~Fresas con cholocate~
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Harto.

De verdad estaba harto.

Odiaba con todo su ser estar en esta situación.

Caminaba rápido por las calles de asfalto, el sol estaba en su punto mas alto; sentía una rabia en su interior, pero no podía culpar a nadie, ya que nadie más que el tenia la culpa de su situación.

Quería llegar lo antes posible a esa casa de tonos blancos, no podía soportar más. Si había una solución a su problema...

Lo iba a conseguir sea como sea.

Al llegar al porche tocó la puerta de la forma más suave que le era posible, no quería parecer un psicópata y llegar de forma violenta a casa de la persona que consideraba uno de sus mejores conocidos.

Al tocarla se escuchó un "Ya abro" en el interior, pasaron unos segundos cuando la puerta se abrió, se pudo presenciar a una eriza de ojos jades y pelaje rosado, con un short negro y una camiseta blanca, perfecto para el calor.

— Quiero que te vallas — Pronunció el azabache apenas Amy abrió la puerta, Ella estaba confundida, no entendía a lo que se refería.

— Que..? —

— Lo que escuchaste... Quiero que te vallas  — Shadow no estaba siendo directo, y eso no era algo de el.

— ¿A que te refieres? Estoy en mi ca- Shadow la volvió a interrumpir.

— Solo quiero que salgas de mi mente, es exasperante tenerte todas las noches mientras trato de descansar— Confesó.

Si, ese era el problema.

Ella

Esa Erizo rosa que siempre estaban con el Team Sonic donde sea que ellos fueran, la que preparaba comida sabrosa para todos y hacia reuniones cada fin de mes, la que siempre llevaba algo color rosa en su vestimenta, la que parecía un chiclé andante.

¿Cuando? ¿donde? ¿porque? Ninguna de sus preguntas tenía respuesta. Solo sabía una cosa

Tenía un sentimiento extraño y profundo por ella.

Su sonrisa, sus ojos, su personalidad y sobretodo, su enorme corazón. Ella era tan buena y bondadosa, hacía lo que fuera por terceros, no le importaba si ella corría peligro, salvaba a cualquiera que la necesitará.

Es una luz en medio de tinieblas.

Desde hace más de 3 meses que el no podía verla sin pensar en lo linda que era, su mente lo traicionaba, cuanto el más deseaba borrarla de sus pensamientos, ella más aprecia; nunca pensó que eso podía ser posible, no se dio el tiempo de pensar en este tipo de cosas, las veía en películas románticas para adolescentes, pero siempre pensó que eso no le pasaría ni en 50 años más.

Pero Amy Rose destruyó cualquier pensamiento que Contradijera eso, ella hizo que el por primera vez en su vida, se sintiera nervioso por un simple saludo, ella... Por Caos, ella hizo que en el naciera algo que nunca pensó que iba a suceder.

Amor.

Ridículamente nació el amor.

Le costó aceptar que sus sentimientos existían y que ahora ella era la que los controlaba.

Un amor tan puro...

Pero no tenía ni idea de cómo manejarlo.

—S-shadadow... ahh- no se qué decirte, esto es... —

Una estupidez.

Que estupidez tan Fantástica.

¿Como paso eso?

¿Que hizo ella para que el empezara a gustarle?

Será porque Amy Rose era la única que lo incluía en cualquier evento de el Equipo? Porque ella era la que siempre lo escuchaba al momento de dar su opinión? Porque era la única que trataba comprenderlo? Porque siempre le llevaba pasteles pero no tan dulces?

Mierd-

El no estaba muy en claro con sus sentimientos, pero sabía perfectamente que toda esa atención extraña hacia la rosada no era más que amor.

El erizo la miraba fijamente, de verdad no quiera hacer esto pero no encontraba otra solución, había hablado un poco con Rouge de el problema, y aunque no ayudo para nada solo le sugerio hablar con la rosada con toda sinceridad.

— Siempre, en cada momento... apareces en mi mente; creí que lo que sentía era una estupidez — Shadow se acercaba y Amy retrocedía — Rose, ¿que es? ¿Que hiciste?

—Shadow... Yo-

— No puedo dormir sin pensar en ti, no puedo Hacer algo sin pensar en qué te gustaría hacerlo también...—

Amy no encontraba que palabras usar para esta situación, nunca pensó que su existencia sería motivo de desveló para el azabache.

Ni siquiera se imaginó que el gustara de ella. Aunque... Nunca pensó que esa atracción extraña fuera mutua.

Si, ella también sentía un sentimiento extraño por el azabache, ese raro calor en sus mejillas la notar sus ojos rojos, ese latir de su pecho al tenerlo cerca; Cada Acción de él le producía un erizar en su cuerpo.

Ella supo que gustaba de él. Lo supo hace poco, cuando empezaba la primavera y el Team estaba haciendo una fiesta de cumpleaños para la queridísima Cream en el parque.

Shadow había llegado media hora tarde gracias a qué G.U.N le asignó un trabajo especial, cosa que le dificultó para ir a comprar un regalo y llegar a tiempo. Verlo llegar con un peluche de Chao gigante para su mejor amiga le pareció tan tierno.

Y desde hay, Shadow The Hedgehog robaba su atención.

Difícilmente se dio cuenta ya que ella misma se había reprimido para no sentir nada por nadie, después de él rechazo que tuvo con Sonic...

Solo fue un rechazo de adolescentes, dirían algunos, pero para ella, era como si se rompiera en mil pedazos su más grande sueño.

No se pelearon ni mucho menos se distanciaron, más bien, los dos pudieron aclarar sus dudas y no quedar en malos entendidos.

Después de eso ella había empezado a cambiar ciertas actitudes "infantiles" y a trabajar para si misma y ser más dependiente de ella.

— No se que carajos estoy haciendo. — Estaba haciendo el ridículo, eso mismo estaba haciendo.

¿Shadow se está declarando? Pensó  Amelia.

Pero

¿Como alguien como ella podía cautivar a Shadow? Ella pensaba que el gusto de shadow sería alguien como Rouge, con buen cuerpo y atractiva a simple vista... Pero ella? Una chica chillona, infantil, enana y muy pero muy cursi.

Siempre lo vio como alguien frío, pero que por su trágico pasado se podía explicar la razón, ella lo entendía, ella trataba de ponerse en sus zapatos, perder a alguien que te importa debe ser muy doloroso, y eso era algo que no todos veían de Shadow, el ser alguien frío y solitario no quiere decir que el no tiene sentimientos o que es alguien ignorante.

De verdad admiraba a Shadow, poder continuar sin importarle nada.

Eso es de valientes.

Y eso fue lo que Amy Rose empezó a notar de él, lo valiente, atractivo, rudo, inteligente y reservado.

Esto de verdad no se lo esperaba

— Rose — La voz ronca de el hizo que Amelia le diera un leve escalofrío por su espalda — ¿me enamore de ti? —

Amy respiro profundo, miro a Shadow con determinación y habló — ... ¿Ya has pensado esto muy bien?—

— Creeme lo eh pensado bastante—

— ¿Que... Sientes? —

— Cuando te veo... No te veo como lo hago con los demás, para mí tú brillas —

Amy al escucharlo se sonrojó de inmediato y su labios temblaban levemente.

— Eso es buena señal. — Ella miraba el suelo tratando de no hacer contacto visual con el, sus nervios eran grandes.

— Mírame —

Amy levantó su rostro despacio con sus mejillas arder en rojo.

— Dime que esto... No solamente lo siento yo, que no es una alucinación. —

— El amor es complicado Shadow, Y no es un simple juego, aveces hay que arriesgar y otras no. Pero si estás seguro de tus sentimientos, fue buena opción decírmelo — Amy hizo una pequeña pausa y continuó — Y no te preocupes, si esos sentimientos son sinceros, también son mutuos.

Esas palabras hicieron que Shadow tuviera un leve sonrojo en sus mejillas, con rapidez shadow tomo el rostro de Amy y con dulzura beso sus labios.

La rosada por la sorpresa, dio algunos pasos hacia atrás, mientras sus labios se unían.

Fue inesperado, pero satisfactorio y mutuo.

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Primer Cap, la verdad tenía mejores esperanzas para el, pero se hizo lo que se pudo. Gracias por la paciencia.