Victoria estaba aturdida mientras bajaba las escaleras. Su cabeza estaba llena de tantos pensamientos que se sintió enferma. La mesa de Gryffindor estaba aplaudiendo y ambos prefectos le dieron la bienvenida  a Gryffindor. 

Se encontró con la mirada de su hermano que parecía tan confundido como ella¿ Qué pasó? Se dio la vuelta con una mirada de vergüenza en su rostro ,y Victoria sintió ganas de llorar.

No, no iba a llorar. Así que volvió su vista a el sombrero seleccionador y observó cómo subían los siguientes estudiantes, conteniendo las lágrimas calientes.

"¡Weasley, Fred!"

Uno de los gemelos que Victoria seguía viendo subió las escaleras y se dejó caer en el taburete. Después de unos momentos de silencio el sombrero lo gritó "¡GRYFFINDOR!"

Victoria aplaudió junto con el resto de su casa, ¡espere, no su casa! ¡ La habían clasificado en la casa equivocada! Sabía que tenía que hablar con Dumbledore. El solucionaría esto ¿verdad? Seguramente el lo entendería. Poco después, George el otro gemelo se unió su hermano ambos sentados frente a Victoria y  ella sintió que iba a vomitar.

El resto de los primeros años se sentó en sus respectivos asientos y Dumbledore se puso de pie, dando la bienvenida a todos en Hogwarts .Comenzó su discurso diciéndoles a todos lo contento que estaba de tenerlos de regreso y que éste iba a ser otro gran año.

Victoria no podía concentrarse en nada de lo que dijo, ya que estaba recibiendo algunas miradas extrañas de la gente en su mesa y los amigos de su hermano susurraban mientras miraban en su dirección.

 Quería mantenerse debajo de la mesa y morir, literalmente. Esto no le podía estar pasando a ella ¿Por qué a ella?

Dumbledore terminó su discurso y agitó sus manos en el aire haciendo que la comida apareciera frente a todos. Victoria se sorprendió, su boca quedó abierta. Había tanta comida allí y se veía muy bien. Desafortunadamente se sintió súper enferma.

Comenzó el festín y Victoria apenas comió algo. mordió una pierna de pollo que sabía muy bien pero cuando terminó el banquete todavía era comestible.

El gran comedor todavía estaba lleno de gente hablando y riendo. La prefecta se levantó y empezó a hablar con la mesa de Victoria. "Muy bien todos síganme"

Victoria ya se levantó siguiendo en la multitud, ella estaba pendiente de su hermano. El prefecto los condujo fuera el pasillo hacia un tramo de escaleras.

Victoria todavía estaba abajo cuando vio a Avalon. Ella lo llamó. lo que hizo que se volteara, se separó de su grupo y corrió hacia él.

"¡Avalon!" Victoria empezó a hablar, pero se detuvo cuando vio el rostro de su hermano. La miró con tal  disgusto que sintió que la habían golpeado.

"Yo.."

Pero Avalon negó con la cabeza, luciendo avergonzado. Uno de sus amigos lo llamó y lo saludo con la mano. "Victoria Simplemente no me hables" Luego se volvió y se alejó dejando a Victoria sola.

"¡Vamos, apresúrate!" la prefecta la llamó. Victoria miro su hermano con lágrimas calientes en sus ojos. Comenzó a alcanzar su grupo manteniendo la cabeza gacha.

El prefecto los guío por el pasillo llevándolos a otra sección de escaleras flotantes, la escalera parecía tener una mente propia y ella lo explico así.

Algunas escaleras y teniendo que esperar porque un grupo de estudiantes de primer año incluido Victoria se habían quedado atascados en una escalera.

Finalmente llegaron a un cuadro de una dama. La dama les dio una cálida sonrisa. "¡Oh, de primer año! ¡Hola! ¡Hola!"

"Hola señora gorda" la prefecta se aclaró la garganta y hablo claramente "Betelgeuse" La pintura se abrió y apareció una puerta. "Está bien entonces, todos adentro" Victoria sabía que una vez entrando a esa puerta estaría traicionando a su familia.

Pero en todo caso traicionó a su familia una vez que le pusieron el sombrero en la cabeza, entonces con un gran suspiro, entró, siguiendo al resto.

"Hola a todos, mi nombre es Erin y este Charlie" Hizo un gesto al chico que estaba a su lado. "Somos los prefectos de tu casa, es nuestro trabajo asegurarnos que todos y cada uno de ustedes estén felices y seguros durante su año aquí en Hogwarts" Erin miró alrededor de Victoria y continuó.

"Realizaremos un seguimiento de los puntos de la casa y hablaremos cuando los ganen o los pierdan. Esperamos que que perder puntos no sea un problema. Ahora a cada uno de ustedes se les a asignado una habitación, el dormitorio de los niñas está arriba a la derecha y el de los muchachos lo mismo a la izquierda. Sus túnicas y pertenencias ya están ahí adentro. Los veremos mañana por la mañana. Buenas noches a todos."

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Victoria se sentó en su cama, alimentando a su lechuza, a la que había llamado Atenea, que era una hermosa lechuza común. La habían colocado con otras 6 chicas y sólo conocía algunos de sus nombres.

Estaban Angelina y Alicia. Las otras chicas no se presentaron y apenas reconocieron a Victoria. Sin cansarse en lo absoluto Victoria se arrastró afuera de su cama sus pies golpeando el suelo helado. Salió lentamente de su dormitorio y bajó las escaleras. A cada paso que daba se había dado cuenta de lo que sucedió hoy.

Se acercó sigilosamente al fuego, se sentó en el sofá rojo y lo dejó salir todo. Sus lágrimas cayeron al suelo como lluvia. pero a Victoria no le importó. Su hermano no quería tener nada que ver con ella y pronto su familia lo seguiría.

Entonces ella se sentó ahí y lloró. Ella no pudo contenerlo. Hoy no fue su día soñado, a pesar de cuánto deseaba que lo fuera. Estaba en la casa equivocada y nadie podía ayudarla.

Así que durante aproximadamente una hora, Victoria se sentó en el sofá rojo simplemente dejándolo salir todo. No se dio cuenta del chico pelirrojo que había estado sentado en la esquina mirándola. Quería decir algo, pero ya sabía que sería demasiado inadecuado.

El ya estaba sentado allí, leyendo algo por puro aburrimiento cuando bajó Victoria Silvers.

Si, conocía su nombre. Su padre trabajaba con el de ella. A su padre no le agradaba el de ella. y honestamente se sorprendió cuando la clasificaron en Gryffindor, no podía imaginar que su familia lo tomara bien.

El vio como Victoria tomaba un par de respiraciones temblorosas antes de levantarse y subir las escaleras. El suspiró suavemente cuando ella se fue.

El pelirrojo sacó un trozo de papel, no estaba cansado y decidió escribir una carta.

"Querida Victoria, 

Hola, Mi nombre es Fred Weasley".