Mascaras

Recuerdo cuando nos conocimos...
Pensaste que jamás volverías a cruzar palabra conmigo, y no lo niego, ese pensamiento me pasó por la cabeza también.

Nos comenzamos a frecuentar, te volviste alguien especial para mí, no lo sé, tal vez nuestro destino era apartarnos, pero no le hicimos caso.

Al menos eso no te perjudico a ti.

Recuerdo que tomabas mi mano y me llevabas a donde fueras, creías que me perderías, o me robarían en algún momento, me sentía tan protegida contigo, era muy feliz. Incluso llegaste a pelearte con las personas con las que antes frecuentaba, tal vez en mi interior eso me hacia sentir querida... Necesitada.

Fue por unos días, me alejé, no fue por capricho o por hacerte sentir mal, me alejé por necesidad... También sufrí yo ¿Sabes?.

Soñaba con regresar y ver tu sonrisa y sentir como tu mano tomaba la mía, quería sentir tu pulso cuando me abrazaras, así como lo sentía antes.
Pero la historia fue distinta, llegué y fuiste indiferente, no me mirabas, no me dirigias la palabra, parecía ser que no me querías...

Pero de pronto veo esa sonrisa que tanto anhele ver de nuevo, de nuevo escuche esas carcajadas que entonaban hermosas melodías, esas que eran mis favoritas, que eran como para un niño es su canción de cuna. Pude apreciar el cómo tu mano entrelazaba sus dedos, y los apretaba fuerte para que no se soltaran...

El problema era que no entrelazabas tus dedos en los míos, y que yo ya no era la causante de esas brillantes sonrisas, y mucho menos de aquella melodía. Tus cálidos gestos se los brindaste a otra persona mientras yo me quedé ahí helada... Sola.

En un inicio traté de llamar tu atención, hacerte saber que ahí estaba yo, pero te dabas la media vuelta y me presentabas tu espalda. Traté de pasar eso por alto, y que al menos, cuando tu vista me enfocara, de esas escasas veces, vieras en mí una sonrisa, que a pesar de ser falsa en todos los aspectos, tú pudieras ver en mí lo que yo buscaba en ti. Una sonrisa, al menos eso.

Ahora te veo, y tú sigues creyendo que la sonrisa dibujada en mi rostro es verdadera, que te he "superado" y que soy feliz de verdad. Mientras que la realidad es otra, que mi sonrisa esconde la curva linea de mis labios que forman infantiles pucheros y que el brillo en mis ojos no es más que restos de las cristalinas lágrimas que derramo cuando recuerdo lo que ha pasado.

Pero te confesaré la verdad, a pesar de que me digan que me detenga, que es malo para mí misma, que me quite la mascara y hable de frente y te diga todo lo que siento... Esto de verdad que no me pesa, porque aunque mis ojos ardan y mis facciones estén mecanizadas para sonreír al verte, soy feliz al verte así, como eras antes conmigo.

Porque tu sonrisa es la mejor imagen que puedo apreciar, y porque el sonido de tu risa es la mejor melodía...

Mi mejor melodía.

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