twitter !!!

❛ she's the tear that hangs inside my soul forever ❜

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uusler: aparentemente están de vacaciones juntos los tres con otros amigos

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usier: imaginate ser invicta por DOS TEMPORADAS, sin caerte ni UNA sola vez y que de la nada venga tu mejor amiga y te gane a dos meses de las olimpiadas💀
↪️uspwer: y no solo eso sino que quede a tres puntos del record mundial que
es tuyo💀

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uwisr: me asombra como pudieron mantener su relación tan cercana con la cantidad de cosas que han pasado

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usiqer: siempre he dicho que estas dos van a terminar mal en algún momento

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usqor: charles en que te metiste💀

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usriie: es claro que en esta historia algo va a salir mal

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uspir: como se le ocurre a charles meterse con la enemiga de su hermana
↪️usower: la rivalidad ya se terminó!!! son amigas
↪️usler: el que diga que la rivalidad
terminó no sabe nada de patinaje
↪️ustrew: literal que la
rivalidad entre las dos
no se va a terminar
jamás

❤️ liked by charles_leclerc, carlossainz55 y 12, 898, 675 more.

👤charlotte_leclerc

happy international charlotte's day

ussir: yo opino que manden a la mierda a cressida sadler y a la prensa y se vayan a vivir a una castia en italia

iuser: RAISE A GLASS TO THEM PLS

itsuserr: we'll remember the story of that night

iiuuseer: lo que desencadenó esos europeos es algo para lo que el resto del mundo no está preparado

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uuseer: los fans de la formula 1 que ahora siguen a bree a todos lados no están listos*

uuuseeer: uuseer que dices si literal que los fans de la formula 1 la tienen peor💀

juser: cressida sadler they could never make me like you

charles_leclerc: my champions❤️

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brigittegrimaldi: ❤️

usserr: MAN ???????

usrewq: we have lost him

usgfds: CHARLES EN QUE TE METISTE😭

carlossainz55: que linda la de la primera foto

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userlalalala: CARLOS WTF

charles_leclerc: ????

landonorris: BRO HABÍA QUE AVISAR A LOS FAMILIARES PRIMERO BRO

lanat4: ya sabía yo que los mensajes de "necesito consejos" eran malos

uuussmer: no sé quien está peor, si charles o carlos

uusiir: porque nadie habla de que charlotte ni likeó el post??

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aauser: I SEE A DIVORCE COMING

—No mates a nadie. Charles, espera, escúchame...

Si Brigitte Grimaldi recibiera un centavo por cada vez que su publicación en Instagram generaba algún tipo de controversia, recibiría dos centavos. Lo cual no era mucho, pero era extraño que ocurriera dos veces.

La escena que se desarrollaba en los pasillos del hotel era de las que hacían reír cuanto menos. En una remera de Ferrari, que claramente no era suya y le quedaba más grande de lo normal, Brigitte había dejado todo, inclusive las llaves de su habitación de hotel... dentro de la habitación, para perseguir a Charles y evitar que cometiera un asesinato.

—Quizás solo lo hizo para molestarte... Una pequeña broma...

—Vie, quédate fuera de todo esto —le pidió Charles, bajando las escaleras—. No te incumbe.

—Sí que me incumbe —le recriminó Brigitte—. Es mi mejor amiga. Así que, por favor, no hagas nada estúpido.

—No es nada estúpido —respondió Charles—. Solo quiero pedirles una explicación.

—Charlotte es una mujer independiente, Charles —le recordó, acercándose a él—. Tiene derecho a salir con quien quiera.

—Eso lo sé.

—¿Lo sabes? —inquirió Brigitte con genuina sorpresa.

—Claro que sí —repuso Charles—. No soy un hermano celoso, solo quiero que me explique que carajos hace saliendo con mi compañero de equipo y porque no me dijo nada.

—Claro, porque eso no es ser celoso —ironizó una voz a sus espaldas.

A Brigitte no le costó mucho darse cuenta que se trataba de Charlotte. La campeona olímpica siempre había tenido un acento más italiano que francés cuando se trataba de hablar en inglés y Brigitte siempre había encontrado bastante gracioso los diferentes acentos entre los hermanos Leclerc.

—Ah, ahí estás —exclamó Charles, con sarcasmo—. ¿Algo que decirle a tu hermano mayor?

—Que le tengo mucha lástima a Brigitte —farfulló Charlotte—. Imaginate tener que soportarte.

La princesa estaba un tanto incómoda, y aún más cuando Charlotte la metió a la conversación.

—No la metas en esto —la defendió Charles—. Ella no tiene nada que ver.

—Tiene mucho que ver —contradijo Charlotte—. Tu te quejas de que yo salgo con tu compañero de equipo pero tu haces lo mismo.

—¡No me quejo de eso! Me quejo de que estás saliendo con él y ninguno me dijo —exclamó Charles.

Brigitte no sabía cómo pero alguien tenía que hacer algo para sacarla de ese lugar en ese instante porque nunca en su vida había estado tan incómoda. El lado positivo era que Charles no había negado que eran pareja. Universo 0, Brigitte 1.

—¡Lo mismo puedo decir de ti! —estalló Charlotte. Y señaló a Brigitte—. ¡Y de ti también!

—¿De mí? —se sorprendió Brigitte—. ¿Yo qué hice?

—No la metas, Charlotte —repitió Charles.

—¡Es mi mejor amiga! Si considero que tengo que meterla en esto, lo voy a hacer —repuso Charlotte.

—Yo creo que me voy...

—Quédate —le dijeron los hermanos Leclerc al unísono, así que la Grimaldi se vió obligada a prácticamente clavarse al suelo.

—¿Desde cuando si quieras sales con Sainz? —preguntó Charles, devolviendo su mirada a su hermana.

—Desde febrero —respondió Charlotte, en un murmullo apurado.

—¿Casi un año? —inquirió Charles, con indignación—. ¿Y cuándo pensabas decirme?

—Ay, por favor, como si tu no estuvieras saliendo con Bree desde hace más de unas pocas semanas —ironizó Charlotte.

—No es lo mismo —repuso Charles.

Externamente, Brigitte se estaba muriendo de la incomodidad. Internamente, estaba saltando de la felicidad.

—Creo que es exactamente lo mismo —le contestó Charlotte.

—Madura, Charlotte.

—¡Mira quien lo dice!

Charles exhaló fuertemente pero justo cuando Charlotte iba a decir algo más, Carlos salió de la habitación.

—Estaban gritando, ¿pasó algo? —preguntó el español, oportuno como siempre.

—¡Preguntale a tu compañero! —exclamó Charlotte.

—Preguntale a tu novia —replicó Charles.

Brigitte y Carlos compartieron una mirada y a la princesa le costó saber cuál era el que estaba más incómodo. Nadie habló por unos segundos hasta que Charles se dió la vuelta y salió caminando del pasillo.

—Uhm... Yo voy a... —Brigitte tartamudeó, claramente mareada. Iba a seguir los pasos de Charles hasta que se detuvo—. Ah, y Lottie, si yo saliera con Charles hubieses sido la primera en enterarte.

Y luego de eso caminó hacia las escaleras, siguiendo el camino que seguramente había hecho Charles unos segundos antes. Era de noche, por lo que el vestíbulo del hotel estaba vacío excepto por algunas personas que estaban llegando a esas horas. Brigitte, que estaba descalza, prácticamente corrió hasta el patio del hotel, sabiendo de antemano que sería ahí donde Charles iba a estar.

Y no se equivocaba. El monegasco estaba acostado en una de las sillas, a un lado de la piscina. Brigitte sonrió para si misma y caminó hasta donde estaba Charles, que se dió cuenta de que la princesa se había sentado a un lado de él porque logró ver su cabello cobrizo.

—Tu cabello es como hilos de cobre. Exactamente el mismo tono —murmuró Charles, cuando Brigitte se recostó en la hamaca a un lado de él—. La rosa de Mónaco...

—Las rosas no son cobrizas —replicó Brigitte, con una pequeña sonrisa—. Charles, tienes que confiar en su criterio. Y además, me cae bien Carlos.

Charles bufó.

—A mi también. Y sí confío en ella —afirmó el piloto—. Pero no entiendo porque no me dijeron. Pensé que nos teníamos confianza para contarnos esas cosas. ¿Tan mal hermano y amigo soy?

—No, no lo eres —le aseguró Brigitte—. Confía en mí, no lo eres.

—Yo nunca haría eso —masculló Charles.

Brigitte sintió que el estómago se le hundía. Que tonta era, una completa estúpida. Claro que Charles nunca haría eso. Nunca saldría con la mejor amiga de su hermana. Si le había molestado lo que le habían hecho a él, claramente no haría lo mismo.

—Sí... es... es entendible... —tartamudeó la patinadora, sintiendo las lágrimas picarle en los ojos. Trató de calmarse, para no llorar en frente de él, y se aclaró la garganta—. Voy... Voy a buscar otra llave a recepción, dejé la nuestra dentro de la habitación cuando salimos.

Charles la miró, un tanto confundido. El cambio repentino de actitud lo había sorprendido. Había pasado, en solo segundos, de tener a su lado a una Brigitte relajada y un tanto sonriente a una tensa y claramente afectada por algo.

—Sí, claro... ¿Te veo arriba?

—Mhm —asintió Brigitte.

Tenía una lesión en el tobillo derecho, así que sabía que claramente no tenía que correr descalza pero en ese momento poco le importó. A paso ligero, no lo suficientemente rápido como para que Charles creyera que le pasaba algo grave, llegó hasta la recepción donde pidió una llave de más y trató de esconderse de los fanáticos que la miraban entre confundidos y emocionados.

Antes de darle la oportunidad a nadie de acercársele, le arrebató la llave a la recepcionista de las manos y corrió escaleras arriba sin importarle que eran tres pisos que debía subir y que tenía la espalda y tobillo lesionados.

Cuando cerró la puerta de su habitación, aunque más bien la azotó, tuvo que morderse el dedo para no gritar. Lo cual tampoco funcionó porque terminó gritando en contra de la almohada que, para su desgracia, estaba impregnada con el perfume de Charles.

No pensaba dormir otra noche al lado de él, ni en sueños. Pero tenía mucho corazón como para dejarlo durmiendo en el sillón, así que fue ella la que terminó acostada ahí.

Su madre había tenido razón por primera vez en la vida: el amor no valía la pena.