15 : Juan Bonilla

Tenía que salvarme a solas. Era uno de mis principales defectos, no compartir las pesadillas, no sabía hacerlo. Quizá era el pudor el que me lo impedía. Y en el pudor no tenía gobierno el maldito gran simpático que me desbocaba el corazón. Salvarme a solas significaba una generosa dosis de tranquilizantes. 

Tanta gente sola - Juan Bonilla 

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