Alerta de contenido para mayores, aunque nadie hace caso.

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- Ah.. Ah... Jacob... ¡más por favor si! ¡Si! ¡Dámelo todo! ... AH... ¡Shit! ¡Oh fuck! ¡AAH! ¡Aaah!.... ¡Jacooob! - Ya se pudieron imaginar lo que estaba pasando. ¿Recuerdan que Jacob le prometió a Shay una parte de acción al ganar la competencia? ¿Pues que tenemos aquí? - ¡Jacob! ¡Más rápido te lo suplicó! ... ¡JACOB!- Y ese fue el último grito antes de llegar al tan deseado orgasmo que fue esperado. Jacob dejó que toda su semilla entrara en aquel lugar estrecho del irlandés. Mientras que ese último sólo intentaba agarrar aire. - Lo haces... tan bien...-

- ¿Mejor que tu novio? - Preguntó coqueto mientras acostaba a Shay en la cama. Ese sólo se reía.

- ¿Sabes usar juguetes? Si si, entonces deberíamos probarlo y comprobar si eres mejor o no- Le comentó sonriente. Jacob suspiró, si podía vencer a cualquiera en lucha, obviamente podrá vencer a ese hombre rico en la cama. 

- Créeme, sere el mejor- Finalizo y se acostó al lado de Shay, quien este, no tardo en arrucharse junto al inglés. Disfrutaba esos momentos, hasta ya pensaba seriamente si dejar a su novio y volver con Jacob, amaba el cariño que le daba el joven inglés.

- Eso me gustaría ver- Susurro para luego caer en un sueño profundo junto a Jacob.

Mientras que en la casa de Arno, ese último sabía muy bien lo que sentía, ya lo sintió contra Germain, peor aún cuando vio como Elise tímidamente se confesaba a ese hombre. Celos. Nada más, poco a poco iba entendiendo lo que sentía, pero no podía precipitarse.

Tenía que hacer una última prueba. Se fue a su cuarto, ignorando lo que le decía Evie. Se encerró en su habitación y se acostó en su cama.

- Te odio Jacob Frye, arruinaste todo, todo, lo que tenía planeado... iba a salir con una hermosa mujer, casarme con ella, tener hijos... una vida perfecta... hasta que llegaste tu- Suspiro cansado, y cerró sus ojos para caer en manos de Morfeo.

Al despertar, sintió un poco de dolor en la cabeza y en la espalda, tuvo que haber dormido en una posición no muy cómoda. Se arregló de una manera simple, fue abajó, ignoró a Evie y Elise, desayunó y fue al trabajó.

Trabajaba como asistente personal de Marques de Sade, le pagaban bien, pero a veces se aburría. Al terminar el trabajó después de siete horas sin contar pausas, se fue hacía su gimnasio, estaría ahí por un largo tiempo, o eso pensaba.

Entró en el gimnasio, estaba metido en sus pensamientos que rápidamente llegó al vestuario, se cambio en algo más cómodo y salió, y al levantar la vista.

Vio a ese mismo sujeto llamado Shay coqueteando a Jacob mientras el inglés levantaba pesas. ¡Mierda! ¿¡No hay ningún lugar donde pueda estar en paz!?

Sólo los ignoró y fue a otra sección, aunque sus nervios difícilmente se podían esconder.