5- Lo siento


- ¡¡Jacob!!- Se escucho la vos de Evie regañar, el menor soló la miro confundido. Elise no decía nada, solamente se levantó de su puesto y se fue donde su hermanastro. - ¡¿Que no puedes tener respeto maldita sea?! ¡¿No vez lo que acabas de hacer?!- Estaba furiosa, nunca se había tan decepcionada de su propio hermano menor. Este último soló se volvió a sentar de brazos crusados y miró a otro lado. - ¡¡Se supone que vinimos aqui para visitar a mi mejor amiga!! ¡¡Y tu lo único que haces es poner problemas y más problemas!!- Le gritaba. 

Jacob cansado de escuchar se levanto con brusquedad y se paró en frente de ella.

- Escúchame muy bien Evie, ese fue tu plan, no el mío.. te dije fuerte y claro que no quería venir ¿Y que hiciste tu? Llevarme a rastras en contra de mi propia voluntad, porque siempre fue así, no importa lo que digo yo, todo lo que dices se debe cumplir. ¿Sabes que siempre intenté tener tu atención? Si, siempre me ayudas cuando me siento mal... ¿Pero lo demás?- Confesó todo, dejando a la mayor de los Fryes sin palabras que decir. - Me voy- 

El joven inglés se retiro de la cocina, agarro su chaqueta y salió de la casa. Estaba muy tensó.

Mientras que con Arno, ese estaba encerrado en su habitación, botando lagrimas. Se odiaba a si mismo. Odiaba todo su alrededor. Odiaba las coincidencias, pero sobre todo, odiaba a Jacob Frye. Fue él quien lo arruinó todo.

Se escucho unos toques suaves en el otro lado de su puerta. Lo ignoró, pero de nuevo se escuchó los toques seguidos por una suave vos, la de su hermanastra.

- Por favor, Elise, vete, te lo pido- Estaba avergonzado, tenía asco de si mismo. Pero Elise insistió, un par de veces más. Entonces el francés fue y le abrió. No pudo decir nada, sintió unos brazos rodearlo.

- Tranquilo, soló ignorarlo- Arno correspondió a su abrazo y siguió derramando lagrimas. En eso vino Evie, y al mirar a Arno en ese estado se sintió culpable.

- Hey Arno, i'm really sorry, perdona a mi estúpido hermano, él no piensa antes de hablar, te lo juro. - Excusó la inglesa, pero Dorian negaba con la cabeza, se separó de su hermana y avanzó hacía Evie.

- Tu hermano, es un maldito tarado, no quiero saber si está arrepentido o no, ya no me importa, pero nunca, nunca, tendrá mi perdón- Avisó con un tono de odio puro. Evie debía entenderlo, su hermano lo había arruinado todo.

- Tranquilo Arno, me encargare de que jamás vuelva a verte- Le prometió.

Mientras tanto, Jacob buscaba un bar ni tan cercano a la casa de los hermanastros ni tan lejos obviamente. Al encontrarlo, entró, y pidio cinco copas del alcohol más fuerte que tenían, de inmediato le sirvieron, y apenas con dos tragos ya empezaba a caer bajó los efectos del alcohol.

Y si ya estaba mal con dos copas, con cinco estaba peor. Pagó los tragos y volvió a casa de los franceses.

Soló que en el camino no se esperaba la sorpresa que le venía.

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