007. una clase de vuelo desastrosa
┌──────── ∘°❉°∘ ────────┐
𝐮𝐧𝐚 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞 𝐝𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐨 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐬𝐭𝐫𝐨𝐬𝐚
└──────── °∘❉∘° ────────┘
Diana agradecía que la única clase que Gryffindor compartía con Slytherin era la clase de Pociones. Hasta que llegó la noticia que Gryffindor iba a compartir la clase de Vuelo con Slytherin.
⎯Dumbledore nos quiere ver sufrir ⎯dramatizó Diana llevando sus manos a la cabeza.
Harry y Ron se rieron de la dramatización de la chica, y Diana les mandó una mirada ofendida.
⎯Al menos tú no vas a hacer el ridículo frente a Malfoy ⎯murmuró Harry.
Diana lo miró.
⎯No creo que vayas a hacer el ridículo, Harry ⎯le dijo Diana poniendo una mano en el hombro del chico más cercano a ella⎯. No puedes ser peor que yo. Un día agarré la escoba de mi papá, que jugaba Quidditch cuando iba a Hogwarts, y no pude ni elevarme un poco. Ni un centímetro. Confía en ti, Harry.
Harry sonrió débilmente.
⎯Gracias ⎯dijo en voz baja, para que sólo Diana escuchara.
Y así fue, Diana le sonrió con complicidad y le guiñó el ojo.
Así como Diana había contado su experiencia volando, Ron también contó la suya. Al parecer, había chocado contra un planeador con la vieja escoba de su hermano, Charlie. Diana vio que Hermione Granger estaba muy nerviosa, así que antes de juntarse con Harry y Ron para ir a la clase, se acercó a ella.
⎯¿Nerviosa por la clase? ⎯preguntó Diana con una sonrisa.
Hermione asintió.
⎯Me leí todos los libros que pude ⎯comentó en un tono de voz que denotaba nerviosismo.
Diana suspiró.
⎯Em..., Hermione... leer libros no va a servirte de nada en esta materia. Puedes leerte todos los libros existentes y todavía no lograrías manejarte bien en el vuelo. Es una clase de práctica ⎯dijo Diana intentando no sonar grosera⎯. Pero no te preocupes, la mayoría no sabe nada de vuelo, son pocas las familias que enseñan a sus hijos a volar desde pequeños y varios, como Malfoy, mienten acerca de haber volado antes. O si no mienten, exageran. Estamos, la mayoría, al mismo nivel.
Hermione no lo quería decir, pero ahora estaba más nerviosa que antes. Solamente gracias a lo dicho por la pelinegra. Diana no pareció darse cuenta porque se despidió de Hermione y se fue con Harry y Ron.
⎯Vamos a la clase, hay que acabar pronto con esta tortura ⎯dramatizó Diana, mientras ella y sus dos amigos caminaban hacia la clase.
Ron y Harry se rieron.
Cuando llegaron, los Slytherins ya estaban ahí. Diana se puso entre Harry y Ron, y miró la escoba con desconfianza, que era vieja con algunas ramitas sobresaliendo.
⎯Bueno, ¿que están esperando? ⎯bramó la señora Hooch al llegar⎯. Cada uno al lado de una escoba, vamos rápido. Extiendan la mano derecha sobre la escoba ⎯les indicó⎯ y digan «arriba».
⎯¡ARRIBA! ⎯gritaron todos.
La escoba de Diana no se movió, y la chica vio con asombro como la de Harry había saltado de inmediato a sus manos. Cuando Harry volteó a verla, ella le sonrió de oreja a oreja y le enseñó sus dos pulgares hacia arriba.
Luego, la señora Hooch les enseñó cómo montarse en la escoba. Diana sonrió con burla cuando la profesora le dijo a Malfoy que lo había estado haciendo mal toda su vida, pero su sonrisa se desvaneció y sus mejillas se sonrojaron de vergüenza cuando la profesora le dijo exactamente lo mismo.
⎯Ahora, cuando haga sonar mi silbato, dan una fuerte patada ⎯dijo la señora Hooch⎯. Mantengan las escobas firmes, elévense un metro o dos y luego bajan inclinándose suavemente. Prepárense... tres... dos...
Pero Neville dio la patada antes.
⎯¡Neville! ⎯exclamó Diana preocupada a la vez que la señora Hooch gritaba:
⎯¡Vuelve, muchacho! ⎯Pero Neville subía en línea recta... Cuatro metros... seis metros... Diana le vio la cara pálida y asustada.
¡BUM!... Un ruido fuerte y Neville quedó tirado en la hierba. La señora Hooch se acercó a Neville y se inclinó sobre él.
⎯La muñeca fracturada ⎯la oyó murmurar Diana⎯. Vamos, muchacho... Está bien... A levantarse.
La señora Hooch se volvió hacia el resto de la clase.
⎯No deben moverse mientras llevo a este chico a la enfermería. Dejen las escobas donde están, o estarán fuera de Hogwarts más rápido de lo que tarden en decir quidditch. Vamos, hijo.
Diana miró a Malfoy con odio cuando éste comenzó a reírse a carcajadas.
⎯¿Han visto la cara de ese gran zoquete?
Los otros Slytherins le hicieron coro.
⎯Que raro, no vi que haya un espejo aquí ⎯espetó Diana cruzándose de brazos.
Malfoy la miró mal, pero antes de decir algo, Pansy Parkinson se adelantó.
⎯Oh, ¿estás enamorada de Longbottom? Nunca pensé que te podían gustar los gorditos llorones, Hathaway.
⎯Bueno, a ti te gusta Malfoy ⎯dijo Diana⎯. Tal vez por eso lo defiendes tanto.
⎯¡Miren! ⎯dijo Malfoy antes que Parkinson pudiera insultar a Diana por lo que estaba insinuando⎯. Es esa cosa estúpida que le mandó la abuela a Longbottom.
La recordadora brillaba al sol cuando la tomó.
⎯Trae eso aquí, Malfoy ⎯dijo Harry con calma.
Malfoy sonrió con malignidad.
⎯Creo que voy a dejarla en algún sitio para que Longbottom la busque... ¿Qué les parece... en la copa de un árbol?
⎯¡Tráela aquí! ⎯rugió Harry, pero Malfoy ya se había subido a su escoba.
Diana sabía que no podía evitar que Harry hiciera lo que ella pensaba que iba a hacer.
⎯¡Ven a buscarla, Potter!
Harry agarró su escoba y se subió a esta, ignorando el "¡No!" de Hermione.
⎯¿Por qué no le dijiste nada? ⎯le preguntó Hermione a Diana.
⎯Porque hiciese lo que hiciese, sé que Harry lo iba a hacer igual ⎯respondió Diana moviendo sus manos con nerviosismo. Diana no podía despegar la mirada de lo que estaba sucediendo en el aire⎯. ¿Qué está haciendo?
Harry acababa de lanzarse en picada hacia el piso. Pero antes de llegar, se enderezó con algo en la mano. Era la recordadora. Todo era aplausos hasta que se oyó un grito.
⎯¡HARRY POTTER!
La profesora McGonagall corría hacia ellos.
⎯Nunca... en todos mis años en Hogwarts.
La profesora McGonagall estaba casi muda.
⎯¿Cómo te has atrevido...? Has podido romperte el cuello...
⎯No fue culpa de él, profesora...
⎯Silencio, Hathaway.
⎯Pero Malfoy...
⎯Ya es suficiente, Weasley. Harry Potter, ven conmigo.
Mientras se alejaban, Diana sintió como se le iba el aire y entraban las ganas de llorar. Ron se fijó como la expresión de Diana cambiaba.
⎯¡Harry! ⎯gritó Diana intentando correr para seguir a la profesora McGonagall y a Harry, pero Ron la había sujetado por la cintura.
⎯¿Qué pasa, Hathaway? ⎯se burló Malfoy⎯. ¿Estás triste porque a tu amiguito lo van a expulsar?
La ansiedad que estaba en el cuerpo de Diana desapareció para convertirse en furia. Furia pura.
⎯Imbécil ⎯susurró.
Sabía que pelear no era su fuerte.
⎯Vámonos ⎯le dijo Ron⎯. Vamos a ver como está Neville.
Diana asintió con la cabeza y con Ron se alejaron de ahí.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top