosos, ¿qué quieren de tomar?-.

-Te de flor dorada- me adelanté a los demás. Todos me miraron como "No joda, había soda". Yo les enseñé la lengua.

Undyne asintió, y fue a hacer él te. Todos se sentaron como niños y niñas educados. (En realidad, todos se aventaron a la mesa e intentaron ahorcarse para conseguir lugar.) Pronto todos estábamos bebiendo té, como personas de calidad. (Dos se quemaron, uno lo derramó, la Chikis casi se queda dormida por falta de chocolate en el té, alguien más dijo que no le gustaba, los demás lo tomaron con tranquilidad).
Me lo tomé un poco a fuerzas. Estaba bueno, pero.. Él té no es lo mío.

-Por cierto pe- Undyne- preguntó Luis. -¿Qué iban a hacer tú y Papyrus?-.

La sonrisa tranquila de Undyne se quebró. Se quedó pensando y luego se vio furiosa. Todos nos hicimos chiquitos.

-¡Papyrus! ¡Sus clases de cocina! ¡SE LAS ESTÁ SALTANDO!-.

Me baje por el suelo y me arrastre, intentando escabullirme hacia la puerta, pero una Undyne asesina salvaje se interpuso en mi camino, y... Bueno... Termine en la cocina, con los demás.

-¡SI EL NO LAS TIENE, LAS TENDRÁN USTEDES!- dio un pisotón, y las cosas cayeron del techo.
Esperen...
¡¿Cómo demonios cayeron del techo?!

-¡MAGIA NEGRA!- gritó Pedro

-Uno, ¡ese era mi diálogo! Dos, ¡no te pego por qué eres masoquista, weon!- le grite

-Aún me pregunto por qué acepte venir con una bola de idiotas- susurro Gustavo

-Por lo mismo por lo que existes-.

-determinación-

Se escucho el Facepalm por toda la casa.

-¡CÁLLENSE! ¡Ahora! ¡Vamos a cocinar!-.

-¡WII! ¡ESPAGUETI!-.

--------------------------------

-No puedo creer que quemamos la casa...-.

-Al menos todos estamos bien-.

-Undyne ya llego con Papyrus-.

-Wey ¡QUEMAMOS LA CASA!-.

-Ya lo sé, idiota-.

Finalmente llegamos de vuelta a Hotlands. ¿Cuánto tardamos? Medio milenio. ¿Por qué? Por qué sé quemo la casa de Undyne y buscamos ayuda. ¿Encontramos? No. Undyne estará viviendo con Papyrus y Sans una temporada. (Claro. Si no queman la casa antes de que abramos la salida a la superficie)

Entramos al laboratorio, y observamos al rededor. Caminamos un poco y se prendió la luz. Era- ¿Mettaton?

-¡Hola preciosuras!-.

-Oh oh, el robot gay- susurro alguien.

-Supongo que se preguntarán qué hace esta belleza de robot estrella aquí-.

-Yo veo un robot cuadrado-.

-Bueno, La doctora Alphys está ocupada ahora mismo, y ya es tarde, así que me pidió que los llevará a unas duchas  y a descansar-.

-¿Habla de Dinosaurio amarillo?-.

-SHHHH. Cállense idiotas- dije volteándome a verlos.

Mettaton cumplió lo que Alphys-Chan le pidió. Nos llevó al lugar donde dormimos en la ruta genocida. Ahí, había duchas. Él nos dijo use había ropa en los baños, dijo que mañana sufriríamos, y se fue.

Esperen.

¡¿MAÑANA SUFRIREMOS?! (Inserte aquí una sobre-actuación súper dramática nivel under novela).

De cualquier manera.
Todos fuimos a bañarnos. Por qué bueno, no sales de un incendio hecho florecitas, ¿sabes?
Cuando salimos, todos tenían suéteres con rayas. El mío, irónicamente, era de Frisk. Nos acomodamos, y dispersamos para dormir.
Mañana sería un nuevo día.
Mañana... O pasado, yo qué sé..

Salvaríamos el Underground...
Creo. Y espero.

Guardando...
Partida guardada.