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"Los errores son parte del pasado, pero es solo decisión tuya si los usas para tu futuro."

Absolutamente toda el aura era fantástica, y a cada rincón que miraban se podía sentir magia... Pero...
Era una magia que realmente no convencía del todo.
Y aún estando esto presente, todos habían quedado boquiabiertos.
Cuerdas de diferentes colores por todas partes, escaleras doradas que parecían no tener fin, atracciones mecánicas se podían identificar por orificios pequeños que daban paso a fuera, escenarios de distintos tamaños y temas, además de que, por increible que pareciera, todo lucía como si hubiese sido sacado del paquete hace unos minutos.

Más habitaciones al fondo daban a entender lo grande que era ese mundo misterioso.
Las entradas también eran un gozo de verse, acompañadas de letreros rodeados por brillos y serpentinas.
Tan infantil y maravilloso, que llegaba a verse más de lo normal...
Algo tétrico y putrefacto que se escondida tras las paredes llenas de vida.

Aunque, ahora mismo a nadie le importaba pensar en eso, solo querían probar todos y cada uno de los objetos con que pudieran interactuar.

O quizás no todos.
Como siempre, el chico pelinegro ni se inmutaba al ver semejante obra de arte frente a sus ojos, solo tenia una boca cerrada y un par de pupilas sin ilusión.
El que su padre jamas lo hubiese conocido, y el que tuviera que ser tan diferente a los demás, criticado por este mismo hecho lo hacia odiar la felicidad.
Una distracción más...

Sin interes alguno, metió la mano a su bolsillo delantero, sacando una cajetilla de cigarros, procediendo a fumar uno dentro del lugar.
A esta mierda le hace falta tabaco.

Los cristales de sus gafas no dejaban de opacarse, pero era mejor así, las luces brillantes le molestaban.

Veía como cada uno de ellos caminaba emocionado por el sitio, como si jamas hubieran visto una escalera o luz de color.
Hizo una mueca al darse cuenta que las mujeres "entrenadoras" volvian a unirse frente a los hombres.

También el tenia que hacerlo.
Caminó de nuevo, uniéndose al "circulo de idiotas", esperando que estúpido juego tendrían que jugar ahora.

Kristina habló, esta vez con más autoridad y volumen en su voz.

-Este es el salón de clases de todos ustedes. Aquí deberán comportarse mientras aprenden a emitir las emociones escondidas tras la miseria que llevan como corazón.- se detuvo, y con seriedad tomó aire, esperando que los planes fueran de acuerdo ella los llevaba.

Los novatos quedaron completamente indignados y enojados a la par.
¿Quien era ella para decirles si tenían un corazón grande o no?.
Sintieron el regresar imparable sobre ellos de aquel sufrimiento.
Los juzgaban otra vez, solo por su apariencia... Solo por lo que veían por fuera, sin siquiera conocerlos...
Sin saber lo que ellos habían vivido.
Muchos, por no decir que todos, estuvieron a punto de dar la vuelta y marcharse por donde llegaron.

Antes de que esto acurriera, y dando por hecho que la situación se salía de control exageradamente, el de ojos bicolor dio un paso al frente, arriesgando su futuro ahí y con él, el de sus compañeros.

-Escuchenme, todas ustedes.- señaló a las presentes para luego regresar con la mirada fría a Kristina.- El que quizás ninguna tenga defectos, o claramente no los quiera notar, no es razón ni les da el derecho de tratarnos a nosotros como basura.-
Las miradas regresaron como palomas al pan.
-Somos diferentes a ustedes, y ¿saben? Somos diferentes a todos, pero eso es lo que nos hace ser especiales, lo que nos hace ser quienes somos, quieran aceptarlo o no; Nuestro corazón es del mismo tamaño lógicamente, aunque si hablamos de los sentimientos, puedo comprobarte y comprobarles con certeza, que nuestros corazones son mucho más grandes que los suyos juntos.- terminó, regresando a su lugar molesto.

La chica, que antes la adornaba una expresión seria por el pelinegro, respiró, y se alegro mostrando en su rostro una sonrisa, los sucesos habían salido como lo planeó.

-Entonces, demuestrenlo.- aclaró de ultima palabra, haciendo una seña con su mano derecha.

El resto de chicas asintieron, comenzando a caminar a por un hombre cada una.

Mangel se mostró desinteresado pero sorprendido al ver que la mujer avanzando a él podria ser fácilmente su hermana gemela.

-Ruby, ¿cierto?- preguntó, encorvando una ceja.

-Mangel, ¿Cierto?- Sonrió viendo asentir al pelinegro.

-Vamos, tenemos trabajo que hacer.- Tomó su antebrazo para comenzar a caminar hasta unas jaulas ocultas con sábanas en la mayor parte.
Esto no pinta bien tío...

El peliblanco respiró hondo, teniendo en claro quien lo llevaría a él.
La mamona de pelo naranja.

Kristina se acercó al ojioscuro, que aún sostenía la mano tonificada de Vegetta.
No estaba dispuesto a soltarlo aunque tuviera que hacerlo y eso estaba claro.
Mas claro se lo dejo a la chica en cuanto intento alejarlo de él tomando su otro brazo.

-Vamos, ¿que les dije de obedecer?- demandó molesta aplicando más fuerza para su objetivo.

Willy solo se quedaba estático.
No iba a caminar si el castaño, que ya estaba hablando con la rubia de ojos violetas, no lo hacia junto a él.

Y al parecer, ninguno de los dos se convencía.

Siguieron tomados de las manos, esperando una solución o que simplemente los dejaran en paz.
Aquellas mujeres ya no tenían otra opción, a menos que los llevaran juntos no avanzarian.

Se vieron brevemente, habiendo un momento en el que la ojiverde arqueo las cejas, provocando en las mejillas de la rubia un color carmín y una sonrisa tonta, ambas se sonrojaron, apartartando miradas después de esto.
Un acto totalmente infantil pero tierno a su vez.

-Solo muevanse... chavales inmaduros...- Avanzó hacia las cuerdas que se colgaban del techo, odiando la felicidad desprendida por los que iban detrás de ellas.

La mayor se acercó, formando un choque leve en sus hombros como señal amistosa.

-Puedes con ellos, sabes que eres la mejor.- Susurró, mirando con entusiasmo provocador a Kristina.

La chica no evitó sonrojarse, fijando la mirada a otro lado, para no ser notada.

-Claro que lo soy...- dijo en un tono más alto, cruzandose de brazos.

Akira solo se quedo callada con una sonrisa casi imperceptible, y la ilusion en sus pupilas bajó.

La menor se sintió un tanto avergonzada, así que con tal de que la contraria no tuviera esa tristeza callada todo el día, entrelazo sus dedos con los de ella.

-Aunque tu tampoco eres tan mala...- susurró calmada y sin verla directamente para seguir caminando.

La rubia se sorprendió por un momento, llenandose de color su rostro, y adornándola una expresión alegre como antes, imitó la accion de su compañera.

Detrás del cuarteto amoroso, un pelinegro se mostraba ansioso pero decaído, observando como el chico alado desbordaba de atracción a la castaña con diadema floral que llevaba tomado su brazo, guiándolo hasta las grandes escaleras infinitas.
De nuevo se lo llevaban lejos...
Y se enamoraba otra vez de alguien... Alguien que no era él.
Que se jodan chaval...

-¡Hey! ¿Por que esa cara larga?- La morena alocada que había sido elegida para entrenarlo lo sacó de sus pensamientos.-¡Vamos que nos pasamos todo el día aquí si no te mueves niño!-

-Tengo 23 años.- explicó aparentemente fastidiado comenzando a caminar.

-Es solo una forma de decirlo ¿sabes?.- antes de que pudiera responder, la chica siguió hablando.- ¿O que acaso te sientes acomplejado por tu estatura y tu masa corporal mas bajos de lo debido e por tal motivo estas a la defensiva cada que te llaman o comparan a algo parecido?.- siguió caminando en pequeños saltos, viendo al de gafas con una gran sonrisa.

Este mencionado, solo seguía tras la ojicafé mirando a la nada.
Lo había dejado sin palabra de defensa.

-¿Te gusta hablar he?- Preguntó irónicamente.

-Pues me gusta comunicar emociones por medio del habla, si.- Apuntó la vista por el camino luminoso que parecía llevar a otras escaleras doradas.

-¿A donde se supone que vamos?- no podía percibir claramente el lugar frente a él, pero tampoco quería quitarse las gafas y mostrar sus ojos llenos de viscoso negro.
Además, si sus cálculos eran positivos, las escaleras conectaban al mismo escenario enredado y repleto con cuerdas de hacia donde iba Fargan.

La curiosidad y el sentimiento de ansia no lo dejaron quedarse callado.

-Voy a entrenar...¿Con Fargan?-

La chica fijo sus orbes en los suyos, formando de inmediato una ilusion gigante sobre su pecho por aquellas palabras.

-¿Por que? ¿Acaso quieres estar con él?.- preguntó, insinuando mil cosas que decía sin hablar.

El chico pelinegro se sorprendió excesivamente, moviendo su cabeza a otra dirección, llenas de color sus mejillas.
Dentro de su mente, y sin querer aceptarlo, tenía unas ganas inmensas por sentir al de pupilas amarillas cerca, muy muy cerca... De llenarse con su esencia, y tratar de al menos ilusionarse con una mentira...
Al menos vivir dentro de una fantasía lejana, por unos segundos.

Intentando ocultarse de la sensibilidad frente a la chica, respiró hondo dando un giro a las caracteristicas sobre si mismo.
Afortunadamente con esos cristales opacos nada se podía asegurar.

-No, solo es la costumbre...- Intento sonar serio pero no lo logro totalmente, y a una chica como Alexa le era dificil creerse algo.
Sus sospechas aumentaron.

-Bien...- reflejó gracia moviendo sus manos para atarse el cabello.- Pues si, quedaras entrenando con el ave por ahora.- se dio media vuelta para comenzar a subir los cilindros de hierro hasta las cuerdas.

¿Por... Ahora?
Un tanto pensativo siguió a la morena, pero justo colocó su pie en el inicio, la chica le detuvo.

-Tu no, primero tienes que aprender.- regreso la mirada a su destino, dejando confusión tras si en el ojinegro.

Este comenzó a caminar entendiendo mejor la situación.
A medida de cada paso recorrido, su cara ardía ascendente, pues aquel castaño hibrido que deseaba tanto se acercaba al mismo punto.

-¿Que pasa Alesby?- habló, fijando su vista en el aclamado, deteniéndose al lado suyo y observando frente a su eje el espectaculo que se aproximaba.

-¿Que pasa Fargan?- el ardor sobre sus mejillas no terminaba de desaparecer, provocándole nervios excesivos nacientes acompañados con gotas de sudor.
Y lamentablemente, se notaban casi sin atención.

El estrés lo tenia entre la espada y la pared, obligándolo a ignorar todo lo que le recordara al chico búho, centrándose únicamente en las cuerdas largas sobre ellos.

Más lejos con cautela, la rubia en blanco y negro llevaba sin hacer contacto al ojirojo, por supuesto inundada en una sonrisa dulce, y pasos danzantes para su destino.
A su lado, la pelinegra ojiazul sostenía fuertemente del brazo al de poléra blanca, ya que desde la explicación sobre su papel en el circo, se resignaba a moverse por su voluntad.

-¡Que no me voy a vestir con eso!- Gritaba furioso a los cuatro vientos, esperando formar convencimiento a la mujer, lo cual, estaba claro, no lograría.

-Vamos Auroncito... Te vas a ver genial.- Decía el castaño claro intentando calmar el humor sobre su amigo.- A ti cualquier cosa te queda bien.-

-Luzu, por favor, no estamos en casa.- Sonrió provocativo, causando una carcajada sobre el menor al llenarse de carmín y mirar a la nada.

-Bien bien... Pero ya basta de los jalones que vas a terminar por quitarte el brazo tu mismo.- Seguía caminando transportando ilusion dentro de la única pupila que se lograba notar tras su mechón de cabello.

-Ha con que ahora te molestan los jalones..- soltó riendo bajo, derritiendo al de ropas negras instantáneamente.

-¡Auron!- reía totalmente apenado aunque lo que su compañero insinuaba jamas hubiese ocurrido.

Las chicas silenciosas pensaban igualmente.
>>Par de tontos<<
Aunque siendo sinceros, Monica pensaba en otra palabra sustituyendo a "tontos".

Ninguna se miraba fijamente, solo caminaban juntas por que la zona a la que iba cada una estaba literalmente unida.
Les apenaba el hecho de sentirse atraídas y no decirlo.
Así como un "crush" pero en este caso, ninguna de las dos sabían que lo eran para la otra.

Solo se pasaban el tiempo calladas, con la esperanza de hablarse fugazmente en algún momento.
De pronto, observando el lugar exacto a donde debían estar cerca, voltearon la mirada, quedando sus ojos cruzándose profundamente.

No les importó mucho, pues la confianza abundaba, pero igual la pena no se iba cuando sucedían esas pequeñas cosas.
Rieron, ignorando lo que pasaría después, entrando al escenario y dejando solos a los chicos.

Todas se preparaban para la primera función de entrenamiento, tras la privacidad dentro de los camerinos, el brillo que ya se notaba incluso por fuera se aproximaba a relucir en su hogar.
El Circo.

-¿¡Preparados para el entrenamiento!?-

La atención no se perdía a las inmensas luces callendo en la madera y el metal coloreado.

-¡Que comience el show!-

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2127 palabras!!! OLEEEHHHHH :D

NO ES TAN LARGO PERO YA NO LOS QUERÍA ABURRIR :"""D

Entonces... Seguire escribiendo pero por ahora aquí están los caps que les debía.
:>

Y claro Seguire trabajando en lo tuyo Ana_Ravenclaw_SNR en lo tuyo Flan_Cheese y en lo tuyo mica-43 y en lo tuyo 0Dyfivn :D
Otra cosita.
Si la canción de contenido la escuchan después de leer esto no corren peligro, pero antes, quizás les pueda dar spoilerrrz ewe
(Y esto aplica en todos los caps xdxd)

Y WENO, ESO.

NO LES DIRE NADA MÁS PARA NO HACERLOS PERDER EL TIEMPO! SOLO QUE VOTEN Y COMENTEN PARA SABER QUE LES GUSTÓ! YA QUE ME HACE MUUUY FELIH <3

-NOS LEEMOS

-♠♠♠

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