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real life & instagram !!!
❛ mon amour, tu sais qu'il n'y a que toi ❜
Charles y Brigitte eran amigos, nada más. No importaba que compartieran cama todas las noches o las miradas que compartían o los pensamientos a veces sugerentes que ella tenía sobre él. Así que tal vez su amistad no era normal, pero no había nada romántico entre ellos. Era algo que Brigitte había inculcado en su cabeza desde hacía algún tiempo.
Intentaba ignorar la forma en que se le aceleraba el corazón cuando lo pillaba mirándola o la forma en que Charles siempre tenía que tener contacto físico con ella. O la forma en que Charles parecía estar abrazado a ella todo el tiempo. O cuando Brigitte se le burlaba de hasta lo más mínimo que le pasaba.
—¿PR media training? —rió Brigitte—. ¿En serio?
—No es PR training, Vie —se quejó Charles—. Solo quieren que sea más... social.
—¡PR training! —exclamó Brigitte—. Ferrari va a meter a su niño dorado a PR training —Charles se tapó la cara con las manos, pero Brigitte lo zamarreó, tratando de calmarse—. Tranquilo. No es tan malo —Charles la miró y Brigitte estalló en risa una vez más.
—Estoy totalmente perdido —murmuró Charles—. ¡Y me llaman en vacaciones!
—¿Cuando empiezas? —le preguntó Brigitte, arreglando algunos mechones del cabello de Charles.
—Antes de que empiece la temporada —informó Charles, recostandose en contra de una de las reposeras.
—Falta tiempo. Puedes estar libre de la tortura por unos meses —se compadeció Brigitte, en tono de burla. Pero luego sonrió, dando unos saltitos aunque estuviera arrodillada.
—¡Vie! No hagas eso, estás lesionada —la regañó Charles.
—¡Tengo una idea, tengo una idea! —exclamó Brigitte—. Como somos amigos, ¡he decidido convertirte en mi nuevo proyecto!
—No, no tienes que hacer es...
—¡Lo sé! Eso es lo que me hace ser tan buena persona —Brigitte sonrió, tomando las manos de Charles en las suyas—. Sé exactamente lo que necesitas.
—¿Y eso es...?
—Digo, tu caso es el más difícil que he visto en años pero voy a tener éxito —le aseguró Brigitte, golpeándole el pecho—. Te enseñaré las tácticas adecuadas para hablar con las chicas. Te mostraré qué zapatos usar, cómo arreglar ese cabello.
—¿Qué hay de malo con mi cabello? —se quejó Charles, volviendo a desacomodar los mechones que Brigitte había peinado.
—Primero que nada, sacate esa bandana —repuso Brigitte, arrancando el pedazo de tela de la cabeza del piloto—. No estamos en los 70.
—Pero...
—Te relacionarás con la gente adecuada, serás bueno en los deportes —siguió Brigitte.
—¡Soy bueno en los deportes! Okay, quizás no tan bueno... —masculló Charles—. Pero aún no entiendo porque tengo que hacer esto. Soy bueno en lo que hago y soy algo inteligente. No necesito más.
—Célebres jefes de Estado o los grandes comunicadores, ¿tenían cerebro o conocimientos? —inquirió Brigitte. Charles iba a abrir la boca pero Brigitte lo golpeó en el pecho—. ¡No me hagas reír!
—Pero no entiendo —la cortó Charles.
—No se trata de aptitud, sino de cómo te ven —explicó Brigitte—. Por eso es muy astuto ser muy popular como yo.
—Sí, sí —repuso Charles, con una sonrisa divertida—. Tengo que lograr ser igual de popular que la princesa de Mónaco. La que hizo que un continente entero cambiara su forma de vestir.
—¡Podrías empezar a imitarme! Bueno, siempre usas esas remeras horribles de Ferrari durante los fines de semana no debería ser difícil —dijo Brigitte, encogiéndose de hombros.
—¡Oye! Tu también usas esas "remeras horribles de Ferrari" —se defendió Charles.
—Solo porque son tuyas —respondió Brigitte, más rápido de lo que debería haberlo hecho—. Digo que es porque son tuyas porque, ya sabes, tu ya las tienes...
—Sí, claro, digo, te entiendo. No es que me parezcan horribles aunque... sí me gustaría tener un hoodie —murmuró Charles.
—¡Oigan, pájaros enamorados! —gritó Alana, desde dentro de la casa—. Vamos a salir. Así que tienen casa sola.
—¿Ya se fueron todos? —preguntó Brigitte.
—¡Aún seguimos aquí! —gritó Max, con ironía.
—¡Gracioso, rubio teñido!
—¡Es natural, Brigitte Leclerc!
—Creo que quiso hablarnos al mismo tiempo y se confundió —aclaró Charles.
—¡Saben a lo que me refiero! —repuso Max, desde adentro de la casa.
—Oportuno como siempre —murmuró Charles.
—¡Adiós, príncipe y princesa de Mónaco! —saludó Alana.
—Y claro que sale con señorita oportuna, Alana Katz —masculló Charles.
Brigitte rió pero dentro de ella volvía a sentir ese fuego que la quemaba y recordó las estúpidas palabras de que Charles nunca saldría con ella. Ahora lo quería ahorcar. Pero estaba muy lindo para hacer eso. Más lindo de lo que los ojos de Brigitte podían soportar.
—Bueno, hay que buscar temas de conversación ya que estamos solos —murmuró Brigitte, haciendo que Charles sonriera—. ¿Has ido a Santa Margherita Ligure?
—No —preguntó Charles—. ¿Es esta localidad de por aquí cerca?
—Nací ahí —respondió Brigitte, asintiendo con la cabeza—. No que yo me acuerde pero nací.
Charles rió y Brigitte pudo sentir como se le contraía el estómago. El monegasco se levantó y le extendió la mano.
—Tenemos un plan entonces —dijo Charles—. A Santa Margherita Ligure.
—¿En serio? —preguntó Brigitte, mirándolo con confusión y sorpresa.
—Muy en serio —asintió Charles.
Todo su cuerpo y mente le gritaba "no lo hagas" pero su corazón fue más fuerte y, en menos de lo que Brigitte pudo llegar a procesar ya estaban en un auto rentado de camino a Santa Margherita Ligure y en cuestión de segundos la monegasca dejó de admirar el sol en contra de la piel de Charles para pasar a admirar el plato de pastas en su mesa y, en mucho menos, estaba caminando con Charles de la mano, admirando las tiendas del lugar.
Eran pequeñas tiendas muy bonitas, cada una especializada en ciertas cosas. Brigitte se tomó su tiempo en cada una, sintiendo el material sedoso de algunos de los vestidos o admirando los detalles de cuero de los bolsos o mirando las deslumbrantes joyas en los escaparates.
Charles la había estado observando todo el tiempo, completamente preparado para ser su bag boy y estaba listo para sacar su billetera cada vez que la viera recoger algo. Pero para su decepción, todo lo que hizo Brigitte fue mirar e irse con las manos vacías de todas las tiendas.
—¿No viste nada que quisieras? —preguntó Charles mientras continuaban por la calle.
La princesa simplemente se encogió de hombros.
—Nada sin lo que no pueda vivir —Charles no insistió más en el asunto, sabiendo perfectamente que volvería en algún momento de esa semana para comprarle esa pulsera a la que ella no había dejado de mirar.
Las calles eran encantadoras y luminosas. Era un lugar en el que no podía evitar sentirse viva. Una sensación de paz la invadió y fue en ese momento que Brigitte no se sintió como si estuviera del brazo del famoso piloto de Fórmula 1 Charles Leclerc. No tenían un millón de cámaras sobre ninguno ni gente acudiendo en masa a pedirles un autógrafo. Estaban solo ella y Charlie, el chico que se atragantó cuando ella bromeó con la idea de cortar los spaghetti con un cuchillo en el almuerzo o con quien se acostó esta mañana, viendo TikToks tontos hasta que ambos estuvieron al borde del llanto por la risa.
Brigitte estaba a punto de regresar al auto cuando escuchó a una mujer gritar en italiano desde la calle. Le habían enseñado cinco idiomas desde que era un bebé de seis meses; francés, occitano, monegasco, italiano e inglés, por lo que podía entender fácilmente el grito de "¡Fior! Bei Fiori!".
Al final de la calle había un señora, quien tenía un carrito con las flores frescas más vibrantes que Brigitte había visto en mucho tiempo. Cuando vio a Charles y Brigitte acercándose, una sonrisa se dibujó en su rostro.
—Creo que tu bella señorita se merece algunas flores, ¿no?
Las comisuras de la boca de Brigitte se curvaron hacia arriba y una sonrisa se dibujó en su rostro. Pudo sentir como sus mejillas se calentaron ante la implicación de que ella era la pareja de Charles, pero es la respuesta del piloto lo que las hace comparables a las rosas.
Charles sintió que se le oprimía el pecho al pensar que la señora suponía que los dos estaban juntos. No es nada nuevo que la gente asuma que él estaba con una chica solo porque lo han visto con una. Aunque por alguna razón, cuando alguien lo dice sobre Brigitte, provocaba una reacción diferente en él. Sonrió mientras la miraba y luego volvió a mirar a la anciana.
—Tiene razón. Mi bella señorita se merece algunas flores.
Las mariposas que estallaron en su estómago ante sus palabras eran vergonzosas y no era la reacción apropiada para tener por una simple amigo, pero su comentario tampoco era muy platónico. Brigitte se sonrojó y sonrió, como una colegiala. Él tenía una mirada de suficiencia en su rostro mientras le entregaba, por supuesto, el ramo más grande. Era realmente un ramo hermoso y olía divino, superaba con creces cualquier cosa que pudiera haber comprado en las tiendas.
Mientras conducían de regreso a la villa, Brigitte no podía borrar la sonrisa de su rostro. Las palabras de Charles se repetían sin vergüenza una y otra vez en su cabeza.
—Entonces, ¿crees que soy bella, eh? —bromeó Brigitte, hablando en italiano.
Ahora era Charles el que se sonrojó. Realmente esperaba que Brigitte pensara que solo era por el calor y el sol.
—Por supuesto que sí. Tendría que estar ciego para no —Charles Leclerc realmente pensaba que Brigitte Grimaldi era una de las mujeres más impresionantes que ha conocido, intelectual y físicamente.
—Sí, claro. ¿Otra mentira en tu repertorio?
—Eres mi amiga. No te mentiría.
Y por primera vez, para ambos, se sintió extraño y casi doloroso escuchar la palabra "amiga" dicha en voz alta. Porque en el fondo ambos sabían que eran mucho más que eso.
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👤charles_leclerc
consíguete un amigo que te lleve al lugar donde naciste
charles_leclerc: CUANDO ME SACASTE LA PRIMERA FOTO
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brigittegrimaldi: cuando estábamos en la tienda?
charles_leclerc: chistosa
fishhater: NO se consigan dos amigos tan tontos como estos dos
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landonorris: esta NO es mi cuenta secundaria repito este NO fui yo
maxverstappen1: CON QUE VISITANDO CIUDADES SIN EL RESTO DEL GRUPO
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charles_leclerc: tu andabas de gobernado
charles_leclerc: TODOS andaban de gobernados de hecho
brigittegrimaldi: lo cual es sospechoso si lo piensas
fishhater: brigittegrimaldi no no es sospechoso
brigittegrimaldi: lando te olvidaste de cambiar de cuenta fishhater
landonorris: NO ES SOSPECHOSO
user11: fue mi abuela la que les vendió las flores!!! dijo que charles llamó a bree "mi bella señorita"
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user13: YA CASENSE😭😭
user14: mis papis
alexandregrimaldi: se van unas semanas y ya ni se acuerdan de sus hermanos
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daphnegrimaldi: los dejan abandonados
clairegrimaldi: como si nunca hubieran existido
brigittegrimaldi: exagerados
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