Creo sentir el peso del mundo en los hombros. Si no, ¿por qué termino hundiéndome a cada momento? Es como si rebotara tras de mí, como una pelota de goma.

A veces logras alivianarme. A veces, con solo una sonrisa logras que me sienta tan ligera como la brisa. Sin embargo, he de admitir que normalmente acentúas mi carga. No me malinterpretes, no quiero culparte. Es solo que a veces me resulta difícil soportar más y más. Resulta irónico que piense esto, considerando que probablemente yo soy la carga en tu vida, con mis constantes cambios de ánimo que te esfuerzas en comprender.

A veces pretendo sentirme ligera para darte tranquilidad; mas esa ligereza es en realidad vacío. Me parece extraño el hecho de que ese vacío pueda llegar a pesar incluso más que el mundo.

Me da miedo comunicarte esto. Eres la persona en la que más confío y, sin embargo, tiendo a retener las emociones que te involucran. Siento que comunicarte mi carga aumentaría la tuya y no quiero eso. No más.

Así que, con el dolor de mi alma, he decidido dejarte atrás. Lamento que así termine todo, pero no puedo seguir con esto. Un peso menos, tal vez. Un peso más, ya veré.