02: El otro lado de mi corazón
I
El omega limpiaba con esmero los estantes de la librería, amaba el olor de los libros y los universos que se podían crear y vivir con cada uno de ellos. Sus padres sembraron en él el gusto por la lectura, y ahora podía materializar el sueño de su familia.
The Bureau era una pequeña librería a la cual Gerard había dedicado los últimos diez años. El omega no tuvo en sus planes ser dueño de su propio negocio, pero, después de quedar viudo a los 35 años, quería empezar de nuevo, así que volvió de Los Ángeles a su natal Nueva Jersey a crear una nueva vida para él.
El sonido de la campanilla indicó la llegada de un nuevo cliente, Gerard acomodó el último libro de la sección de historia y se acercó a la puerta para darle la bienvenida al recién llegado. El barrio donde estaba la librería era residencial y muy seguro, casi no habían novedades y sus clientes eran casi siempre los mismos
一Oh, solo eres tú, Mikey.
一Yo también estoy muy feliz de verte hermanito, no debería preocuparme tanto por ti. Por cierto, te traje café con leche de avellana y nuez 一dijo mientras dejaba sobre el mostrador dos vasos humeantes de café y bagels para acompañar.
一Lo siento Mikey, yo también estoy muy feliz de verte, solo pensé que sería un cliente. 一El omega tomó uno de los vasos y suspiró absorbiendo el aroma cálido y envolvente de la nuez一. Gracias por esto, lo necesitaba.
一Lo sé, por eso lo traje para ti. 一Tomó un pequeño sorbo viendo como el omega tomaba poco a poco su café con una mirada tranquila y serena一.Me vas a contar como te fue en la cita.
Gerard escuchó a su hermano y decidió ignorarlo por algunos minutos, sabía que Mikey hacía todo esto por su bien y con todo el amor del mundo pues no quería verlo solo, su marido había fallecido ya hace mucho tiempo y el omega está bien con eso, había aceptado su vida solitaria, rodeada del amor de sus amigos y el empeño que cada día ponía en su negocio.
一No fui 一dijo el omega sintiendo la mirada pesada de su hermano sobre él一. Mikey, entiendo tu preocupación, pero créeme estoy bien, todo marcha bien, y aunque en ocasiones extraño a James, no necesito a nadie más, aquí tengo todo lo que necesito.
Mikey suspiró aceptando la respuesta del omega, le dolía verlo solitario, su hermano se merecía a alguien que pusiera el mundo a sus pies y girara solo a su alrededor. James amaba muchísimo a su hermano y sabe que Gerard también lo hizo, después de su prematura partida los ojos verdes siempre brillantes de su hermano fueron perdiendo brillo y temía que pronto la luz de sus ojos se apagará finalmente.
一Gee te amo, y sé que Pete, mis niñas, Ray, Lindsay y las señoras del club de lectura te aman pero no es lo mismo, solo quiero que te des la oportunidad de conocer a alguien que traiga cosas hermosas a tu vida, darte una segunda oportunidad por que lo mereces. Mira lo difícil que fue tu último celo, lo que sufriste, si no es por las medicinas no se como podrías soportarlo.
Gerard suspiró pensando en lo cansado que había estado hace dos meses cuando superó su último celo, últimamente eran extremadamente dolorosos, anhelaba algo que no podía tener y nadie podía dárselo, todo dolía pero lo peor era la extrema soledad que sentía, con James no había sido tan malo y su compañero hacía todo lo posible por ayudarlo sin embargo siempre tenía que ayudarse de medicamentos para poder superarlo.
一Ya desaparecerán Mikey, mírame soy un omega solitario de 45 años, sin hijos sin compañero, tarde que temprano se irán.
Mikey miró a su hermano con todo el amor, Gerard era un omega hermoso su piel blanca como porcelana, mejillas rellenas que se teñían suavemente de rosa, ojos café con tonos verdes rodeados de espesas pestañas y líneas que mostraban todo lo feliz que había sido su hermano.
一Te amo Gee, pero piensa lo que te digo y por favor escríbale a Thomas, al menos se merece un disculpa, se que le interesas mucho. 一Mikey beso suavemente la sien de su hermano absorbiendo todo ese delicioso olor a hojas de limón dulces y refrescantes, el como beta no lo podía captar plenamente pero amaba lo poco que podía sentir.
一Lo haré, Thomas es muy buen amigo y no quiero perderlo. Nuevamente gracias por el café 一Gerard abrazó con fuerza a su hermano.
一Esta bien debo irme, Pete quiere saber si irás próximamente, las niñas quieren sus clases personalizadas de pintura y tu cuñado extraña verte.
一Yo también añoro verlas pero esta semana estaré muy ocupado, ¿recuerdas que te conté que la editorial de FTWillz me contactó para una firma de libros y el lanzamiento de su nuevo libro? pronto debe estar por llegar la primera edición y toda la publicidad, debo abrir un espacio y todo lo demás.
一Oh si ya lo recuerdo, pero ¿Lindsay te ayudará cierto? Es mucho trabajo para ti solo.
一Si claro, estamos trabajando los dos en eso, pronto debe estar por llegar.
一Perfecto Gee no dudes en pedirme ayuda a mi o Ray si lo necesitas. Sabes que en la disquera puedo organizarme y venir aquí si me necesitas y Ray puede venir después de sus clases en el colegio.
一Tranquilo Mikey, lo tengo todo resuelto pero se que cuento con ustedes.
Los hermanos compartieron un último abrazo y el beta de lentes dejó la librería contestando una llamada de su jefe.
II
El alfa guardó el último de sus cardigans en la maleta, revisó una última vez que todo estuviera empacado, sus objetos personales, bufandas y ropa para el frío. Tomó entre sus manos la copia de su libro "Orbis Épsilon" y lo guardó en su bolso de mano.
Aún dudaba de la decisión que había tomado, pero el éxito de su último libro le decía todo lo contrario. "Orbis Épsilon" era el primer libro que Frank había escrito siendo tan solo un asolescente que contaba el romance de una pareja destinada en medio de la guerra y las diferencias.
Nunca pensó en publicarlo, se dedicó a la poesía y tuvo mucho éxito, desde que publicó su primer libro de poemas se había mantenido en el anonimato pero esta vez Carlotta, su amiga y editora, insistió en que el mundo debía conocer un romance tan fuerte que nacía en medio de un conflicto, la pasión y la fortaleza de una pareja destinada, y también mostrarle al mundo quién era la persona que a tantas personas había enamorado y los había hecho creer nuevamente en las almas destinadas a estar juntas.
Frank dio una última mirada a su apartamento, se aseguró de dejar todas las ventanas cerradas y luces apagadas, estaría en Estados Unidos por veinte días en una gira de medios, en pequeñas y grandes librerías firmando libros y en sesiones de lecturas.
Un Uber lo esperaba a las afueras de su apartamento, una alfa de piel blanca y cabello corto negro azabache con granes lentes le sonreia desde la puerta.
一¡Frankie! 一grito la alfa agitando su mano.
Frank le devolvió la sonrisa y caminó llevando su maleta hacia el auto estacionado.
一Oye, Carlotta 一Frank se acercó a la esbelta mujer y dejó un beso en cada mejilla.
一¿Todo listo para nuestra aventura americana? 一dijo la mujer levantando los lentes enseñando unos intensos ojos grises一. Vamos rápido, pon tu maleta en el baúl.
Frank le sonrió a su editora que siempre tenía una energía arrolladora, su fuerte olor a menta era perfecto para ella, intenso y vigorizante. Con ayuda del conductor guardó la maleta y entró al carro donde Carlotta escribía rápidamente en su celular. La alfa era hermosa, fuerte, todo lo que esperabas encontrar en un alfa, vestida con sofisticados y elegantes trajes y sus uñas siempre rojas impecablemente arregladas.
一Bueno, Frankie cariño, recapitulemos. Iniciaremos tu gira en tu ciudad natal donde eres toda una estrella, las ventas de tu libro son las más altas de todo Estados Unidos, estaremos en New Jersey por cinco días iniciando en la liberia The Bureau, luego iremos a Nueva York, Los Ángeles, Washington y San Franciso ¿Qué te parece?
一Estoy cagado de miedo pero sí, me parece excelente 一respondió Frank con una sonrisa condescendiente.
一¡Modales, Frankie! Ya no eres el autor oculto de libros de poesía, ahora eres el autor con la historia de amor más hermosa de todos los tiempos —Carlotta lo miró con cariño—. Estoy muy feliz por ti Frank y te agradezco mucho que hayas creído en mí.
Frank tomó con cariño la mano delgada y llena de anillos de su amiga, dejó un beso suave sobre los nudillos.
一Gracias a ti, Carlotta, por no rendirte conmigo. Me intriga saber que pensará la gente al ver que el autor de un libro de amor sea un alfa.
一Cariño eso no es importante, todos tenemos derecho a soñar, a enamorarnos y querer la relación más hermosa, no importa si eres Alfa, Beta u Omega y tu, mi Frankie, eres el mayor de los románticos.
Frank sonrió mirando los múltiples tatuajes de sus manos donde resaltaban las palabras "Hoppeles Romantic", sin embargo el romance no lo había elegido a él, que no daria por ser el personaje de sus historias, encontrar su pareja destinada, o aquel ser que pudiera amar sin codiciones, que el pudiera mostrar su verdadero ser, pero habia llegado a pensar que el amor solo llegaria a su vida atraves de la literatura, por mas que se empeañaba en tener una relacion simplemtente no podia, asi que se habia conformado con caricias robados, relaciones efimeras, y sexo.
Mientras el auto avanzaba por las calles de Roma y Carlotta seguía tecleando en su celular, Frank aprovechó para responder algunos mensajes
"Yo también te extrañaré hermosa, pronto no veremos. Besos" escribió rápidamente y guardo el dispositivo en su morral de mano.
III
Finalmente llegó el momento de conocer a FTWillz, habían sido días agotadores, definitivamente la editorial no escatimo en gastos, Gerard organizó un espacio de su pequeña librería, con ayuda de Lindsay armaron todo el stand que enviaron, arreglos de flores y una bella mesa en madera oscura, fue necesaria la ayuda ayuda de Mikey, Pete y Ray pero todo estaba perfecto.
Aún faltaba una hora para la llegada de la persona detrás del libro que en menos de una semana llegó a ser el número uno en ventas de su librería, Gerard desconocía si era hombre, mujer, Alfa Beta u Omega, de hecho nadie sabía quién era la persona y por mas que busco en línea no pudo encontrar nada, sólo reviews y personas como el que se había enamorado locamente de Arthur y Anthony los protagonistas de Orbis Epsilon.
Le costó admitirlo pero prácticamente devoró el libro en un semana, anteriormente había leído libros de poemas de FTWillz pero nada se compararía jamás con las emociones tan fuertes que sintió al leerlo, renovó sus esperanzas en el amor, y a su edad él sentía que realmente había amado mucho, sin embargo muy secretamente quería vivir un amor tan intenso y sin condiciones, su lado racional le decía que era imposible la existencia de los alfas y omegas destinados, solo eran mitos y cuentos para dormir, historias que eran inventadas para vender libros y películas tontas de amor.
Apoyado sobre el mostrador Gerard suspiro ojeando nuevamente su copia un poco ultrajada de Orbis Epsilon, como podia añorar tanto algo que sabia era ficcion, definitivamente FTWillz tenia que ser un omega enamoradizo o enamoradiza, se sentia un poco tonto, por que en realidad no tenia mucho contacto con alfas, lo ponian un poco incomodo sus miradas fijas e intensas, sus olores algunas veces lo ahogaban y aunque podian ser excelentes personas su lado mas basico e instintivo siempre se sentia inadecuado cada vez que un alfa estaba cerca y ni que decir intentar tener una relacion o contacto fisico con uno.
一Cariño ya está todo listo, revisé nuevamente la lista de bebidas y bocadillos que solicitaron, todo vegetariano, nada de leche o lácteos de origen animal, y muchos oreos 一dijo una hermosa pelinegra con anteojos一. Tierra llamando a Gerard.
La pelinegra chasqueó sus dedos frente a los ojos de su amigo.
一Perdón Linds, ¿Qué decías? 一Gerard levantó la mirada fijando sus ojos en la omega frente a él.
一¿Qué pasa cariño? 一Lindsay se acercó y peinó las hebras delgadas de cabello oscuro de su amigo一. Hoy estás más callado de lo normal .
一Solo he estado pensando un poco 一suspiró el omega一. ¿Crees en las parejas destinadas?
Lindsay lo miró escépticamente, pero luego al percatarse del rostro sonrojado de su amigo lo entendió todo.
一Lo siento Gee pero no, sabes que mi Hannah es omega como yo y la amo infinitamente, me ha dado todo y más, de hecho no conozco muchas parejas de Alfa y Omega, ¿por que el amor y la pasión deben ser solo para las parejas destinadas? todos podemos amar a quien sea sin importar su género secundario.
一Si lo sé, realmente yo pensaba lo mismo pero. ..
El sonido de la campanilla interrumpió la conversación.
一Buenas tardes 一saludó una mujer con un fuerte acento italiano一. Tu debes ser Gerard, mucho gusto mi nombre es Carlotta Alammi, soy representante y editora de FTWillz.
Gerard reparó a la hermosa mujer parada en la entrada de la librería. Se veía demasiado elegante en su acogedor negocio, vestía un conjunto negro de camisa y pantalon, gabardina blanca, labios rojos y accesorios dorados. El omega se levantó y caminó tendiendo su mano.
一Buenas tardes, señorita Carlotta, mucho gusto, Gerard Way.
Lo siguiente que el omega sintió fue el fuerte olor a menta, refrescante e intenso que lo ahogaba poco a poco.
La alfa le sonrió mostrando una hilera perfecta de dientes casi tan blancos como su gabardina, sus ojos se mostraron cálidos al sentir el suave aroma de limón dulce del omega. Su presencia antes altiva se hizo más dócil al mirar al omega frente a ella.
一Al fin nos conocemos señor Way, es muy hermosa su librería. 一Los ojos grises recorrieron cada rincón de la librería hasta reparar a la hermosa omega detrás del mostrador.
Gerard se sentía incómodo con la presencia de la alfa, era claro que era una mujer demasiado refinada acostumbrada al lujo, disimuladamente se miró su ropa y se sintió completamente fuera de lugar dentro de su propio negocio, últimamente se había despreocupado por su apariencia física.
En ese momento se sintió inapropiado en sus jeans desgastados, una camiseta negra básica y una vieja camisa verde olivo que había pertenecido a su esposo, tomó nota mental de esforzarse un poco más, de todas maneras él era el dueño de la librería.
一Muchas gracias señorita Alammi, puede decirme Gerard, espero que a usted y a su equipo les guste todo.
一Oh cariño llamame Carlotta, no aprecio tanto las formalidades, y realmente todo está hermoso, a Frank le encantan las flores.
Gerard le sonrió a la hermosa alfa, entonces FTWillz quizá sea un hombre. Su mente rápidamente imaginó un omega de no más de treinta años, lleno de muchos sueños e ilusiones, definitivamente le pediría que firmara su copia.
一Supongo que Frank es un omega muy enamoradizo 一dijo Gerard y luego se sintio tonto con su comentario, siempre habia odiado que dieran por sentado como debia ser un omega.
Carlotta se rió fuerte y Gerard se sintió aún más estupido.
一No cariño, Frank es un alfa 一respondió con simpatía.
El omega sintió como sus mejillas se teñian fuertemente de color rojizo, ¿por que no no podia quedarse callado? Sentía tanta vergüenza, que no era capaz de levantar la mirada de sus zapatos.
一De hecho aquí está, ven Frankie quiero que conozcas a Gerard el dueño de la librería.
El corazón del omega latía fuerte en su pecho, sabía que su rostro debería estar totalmente teñido de un rojo intenso, ¿acaso el alfa habría escuchado el comentario tan estúpido que había hecho?
Un aroma cálido, especiado a canela y nuez fue rodeando cada vez más al omega, calmando su agitado corazón, sabía que era el alfa y por primera vez no quería ahogarse o huir, simplemente quería quedarse ahí sintiendo más, hasta que sus pulmones se llenaran completamente del delicioso aroma.
Lo primero que vio fue unas botas negras, lentamente fue subiendo su mirada, hasta llegar a unos intensos ojos verdes que lo miraban fijamente, unos labios delgados rodeados por una leve barba sonreían con tranquilidad suavizando las facciones del alfa. Pudo ver muchísimos tatuajes en el cuello, a un lado de su cabeza y en sus manos llenas de anillos que sostenían dos vasos de café.
一Frank, él es Gerard Way, es el dueño de la librería.
La sonrisa del alfa se hizo aún más cálida, respiró profundamente cerrando sus ojos, entregó uno de los vasos a Carlotta y extendió su mano libre para estrecharla con la del omega.
一Mucho gusto, Gerard. Gracias, todo está muy bello.
El omega dio un paso hacia atrás, la voz de Frank era profunda y Gerard se dio cuenta que quería escucharla una y otra vez llamarlo por su nombre.
一Hola Frank, mucho gusto soy Lindsay socia y mano derecha de Gerard, mucho gusto Carlotta, por favor pasen y tomen asiento que hoy Gerard no se ha sentido nada bien, creo que está próximo a enfermarse.
La omega pelinegra que veía todo desde el mostrador notó como su amigo parecía haberse quedado sin palabras, sabía de su poca tolerancia a los alfas así que para evitar cualquier contratiempo se acercó a su amigo y lo tomó de la mano.
一Lo siento, muchas gracias Lindsay pero estoy bien, mucho gusto, Frank 一el omega extendió su mano hacia el alfa que aún tenía fijada su mirada en él.
El toque del alfa fue cálido y fuerte y aunque aún sonreía con serenidad, su mente era un caos ocasionado por el olor y la inquietud de su corazón ¿quién era este omega y por que en su pecho y su parte más primitiva lo reconocían y lo necesitaba?
IV
La firma de autógrafos era un éxito, una larga de fila de personas llegaron a The Bureau esa tarde para conocer al misterio detrás de FTWillz, adolescentes y adultos se acercaron para conocer a Frank. El alfa se sentía muy conmovido, no esperaba tener tal recibimiento, la mayoría eran adolescentes totalmente enamorados de Arthur y Anthony, pero también habían algunas personas mayores con sus antiguos libros de poesía.
El alfa trataba con todo su empeño de fijar su atención en todas las personas que se acercaban por un autógrafo, fotos y algunos obsequios, sin embargo sus ojos siempre se desviaban hacia Gerard, el hermoso omega de ojos claros y sonrisa tímida, se encontraba detrás del mostrador y ocasionalmente charlaba con alguna persona que se acercaba a él, sus mejillas estaban teñidas de un sutil rojo, que aumentaba cada vez que su mirada chocaba con los ojos verdes de Frank.
El escritor tenía la imperiosa necesidad de acercarse y embriagarse del suave aroma de Gerard, era dulce pero tan refrescante al mismo tiempo, deseaba que se filtrara en su piel y se hiciera parte de sí mismo, en más de una ocasión quiso levantarse y dirigirse hacia el omega, pero Carlotta lo tomaba con suavidad de su brazo y lo mantenía en su puesto.
Pero Gerard era esquivo, despues de la incomoda presentacion fue Lindsay quien realizo una muestra rapida de la pequeña biblioteca, explico como habian sido las ventas del libro y charlo un poco con la pareja de Alfas, el omega se habia encerrado en una oficina y solo salio de alli hasta que comenzaron a llegar las personas y ahí fue imposible poder acercarse a Gerard.
Después de la firma de autógrafos, Gerard y Lindsay repartieron tazas de chocolate caliente a los asistentes, Frank se acercó a la pareja de omegas y tomó una taza de la bandeja de Gerard.
一Tu librería es hermosa, se siente muy acogedora, tiene un aire antiguo o clásico, fácilmente podría ser la biblioteca de mi abuelo.
一Oh muchas gracias, que bueno que lo hayas notado, siempre me gusta que piensen que es una biblioteca de una casa antigua o algo así.
El sonrojo de Gerard aumentó y su aroma se hizo más fuerte. Sin pensarlo, el alfa dio un paso más cerca del omega tomando un respiración profunda sintiendo la mezcla dulce y refrescante que poco a poco empezaba a combinarse con su característico olor a nuez y canela.
一Creo que te llama Carlotta 一susurró muy suave Gerard rompiendo la burbuja que se había creado entre ellos.
Frank suspiró y tomó el último sorbo de su chocolate
一Solo quería platicar un poco contigo y no pude resistirme al chocolate, está delicioso ¿lo preparaste tú?
一Lindsay y yo, me alegra saber que te guste 一dijo el omega con una sonrisa en los labios ¿acaso estaba coqueteando?
一Me gustaría tomar un poco más tarde, si es posible 一comentó Frank depositando nuevamente su taza en la bandeja.
一Si, no hay problema.
El alfa sonrió ampliamente y le guiñó un ojo al omega antes de caminar hacia Carlotta, ambos alfas comentaron algo y compartieron un abrazo, Gerard se sintio patético, que hacía coqueteando con un alfa como Frank cuando claramente podía tener a quien quisiera, Carlotta era sexy una mujer hermosa con excelente gusto para vestir, al mirarse en el reflejo de la vitrina principal el omega vio nuevamente su ropa pasada de moda, su desprolijo cabello castaño lleno de canas, sus ojos claros rodeados de espesas pestañas pero ensombrecidos por una ojeras y líneas que demostraban el paso del tiempo.
Suspiró y volvió a su realidad donde no le interesaban los alfas atractivos que escribían amores imposibles.
一Frank no deja de mirarte Gee. 一Lindsay se acercó a su amigo y lo empujó levemente con su hombro.
一Deja de ver cosas donde no las hay Linds, sabes que odio la atención de los alfas, mejor vamos a guiar las personas a los asientos
Para finalizar la presentación, el alfa leeria un fragmento de su libro, poco a poco los asistentes se sentaron alrededor de una pequeña tarima , donde Frank con lentes de marco grueso buscaba la parte que deseaba leer, Gerard estaba embelesado con la devastadora belleza del alfa. Los múltiples tatruajes que cubrían gran parte de su piel, la camiseta negra que se ceñía perfectamente a su torso, los jeans negros ajustados a sus piernas y su corte de cabello y barba le daban un aspecto duro que contrastaba con sus calidos ojos verdes.
V
Al finalizar la lectura se escucharon aplausos en la librería rompiendo el hechizo que la profunda voz del alfa había creado sobre el omega, simplemente dejaron de existir las personas que estaban a su alrededor, solo estaban Frank y él, con su voz varonil Gerard sintió en su propia piel todas las emociones y la pasión de Anthony y Arthur.
Poco a poco las personas abandonaron el lugar acercándose a Gerard para despedirse, y felicitándolo por la primera presentación de un autor en la librería, todo había sido un éxito, la logística, la distribución del espacio y los snacks, todo fue perfecto, gracias al empeño y la dedicación de los ultimos dias, tambien a la ayuda de Raymond, Pete y Mikey que aunque no pudieron asistir estaban muy al tanto del evento.
Pronto la librería se había vaciado, todas las copias se vendieron y aunque quedó un poco desordenada y sucia Gerard estaba feliz, Carlotta se despidió con besos y abrazos felicitando al omega.
一¡Cariño! por favor cuando Frank decida irse le puedes pedir un Uber por favor, aquí te dejo la dirección de nuestro hotel, al parecer está muy entretenido con Lindsay 一Carlotta tendió su mano de uñas perfectas con una elegante tarjeta.
一Carlotta por favor no soy un bebé, recuerda que nací aqui en Jersey, no necesito niñeros. 一El alfa interrumpió la conversación tomando la tarjeta entre sus manos.
一Si cariño, pero hace mucho que no vives aquí.
一Tu no te preocupes por mí, vamos te acompaño afuera ya llego el auto por ti.
Ambos alfas salieron de la liberia tomados de las manos conversando en italiano.
一Gee yo tengo que irme, Hannah me está esperando en casa, ¿contrataste el servicio de limpieza para mañana? 一preguntó la omega mientras tomaba un abrigo del perchero junto al mostrador.
一Si Linds, esto es demasiado para nosotros, no creo que mañana abra, de todas maneras te enviare un mensaje 一respondió Gerard con una sonrisa.
一Bueno estaré atenta a mi celular. 一Lindsay se acercó y abrazó suavemente a su amigo一. ¿Quieres que me quede, Frank aún no se va, seguro que te sientes bien con él? 一preguntó a su oído.
一Tranquila, estaré bien él solo quiere charlar un poco y más chocolate caliente ya me lo había dicho antes 一respondió el omega tranquilizando a su amiga, aunque su corazón y su estómago revoloteaban de ansiedad.
Lindsay besó su mejilla, tomó sus cosas y salió de la librería, afuera se despidió del alfa con un cordial apretón de manos y se perdió en la lejanía. Frank entró nuevamente con las manos en sus bolsillo
一Que frío hace afuera 一el alfa se acercó frotando sus manos para calentarlas.
El omega le sonrió sin saber qué decir, ni en sus sueños más locos pensó que el Alfa se quedaría, no entendía qué podía querer, en realidad pensaba que lo de la taza de chocolate fue solo un comentario al aire y que al final Frank se iría sin más, y el flechazo que sintió pasaría sin mayor repercusión en su vida.
一Muero por esa segunda taza de chocolate. 一Frank sonrió ampliamente y se paró frente al mostrador.
一Si lo lamento, iré un momento a mi apartamento, aquí se nos acabó, tengo algunos panecillos para acompañar ¿quieres? 一Gerard se levantó y salió detrás del mostrador, con sus manos nerviosas peinó su cabello detrás de las orejas, un hábito que tenía cuando estaba ansioso o estresado.
一¿Vives cerca? 一preguntó Alfa con curiosidad.
一¡Si! El apartamento de arriba es mío, me da la oportunidad de estar pendiente de mis gatos y es mucho más cómodo, ahora nunca llego tarde al trabajo.
一Oh entiendo, si esos panecillos estarían bien.
Gerard salió sin decir nada más al hermoso alfa sentado en su librería, ni por un momento se pasó por su cabeza que Frank pudiera ser un psicópata asesino de omegas ¿desde cuándo era tan confiado con los alfas? ¿Y acaso Frank no era la pareja de Carlotta? No entendía nada.
Subió las escaleras ubicadas en la parte lateral de la librería, al abrir la puerta se escucharon maullidos y dos pares de ojitos amarillos lo veían en la oscuridad.
一Lotion! Mitch!
Ambos gatos se acercaron rozando su cuerpo peludo con las piernas del omega
一Hola bonitos míos, debo volver a salir pero les dejaré un poco de comida, sé que no es normal que no los acompañe esta noche pero surgieron cosas.
Gerard amaba hablarles sus gatitos, lo hacían sentirse acompañado y menos solo, sus maullidos lo siguieron hasta la cocina donde sirvió la comida de cada uno y más de chocolate en una jarra también sacó algunos panecillos de la despensa.
Al entrar nuevamente a la biblioteca el alfa caminaba alrededor de los también mientras estaba en una llamada con alguien, al ver al omega se despidió rápidamente y ayudó a Gerard a servir el chocolate.
一Definitivamente este es el mejor chocolate que me he tomado en mucho tiempo. 一El alfa tomó un sorbo que dejó un rastro espumoso sobre sus labios.
一Toma, límpiate un poco. 一Gerard le tendió una servilleta al alfa一. El secreto son las especias, un poco de nuez moscada, canela y clavo de olor, son mis favoritas.
一Interesante combinación 一dijo Frank con una sonrisa pícara en sus labios.
El rubor coloreó las mejillas del omega, sabía por qué Frank lo decía, no encontró qué decir al respecto por lo que se llevó la taza a sus labios. El olor a nuez y canela se hizo más intenso, acelerando su pulso y calentando su piel.
VI
Frank sostenía entre sus manos una botella de vino tinto y en su otra mano una bolsa de papel con algunos ingredientes para preparar una pasta napolitana a Gerard, no sabia que tenía ese omega pero se había convertido en la debilidad del alfa.
Después de esa tarde hace cuatro días donde se quedaron hasta muy tarde tomando chocolate caliente y contando su vida, el alfa seguía volviendo a verlo, después de terminar cada una de sus presentación en distintas librerías de Jersey necesitaba verlo, sentirlo cerca y escuchar sus historias. No importaba si tuviera que atravesar desde el otro extremo de la ciudad el lo haría porque necesitaba al omega.
Calortta lo desconocía, en sus relaciones fugaces nunca había dedicado más de una noche a una persona antes de meterla en su cama para luego desecharla a la semana, es más el mismo se sentía extraño, pero su parte más instintiva se sentia muy cercana al omega, y aunque su olor lo embriagaba a tal punto de querer dejar una marca en ese cuello de piel blanca y perfecta se conformaba con las palabras que compartia con Gerard.
Hoy quería que fuera especial, mañana se iría a Nueva York y otras ciudades, quizás era el adiós pero no quería dejar de ver sus ojos, ni escuchar su voz, no sabía que pasaría pero si fuera por él, Gerard seguiría en su vida.
一¡Hola Frankie! 一Gerard le sonrió amplio al abrir la puerta de su apartamento一. Disculpa el desorden.
Frank se acercó al omega tomando su cintura y dejó un beso en la mejilla, respiro profundo reteniendo el olor suave y refrescante característico de Gerard.
一Hola Gee, como lo prometí hoy cocinaré para ti, también traje vino.
Gerard tomó la botella de vino y caminó hacia la cocina, Frank lo siguió de cerca. El omega estaba radiante, tarareaba una canción de Jhony Cash que se reproducía en un tocadiscos de la sala, se veía impresionantemente hermoso vistiendo una camiseta ancha que mostraba gran parte de sus afiladas clavículas salpicadas de pequeños lunares.
Comenzaron a picar todos los ingredientes para la pasta, el tocadiscos seguía sonando con baladas antiguas y el vino acompañaba su conversación, cantaron algunas canciones a dúo.
Frank estaba llenando la olla de agua para hervir la pasta y deseo vivir en este momento para siempre, la intimidad de cocinar juntos, mientras el omega contaba sobre su día, sus mejillas estaban profundamente sonrojadas por las copas de vino, su cabello castaño estaba detrás de sus orejas sostenido por dos pequeños ganchos, mostrando sus hermosas facciones, la camiseta se había caído aún más mostrando incluso la piel de su hombro.
Frank dejó la olla sobre el fogón, secó sus manos y se acercó al omega que guardó silencio al verlo tan cerca.
一Hola 一susurró el alfa cerrando más la distancia entre ellos一. Lo siento, ya no puedo soportarlo más.
Con sus manos acercó al omega de la cintura y capturó sus labios en un beso intenso saboreando el vino tinto, los brazos de Gerard rodearon su cuello y sus manos acariciaron los cabellos cortos detrás de su cabeza, sus labios rosados se movieron al compás acompañando los de alfa en un beso lleno de pasión.
Frank acarició los delgados labios con su lengua pidiendo el acceso, el omega emitió un suspiro y unió su lengua a la del alfa, pequeños sonidos de placer se escapaban entre los besos.
Sus manos comenzaron a explorar más allá de los límites de la camiseta que cubría el cuerpo delgado del omega, recorrió con sus dedos la suave piel del vientre y la espalda, mientras su otra mano se enredó entre las hebras castañas inclinando la cabeza hacia atrás y poder acceder al cuello donde el aroma a hojas de limón dulce era aún más intenso.
—Te deseo —confesó el alfa con voz profunda al oído del omega.
—Puedes tenerme —respondió el omega acariciando con sus manos las mejillas del alfa.
Gerard inclinó su cabeza hacia atrás dándole más acceso a los labios de Frank que recorrían un camino de besos desde el cuello hasta el hombro donde mordió levemente marcando la delicada piel, con ayuda de sus manos tomó al omega de los muslos y en un empujón lo subió sobre la barra.
Las manos tatuadas despojaron al omega de su sudadera y ropa interior revelando una inmaculada piel blanca, su pene erguido que rogaba atención y sus muslos brillantes por el lubricante que salía de su entrada.
一Estás tan mojado para mi, quiero llenarte y que seas solo mío 一dijo Frank con posesividad amasando la firme piel de los muslos del omega.
Por última vez tomó los labios del omega, con fuerza e intensidad, se sentía salvaje y tenía la necesidad de estar dentro de él, de marcarlo como suyo y a su vez pertenecer solo a él.
El omega estaba perdido en el placer infinito que las manos de Frank le brindaban. Cada toque incendiaba su piel, era gasolina que aumentaba su fuego interior, sentía como el lubricante salía a montones de su cuerpo, de sus labios solo salían gemidos de placer, rápidamente ayudó al alfa a quitarse la camiseta y abrir los botones de sus jeans.
Los ojos claros del omega se centraron en cada porción de piel tan tatuada y el cuerpo firme del alfa, con su lengua recorrió un camino hasta el pecho tomando entre sus dientes un pezon oscuro.
一Mierda 一gimió el alfa.
Con un movimiento brusco jaló las caderas del omega, y tomó entre sus labios la erección que desbordaba pequeñas gotas de líquido preseminal e introdujo sus dedos en el cuerpo de Gerard, su lubricante natural hizo el deslizamiento fácil y luego de poco esfuerzo tres dedos entraban y salían, rozando cada vez ese punto que sacaba los sonidos más sucios de los labios delgados.
Sin perder de vista el rostro de Gerard acercó los dedos a su boca y los lamió uno a uno deleitándose con el sabor dulce, el omega se mordió los labios y emitió un leve quejido.
Su piel antes impecable estaba totalmente enrojecida, su cabello castaño despeinado y sus labios hinchados por los besos y mordidas, debajo de él, su lubricante había manchado gran parte de la barra y gotas de líquido preseminal caían en su vientre.
一Delicioso 一dijo el alfa después de lamer el último de los dedos一. ¿Estás listo? 一preguntó acariciando suavemente la piel de los muslos, aunque deseaba al omega no haría más sin su consentimiento.
一Por favor, solo ve un poco lento ha pasado un tiempo y nunca he estado con un alfa 一dijo el omega con timidez一. ¿Tienes preservativos?
Frank le guiñó un ojo al omega y dejó un beso en su muslo antes de ir a buscar entre sus pertenecías, rápidamente de los bolsillos de su pantalón sacó un par de condones y le tendió uno al omega.
Gerard le sonrió y abrió lentamente el paquete, con sus manos recorrió el pene del alfa, ganándose un gemido ronco y con sumo cuidado enrolló el preservativo a lo largo del miembro.
一No tengas miedo, hermoso. No te haré daño, si te duele pararé, solo quiero que disfrutes esto tanto como yo. Sstén tus piernas contra tu pecho por favor.
El alfa guió su miembro hasta la entrada del omega, sus ojos verdes siempre cálidos, ardían de deseo, no perdió de vista el rostro del omega que había fijado su mirada en él. Poco a poco se fue introduciendo, acarició la piel de la cintura de Gerard para tranquilizarlo cuando sus ojos se contrajeron de dolor.
一¿Quieres parar? 一preguntó al omega sin dejar de acariciar suavemente la piel de sus caderas.
一No, por favor, sigue solo duele un poco, estaré bien 一el omega atrajo el rostro de Frank apoyando sus frentes
Finalmente pudo entrar por completo. La sensación era asfixiante pero maravillosa, el interior del omega era cálido y quería estar allí para siempre. El ambiente se había llenado con sus aromas mezclados en armonía perfecta,
Poco a poco fue aumentando la velocidad de sus movimientos, creando una sinfonía de sonidos que escapan de los labios entreabiertos del omega. Con cariño sostuvo el cuerpo que le estaba dando tanto placer y sensaciones, acercó sus labios lo que más pudo mezclando su aliento con el de Gerard que había cerrado sus ojos disfrutando de todas las sensaciones de su cuerpo.
Al verlo así, Frank supo que estaba perdido por el omega, quería seguir explorando cada día su cuerpo, sentir como sus aromas se unían para crear uno nuevo y único, escuchar las historias que sus labios contaban, contar los lunares de su piel, y aprender cada día algo nuevo, todo fue revelador pero en ese momento tuvo la certeza que Gerard era su omega.
Luego de un par de estocadas más Frank sintió como su nudo iba creciendo, se retiró un poco y comenzó a masturbar al omega que gemia su nombre como una letanía, dentro de si se librará una batalla de poseer y marcar el hermoso cuerpo del omega que bellamente se arqueaba liberando su orgasmo con fuerza, pero el alfa sabía que tenía que esperar y revelarle al omega que sus destinos estaban unidos, que el universo los había creado para estar juntos y que de ahora en adelante no estarían más solos, el uno existiría por el otro.
El orgasmo de Frank llegó con fuerza, unió sus labios a los del omega, en un beso tierno lleno de todos esos sentimiento que se libraban en su pecho, y por primera vez en su vida esa liberación se sintió correcta, finalmente su corazón había encontrado su otra mitad.
VII
Gerard sonrió viéndose en el espejo. Recién se había levantado y con cuidado salió de los brazos tatuados del alfa que rodeaba su cintura, aunque no quería se alejó del cuerpo que hasta los primeros rayos del sol lo había colmado de un placer infinito que nunca había sentido.
Frank era romántico pero al mismo tiempo liberaba una pasión desbordante que había desarmado y armado al omega en más de una ocasión esa noche. Aún recuerda cómo en medio de su liberación quería que el alfa dejara en su cuello una marca que los uniera para siempre.
La sonrisa pronto desapareció de su rostro. El alfa se iría hoy y quizás esta sería la última vez lo vería. Una angustia incontrolable se apoderó de su corazón dejándolo pasmado en medio del baño, Frank se iría con su sonrisa cálida, no más historias de Roma ni comentarios sarcásticos, el delicioso aroma de nuez y canela poco a poco dejaría su cuerpo y su apartamento. Sería un bello recuerdo de un romance efímero, pero que había llenado cada rincón del corazón solitario del omega.
Reisitiendo las lágrimas tomó la camiseta de Frank, y su ropa interior, para cubrir su cuerpo desnudo lleno de las huellas de la que había sido la mejor noche de toda su vida, pero por más que quisiera no podría cubrir la marca más importante y era la que el alfa había dejado en su corazón.
En silencio salió del baño y dando un último vistazo al alfa que dormía en su cama fue a la cocina a preparar un café. Sus gatos maullaron recibiéndolo en la sala, exigiendo su atención.
一Buenos días mis chiquitos 一el omega acarició el suave pelaje, recibiendo a cambio un ronroneo一. Vamos a desayunar, seguramente deben tener hambre, siento haber tardado mucho en levantarme.
Al llegar a la cocina, la mente y el cuerpo del omega recrearon cada roce, suspiro y palabra del alfa, recordó cómo después de hacer el amor, comieron cómodamente en los muebles. Semidesnudo disfrutó de la pasta más deliciosa que había comido.
Mientras servía la comida en cada platito su mente le recordaba cada momento vivido con Frank. Las historias que le contó, anécdotas de su infancia, lo duro de haberse ido a vivir a Italia después de la muerte de sus padres, la escritura de su primer libro. Sonrió al recordar la expresión del alfa cuando le dijo que él pensaba que era pareja de Carlotta.
"¡Cómo se te ocurre! Puedo ser todo menos un suicida"
Recordaba la ternura del alfa al tratar a Lotion y Mitch con tanto cuidado. La calma que sintió cuando le contó sobre su dolor al perder a James quedando viudo tan joven, y también la alegría cuando le confesó que había amado el libro pero que tenía vergüenza de admitirlo.
"No tienes por qué sentir vergüenza Gee, mírame yo también soy un alfa adulto y quiero creer que ese romance tan lleno de pasión y conexión puede ser real, como darías todo de ti por buscar la felicidad junto a la otra mitad de tu alma y tu corazón"
Quisiera que su vida justo en ese momento fuera diferente. ¿Sería capaz de revelarle al alfa que en tan solo cinco días se había enamorado locamente? Pero, ¿qué harían cuando viven realidades tan diferentes en países completamente alejados?
一Buenos días, hermoso 一los brazos tatuados del alfa rodearon su cintura y sus labios dejaron un beso en su cuello一. ¿Por qué tan melancólico?
一No es nada 一respondió el omega mientras se volteaba, rodeó el cuello de Frank con sus brazos y besó sus labios一. Buenos días.
El omega sonrió y se obligó a olvidar que este sería la última vez que vería a Frank, aprovecharía cada minuto de esa mañana y luego se encargaría de recordar con cariño esos cinco días de su vida.
Después de una larga sesión de besos, el omega preparó un desayuno tardío para los dos mientras Frank tomaba una ducha rápida. Carlotta lo había llamado molesta porque no había avisado donde estaba y le recordó que el vuelo a Los Ángeles saldría a las tres de la tarde.
Frank le había agradecido con hermosas palabras los momentos que habían compartido y le aseguró que antes de irse a Roma volvería por qué debía decirle algo muy importante, pero por más que Gerard pidió que le dijera, el alfa le dijo que no era el momento.
Mientras servía el desayuno el celular de Frank sonó insistentemente, varias llamadas entraron así que el omega lo tomó entre sus manos para llevarlo hasta el baño, en ese momento la pantalla se iluminó mostrando un mensaje:
"Hola Frankie, te estuve llamando, no dejo de pensar en ti, ya quiero que estés aquí conmigo. Extraño tus besos, el toque de tus manos..."
Las lágrimas corrieron inmediatamente de los bellos ojos del omega, ¿cómo pudo llegar a pensar que el destino lo había encontrado con Frank por qué era su alfa?
VIII
Frank estaba devastado.
Después de dejar a su omega aquella tarde hace diez días, un dolor se había instalado en su pecho, cada día crecía devorando todo a su paso, y todo era peor porque Gerard no contestaba sus llamadas.
La despedida había sido agridulce, los labios del omega lo besaron tiernamente pero sus ojos estaban apagados, quizás se sentía intensamente triste como él, pero Frank guardaba en su corazón la emoción de haber descubierto la otra mitad de su corazón, decidido no decirle al omega por qué sentía que era muy pronto y temía del futuro de su relación, quería pensar bien la mejor forma de decirle que él era su alfa, la otra parte de su alma.
También quería pensar un plan para su futuro por qué los separaban miles de kilómetros de distancia, pero no dejaría ir a Gerard, en esos pocos días vivió la felicidad y el amor real, no renunciaría a eso; temía también que el omega no sintiera esa conexión de sus almas y que el ahora fuera víctima de un corazón roto, así como en otros momentos él había sido el villano que causó tanto dolor, pero Gerard no era así.
Después de dejar al omega corto todo lazo que lo unía a su vida pasada de amores fugaces, durante los días que compartieron se olvidó completamente de Katie, una omega con la que estaba saliendo y todo se había alargado más de lo esperado.
No hubo dramas, la omega entendía la naturaleza de su relación y Frank tampoco quería explicarle cada detalle de su vida.
一Frank me estás escuchando 一dijo Carlotta al distraído alfa que miraba por la ventana viendo los autos pasar一. Me vas a decir de una buena vez qué está pasando, desde que salimos de Jersey estás distraído y un aura de tristeza que me está contagiando.
Frank suspiró y miró a la hermosa alfa que se había vuelto una amiga muy cercana, después de la muerte de sus padres y su ida a Roma con sus abuelos, Carlotta se había convertido en una constante en su vida, lo había ayudado en momentos críticos y había celebrado muchas victorias juntos ¿acaso lo entendería?
一Yo encontré a mi omega destinado 一miró a su amiga esperando una señal de burla.
一Espera, ¿qué? 一Carlotta lo miró sorprendida y en su rostro se notaba como miles de pensamientos corrían por su mente一. ¿Es Gerard, verdad?
Frank asintió y sonrió levemente al pensar en el omega y los sentimientos tan genuinos que sentía en su corazón.
一Cariño, entonces , ¿por qué estás tan triste, pensé que estarías feliz o él no lo sabe, no hablaron al respecto?
一No le dije nada, Carlotta. Compartí con él los mejores cinco días de mi vida y no fui capaz, también pensé que él notaría primero nuestra conexión, casi siempre los omegas lo hacen primero, pero tuve miedo, nunca había sentido tanto por una sola persona, estaba abrumado.
一Oh mi Frankie, pero debes hablar con él...
一Ese es el problema. Después de dejar Jersey él no contesta mis llamadas, ni correos, incluso llamé a la librería y Lindsay me dijo que estaba de viaje y no sabía cuando volvía, por más que insistí no pude tener más información 一su voz se quebró y sus ojos verdes se llenaron de lágrimas一. Sé que tiene un hermano pero tampoco tengo su número. Dios, Carlotta, no sé qué hacer, y el pecho me duele tanto como si un frío absoluto lo congelara.
La alfa lo abrazó con cariño como cuando eran adolescentes, acarició sus cabellos castaños y besó su sien.
一No puedo imaginar siquiera la intensidad de lo que estás sintiendo, debes hablar con él antes de irnos a Roma, simplemente cada uno no puede seguir con su vida si su conexión ya se hizo presente. Arreglaré tu agenda para que puedas volver a Jersey al menos un día y puedas hablar con él.
Al llegar al hotel, Frank marcó nuevamente el número del omega pero a diferencia de días anteriores estaba apagado, con furia arrojó el equipo a la cama, ¿acaso esto era una cruel broma del destino por haber herido a tantas personas en el pasado?
Tomó nuevamente el teléfono y escribió un breve mensaje.
"Carlotta, por favor, cancela mi agenda para mañana, y reprograma la entrevista. Iré a Jersey esta noche a buscar a Gerard, lamento causarte inconvenientes pero debo ir por él "
Después de una noche viajando, finalmente Frank llegó a Jersey, tomó un taxi a la salida del aeropuerto y estuvo todo el viaje pensando que le diría a Gerard y que podía ofrecerle al omega que había volcado su vida, quería confesarle que haría todo lo posible por crear una vida para los dos.
Al bajarse del taxi la omega pelinegra estaba barriendo la acera, al verlo su ceño fruncido y su gesto le hizo sentir que no era bienvenido.
一Gerard está de viaje, creí que ya te había dicho por teléfono 一dijo Lindsay con voz fuerte.
一Necesito verlo, Lindsay, debes decirme dónde puedo encontrarlo.
一Sr. Iero, Gerard se fue de viaje, no dijo a donde iYa le expliqué! 一Lindsay gritó.
Frank decidió ignorarla y caminó hacia un lado de la librería donde estaban las escaleras para subir al apartamento del omega.
一¡Señor Iero! No sea impertinente, ¡Gerard no está aquí!
Frank siguió caminando, pero antes de poder subir los escalones un fuerte agarre en su hombro detuvo su paso, al girarse se encontró con un par de ojos de color diferente que lo veían con desprecio. Un hombre de aspecto delgado y cabello castaño con facciones afiladas detuvo su camino.
Se sacudió del agarre de su hombro y reparo en el hombre, era tan solo un beta, pero la fuerza de su mirada le decía que haría hasta lo imposible para que él no pudiera llegar a Gerard.
一Gerard no está aquí, no lo busques más 一dijo el hombre con rabia.
一Necesito hablar con él 一respondió Frank acercándose al hombre.
一¿Eres imbécil acaso? No está, no lo busques, a él no le interesa nada que tengas que decirle. 一El beta se acercó aún más, era más alto que el alfa aunque de una apariencia más delgada.
Frank lo empujó con fuerza, una rabia se apoderó de él al notar cómo este hombre le impedía llegar a su omega. Estaba cansado y solo quería verlo y entender por qué había desaparecido, estaba listo para pelear, nunca usaba la violencia y seguramente este beta no representa un reto para él .
一Basta, por favor...
El oír nuevamente esa voz, sentir el aroma muy tenue de las hojas dulces de limón fue suficiente para que el alfa volteara, allí estaba su omega, pero se veía tan decaído, su piel pálida había perdido todo sonrojo, sus ojos apagados rodeados de oscuras bolsas y una expresión de dolor ensombreció su rostro. El frío en el pecho de Frank lo dejó mareado, sentía que el aire le faltaba al ver a la otra mitad de su corazón tan frágil.
一Está bien Mikey, déjanos hablar, estaré bien 一dijo en un susurro evitando los ojos de Frank.
一Pero Gee, no lo merece, este imbécil lo sacaré de aquí.
一Escucharé lo que tiene por decir y él se irá, ¿verdad Frank? 一preguntó al alfa y lo miró fijamente, sus ojos apagados perforaron el corazón del escritor.
一Solo será un momento 一susurró en respuesta.
Gerard subió las escaleras y en ningún momento volteó para verificar si el alfa lo seguía, al entrar al apartamento Mitch y Lotion se acercaron al escritor con maullidos y acariciaron sus piernas.
一Y bien, Frank, ¿qué necesitas decirme? 一preguntó el omega con fingida indiferencia.
一¿Cómo estás Gee? ¿Estás enfermo? ¿Hay algo que pueda hacer por ti?
Caminó hacia el omega pero este se alejó, huyendo del contacto de Frank. El frío había arrasado con cualquier rastro de calor dentro del pecho del alfa, el omega giró su rostro y suspiró como si todo su cuerpo doliera.
一No es nada 一dijo con voz entrecortada reteniendo las lágrimas que querían desbordarse de sus ojos—. Si eso es todo lo que querías saber, puedes irte, Frank.
一¿Qué pasa, Gerard? Pensé que estabas igual de feliz que yo por conocernos, los días que compartí junto a ti fueron los mejores. Desde que me fui de Jersey no he hecho más que pensarte y llamarte pero es como si tú no quisieras saber nada más de mí, ¿acaso...
一¡Basta, Frank! ¿Qué no ves que me lastimas? 一gritó el omega dejando correr las lágrimas por sus mejillas一. ¡Si solo querías sexo lo hubieras pedido desde el comienzo, te aprovechaste de mi confianza y mi soledad, por qué tenías que aparecer, por qué tenías que enamorarme!
Las palabras del omega llenaron a Frank de profunda tristeza, cada lágrima derramada era un cristal de hielo que lo dejaba helado y derrotado
一Gee, cariño, por favor no es así. 一Frank se acercó nuevamente y tomó la mano del omega, su toque poco a poco comenzó a calmar el frío.
El omega cedió y con un gesto de alivio llevó su otra mano al pecho a la altura de su corazón
一Me lastimaste Frank, la última vez que nos vimos me diste la mejor noche de mi vida. Nunca me había sentido tan completo, fui intensamente feliz, espantaste la soledad y trajiste luz pero para ti solo fue un juego. Esa mañana vi como te escribieron, yo solo era un nombre más en tus conquistas y me rompiste el corazón
Todo encajó perfectamente en ese momento, y se odió así mismo por ser el causante del sufrimiento de su omega e incluso el de él mismo, sabía que la vida le cobraría caro haber jugado con tantos corazones, pero que sacrificara el de Gerard en el camino era muy cruel por parte del destino.
一También fue la mejor noche de mi vida, y quisiera volver atrás para hacer las cosas diferentes, lastimosamente no puedo hacerlo y tampoco puedo mentir e inventar historias. Desde que llegué a tu librería, Gerard, tú cambiaste mi mundo y lo que conocía. Tu olor, tu presencia, tu voz y tu existencia fueron hechos para mi. 一Las lágrimas también comenzaron a salir de los ojos verdes del alfa一.Tardé en comprenderlo pero desde esa noche lo confirme y todo lo que pasó antes no vale nada, todo perdió el sentido por qué ahora los hilos de mi vida y la tuya se han unido para formar un tejido, eres mi omega Gerard y tuve miedo de decirlo pero ahora solo quiero que todo el mundo lo sepa.
El llanto del omega se hizo aún más fuerte, el alfa lo rodeó con sus brazos y poco a poco el hielo desapareció trayendo calma y la calidez de un día soleado de verano, su olor seguía siendo muy tenue casi que imperceptible para Frank, pero el alfa sabía que debajo de todas las lágrimas y sufrimiento ahí estaba.
一Eso es imposible 一susurró el omega一. No puede ser posible, son solo historias...
一Shhh, yo sé que también lo sientes, ese frío que no dejaba tu pecho se ha derretido, ¡oh Dios mío, Gerard no sabes cuánto te necesitaba! 一besó los cabellos castaños一. Solo quiero tu perdón mi amor, me duele intensamente ser el causante de tu llanto y te prometo ahora mismo que ahora solo quiero ser quien te traiga felicidad.
一Yo también lo sentí, pero no podía creer que podría existir un alfa destinado para mí, quise fingir todo este tiempo que no estaba muriendo de pena, el día que te fuiste hice todo lo posible para no explotar en llanto, todas las noches y cada día la soledad era inmensa, todos preguntaron pero nunca dije nada, aunque asumieron que era algo ocasionado por ti, le pedía al universo que me permitiera olvidarte.
一Ya no estarás más solo mi amor, permíteme quedarme contigo y seré para ti todo lo que necesites.
一Es imposible Frank, ¿acaso olvidaremos nuestra vida? Es ridículo, ya somos tan adultos y tenemos nuestra vida establecida.
一No lo será 一dijo el alfa con seguridad.
IX
Hola mi amor, hoy es tu cumpleaños y quise escribirte esta carta por qué en estos dos años juntos nunca lo he hecho y creo que ha sido un error porqué sabes que la mejor forma en la que sé expresar mis sentimientos es a través de las letras.
Hoy es una magnífica oportunidad para agradecer y celebrar tu vida, agradezco al destino que me trajo hasta ti, una serie de acciones que desencadenaron en la mejor parte de mi vida. No sabes lo increíblemente feliz que me hace haber decidió publicar Orbis Épsilon, revelar mi identidad y haber tomado ese avión de Roma a Estados Unidos que me trajo hasta ti mi omega.
Ahora mismo te veo en el jardín cuidando alguna de las flores que te empeñaste en plantar por qué querías embellecerlo para que cuando llegue nuestra pequeña Emma pueda ver todas las flores y según tus palabras, viva una primavera eterna. Te ves tan hermoso mi amor, tu vientre muy grande ya pero que acaricias con tanto cariño, como si el tesoro más valioso estuviera dentro de ti.
Te admiro tanto, has sido valiente y aunque todo el mundo nos desaconsejó sobre tu embarazo, tu mi amor decidiste seguir adelante, buscando tu felicidad trajiste la mía. Ni en mis sueños más locos podría imaginar tener una familia junto a la otra parte de mi alma.
Nunca dudes mi amor que dejar mi vida en Roma y venir aquí junto a ti es la mejor decisión que he tomado. Conocerte a ti me permitió cerrar un capítulo extenso y demasiado doloroso de mi vida, donde creía encontrar el amor en momentos fugaces, pero encontrarte a ti me dio el amor eterno y la felicidad, completaste mi vida, y que realmente tú eres la otra parte de mi corazón.
Soy feliz al verte feliz, al ver cómo se cumplen todos nuestros sueños, verte cada mañana cuando despierto. Soy feliz al compartir momentos tan sencillos como cocinar, al tocarte y hacer el amor, soy feliz cuando veo en tu cuello la marca que selló nuestra unión y cuando veo en el mío que yo también soy tuyo.
Gracias por amarme tanto y por aceptarme y perdonarme cuando herí tu corazón, desde ese día me prometí que más nunca pasaría.
Cada día agradezco tu existencia mi amor, el saber que estabas en este mundo tan solo como yo, y que un ser superior nos creó para que tarde o temprano el destino nos encontrará y completará nuestro corazón.
Que el universo nos dé más vida para vivirla juntos, Emma, tu y yo.
Feliz cumpleaños,
Te amo.
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