11: Don't walk away
Cuando te vayas, ¿tendrías las agallas para decir? No te amo como te amaba ayer.
When you go Would you have the guts to say I don't love you Like I loved you yesterday?
...
Me encuentro en un lugar dolorosamente familiar, he estado sumergido en él durante más tiempo del que me gustaría aceptar, rodeado de oscuridad, frio, vacío, un eco repite palabras que no logro entender, una voz persistente y borrosa pronuncia palabras que resuenan desde lejos, la nada da vueltas a mi alrededor, se siente como si callera lentamente hacia un agujero negro. Estoy asustado, no puedo sentir mi respiración, pero los latidos de mi corazón resuenan en mi cabeza luchando contra esa voz estridente pero inentendible, algo dentro de mi duele, ha estado doliendo por la misma cantidad de tiempo que he estado estancado en este lugar, pero hay algo distinto justo ahora, el dolor no es porque algo dentro se haya dañado, creo que es porque algo dentro de mí ha desaparecido.
Siento dentro de mí el mismo vacío en el que caigo tormentosamente lento. No sé cómo algo que no existe puede doler tanto, ni como algo que existía puede desaparecer como si no tuviera propósito alguno, pero todo tiene un porque, nada sucede por casualidad, entonces, ¿porque está pasando todo esto? ¿Cuál es el propósito de tanto dolor y oscuridad gélida? ¿Algo bueno puede salir de algo tan terrible? ¿Cómo es que llegue aquí? ¿Qué es lo que esa voz me dice y por qué, después de tanto tiempo es la primera vez que escucho una voz en mi interior? ¿es la voz de mi lobo interior? No tengo la menor idea, algo dentro de mi duele tanto que no me permite pensar en nada más que en ese dolor.
Continuando con el incesante interrogatorio...
¿Qué decisión me condujo hasta este sitio? ¿En qué momento firmé el contrato engañoso que en letras muy pequeñas que olvidé leer decía en sus más secretas cláusulas que este día llegaría, y que marcaría mi existencia e influiría en mi vida hasta el último de mis días?
Hay una relación estrecha en cómo empezaron las cosas y como están terminando justo ahora, hace 10 años era un alfa solitario de 20 años temeroso del futuro, callado, reservado, no me relacionaba con otras personas que no fuera mi familia o los amigos podían contarse con los dedos de una mano, no solía compartir mis sentimientos, deseos o incomodidades con nadie, a menos que se tratara de mi familia, para ellos siempre he sido un libro abierto, un cachorro indefenso que requiere protección a toda costa, es impresionante que a pesar de descender de una familia muy antigua y tradicional, nunca les importó que fuera un alfa aparentemente roto y defectuoso, ellos me apoyaron en todo siempre, dándome consejos y todo lo que necesitara.
Recuerdo que cuando mi abuela Elena estaba viva, nos contaba a mi hermano y a mí, la historia de las almas gemelas, espíritus que, a pesar de ser hechos con la misma esencia, son distintos, piezas del mismo mecanismo, con distinta función, pero a final de cuentas, han sido hechas para servir juntos al mismo propósito, para complementarse, apoyarse y amarse eternamente sin importar los años que pasen, las vidas que vivan y las muertes que los separen.
No faltó nada más que escuchar esa historia cada que visitábamos a mi abuela para que la idea se grabara en mi mente, para que poco a poco comenzara a soñar internamente con encontrar a mi alma gemela, a mi persona destinada, esa persona a la que yo amaría y me amaría de vuelta, a la que yo apoyaría, a la que le daría todo de mi sin temor ni egoísmo, la persona en la que yo confiaría y que de igual forma confiaría en mí, esa persona que yo seguiría hasta los confines de la tierra y más allá, y la misma que me seguiría de igual manera, soñaba con lo mágico que sería estar juntos, compartir un café bajo la luz de la luna y las estrellas, caminar juntos en la playa, escuchar música y ver películas, leer libros e ir al teatro.
Había noches en las que realmente soñaba con esa persona. No podía ver su rostro, no podía oler su aroma, escuchar su voz o incluso tocarlo, pero sabía que estaba a mi lado, que lo quería y me quería, que éramos felices y que lo seríamos siempre, los días que despertaba después de ese sueño, mis padres y hermano me decían que había algo distinto en mí, que mi aroma cambiaba notablemente, que era más dulce que de costumbre, más intenso, que parecía que una luz me rodeaba, no era necesario que ellos me dijeran como lo percibían, yo lo notaba, me sentía distinto, me sentía pleno, me hacía sentir que en algún lugar estaba esa persona a la que yo correspondía, que en algún momento nos encontraríamos y seríamos felices.
A los 20 años creí haber encontrado finalmente a esa persona.
Conocí a la que yo creía era mi alma gemela mientras estudiaba la universidad, el encuentro no fue como lo había imaginado, solo coincidimos en una biblioteca, estaba entregando los libros al encargado cuando esta persona se cruzó y comenzó a hablarme sobre el autor de uno de los libros que yo entregaba, despedía un aroma muy peculiar, era como si mezclaras vainilla con fresas silvestres, un aroma dulzón y algo adictivo, captó mi atención al instante, tal vez porque me habló directamente, porque sus grandes ojos me hipnotizaron, porque su voz cautivó mi oído o porque su rostro se grabó en mi mente, en ese momento no supe bien que fue lo que me hizo pensarlo, el hecho fue que desde ese momento y durante los siguientes 8 años creí que había encontrado a mi persona destinada, no fue así tristemente.
Los primeros años de nuestra relación todo fue maravilloso, ante cualquier persona éramos destinados, tendríamos una familia y continuaríamos siendo felices, pero no pasó, por alguna razón (misma que desconocía hasta hace uno días) nuestra relación se fue desgastando, fue marchitándose mientras yo trataba ineficazmente de evitar que muriera, la persona que creía era mi destinada no era feliz, no del todo, algo le faltaba, comencé a hacer de todo para que ese pequeño gran vacío se llenara pero nada pareció funcionar, hasta que un día le propuse matrimonio, 7 años después de que todo empezó, llegue a la conclusión de que lo que le faltaba era sellar nuestro vínculo, que estuviera tan ligada a mi como yo lo estaba a esa persona, yo desarrollé un vínculo poco después de que nos conocimos, solo faltaba sellarlo, por eso le propuse matrimonio y aceptó, entonces creí que cuando selláramos el vínculo y nos perteneciéramos oficialmente como almas gemelas y personas destinadas que éramos, ambos podríamos ser felices como al principio, como siempre fuimos, ahora que lo escribo se escucha como una obsesión enfermiza, tal vez en un punto lo fue, es solo que enserio creí que éramos el uno para el otro.
Al menos hasta que faltaban 7 días para la boda, ese día fue a mi departamento, yo estaba terminando de empacar mis cosas para la luna de miel, tocaron a la puerta y fui para abrir. Estaba ahí, la persona con la que me casaría en una semana, se veía hermosamente perfecta, pero había algo en su persona, no olía como siempre lo hacía, no podía detectar aroma alguno, justo cuando iba a preguntar si todo estaba bien me dijo que no podía continuar con los planes de boda ni con nuestra relación, dijo muchas cosas más que realmente no recuerdo muy bien por que comencé a caer en un vacío infinito, justo como comienza la narración.
—Escucha Gerard, creí que podría hacer esto, pero no puedo, igual que tu creí que éramos destinados y que era correcto. Te amo, pero no puedo seguir. Tal vez seamos almas gemelas, pero no podemos estar juntos, no en esta vida, ¿Entiendes? Sé que te estoy lastimando justo ahora, pero me lo agradecerás después, sé que hay alguien más para ti, alguien que sí es tu mitad, con quien tendrás los lindos cachorros que siempre quisiste y con quien trascenderás a otras vidas. Te amo, pero no como antes, ¿lo entiendes? Sé que encontrarás a alguien más, lo sé porque... encontré a mi mitad, traté de quedarme contigo porque te quiero y en serio te amo, pero no es correcto, debes conocer a tu destinado y ser realmente feliz, justo como yo ahora. En verdad lo siento Gee, espero que cuando encuentres a esa persona puedas perdonarme.
No pude decir nada, contestarle o moverme siquiera, entre todo lo que sucedía dentro de mí solo alcancé a ver que cuando se retiraba, chocó con una persona que acarreaba cajas al interior del departamento de enfrente, al parecer un nuevo inquilino, no le di importancia porque simplemente dejé de funcionar, no sé cuánto tiempo me quedé en ese estado, cuando entré a mi departamento ni cuando cerré la puerta o me acosté en mi cama.
Como dije anteriormente algo se rompió algo que era parte de mí, el vínculo que formé con "mi mitad" se rompió, tal vez sin darme cuenta se estaba rasgando durante mucho tiempo atrás, pero no me da cuenta, más bien, no quise hacerlo, dolía pensar en ello, profundamente, justo igual que en ese momento, lo único que no comprendía era esa voz que resonaba en mi cabeza, incesante, lejana pero constante, no sabía que decía, pero sabía que estaba ahí, hablándome a mí.
En un punto creí que era la voz de mi lobo interior, tratando de hacerme entender que no fue mi culpa, que solo era algo que debía pasar, que esa persona merecía ser feliz junto a su verdadera alma gemela, y que yo iba estar bien.
Otra vez me equivoqué, no era mi lobo interior, era un lobo, pero no era el mío.
Después de que el vínculo que me unió a una persona por 8 años se rompiera repentina y dolorosamente, actué en automático por más tiempo del que podría aceptar abiertamente, me limitaba a dormir, ir a la editorial en la que trabajaba, tomar café, dormir, trabajar desde casa cuando no me apetecía salir (que era la mayoría de las veces), dormir, alimentar a mi gato y nuevamente trabajar, tirarme en la cama y solo esperar a que la noche llegara para poder pensar en lo insignificante que se había vuelto mi rutina.
Un día, después un par de meses de los mismo, mi jefe llamó, necesitaban, me habían contratado para ilustrar algo importante, no presté mucha atención, solo fui en piloto automático, estuve en una reunión de 5 horas escuchando mucho de lo de siempre, al final solo firmé y tomé camino para regresar a casa, recibí una llamada de mi hermano así que tuve que ir a casa de mis padres para pasar el rato. Se suponía que era una visita de entrada por salida, pero cuando me di cuenta habían pasado casi las mismas horas que pasé en la reunión de trabajo.
Me despedí de mi familia y me retiré, según mi hermano solo querían pasar el rato, pero su aroma me decía más que eso, estaban preocupados por mí, era algo que agradecía, pero nunca me gustó parecer vulnerable. De regreso a casa pasé a un centro comercial a comprar comida para mi gato, me sentía mal en ese momento, el malestar disminuyó mientras estaba con mis padres y hermano, pero al salir de la casa sentí que todo me atacó nuevamente, estaba estresado, algo enojado, me dolía la cabeza y la espalda tal vez por estar sentado por 5 horas en la misma incómoda posición, me dolía el estómago, no me había dado tiempo de desayunar y omití probar las galletas y café descafeinado que sirvieron en la junta de la editorial, prefería morir de hambre a beber descafeinado, con mi familia nos limitamos a hablar y beber algo de chocolate caliente por lo que tampoco comí entonces, aproveché y compré una pizza congelada en el centro comercial y comida para mi gato, al igual que yo no había comido en todo el día, de repente recordé que no le serví nada por la mañana y estaba preocupado por el, era mi consentido y había olvidado darle de comer, yo podía aguantar, me estaba acostumbrando a eso, pero él, él no tenía por qué soportar las consecuencias de mi pequeño abandono de interés por cualquier cosa que no fuera el.
Al llegar a mi departamento lo primero que hice fue servir la comida en el plato de mi pequeño peludo, se me hizo raro que no llegara de inmediato por el sonido de mi llegada o del plato llenándose de comida, llamé un par de veces a su nombre, pero no hubo respuesta, algo dentro de mí comenzó a sentirse inquieto, seguí llamándolo mientras recorría el departamento, pero no hubo respuesta, no había rastro de mi pequeño amigo peludo.
Toda la ansiedad que estaba sintiendo en ese momento se disipó cuando lo vi al pie de mi cama, acostado junto a su peluche de ratón, me acerqué a él y todo llegó de golpe nuevamente, no estaba dormido, estaba inconsciente, había un ratón cerca de su hocico, y una sustancia extraña salía de ella, lo tomé rápidamente y con el mayor cuidado entre mis brazos, estaba inerte, no se movía, estaba flácido y frio, no sabía qué hacer, lo envolví en una toalla y mientras intentaba no tener una ataque de ansiedad mientras mi gato moría en mis brazos, intenté llegar a la puerta del departamento sin tropezar con mis propios pies, al abrir la puerta casi choco con una persona que estaba justo enfrente de ella, parecía que quería tocar, no le di importancia porque tenía algo más urgente en mente, justo cuando estaba pensando en pasarle encima su voz resonó en mis oídos, algo en su tono se me hacía familiar, no entendí lo que dijo la primera vez porque estaba ocupado entrando en crisis, pero lo siguiente lo entendí a la perfección.
—¿Está todo bien? ¿Necesitas ayuda?
—Yo, no...no lo sé... M-mi gato no reacciona, no sé qué hacer.
—Sígueme, voy a ayudarte —comenzó a caminar hacia el departamento de enfrente sin que yo pudiera entender nada.
—¿Qué? Espera, necesita un médico...
—Tranquilo, soy veterinario, todo va estar bien.
Abrió su departamento y entré con el gato aun en mis manos, no supe cómo explicarlo en su momento, pero solo bastó con que dijera que me tranquilizara para que el oxígeno pasara correctamente a mis pulmones y pudiera dejar de temblar y tropezarme con mis propios pies.
—Muy bien, ponlo en la mesa con cuidado, y quítale la toalla, todo va estar bien, ¿de acuerdo? Solo confía en mí —dicho esto entró a una recamara buscando algo mientras yo hacía lo que me pedía, ahora sentía que una calma me abrazaba inexplicablemente.
—Perfecto, ahora necesito que te sientes en el sofá de allá y leas en voz alta el libro rojo que está sobre la mesa, ¿está bien? —él acomodaba unas cosas sobre la mesa mientras yo hacía lo que me pidió.
—Desde qué página leo, ¿es algo de procedimiento médico?, no comparto agrado o interés en esos temas.
—Es Jane Austen, me ayuda a concentrarme, normalmente escucho audiolibros, pero justo ahora no tengo tiempo sacar mi celular, ponerme los audífonos y eso —a pesar de que hablaba de necesitar mayor concentración, parecía muy concentrado en lo que estaba haciendo.
—De acuerdo —tomé el libro y comencé a leer.
No es propio de un alfa ser amante de los romances clásicos, pero Jane Austen siempre fue mi debilidad, por alguna razón comencé a leer y pronto me sentí sumergido en un campo verde, podía sentir la frescura de los árboles y el olor a petricor, una calma inundó mi mente y la poca ansiedad que me quedaba se disipó con la briza que acariciaba mi cabello, quedé embelesado en la historia y sensación, leí tal vez más de lo que ese chico requería, pero extrañamente no me sentí cansado o sin aliento, al contrario, me sentí completamente renovado, habría seguido leyendo por horas de no ser por el toque que sentí en el hombro repentinamente.
—Muy bien, todo está bien ahora, al parecer se intoxicó con algo, estaba algo mal cuando lo encontraste, pero ahora está muy bien, solo necesita descansar igual que tú, mañana podrá regresar contigo a casa. Ghoul está bien ahora. ¿Cómo te sientes? —dijo viéndome fijamente con el rostro extrañamente iluminado.
—¿Se intoxicó con algo? Había un ratón muerto a su lado, tal vez alguien lo envenenó y él lo mordió, acostumbra a llevarse ratones a menudo, no sé cómo lograr que deje de hacer eso, pero agradezco que lo hayas ayudado, en serio muchas gracias.
—No tienes que agradecer, es a lo que me dedico —dijo mientras sonreía, por alguna razón no podía apartar la vista de él, su olor era muy agradable, estar cerca del solo hacía que no pudiera evitar inhalarlo, café, petricor, hojas de libros y un toque de antiséptico, aunque esto último muy seguramente era por su profesión y no por ser parte de su aroma natural, era naturalmente embriagador.
—Claro, de igual forma debo agradecer, estabas justo en la puerta, yo no sabía qué hacer, me congelé y no sabía qué hacer, de no ser por ti yo no... —de pronto algo de realidad me golpeó en la cara—. ¿Cómo sabías que necesitaba ayuda? ¿Qué hacías en la puerta de mi departamento? ¿Necesitabas algo? —A pesar de que en ningún momento me sentí incómodo, la ansiedad y sensación de que acababa de cuestionar algo de lo que no estaba preparado para escuchar la respuesta me agobiaba poco a poco.
—Muy bien Gerard, tengo hambre. ¿Por qué no vamos por la pizza que compraste y comemos mientras te explico los cuidados de Ghoul?
—Espérame un momento... ¿Cómo sabes que compré pizza, me estás vigilando? ¿Tú envenenaste a goul? Qué es lo que pasa no estoy entendiendo, porque sabes mi nombre, yo nunca te lo dije —a pesar de que sabía por alguna razón que él no tenía nada que ver con la intoxicación de mi gato, tuve que preguntar, había algo que debía saber en todo esto pero que me estaba perdiendo y eso solo hacía que el dolor de cabeza regresara poco a poco.
—¿Y si comemos primero? —dijo como si fuera lo más natural—. Tengo algo de fideos si no quieres ir por la pizza.
—No tengo hambre Frank, solo quiero que me expliques qué está pasando, me está doliendo la cabeza y no suelo procesar bien la información cuando eso pasa además no sé... —me quedé callado por algún momento rebobinando lo que acababa de decir, había dicho su nombre?... ¿En qué momento él me había dicho su nombre?, no lo había hecho.
Él se acercó lentamente a mí manteniendo aun así algo de distancia entre nosotros, parecía darse cuenta de que nuevamente me estaba sintiendo ansioso.
—Ok, sé que todo esto es muy raro, lo es para mí también, pero confía en mí ¿está bien? No quiero hacerte daño ni a Ghoul, solo debes confiar en mí. ¿Puedes hacerlo?
Dijo eso de una forma tan calmada y tranquila que poco a poco me fui calmando otra vez.
—Lo más raro es que... creo que sé que no vas a hacer nada malo y que... confió en ti, aunque no te conozco.
—Muy bien, me alegra que lo sepas ahora, quiero que sepas que no te voy a obligar a nada. Estoy aquí por lo mismo que tú, quiero respuestas, y a pesar de que tengo varias pistas, quiero confirmarlo, pero sí lo confirmo y no estás de acuerdo, no te obligaré a quedarte ok? —ahora él parecía un poco ansioso.
—¿De qué estamos hablando?
—¿Has escuchado sobre las almas gemelas, Gerard? —yo solo me limité a asentir.
—¿Qué opinas de eso? ¿No te enoja que la naturaleza nos obligue a estar con alguien con quien tal vez no conocemos, y que tal vez nunca amemos?
—¿Tú qué opinas de eso?
—No, lo que opine no interesa, ¿qué opinas tú? Sinceramente.
—Solo quiero que no me lastimen, quiero amar y ser amado, no me importa si es destinado o no, ya no. Solo quiero que sea real, y duradero —dije eso sin saber por qué le decía eso a un desconocido.
—Yo quiero encontrar a mi destinado, pero temo haber llegado demasiado tarde, temo que haya perdido la esperanza, que haya dejado de esperar, que lo hayan lastimado tanto que no me dé oportunidad de amarlo como merece, de que no pueda reparar lo que dañaron —sus ojos se llenaron de lágrimas y los míos también, no supe en qué momento cerré la poca distancia que había entre nosotros, sentía la necesidad de atraparlo entre mis brazos justo como con goul unas horas antes, sentía que necesitaba hacerlo sentir que todo estaría bien como él lo hizo conmigo antes.
—¿Y si no puedo amarlo? ¿Y si lo lastimaron tanto que su alma ya no es para mí? ¿Y si es mi culpa por no haber estado con él desde un principio? ¿Y si lo arruino? Si no puedo reparar el vínculo... —su voz se rompió, ningún sonido salió de su boca, pero pude escuchar lo que no pudo pronunciar—. ¿Y si no soy suficiente para él?
Esa voz sonó familiar.
—Lo eres, eres suficiente y seguramente eres más de lo que esperaba, si no te esperó es un cobarde por perder la fe, por dejar que una briza ligera lo rompiera, por dejar que alguien más dañara su corazón, él sería el culpable, no tú. Si es tu destinado estoy seguro de que te aceptará, te amará y te hará feliz, como tú lo harás con él, solo debes confiar en la naturaleza y en tu amor, vas a lograrlo, solo debes ir con él, no tengas miedo, todo va estar bien —él me sonrió y pareció calmarse un poco.
—Tú me llamaste, iba a llamar a la puerta, pero en ese momento abriste, tu olor cambió y escuché que me llamabas, por eso fui a tu departamento, por eso vine a NY —había algo de temor en sus ojos al decirlo.
—¿Te llamé? N... no entiendo, no tengo tu número, ¿aroma? No... no entiendo —justo cuando me estaba perdiendo nuevamente en el contexto de la conversación lo escuché decir algo.
—Todo está bien Gerard, todo va estar bien, no es tu culpa, todo va estar bien, sé que duele, pero todo va estar bien...
Esa voz, esa voz diciendo esas palabras activaron en mí una especie de deja vu, el día en que fui abandonado por mi "pareja destinada" el día que rompió nuestro compromiso y mi lazo, ese día escuché esa voz dentro de mí, el día que un joven de bata blanca acarrea cajas al interior del departamento de enfrente, el día que pensé que escuchaba la voz de mi lobo interior, era un lobo, pero no era el mío, era el de la persona al lado de mi, el lobo de Frank, el que me tranquilizó cada vez después de ese día, el que me daba ánimos para ir al trabajo, el que me recordaba que tenía que alimentarme, el que me daba ideas para ilustraciones, el que me aconsejaba salir de vez en cuando a ver las estrellas, el que susurraba suavemente párrafos de mis novelas favoritas cuando estaba ansioso. Fue el al que le pedí ayuda a gritos sin darme cuenta cuando encontré a goul tirado en el suelo, fue frank todo el tiempo, e incluso antes de que se rompiera el compromiso.
Ante la reciente revelación me paralicé, el aire salió de mis pulmones por la sorpresa, no estaba ansioso, nervioso ni asustado, solo fue una sorpresa muy grande.
—¿Llegue a tiempo? ¿Puedo seguir amándote ahora que sabes quién soy y lo que nos une? ¿Puedo intentarlo? —su voz parecía forzada para salir, su aroma tomó un toque agrio, eso me hizo sentir una profunda tristeza de inmediato, no quería que él se sintiera mal, triste o rechazado así que cedí a mi instinto primitivo, lo abracé fuertemente.
—Llegaste justo a tiempo, cuando te necesité estuviste ahí, me sostuviste sin tener culpa de que me derrumbara, velaste mis sueños y abrazaste mis pesadillas, estuviste a siempre para mi mientras yo me sumergía en mi miseria, me haz amado aun cuando yo me negué a la posibilidad de encontrarte —lo solté lentamente y me separé de él, pude sentir cómo su corazón se aceleraba y sus lágrimas caían.
—No necesitas intentar hacer algo que llevas haciendo excelente hace más de 8 años, no necesitas pedirme permiso, o tener miedo. Los dos haremos eso para lo que fuimos creados y destinados —no pude soportar más el nerviosismo que emanaba de su ser, la ansiedad que manifestaban sus manos y la tristeza que se respiraba en su aroma, me aproximé a él y con el valor que sin saber reuní durante 8 años y el amor que nunca antes sentí, lo besé, lo besé con la pasión con la que solo dos almas gemelas que han esperado siglos para encontrarse pueden hacerlo, lo besé suave, lento, y con el cariño que nunca antes había sentido, de pronto una voz resonó desde lo más profundo de mi.
—Fui creado para amarte, para besarte, acariciarte, consentirte, mimarte, cuidarte, arroparte, para hacerte reír y llorar de felicidad, para darte todo de mí y amar todo de ti, para compensar todo el sufrimiento que alguna vez experimentaste, estaré a tu lado por el resto de mi existencia, trascenderemos juntos e iremos juntos a donde el destino nos lleve, y si en algún momento el mismo destino dicta que me valla de tu lado, así como tú lo hiciste, te buscaré, te esperare, te cuidaré y lucharé por ti contra lo que sea, te encontraré.
Esta vez fue mi lobo el que habló, finalmente después de toda mi vida, mi lobo se manifestó, lo hizo para calmar a frank y para sellar nuestro lazo, al igual que yo lo hice con el beso que le di, mismo que él continuó con ritmo lento pero seguro mientras su aroma se intensificaba, el aroma más adictivo y relajante que nunca había inhalado, café, brisa ,pasto verde, petricor, libros , y un toque casi imperceptible de antiséptico, el aroma que agradecí poder respirar en ese momento y rogué a dios poder respirar cada día de mi vida después de ese instante.
—Cada día, podrás respirar mi aroma cada día solo si yo puedo respirar el tuyo de igual forma —dijo mientras cortábamos el beso y nos abrazábamos cálidamente.
—Claro que puedes, naciste para eso... solo por favor, no... no te alejes —dije sin poder ocultar el miedo que hacía aparición.
—Lamento que hayas tenido que pasar por todo lo que pasaste, si hubiera podido evitarlo, ten por seguro que lo habría hecho. no voy a alejarme ni aunque me lo pidas, estas atado a mi y yo a ti, así que amor mio, tendras que aguantarme por el resto de tu existencia —su aroma parecía volverse un poco más intenso y suave a la vez.
—Ningún vínculo roto se compara al dolor que sentiría viviendo una vida sin ti. gracias por estar ahí, y por estar aquí.
—Ahora estamos juntos, no tendrás que experimentar ningún vínculo roto a partir de ahora, gracias por soportar todo y por aceptarme —dijo mientras nos tomábamos de las manos.
—No hay necesidad de agradecer o pedir perdón entre nosotros, limitémonos a vivir nuestra vida a partir de ahora.
—Muy bien ahora... tengo que darte una lista de cosas que debes conseguir para goul, mañana tendrá hambre y estará muy débil después de todo, mandaré un mensaje al encargado de departamentos para que no pongan veneno, es... muy inhumano.
—Sí, claro. Olvidé por un momento al peludo, lo del mensaje se me hace buena idea, pero... que dices de buscar un lugar donde podamos estar en paz sin que mi gato corra peligro de envenenamiento y tú puedas ser el héroe que fuiste con Ghoul?
Se alejó un poco de mí sin soltar mi mano.
—¿De qué estás hablando Gerard?
—Es muy pronto para sugerir vivir juntos y poner un consultorio? —no pude evitar algo de nerviosismo manifestado en mi pregunta.
—No me lo parece, te estabas tardando —hizo una pausa y me besó.
¡No te alejes!
Porque si te quedas, incluso esperaría toda la noche
O hasta que mi corazón explote
¿Cuánto falta para que encontremos nuestro camino?
En la oscuridad y fuera de peligro
Puedes huir conmigo
O puedes escribirlo en tu brazo.
Puedes huir conmigo
Cuando quieras
Don't walk away!
'Cause if you stay, I would even wait all night
Or until my heart explodes
How long until we find our way
In the dark and out of harm
You can run away with me
Or you can write it on your arm
You can run away with me
Anytime you want
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top