•17•

Seungmin caminó hacía el edificio donde estaba el grupo de choque como era llamado, a los inhumanos o mejor conocidos como los villanos. Estaba agotado, realmente lo estaba, el bulto en su vientre lo estresaba de una manera inexplicable, no recordaba cuanto tiempo estaba en ese estado y es que la verdad, por un tiempo se negó a creer que estaba en cita, claro, un hombre embarazado, no es que no fuera común después de la evolución repentina de la humanidad base a las explosiones nucleares de la guerras estúpidas del hombre, todo había cambiado y el cuerpo humano se había adaptado a la tierra, en una manera de sobrevivir genéticamente cambiando hasta un punto sin retorno, por lo que, el genero masculino ahora podía procrear pero eso era una aberración que para la suerte de la elite mundial, el 80% se daba a la evolución genética de los inhumanos, era como un poder más. El cielo realmente los odiaba, eso pensaba Seungmin cuando vio la prueba de embarazo en sus manos.

No solo era rechazado amorosamente y es que, a decir verdad, ya que al parecer los inhumanos carecen de un poco de amor propio o ese infinito deseo de ser amados con desesperación. Seungmin fue amado, sus padres lo protegieron hasta que la sede le quito todo, su familia, su amor y el dinero que con tanto esfuerzo habían ganado para darle la mejor vida a su único hijo, el cual amaban, aunque fuera diferente a ellos no les importaba, era un chico a afortunado hasta que todo se lo quitaron dejándolo solo, todos los inhumanos aprecian tener el mismo destino, la soledad misma.

Les quitaron todo para dejarles solo la venganza.

Seungmin tenía 23 años, cuando volvió a ver aquella persona que lo cambio todo. Changbin era inteligente, intelectual y atractivo a la vista de Seungmin. Ambos se habían conocido en la secundaria, hasta que el destino los separo, cuando se encontraron de nuevo, cada uno era diferente, Seo tenía una familia a la cual amaba, mientras Seungmin lo había perdido todo, aun así, dentro de ellos existía algo que los unió, en un trato, el menor obtendría información y Seo, sexo, solo eso, era fácil pero el menor no pudo separar aquello y dejo su corazón en la cama de un amante al cual no podía tener. Eso creia pero no sabía si era amor o la desesperación de llenar esa soledad que parece que sumerge a los Inhumanos.

Cuando supo que estaba en cita, lloro por dos días seguidos hasta que las lágrimas dejaron de salir, bien podía a ver abortado, eso lo pensó, pero no tenía el dinero. Su amante tenía una hija, y él no arruinaría eso, ha aquella familia, por eso no le pidió ayuda. Pero es que realmente jamás pensó que sería de aquellos hombres que podían concebir, también fue duro darse cuenta que no solo era diferente, si no también era un adefesio de hombre, que ni siquiera podía ser llamado así, era un medio hombre.

Después de un tiempo logro obtener el dinero para el aborto, no pudo dar un paso hacía adelante, porque la realidad es que ya amaba al ser dentro de él, que quizá sea diferente, pero por el cual pelearía con el mundo, un bebé que tenía parte de la persona que quería. Así que, decidió tenerlo, no iba ser fácil tampoco, no le diría a Seo, pero, aun así, en aquel mundo que se cae a pedazos, el cielo le mando un poco de esperanza.

Pero ser padre no era fácil menos en un lugar donde no tienes hogar, si no migajas que el mundo te da, así que las visitas al doctor o un control de embarazó no era posible, por lo que, Seungmin no sabía cuanto tiempo de gestación tenía.

Chan fue el primer amigo que tuvo cuando el mundo lo dejó en las frías calles, él le dio de comer y juntos comenzaron a idear un plan para cambiar las injusticias que el mundo cometía a las personas como él. Siempre se sintieron atraídos, pero ninguno dio el paso, pero la verdad era que, Chan se encerraba en su mundo donde no dejaba que nadie entrara. Chan odiaba el amor.

Sin embargo eso no evito que se protegieran mutuamente, siendo el soporte del otro.

Seungmin entro al edifico con la respiración agitaba, se sentía agotado.

-Harás que te cargue -amenazó Chan

-Yo no me quejare si lo haces -respondió el menor -tengo información.

En ese momento apareció Hyunjin quien por fin pudo notar el vientre de Seungmin expuesto, su mente divago por un momento, sin embargo, sus pensamientos solo iban a un solo destino. Felix.

-Ha despertado de la coma al cual lo indujeron, al parecer esta bien, pero no recuerda nada -Seungmin dejo salir el aire de sus pulmones -no corre peligro, ni nosotros.

-Gracias... -fue lo que Hyunjin dijo antes de desaparecer.

-Ahora sí, necesito que me cargues, me duele los pies -indicó Seungmin a Chan

-Debes pesar una tonelada, mejor ya no -bromeo el mayor, para después doblarse y tomar a Seungmin como una princesa -realmente pesas una tone...

No pudo terminar las palabras cuando Seungmin lo abrazo del cuello y sintió en este la humedad de las lágrimas del menor. No dijo nada, solo camino con él hasta su habitación.

Chan lo entendía todo.

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Felix estaba peleando con su ropa, mientras se la colocaba, al parecer había bajando varios kilos y la ropa le quedaba enorme, sumándole el hecho le dolían los brazos por las numerosas veces que le pincharon las venas como si fuera un conejillo de indias. Minho lo miraba con una sonrisa en los labios, su miraba mostraba tristeza y amor en una mescla melancólica de sentimientos que quizá, se quedarían ahí, dentro, sin salir en palabras si no en pequeñas acciones.

Camino hasta él, desenredando el cabello de Felix el cual se había atorado en el botón del suéter que se estaba colocando.

-Listo -lo miró colocándole un mechón de cabello detrás de su oreja -no tienes que quedarte solo en ese departamento.

-Ya mucha carga hay en tus hombros gracias a mí, como para que tengas que cargar conmigo, se que te has llevado a Mimi contigo. -hablo Felix ignorando la mirada de Minho.

-Ellos te extrañan -y yo, quiso decir, pero no pudo -nunca serás una carga.

-¿En que momento te volviste en alguien tan importante para mí? -pronunció Felix y los ojos de Minho se abrieron levemente -a veces, ¿sabes?, no entiendo como alguien como yo, tan feo y tonto, puede tener a personas tan maravillosas como ustedes apoyándome...

Minho rodeo el pequeño cuerpo del menor, oliendo su cabello el cual olía a goma de mascar, acaricio su espalda y luego suspiro.

-Eres como el sol, cálido y necesario, quienes te conocen no pueden evitar sentirse atraídos -lo miró y sonrío -así que nada de feo, eres hermoso Felix.

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Felix decidió irse caminado, necesitaba un poco de aire, habia pasado dos días siendo observado como rata de laboratorio y solo quería al menos sentirse un poco libre. Sam y Minho pelearon con él porque ninguno de los dos quería dejarlo ir, pero él les aseguro que no se quitaría la nueva pulsera que le habían dado y que necesitaba algo, les llamaría sin dudarlo.

Después de despedirse y prometerles que llamaría cuando llegara, la mirada de Felix cambio por completo. La frialdad se posicionó en sus ojos.

Minutos mas tarde se encontraba en el centro comercial de la ciudad, sentando en la orilla de la fuente ubicada en medio de las grandes tiendas, jugando un poco con el agua, mientras miraba con atención a las personas caminando. Su vida parecía tan perfecta, sin preocuparse por comida o por su existencia, comprando ropa, sonriendo, comiendo helando, familias unidas y juntas, con una vida perfecta, sin miedos.

-Hola Jeongin -a los oídos del menor llego la noticia de que Felix había olvidado todo, por lo cual su rostro se suavizo al verlo.

-Felix, ¿Cuánto tiempo?, ¿Cómo estás? -fingió ser aquel gentil vecino. Felix le sonrío y Jeongin sintió un escalofrió recorrer su cuerpo, la mirada de Felix lo hizo sentirse en peligro.

-Estoy perfecto, solo necesito un favor -el menor asintió, su garganta se habia secado y no podía pronunciar palabra ante los ojos intimidante de Felix -dile a tu grupo, que los camiones tendrán una ruta que será cambiada, la información correcta nadie la tendrá por lo cual deben usar su mente para ubicar los camiones importantes, como son los suministros, los que dicen ser armas, no son más que inhumanos manipulados para serlos, recuerda que el peso de los camiones es diferente dependiendo a la carga.

-¿Tú? -sintió la mano fría de Felix en su muñeca. -T-tu recuerdas... t-todo...

-Claro, no temas no pienso matarte, por ahora, pero por favor no te olvides del mensaje, espero no le digas que fui yo quien te dio esta información -indicó con una sonrisa

-¿Por qué? -preguntó incomodo

-Por no quiero que crean que estoy trabajando para ustedes -respondió apretando el agarre -además así puedes ser útil Jeongin y no solo un zorro arrastrado. -lo soltó para darse la vuelta -oh, tu poder es transportarte, ¿verdad? -el menor asintió -genial, ahora largo.

Jeongin no entendía nada, no quería dejarse manipular por alguien como Felix, ahora que podía ver la verdadera cara, el chico gentil y lindo, que siempre parecía ser, era como él pensaba, un manipulador. Antes de irse sus ojos pudieron ver la oscuridad de Felix.

Felix habia tocado la fuente y antes que pudiera siquiera parpadear esta exploto en estalactitas que fueron directamente a las personas que estaba en aquel concurrido lugar, sin importa que dentro de heridos habia niños, mujeres e incluso mascotas. Las personas corrían desesperadas, con heridas en los ojos, la piel cortada, otras atravesados, incluso incrustados en la pared de las tiendas, la sangre recorría el lugar que se habia vuelto un caos total de sangre y carne, mientras en el centro de lugar estaba Felix, quien sonreía para luego mirarlo con lastima.

Jeongin no lo soporto más y desapareció del lugar para llegar al edificio en la oficina de Chan, el cual estaba con Seungmin y parte del grupo, mirando los planos de la ciudad.

-¿Paso algo? -preguntó el mayor.

"No pienso matarte, por ahora".

-Enciende la televisión -gritó un chico del grupo, quien al parecer estaba mirando su móvil.

Chan miro por un momento Jeongin con el ceño fruncido para encender la televisión. Observó el caos del lugar, sus ojos regresaron a Jeongin en una manera de buscar respuesta, pero una imagen lo hizo volver a mirar la pantalla, en el suelo estaba escrito algo con sangre.

"мусор"

-Musor, -pronunció Olivia -es ruso, significa "Basura", mi padre quien era del sector 20, antiguamente llamado Rusia, llamaba de esa manera a Felix cada vez que lo golpeaba.

-¿Jeongin viste a Felix? -preguntó Seungmin, Jeongin negó histéricamente.

-No, no estaba ahí, de repente todo se volvió un caos y yo regresé aquí, no lo vi en ninguna parte -pronunció con el cuerpo temblando. Su mente era desastre, porqué por primera vez en su patética vida, tenía miedo.

Miedo de Felix.

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Que hace su entrada Dark Fenix (Felix), que no se note que me gusta X-Men.

Espero que les este gustando. No se olviden comentar, sus comentarios son de importancia para mi.

Gracias por su apoyo.

Makishi Konue

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