•01•
La ciudad parecía no dejar de verse nublada y triste, eso pensaba Felix. Salía del trabajo el cual consistía en ser profesor, amaba a sus pequeñitos alumnos a los cuales protegía de todo y de todos.
La ciudad donde vivía era unas de las mas afectadas con el nuevo mundo, los inhumanos como eran llamados a las personas que habían nacido con aquel Gen, debían llevar un proceso de papeleo que era lo suficiente difícil para volverse loco, pero era parte del proceso donde aunque sea podían sentirse un poco humanos.
Felix hizo todo lo que necesitaba para ser un profesor, pero siempre debía estar a la vigilancia de la seguridad nacional o mejor dicho los soldados negros. El trabajo de Felix era enseñar, pero sobre todo era estar al pendiente que los pequeños no comenzaran a presentar algún extraño poder. Sabia que pasaba si alguno era llevado, lo sabia muy bien, la marca en su nunca con el numero 220 se lo recordaba todos los días por lo cual era escondida por un lazo negro.
Caminaba con su pequeña mochila, hasta que se dio cuenta que todos lo miraban, se había olvidado quitarse la corona de flores que le había dado una de sus alumnas que lo había comenzado llamar: “El señor hada".
Quería que cada uno de esos pequeños tuvieran una vida feliz, una que no tuvo él por lo cual siempre les mostraba la mejor versión de él. Se quito su nueva pequeña corona y la guardo con cuidado dentro de su mochila y siguió su caminata, hasta que vio las nuevas pantallas detrás del aparador, ni trabajando 10 años podía comprar algo así.
Se detuvo a mirar las noticias. Fue cuando apareció Sam, con su cabello rubio y su linda sonrisa, al parecer había salvado algunas personas de un derrumbe, usando sus poderes y la gente parecía quererle.
—Un traidor —y esa voz resonó en su cabeza —Quien diría que su héroe es un traidor, ¿o no Felix?
Giro su cabeza, pero no había nadie en ese lugar, su cuerpo se sintió pesado y su respiración se agitó.
—Hyunjin…
10 años habían pasado desde la ultima vez que se vieron, donde nunca supo nada de él, lo busco pero no encontró nada y es que si Sam era un traidor, Felix era el doble.
Las gotas de lluvia cayeron pero mojarse fue lo que menos le importo. Camino hasta llegar a su diminuto departamento donde lo recibió su gato. Se quitó los zapatos para luego la ropa. Después de ponerse cómodo se dejo caer en el pequeño sofá.
—Mimi, ¿me estoy volviendo loco? —le preguntó a su gato algo que no lo hacia verse muy cuerdo.
Un ruido lo puso alerta y miro la ventana, fue cuando una sombra apareció, Felix se puso frente a él con un arma poderosa llamada cojín.
—¿Quién es? —intento parecer fuerte pero su voz fue casi un susurro.
—Felix, soy Sam —y ahí estaba Sam.
El alma de Felix regreso a su cuerpo y se acomodó en el sofá para dejar salir un suspiro.
—Dos años sin vernos y no pareces feliz —entro por la ventana —¿Todavía me odias?
—Yo no te odio Sam, solo que hoy… parece que soñé con él —musito —¿Quieres té?
—Si, Felix ninguno tuvo la culpa —pronunció siguiéndolo con la mirada —éramos unos niños.
—Hyunjin nunca debió quedarse, debió huir con nosotros, él era el mas gentil, el mas amable… y lo dejamos Sam —respondió con la melancolía palpable en su voz.
—Yo no puedo cambiar el pasado, lo siento —fue casi un susurro —yo no vine por eso —se levantó del pequeño sofá hasta Felix y le tomo de las manos —Felix necesito tu ayuda.
—NO, —dijo tajantemente —yo no sé usar mis poderes, ni siquiera recuerdo cuando fue la ultima vez que los use, ademas, tengo un trabajo que amo y estoy bien, no trabajare para el gobierno.
—Puedes ganar más y comprarte esa pantalla que siempre miras desde la banqueta —suplicó con amabilidad.
—Ahora soy espiado, no gracias Sam y si vienes por eso pierdes tu tiempo —se soltó para servir el té —ten, es él que te gusta
—No, era él que le gustaba a Hyunjin —lo dejo en la barra —vendré después Felix, piénsalo.
Al parecer las deidades estaba enojadas con Felix porqué ese día no fue su día. Por lo que solo se dejo caer de nuevo en su sofá y cerro los ojos abrazando su cojín.
———⛓———
Felix miro como su madre, padre y hermana fueron asesinados frente a él mientras estos lo protegían. Lloro hasta que las lagrimas se secaron y todo se volvió oscuridad para él, dejo de hablar o emitir palabra alguna. Había sido marcado y pasado de laboratorio en laboratorio donde lo torturaban para así explotar sus poderes, pero estos no eran buenos, eran poderes débiles por lo que fue llevado al campo de eliminación.
Se encontraba debajo de un árbol, su piel estaba seca y no había comido en dos días. Solo quería irse con su familia en el mas allá.
—Toma, es una manzana, es dulce —la voz suave y cálida lo hizo volver a la realidad, fue cuando lo vio —Me llamo Hyunjin y este es mi hermano Sam.
Felix tomó la manzana sin emitir algún ruido, probó la fruta y sonrió.
—Tu cabello es rojo —fue lo que dijo en pausa, era la primera vez en un largo tiempo que hablo —es bonito.
—Si, porqué puedo usar el fuego y Sam es fuerte, muy fuerte —respondió con alegría.
—¿Por qué están en el campo de eliminación?, sus poderes son buenos —dijo Felix —yo soy inútil.
—No podemos manejar nuestros poderes —dijeron en unísono —ellos creen que somos basura
—¡Sam! —regaño Hyunjin —no importa, ambos saldremos de aquí, será nuestro secreto.
—Soy Felix.
———🖇———
El sonido de la alarma hizo que Felix abriera los ojos, se incorporo para notar las lagrimas en su rostro.
—Hyunjin… —abrazo su cojín.
Pasaron unos minutos cuando una gran explosión cerca de su departamento lo hizo caer del sofá. Corrió para mirar por la venta, todo estaba en llamas, habían heridos y otros ayudando.
Poco le importó ir descalzo o en pijama e ir corriendo hacia afuera para ayudar. Sin usar sus poderes. Sam estaba ayudando apagar las flamas, todo era un caos y no sabía que hacer, por lo que cuando estaba a punto de usar sus poderes, o al menos eso creer ya que solo había vestigios de estos. Su mano fue tomada.
—No, no los uses —y esa voz lo hice estremecer
—¿Por qué hiciste esto? —sabía que había sido él —Hyunjin.
—Me quitaron todo, ¿Por qué no puedo hacer lo mismo?
La imagen que me inspiró para escribir esto, ojalá les este gustando.
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