Luka es plana y el trio (no sexual)
—Your rival is gaining territory really fast.—dijo la mujer mientras leía estados sobre las últimas ventas— I suggest something really shocking that drags attention towards your company.
Tomó un sorbo de su copa de vino tinto mientras ojeaba por décima vez las hojas puestas a su disposición. Se sentó sobre la mesa, meditando que hacer. Anarka era bastante conocida en el mundo de las estrategias en la moda. Durante momentos algo bajos de alguna empresa, ella había logrado sacarlos adelante. Su trabajo más reciente con H&M en ciertas regiones le hizo alcanzar mucha fama.
—Tell me about this product you have been preparing.—Tomó otro sorbo mientras miraba de manera inquisitiva a la pareja. No había olvidado cierta maldición que puso sobre su hijo y ya sabía cómo hacerlo.
Emilie miró a su esposo que tomó una carpeta verde que contenía planes sobre el producto que estaba siendo preparado.
—It's called Old Love. I got inspired by my wife.—extendió los papeles hacia Anarka quien los tomó—Its going to be our anniversary so I wanted to make something special this year that will prove my love all around the world.
La mujer leyó todas las notas además de observar los bocetos hechos por el diseñador que besó la frente de su esposa.
—I understand your objective and it's actually really original.—halagó observando con una pequeña sonrisa maliciosa a la pareja—I have an idea and it's related with an important and famous moment. It will be a complete contrast with this line you are making.
Gabriel se cruzó de brazos bastante interesado por la propuesta. Un contraste en dos líneas de ropa saliendo al mismo tiempo parecía algo atrevido y llamativo, justo lo que buscaban.
—What is your idea, Miss Couffaine?—Preguntó.
La mujer miró al piso sonriente, habían mordido el anzuelo para ejecutar su plan relacionado con un tema personal.
—Gay Love.
🇫🇷🇲🇽
Francia; París
En las afueras de la ciudad
Herido y hambriento, un chico de no más de 17 años, vagaba por las calles de la capital, en busca de un mejor futuro. Sin duda alguna, la vida no le sonreía en este momento, de hecho, la última vez que sintió ganas de vivir, fue hace numerosos meses.
Por suerte, no estaba solo. Un amigo le acompañaba en esta travesía, alguien con un peculiar color en su cabello.
—Wayzz.—llamó el colombiano—¿Aún tenemos agua?—Pidió saber mientras su mano derecha estaba sobre una zona en su abdomen.
El nombrado de cabellera verde negó con un poco de impotencia, no le gustaba ni un poco las condiciones en las que estaba Nino.
—Nos quitaron nuestra última botella.—recordó molesto—Si no fuera por mi, no estarías herido.—Se lamentó el chico de rasgos asiáticos.
Nino y Wayzz eran dos chicos colombianos que habían nacido en África cuando sus madres fueron secuestradas en plena gestación. El de cabello verde venía de una madre colombiana mientras que su padre era proveniente de China pero nunca lo había visto. En el caso de Nino, sus progenitores eran colombianos pero el fatal día del secuestro, su padre los buscó, pisándole los talones a los secuestradores y de hecho, consiguió verlo una vez antes de que fuera asesinado frente a él.
Otro dato curioso, ambos chicos habían nacido el mismo mes con la diferencia de un día.
—Estoy bien.—dijo—De todas formas ya casi llegamos a la dirección que nos dió tu mamá.
Wayzz sintió un escalofrío, no le gustaba mucho a donde apuntaba esto. Desde un principio había tenido mala espina de esta travesía pero por nada en el mundo abandonaría a su casi hermano.
—Si no encontramos nada, nos largamos.—ordenó con mirada decaída—No me gusta estar aquí.
Nino suspiró, sabía como se sentía su casi hermano quien no hacía ningún esfuerzo por esconder su opinión con respecto a Francia.
—Vamos a estar bien, ¿De acuerdo?—Ánimo el moreno sonriente.
El de cabellera verde miró por unos breves segundos a su acompañante antes de mirar nuevamente el piso y asentir sin muchos ánimos.
—Si tú lo dices.
🇫🇷🇲🇽
Francia; París
Mansión Agreste
Adrien había evitado a Luka estos últimos días y viceversa. Ambos modelos no se soportaban además de que cada palabra dicha por el otro, lo tomaban como insulto. (Aunque ni siquiera tenían la menor idea de lo que en realidad decían).
El rubio sabía que el latino había salido a dar una vuelta para conocer la ciudad por lo que tenía la casa para él solo. Se paseó silenciosamente por los pasillos, sintiéndose observado por las pinturas que su padre había comprado y puesto en cada rincón de la casa.
—Adrien!—llamó sorprendida Aurore—Mais, qu'est-ce que tu fais ici? Ton père est sorti avec les mexicains.
El modelo cruzó sus brazos, no le gustaba la importancia que le daba la rubia a ese latino.
—Il y quelqu'un ici?—Preguntó evitando responder.
—Oui, Chloé.
El corazón del rubio se detuve por un momento. Había un debate en su interior. Por un lado, su corazón le pedía a gritos que la buscara pero por el otro lado, su razonamiento o cerebro le aconsejaba que se alejara si no quería dañarse más.
—Où est elle?—Preguntó nervioso con un leve sonrojo.
La rubia suspiró, ella aconsejaba mantener distancia para poder olvidarla pero Adrien se negaba por más que saliera herido.
—Tu sais où.—Respondió con decepción.
Agreste percibió con el tono de voz de la rubia, su opinión con respecto a lo que estaba por hacer. Murmuró un "lo siento", obviamente en francés, y se alejó.
Bajó apresurado las escaleras, esperando encontrarla. Un escalofrío recorrió su espalda al ver la puerta que daba acceso a ese lugar con valor emocional para ambos rubios.
Una cálida fogata era lo único que iluminaba la solitaria y oscura mansión. Eran épocas de lluvias poderosas y ruidosas que causaron un apagón en gran parte de la ciudad y la mansión Agreste no era la excepción.
Chloé estaba sentada frente a la fogata, viendo la madera ser consumida por el fuego, una imagen similar a su corazón que era consumido por Adrien.
Tomó un sorbo de la taza de chocolate que tenía en manos sin percatarse de unos ojos esmeraldas.
La rubia traía un suéter que dejaba expuesto su hombro derecho, dejando vulnerable su piel que parecía suave y tersa.
Chloé había tenido una bella metamorfosis, transformando su cuerpo de niña en uno de mujer a pesar de tener 16 años.
Adrien también había cambiado, con una espalda ancha y músculos desarrollados, se había vuelto aún más atractivo de lo que ya era.
Se acercó sigiloso sin despegar su mirada de la espalda de la modelo que estaba tan inmersa en sus pensamientos.
Quería besarla y hacerle saber cuanto la quería pero tenía miedo, miedo al rechazo.
Adrien parpadeó, volviendo a la tierra, dejando de lado aquel recuerdo. Entró temeroso al lugar mientras numerosos recuerdos azotaban su cabeza.
Se armó de valor y caminó con torpeza hacia la muchacha que al sentir una presencia detrás suyo, se dió la vuelta, topándose con el rostro serio y decidido del Agreste. Sin esperar un solo segundo más, tomó de las mejillas a la rubia para besarla con fuerza.
No estaba allí.
Suspiró con tristeza mientras avanzaba hacia el gigantesco ventanal que daba vista a la calle que no estaba muy transitada.
Estaba aburrido, mirando el paisaje de siempre incluso estaba por darse la vuelta cuando visualizo una figura que lo dejó confundido.
¿No estaba alucinando, cierto?
Parpadeó numerosas veces, incluso se talló los ojos pero la figura seguía ahí, como si se burlara del Agreste.
Era una persona alta y esbelta de cabello negro. ¿Alguna idea de quién era?
—Luka Couffaine.—Escupió con veneno.
Frunció el ceño antes de sorprenderse al ver que el Latino tenía un aspecto diferente que le dejó algo confundido.
Su figura era más delicada a simple vista además de que conservaba el mismo color de cabello pero mucho más largo de lo que recordaba. ¿Estaría usando peluca para obtener esa apariencia? Los rasgos de su rostro eran los mismos pero más suaves.
—Tu n'a pas l'air d'être transsexuel.
Estaba usando una falda negra que dejaba a la vista unas piernas largas y bien formadas junto a una blusa negra pegada al cuerpo con manga de tres cuartos.
Oh mierda...
El sonrojo apareció rápidamente al ver la zona del pecho de "Luka", causándole un cosquilleo en el estómago.
Acaso...esos senos...
Estos adolescentes de hoy en día tan pervertidos.
No se permitió terminar la pregunta en su cabeza. ¡Ni loco! ¡Jamás! ¡Nunca en la vida se preguntaría otra vez si esos senos eran reales o no! ¡Y mucho menos tendría la idea de comprobarlo!
Pero acabas de hacerlo, Adrien.
El modelo sentía su rostro a punto de explotar, necesitaba una ducha con agua fría. ¡AHORA!
🇫🇷🇲🇽
Francia; París
Mansión Agreste
Chloé se despertó al escuchar unos pasos entrar dentro de la sala, aquella donde Adrien había tenido un problema en los pantalones hace unas horas.
Buscó con la mirada al causante hasta toparse con un chico que decía a gritos con sus rasgos ser extranjero. Se puso de pie, llamando la atención del contrario que miró a la rubia y sonrió.
—Hola.—Susurró.
Chloé se mordió el labio, sabía algo de español pero no se creía capaz de mantener una conversación.
—¿Usted...—se detuvo intentando formular una frase—puede ha-hablar inglés?
Menuda mierda fue eso, pensó la modelo.
El chico sonrió nervioso mientras pasaba una mano por su cabello.
—Just a little. Almost nothing.—Admitió avergonzado.
Se formó un silencio incómodo debido a la falta de comunicación. Ambos desviaron la mirada, queriendo escapar hasta que una idea surgió.
My name is Luka, Luka Couffaine.
La rubia abrió sus ojos sorprendida, él se las ingenió con su teléfono para poder resolver el problema de comunicación.
Santo Google salvando vidas desde tiempos inmemorables.
Soy Chloé, Chloé Bourgeois.
Se sonrieron mutuamente, antes de ser interrumpidos por un grumpy Adrien quien estalló en celos al ver aquella escena entre la rubia y el Latino hijo de su...
¿Y los pechos?
Se quedó observando el pecho de Luka, esperando ver alguna señal de que existían pero no encontró nada, ni siquiera una leve curvatura que lo delatara.
Entonces Luka es plana o las tiene bien escondidas.
Era la hipótesis del modelo rubio que estaba decidido a hacer un...experimento.
—¿Se te ofrece algo pendejo?—Dijo de mala gana.
Por el tono de voz, Adrien sabía que lo había insultado pero no identificaba cuál era la palabra, milagrosamente.
Bufó, pensando si no se arrepentiría más tarde por la estupidez que estaba por cometer.
Sin dejar reaccionar al Latino o procesar lo que ocurría, lo arrastró a la fuerza mientras un sonrojo se apoderaba de su rostro.
—¡Suéltame animal!—Ordenó el de cabellera negra intentando zafarse del agarre del otro.
Ante cualquier intento por escapar, Adrien ponía fuerza sobre la muñeca del Latino que se quejaba por la brusquedad quien no podía golpear al modelo pues se había llevado una regañada por parte de la chancla.
Plagg, quien estaba en la habitación del rubio aburrido, pareció alzar la cabeza al escuchar el escándalo que se formaba afuera y por el modo #divaon sabía de quién se trataba.
Sonrió malicioso para trepar, algo tenía este chico que parecía gato, y preparó su teléfono celular para tener el momento registrado.
La puerta se abrió con violencia, dando paso a los dos modelos que estaban a pocos segundos de golearse. Irritado, Agreste lanzó a Luka hacia la silla. Este último por suerte logró aterrizar sentado sobre la silla y no en el piso.
—¿¡Cuál es tu maldito problema?!—gritó—¿¡Qué tu madre no te enseñó a respetar a las personas?!
El latino se ganó un golpe en la mejilla pues Adrien sabía que el mexicano mencionó a sus madre pero no estaba seguro si los había insultado pero la furia del momento lo hizo actuar por impulso.
Luka se llevó su mano a la zona herida que rápidamente se hinchó, pagaría caro ese francesito.
El Agreste suspiró exasperado, agarrando el puente de su nariz con sus dedos sin ser consiente de lo que le esperaba.
El mexicano estaba por abalanzarse sobre el francés cuando este último se sentó a horcajadas sobre él, agregando mucho peso sobre Luka quien con su mano derecha se sostuvo fuertemente del reposabrazos e inconsciente, sostuvo al Agreste, sujetándolo de la cintura. Si se soltaba, fácilmente caería.
—¡Bájate o te tumbo!—Amenazó el Couffaine.
Iba a lanzar toda una sarta de insultos cuando sintió una presión sobre su pecho, las manos de Adrien. Con determinación, el francés recorrió el pecho del más alto que se quedó de piedra más blanco que el papel.
Insatisfecho por el resultado, tomó el borde inferior de la camisa del mexicano quien se sonrojó al ver lo cerca que estaba la mano del rubio de su entrepierna.
—¡Luka!—gritaron.
Justo en el mismo instante en el que entraron Alya y Juleka, Adrien había levantado la camisa de un jalón, dejando expuesto el torso del latino quien se sonrojó a más no poder.
—¡N-no es lo que parece!—Exclamó nervioso.
Empujó al francés antes de acomodar sus prendas e intentar calmar el calor que sentía por la vergüenza. Adrien por su parte fulminó con la mirada a Luka. Si bien, había comprobado que no tenía senos, no estaba satisfecho.
Ah mira, ahí están los senos.
Se asustó al ver una copia idéntica de Luka pero de un aspecto más femenino.
¡Pero que pendejo! Su cabeza hizo click y por fin entendió que quien había visto, no era más y menos que la hermana del Couffaine.
Las chicas se carcajearon de forma escandalosa mientras ambos modelos se sonrojaban a más no poder. Ya comprendieron que estaban en una posición muy sugestiva.
¡Menuda vergüenza!
Agreste se tapó el rostro con ambas manos mientras bufaba de frustración. Desde que sus visitas habían llegado, su suerte era de lo peor.
Y para agregar más leña al fuego.
Una carcajada masculina llamó la atención de los dos rivales que miraron a Plagg mientras bajaba con dificultades debido a las carcajadas.
—¿Quieren ver el video?—Dijo difícilmente entre risas.
—¡Sí!—Afirmaron para la suerte de ambos chicos que se fulminaron con la mirada.
Esto no puede estar peor.
🇫🇷🇲🇽
Me retracto, si puede estar peor. Agreste hervía de furia al ver a Chloé hablar tan animada con Luka. Ambos parecían disfrutar la compañía del otro sin percatarse de la mirada de fuego del rubio.
Mientras tanto, Alya y Juleka no paraban de repetir el video, siendo acompañadas por Plagg quien lo utilizaría para chantajear al par de chicos.
—Menudo ataque de risa,—dijo sonriente—pero no voy a quedarme todo el día encerrada.
Se puso de pie con rapidez, tomando una libreta y celular que había dejado allí.
—¿Vienes Leka?
La chica frunció los labios, repasando la propuesta. No tenía muchas ganas de salir pero tampoco quería estar todo el día dentro. Asintió antes de que hablara el chico pelinegro de ojos verdes.
—¡Ni loco me quedo a escuchar a los novios gemir como si no hubiera un mañana!—Bromeó causando estruendosas carcajadas.
Un libro llegó a la cabeza de Plagg que se quejó por el golpe. Buscó al causante, encontrándose con un furioso Luka que expulsaba humo for las orejas. El "gato" sonrió burlón antes de sacar su bello dedo.
—¡Que te diviertas Luka!—Se burló su hermana.
—Adrien! La position de a quatre est bonne!—Aconsejó sin vergüenza guiñando un ojo.
Tanto Luka, Chloé y Adrien se sonrojaron fuertemente y evitaron hablar del tema la siguiente hora.
El nuevo trío, no mal piensen, se dirigió rumbo al sur, alejándose de la capital, teniendo un agradable paseo en tren.
—¡A la derecha! ¡A LA DERECHA!—Gritó Plagg.
Pero que agradable paseó en tren.
—¡Mueve tus pinches flacuchas piernas!—Ordenó Alya histérica.
Este trío, no mal piensen otra vez, había llegado con un objetivo común y corriente pero sin un comportamiento...adecuado.
En fin. Los tres corrían apresurados, huyendo de los policías que les pisaban los talones.
Giraron a la derecha como ordenó Plagg, el más rápido de los tres por sus "habilidades felinas". Alya le seguía de cerca a pesar de sus cortas piernas aunque Juleka prácticamente se estaba arrastrando para mantenerse cerca.
—Ch-chicos.—dijo con dificultad intentando conseguir aire para sus pulmones.
—Arrêtez-vous trois!—Ordenó uno de los policías.
Continuaron su recorrido en las calles, estando muy lejos de la mansión Agreste como para llegar , 1 hora y treinta en tren.
Pero Plagg sabía a donde se dirigía, aunque quizás recibiría una montaña de libros sobre su cabeza.
—¡Por ese callejón !—Indicó el chico.
Con la adrenalina a tope y los policías pisándoles los talones, consiguieron llegar al callejón, aún siendo perseguidos.
El de ojos verdes se detuvo, esperando por que ambas chicas avanzaran.
—¡Vamos Juleka!—gritó—¡Sino no funcionará!
La de pelo negro bufó exasperada antes de forzar a sus piernas a dar pasos más largos y por unos momentos lo logró, hasta que sintió una pesadez en sus piernas así como dolor en los muslos.
Saltó para conseguir llegar justo a tiempo para permitirle a Plagg jalar unas escaleras mal instaladas que fueron directo hacia un contenedor con botellas de vidrio. Debido a la fuerza, el contenedor dejó caer todo el vidrio que terminó rompiéndose en miles de pedazos.
Los policías se detuvieron, no estaban dispuestos a tener un vidrio clavado en sus pies. Suspiraron cansados y rendidos al ver al trío, no sexual, entrar en otro callejón.
Los tres rieron victoriosos mientras recuperaban lentamente aire después del maratón que hicieron. Plagg sonrió triunfante mientras pasaba su dedo por debajo de su ojo izquierdo, había llorado de la risa.
Violentamente, su rostro se tornó a uno preocupado, estaba en terreno peligroso que involucraba una relación pasada.
Suspiró antes de caminar hacia una entrada de una pastelería.
—Por aquí.—Dijo con nerviosismo, algo muy raro en él.
Ambas chicas se miraron extrañadas antes de entrar siguiendo al más alto que parecía moverse con mucha familiaridad por aquellos pasillos que llevaron a una enorme cocina donde muchos hombres y mujeres cocinaban diferentes postres.
—¡Hace tiempo que no te veo por aquí muchacho!—Dijo alegre un señor bigotón y con una tremenda barriga que daba un aspecto similar al de Santa Claus.
Plagg sonrió nervioso intentando mantener la calma pero con cada segundo, su corazón latía con más fuerza y rapidez.
Saludó a más personas que se sorprendían o alegraban al verlo. Avanzaron por el mostrados y después por las mesas donde unos clientes charlaban animadamente mientras esperaban sus postres.
Cerca de ahí, pasó una mesera de cabellera rubia y rasgos asiáticos. Plagg suspiró antes de acercarse hacia la chica y dar unos toques en su hombro izquierdo.
Con una sonrisa radiante, la chica se dio la vuelta pero al visualizar claramente quien era, su mirada se tornó furiosa.
一体全体君は何をしているんだ ?
Plagg suspiró, el japonés era el idioma que menos podía hablar.
—Sprichst du Deutsch!—Ordenó el de ojos verdes.
—Was machst du hier?!—Tomó del cuello de la camisa al chico.
—Wir brauchen einen Platz, um uns für ein paar Stunden zu verstecken.—Explicó fastidiado.
La rubia le dio una buena bofetada al más alto. Ambos indignados, siguieron discutiendo, metiendo de todos lo idiomas que sabían hablar.
—Eso es alemán.—Dedujo Alya mientras comía unas palomitas sin perder de vista la discusión.—Hablan como perros rabiosos haciendo "R" haciéndolos sonar más enojados.
—No espera güey, cambiaron a francés.—Dijo Juleka agarrando un puñado de palomitas.—Suena así porque mueven mucho los labios haciendo una e grave como cuando te quejas.
—¿Eso es japonés?—Acomodó sus lentes.—Escucho muchas pinches "W".
—Eso suena como japonés.
—¿No será chino?—comió otro puñado de palomitas—Ya no escuchó las putas "W".
—Wait, eso es italiano.—se inclinó hacia delante—Escucho un tonito muy...bambino.—Dijo mientras hacía ese gesto con las manos característico de Italia...creo.
—¿¡Y quienes son ellas?!—las apuntó —¿Acaso son tus putas?
Oh dear.
—¡Agárrenme que la mato!—gritó Alya siendo sujetada por Juleka—¡Suéltame para que pueda matarla!
La gótica puso los ojos en blanco ante la bipolaridad de la morena que extendía sus brazos, tratando de alcanzar a la chica rubia que seguía discutiendo con Plagg.
—Pollen!—se acercó una chica de cabello rojo—Arrêt ton scandale et laisse les passer.
La rubia gruñó frustrada antes de dar una bofetada al más alto y salió hecha una furia.
—Tu es nouvelle.—dijo intrigado—Je ne t'ai jamais vu.
—¡Hola!—dijo exasperada Alya—¡We don't speak french!
Una chica azabache bajó las escaleras, estaba preocupada después de escuchar tanto alboroto. Se quedó de pie bajo el marco de la puerta que daba a las escaleras, sorprendida por ver tanta gente extranjera discutiendo.
—Eh...—intentó formular una frase—Yo si hablo un poquito de español.—Dijo con una pronunciación que le delataba, español no era su lengua materna.
Alya miró hacia la derecha, buscando de quién era la voz, encontrándose con una chica de aspecto dulce y hermosos ojos azules.
Su boca se abrió sorprendida mientras un leve sonrojo imperceptible atravesaba su rostro. ¿Era un ángel?
—Juleka, pellízcame.—dijo con ojos soñadores—¡Ahg pero no tan fuerte güey!
La de cabello negro se llevó una mano a su rostro, se rendía con esta bipolaridad.
🇫🇷🇲🇽
Francia; Paris
Nino trepaba apresurado queriendo llegar lo antes posible. Se balanceó con rapidez para sostenerse del balcón, cada vez más cerca.
Wayzz, quien seguía abajo, estaba lidiando con los policías, le había pedido a Nino que subiera y que no volteara atrás.
Pero el moreno tenía otro plan entre manos. Tomó una bocanada de aire antes de impulsarse con sus brazos y trepar para ponerse de pie en el balcón y rescatar a la pequeña criatura.
Con delicadeza, tomó una bebe que estaba a punto de caerse desde un tercer piso aproximadamente. La sujetó en brazos de una forma tan paternal y con mirada dulce que cualquiera diría que es una escena muy bella.
Una mujer rubia pasaba por allí, iba a extenderle una mano.
La gente veía y grababa con sus teléfonos lo que había pasado y pasaba ahora mismo. Nino bajó por donde mismo, teniendo extremo cuidado para evitar algún accidente. Una vez que llegó al suelo, la madre recién llegaba corriendo, estando tan asustada por haber casi perdido a su hija.
—Merci merci merci!—Gritaba la mujer mientras lloraba de alegría.
Imagina dejar a tu bebé en manos de otra mujer que aseguró ser capaz de cuidarla hasta tu regreso y encontrarte con la impactante noticia de su casi muerte.
Atrás, Wayzz estaba siendo esposado, mirando con orgullo a su amigo que entregó a la bebe.
—Vous parlez du français?—preguntó la mujer rubia quitándose sus lentes de sol. Recién se acercaba pues había visto todo a unos metros.
Nino juntó su dedo pulgar con el índice, indicando con un gesto que sabía muy poco.
—Hablo español.
La mujer sonrió, estaba ayudando a alguien dentro de su propia nación y no en un mar tormentoso.
—Mi nombre es Emilie, Emilie Agreste.
Wayzz suspiró, logró salvar a Nino que era como su hermano menor. Sin rechistar, se subió a la patrulla mirando con felicidad el rostro iluminado del moreno que abrazó a la mujer que le dio una noticia muy esperanzadora.
🇫🇷🇲🇽
Frañol
~Lukadrien~
-P4R1S-
¡Hola! Aquí está lo prometido. Anarka trae algo entre manos jejejeje
¡Espero les haya gustado el capítulo! Disfrútenlo que volveré a actualizar dentro de mucho tiempo pues prometí actualizar mis otras historias pero voy a darla más importancia a
Keep on Kissing
Los invito a leerla, tendrá mucho yaoi y habrá marichat
Créanme que es raro escribir Marichat pero necesito practicar mi escritura y hacer algo original y que mejor que Marichat?
¡En fin, me despido!
Nos leemos luego :3
-P4R1S-
PD: fueron 3900 palabras
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