006. primeras clases

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𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚𝐬 𝐜𝐥𝐚𝐬𝐞𝐬

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⎯Allí, mira.

⎯¿Dónde?

⎯Al lado de la chica de pelo negro y al pelirrojo.

⎯¿El de gafas?

⎯¿Has visto su cara?

⎯¿Has visto su cicatriz?

Los murmullos seguían a Harry dondequiera que vaya y Diana contaba hasta cien cada vez que la mencionaban como "la chica de pelo negro". ¡Ella era más que "la chica de pelo negro"!

⎯¿No tienen nada mejor que hacer acaso? ⎯gruñó Diana.

Harry soltó una risita, ganándose una mala mirada de Diana.

En Hogwarts habían muchas escaleras, y Diana sentía que se le iba el aire cada vez que tenían que subir tantas escaleras para llegar a la sala común de Gryffindor. Además que a Diana le daba ansiedad pensar que en cualquier momento el escalón que ella iba a pisar pudiera desaparecer, haciéndola caer.

⎯Nunca creí que tendría que hacerle cosquillas a una puerta para que me dejara entrar ⎯comentó Diana mientras caminaban hacia el Gran Comedor.

También era difícil recordar dónde estaban los salones y aunque Diana se esforzara en encontrar una forma de recordar dónde estaba cada salón, siempre terminaba pidiendo ayuda a algún estudiante que tenga cara de saber lo que ella quería saber.

Diana adoraba a los gatos, sobre todo a Coco (o sea, Coco era la cosa más hermosa que Diana había visto), pero la gata de Filch (cuyo nombre Diana no recordaba) hacía que dudara de su amor hacia los gatos. Es que, por favor, esa gata era una cosa del demonio.

⎯Que ganas de pegarle una patada a ese gato ⎯se quejó Diana la primera vez que se topó con ese gato.

Las clases, por otro lado, eran lo que Diana más amaba. Diana amaba aprender nuevas cosas. La única asignatura que Diana despreciaba era la clase de Historia de la Magia. Esta clase era impartida por un fantasma llamado El profesor Binns. Era una clase lenta y aburrida y Diana luchaba consigo misma para no quedarse dormida.

Durante la primera clase de Transformaciones, McGonagall dejó en claro que ella era estricta e inteligente.

⎯Transformaciones es una de las magias más complejas y peligrosas que aprenderán en Hogwarts ⎯dijo⎯. Cualquiera que pierda el tiempo en mi clase tendrá que irse y no podrá volver. Ya están prevenidos.

Diana y Harry se miraron.

Después de hacer muchas anotaciones, McGonagall les dio a cada uno una cerilla para que intentaran convertirla en una aguja. Diana lo intentó varias veces, pero al final, sólo Hermione Granger logró hacer un cambio en la cerilla.

⎯¿Cómo lo hiciste? ⎯preguntó Diana a Hermione con asombro, que por suerte, estaba sentada detrás de ella.

Hermione se sonrojó un poco.

⎯No sé... sólo me concentré en... visualizar que la cerilla se transformaba ⎯contestó encogiéndose de hombros.

⎯Wow ⎯susurró Diana⎯. Eres una genio.

La clase que todos esperaban era la clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, pero las lecciones de Quirrel parecían una simple broma. Su salón estaba pasado a Ajo, cosa que ponía a Diana de mal humor, pues ella odiaba el ajo.

El viernes fue un día importante para Harry, Diana y Ron. Por fin encontraron el Gran Comedor sin perderse una vez.

⎯¿Qué tenemos hoy? ⎯preguntó Diana.

⎯Pociones Dobles con los de Slytherin ⎯contestó Ron y Diana soltó un quejido⎯. Snape es el Jefe de la casa Slytherin. Dicen que siempre los favorece a ellos... Ahora veremos si es verdad.

⎯Snape, ¿eh? ¿No es ese el profesor que parece que tiene hidrofobia o algo? ⎯preguntó Diana.

Ron se rió en voz baja. Una lechuza blanca voló hacia Harry y dejó caer un sobre en el plato de Harry. Éste leyó la carta y agarró la pluma de Ron para contestar algo en el pergamino.

Las clases de Pociones se daban abajo, en un calabozo. Hacía mucho más frío que arriba y habría sido igualmente tétrico sin todos aquellos animales conservados, flotando en frascos de vidrio.

Snape comenzó a pasar la lista y Diana frunció el ceño cuando se detuvo ante el nombre de Harry.

⎯Ah, sí ⎯murmuró⎯. Harry Potter. Nuestra nueva celebridad.

Diana vio con odio a Malfoy cuando este se rió tapándose la boca .

⎯Ustedes están aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones ⎯comenzó Snape. Hablaba en un susurro y la clase estaba en un silencio mortal⎯. Aquí habrá muy poco de estúpidos movimientos de varita y muchos de ustedes dudarán que esto sea magia. No espero que lleguen a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la muerte, engañando los sentidos... Puedo enseñarles cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener la muerte... si son algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar.

Más silencio, y Diana pensó que el discurso había empezado bien y cuando dijo lo último, Diana pensó que Snape era un imbécil. Harry y Diana se miraron con el ceño fruncido.

⎯¡Potter! ⎯dijo de pronto Snape, sobresaltando a Diana⎯. ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?

"¿Polvo de qué e infusión de qué?", pensó Diana sin saber de qué hablaba Snape. Y Harry estaba igual que ella.

⎯No lo sé, señor.

Cuando los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón, Diana sintió como el odio hacia ese profesor iba creciendo.

⎯Bah, bah... es evidente que la fama no lo es todo.

⎯¿Y quién dijo que lo era? ⎯susurró Diana a Ron, que, por suerte, sólo éste escuchó.

⎯Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿Dónde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar?

Diana estaba cada vez más molesta, no sólo porque Snape parecía querer humillar a Harry, sino porque estaba ignorando por completo a Hermione.

⎯No lo sé, señor.

⎯Parece que no has abierto ni un libro antes de venir. ¿No es así, Potter?

Diana vio con confusión como Harry seguía viendo a Snape fijamente.

⎯¿Cuál es la diferencia, Potter; entre acónito y luparia?

Había algo en esa pregunta que hacía que Diana supiera que era una pregunta trampa. Sí había leído algo sobre acónito y luparia, pero no recordaba haber leído la diferencia entre ambos términos.

⎯No lo sé ⎯dijo Harry con calma⎯. Pero creo que Hermione lo sabe. ¿Por qué no se lo pregunta a ella?

Diana se rió un poco.

⎯Siéntate ⎯gritó Snape a Hermione⎯. Para tu información, Potter; asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta. Bueno, ¿por qué no lo están anotando todo?

Diana se apresuró a escribir lo que había dicho Snape.

⎯Y se le restará un punto a la casa de Gryffindor por tu descaro, Potter.

Se notaba que Snape odiaba a los de Gryffindor. Neville Longbottom no era bueno en pociones y se notó cuando logró que el caldero de Seamus se transformara en un engrudo hirviente que se derramaba sobre el suelo.

⎯¡Chico idiota! ⎯dijo Snape con enfado, haciendo desaparecer la poción⎯. Supongo que añadiste las púas de erizo antes de sacar el caldero del fuego, ¿no?

Diana frunció el ceño preguntándose que clase de profesor le dice "idiota" a su alumno de 11 años en la primera clase.

⎯Llévalo a la enfermería ⎯ordenó Snape a Seamus, luego se acercó a Harry y Ron, que estaban cerca de Neville⎯. Tú, Harry Potter. ¿Por qué no le dijiste que no pusiera las púas? Pensaste que si se equivocaba quedarías bien, ¿no es cierto? Éste es otro punto que pierdes para Gryffindor.

⎯Harry no le dijo nada porque usted es el profesor, no Harry ⎯gruñó Diana sin darse cuenta.

⎯¿Dijo algo, señorita Hathaway?

Diana quiso decir "sí" y repetir lo que había dicho, pero Hermione que estaba al lado de ella le pateó la pierna y Diana lo entendió como un "no te atrevas a repetir lo que dijiste".

⎯No, señor ⎯dijo finalmente.

Cuando terminó la clase, Diana se acercó a Harry y Ron, que hablaban de los dos puntos que Harry había perdido.

⎯Vamos a ver a Hagrid, ¿te unes? ⎯le dijo Harry.

⎯Okey ⎯contestó Diana.

Salieron y los tres cursaron los terrenos de Hogwarts hasta llegar a una pequeña casa de madera. Harry llamó a la puerta después de unos segundos, Hagrid les abrió la puerta.

⎯Están en su casa ⎯dijo Hagrid, soltando a Fang, que se lanzó sobre Ron.

⎯Éste es Ron ⎯dijo Harry a Hagrid.

⎯Otro Weasley, ¿verdad? ⎯dijo Hagrid⎯. Me he pasado la mitad de mi vida ahuyentando a tus hermanos del bosque.

⎯Y ésta es Diana ⎯siguió Harry.

Diana le sonrió a Hagrid.

El pastel casu les rompió los dientes, pero los tres chicos fingieron que les gustaba. Diana estaba realmente fascinada al oír a Hagrid insultar a Filch. Entonces Harry le contó a Hagrid lo que había pasado con Snape en clases.

⎯Pero realmente parece que me odie.

⎯¡Tonterías! ⎯dijo Hagrid⎯. ¿Por qué iba hacerlo?

Diana sabía que Hagrid sabía algo que no estaba diciendo.

⎯¿Y cómo está tu hermano Charlie? ⎯preguntó Hagrid a Ron cambiando de tema para evadir el tema de Snape⎯. Me gustaba mucho, era muy bueno con los animales.

Diana no se dio cuenta que Harry estaba leyendo el periódico hasta que Harry habló:

⎯¡Hagrid! ¡Ese robo en Gringgotts sucedió el día de mi cumpleaños! ¡Pudo haber sucedido mientras estábamos allí!

Diana notó que Hagrid volvió a evadir la mirada. Mientras los tres chicos volvían al castillo, Diana no dejaba de pensar en lo que había dicho Harry y lo que había leído. ¿Puede ser posible que ese robo haya sucedido después de que Harry haya estado en Gringotts?

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