Conducí a Ada hasta el circo cuando la oscuridad se iba tragando a la luz.

Llegamos al circo y todos nos estaban esperando, Duscha estaba muy muy muy furiosa y preocupada a la vez. 

Bonflis estaba muy pero demasiado rojo además de que su bigote estaba todo desarreglado pues nos había buscado por todo el pueblo. 

Duscha cargo a Jose y se lo llevo a su vagón, más a mí y a Isabella nos esperaba el peor regaño de todos pero Bonflis observo a Ada y me pregunto que en donde la había encontrado, pues sus ojos tan negros serian la nueva sensación en el circo.

Más le respondí, ella es Ada White la niña que estaba perdida, nos subió a Ada y a mí en el auto y comenzó a conducir hasta la Mansión White.

Antes de partir, le dijo a Charis que se llevara a Isabella a la carpa.

Cuando llegamos veía un hermoso caserón con un jardín muy descuidado y muchas escaleras hasta la antigua casa victoriana.

Tocamos el aldabón y nos abrió un hombre rechoncho y bajito con cara de sapo que se notaba que no sonreía hacia años, vestido con un elegante traje de gala y con un sombrero para tapar su calvicie.

El hombre sonrió tímida y asustadamente al verme y llamo a su mujer de esta manera:

Nessaaaaaa ven aquí ahora mismo cariñoooooo no te va a gustar lo que ves!

 La mujer  de ojos grises pelo lacado y alto como el de Madame Baudin pero más a adornado y arreglado, con mirada cruel y cara larga y estirada, llevaba un vestido rojo vino tinto oscuro. La mujer bajo lentamente y se quedó petrificada en las escaleras al vernos a Ada y a mí.

Hicieron pasar a Ada dentro de la casa y de mala gana ella entró para subir a su habitación.

Bonflis pregunto por el dinero y yo pregunté que si podía hablar con la familia White.

El hombre rechoncho que se llamaba Horace me invito a pasar para conversar y Bonflis se quedó esperándome afuera.

Me sentaron en una sala finísima y me trataron como un rey hasta que Horace dijo: 

-Como te llamas pequeño tontin?

-Antoine, respondí

- Los dos se quedaron tiesos y tragando saliva además de tratar de entender lo que estaba pasando.

Los dos al unísono respondieron:

Somos tus padres, y Ada es tu hermana. Dijeron disgusto.

Salte por toda la habitación, sabía me odiaban pero conocerlos me lleno mi pequeño cerebro de alegría.

Vi como le pasaban el dinero a Bonflis y como Bonflis le devolvió una parte del dinero a mis padres mientras me señalaban, Bonflis quien no dijo nada sabiendo que YO fui el que la hayo y al que casi matan para encontrarla.

Bonflis se fue y me dejo en aquel tremendo caserón cosa que me altero y preocupo un poco a mi cerebro pero el lado bueno es que estaba con mi familia.

Al momento llego Ada y me subió a su habitación para jugar a las muñecas, subimos las escaleras para llegar a la habitación más grande que había visto en mi vida entera, toda pintada de rosa llena de finas muñecas de porcelana y con una mesa de té en el centro llena de muñecas.

Ada me dio un vestido y una peluca para que me vistiera y pudiéramos jugar a las duquesas que tomaban el té, antes de comenzar el juego le dije Ada somos hermanos y quiero que también seamos amigos, me respondió que estaría encantada.

Luego seguimos jugando a tomar el té y cuando ya era muy tarde mis padres me llevaron al sótano donde había unas habitaciones no tan grandes como la de Ada y donde también había otras personas a quienes llamaban sirvientes.