•07•
“El amor es una estupidez. Es un conjunto de problemas, que al final no sirven más que para destruirte”
—Soy Christopher Bang, es un gusto conocerte Felix. Sam me hablo de ti, que eras nuevo en la Sede Central —el hombre frente a él, era apuesto, eso pensó Felix cuando lo vio por primera vez, aunque realmente tenía una falsa amabilidad que lo hacia sentirse un poco alerta.
Después de que le colocaron la bomba en su cuello, pasaron dos semanas dónde Felix fue llevado a la sede para que practicara con las armas al igual hacerle algunos análisis de sangre y pruebas, ya que nadie sabia o tenia idea de cuales eran los poderes que Felix poseía en lo profundo de su ser. En esos días Felix no volvió cruzar palabras con Jeongin quien parecía haberse desvanecido de la vida del pecoso, el cual varias veces toco la puerta del peliazul esperando respuesta, respuesta que nunca llego haciendo que el corazón de Felix se sintiera mas solo. Y es que Jeongin había sido su primer amigo en aquella ciudad y se preguntaba que hizo mal para que este se fuera sin despedirse. Aunque tenía a Sam siempre a su lado y algunas otras personas como Changbin y Minho, se sentía triste por la ausencia del peliazul y su amabilidad.
Aquel día Sam le dijo que reunirían con una persona de poder, uno más de la elite basura de la ciudad. Chris era el hijo de los hombres mas ricos de aquel lugar, por lo cual ahora manejaba algunos laboratorios, pero por alguna razón sentía que Chris mentía.
—Entonces estarás a cargo de la vigilancia —pronuncio Bang mientras caminaban por el gran laboratorio —pareces muy joven y…
—No me subestimes, soy bueno, aprendo con rapidez —respondió Felix con franqueza.
Eso hizo que Bang lo mirara, luego a Sam que se reía de sus palabras. Estaba desconcertado de como una persona que no solo era menor que él, si no que era su subordinado le hablara tan libremente, sin respeto.
—Felix, Bang es tu jefe —susurro Sam al oído del menor.
—Él me ataco primero —hizo un puchero mientras miraba a Sam.
—Lo siento Bang, Felix es de un pueblito —fue callado por golpe en las costillas.
Bang solo se río cubriendo su sonrisa con su mano para luego seguir avanzando, mientras le enseñaba a Felix el sistema de seguridad y lo que necesitaba. Aunque hubo lugares que no fueron abiertos, Felix entendía las razones o al menos eso creía. Y es que sabía porque estaba ahí, se había propagado el rumor que la organización donde Hyunjin pertenecía estaba por atacar ese laboratorio, ya que al parecer querían destruir los avances contra la manipulación genética del gen que otorga los poderes. Por lo que la Sede creía que Felix podía ser un factor importante.
Aunque para Felix era irónico. Hyunjin podría quemar el laboratorio con él a dentro y no lo juzgaría al final él había traicionado a Hyunjin y este parecía odiarlo. O al menos eso creía.
———⛓———
Bang se despidió de Felix sin antes decirle que se encargara que todos los empleados salieran a las 6, dejando a los vigilantes a fuera del laboratorio. No quería a nadie dentro de este después de esa hora. Fue claro y con ello se subió a su auto, donde se desabrocho la corbata. Dejando salir el aire de sus pulmones.
—Fingir ser dos personas debe ser agobiante —la voz de Jeongin hizo que Chan solo lo mirara, el chico sabía cuando aparecer y desaparecer a su antojo y era quien ponía a limite el orden que Chan siempre buscaba, era su dolor de cabeza, sin embargo también era a quien protegería, incluso de si mismo. Jeongin era un niño ante los ojos de Chan, un chico perdido que alguna vez se enamoró.
—Es complicado, pero necesario si quiero cumplir mis metas —dio dos golpecitos en sus piernas para Jeongin se sentará en ellas y eso hizo.
—¿Conociste a Felix?, ¿le dirás a Hyunjin? —cuestionó mientras jugaba con el limite de la corbata de Chan —aun no entiendo como el hijo de un hombre tan poderoso, es el líder de la organización principal contra el gobierno.
—No le diré a Hyunjin, porqué no es necesario —acarició la piel expuesta de la cintura de Jeongin —y yo sólo entendí que el mundo de privilegios donde nací, solo es para las personas con poder, mientras los demás viven como basura, donde los Inhumanos son quienes sufren, mientras otros se dan la vida que no se merecen.
Jeongin beso los labios del mayor mientras jugaba con los cabellos oscuros de estos, en un juego triste y doloroso, donde los sentimientos fueron empujados al abismo mientras el deseo flota en un vaivén de calor y desespero.
———🖇———
Felix estaba en el laboratorio, con un traje de color gris, se sentía tonto, odiaba esa ropa, pero era necesaria para darle algo de importancia, pero, aunque tuviera pistola en la cintura, un gafete que lo identificaba, en aquel lugar parecía que nadie lo tomaba en cuenta.
Era frustrante pero no tenía opción, quería saber mas sobre lo que ahí se creaba, sobre la razón de porque Hyunjin atacaría y si eso lo hacía estar mas cerca de aquello que deseaba.
Siempre entendió que el conocimiento era poder y si podía obtener datos de lo que el gobierno estaba haciendo con los inhumanos y que estos eran las víctimas y no los villanos, daría incluso su vida por ello.
Avanzó recordando como un mapa mental de lo que le había enseñado Bang. Las puertas principales y en las cuales no debía entrar, pero estaba ahí para averiguar, por lo cual espero la hora para que los empleados empezaran a salir del lugar, dejando sus puestos. Miro el estupido reloj que Sam le dio para ver la hora: 5:50pm. Camino dando indicaciones las cuales eran ignoradas por los científicos, pues al parecer tenian conocimiento que era un inhumano, una basura. No le dio importancia a eso y se dedico a buscar la manera de entrar aquellos lugares que se le había prohibido entrar.
Al final de un pasillo frío, uno que le recordaba el día que dejo a Hyunjin atrás, estaba una puerta con acceso restringido, por lo cual cuando vio a los cientificos salir de ahí, se escondió a la distancia prudente para esperar y así cuando uno de los hombres salió, dejo la puerta que se cerrara sola y Felix se movió rápidamente para evitar que aquello pasara. Entrando con rapidez aquel lugar prohibido.
Fue cuando aquel olor lo hizo querer vomitar. Se coloco la mano en la boca evitando así regresar su almuerzo. El olor a sangre, a hierro y a putrefacción lo mareo, pero aun así tomo las fuerzas para avanzar. Sus piernas temblaban, se sentía débil y mareado, sin embargo avanzó tomado de la pared hasta que llego al origen del olor y su boca cayo ante la visión.
Dentro de dos grandes jaulas había personas sostenidas en cadenas y con vestigios de tortura; la piel cortada hasta el hueso, la sangre absorbida y vaciada, hematomas de golpes y la muerte en sus ojos. Recordó las veces que lo habían lastimado tanto que suplicaba morir y lo que veía era la muerte misma, el odio hacía las personas como él, la oscuridad de la humanidad, ellos era los villanos, no los inhumanos. La humidad era el villano.
Saco su antiguo celular y tomo algunas fotos, como las de algunos papeles, cuando una explosión se produjo. El ataque había comenzado y él tenía que salir de ahí o sería quemado vivo.
Y no podía morir, no debía morir. Creyendo que los inhumanos en ese lugar estaban muertos, comenzó avanzar mientras veia el humo entrar.
—Es…es..espera —fue lo que escucho deteniéndose de golpe, para girar y mirar.
Había alguien dentro vivo.
—Mierda…
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