Mares de majestuosidad y arrogancia. 🌊🚢🪸✨👑👸


INT. PALACIO DE KENSINGTON - NOCHE

Carlos y Diana están sentados en una habitación iluminada por la luna. Carlos parece inquieto, causando el mismo efecto en diana al intuir esa sensación desorientación, lo que ninguna sabía es que hoy transcurriría una revelación que desencadenaría evento que transformaría para siempre la historia inglesa, destruyendo la mayoría de sus mástiles, con la implicación de un importante miembro antiguo de la misma, únicamente ideados para un solo fin, elevar hasta las nubes más excelsas e infinitas la reputación de la realeza, ese ideal implicaba estrictamente la presencia de diana, pues la aliada del destino no aceptaba a otra elegida para tener el futuro y augusto rol de ser la sucesora en el designio divino de ser reina de Inglaterra, tras en el caso de una abdicación de Isabel ll o respectivamente con su fallecimiento, además ser la aliada y compañera incondicional del heredero al trono, cambiando para siempre los rumbos ingleses.

Carlos: (nervioso) Diana, hay algo que debo decirte... (pausa, respira profundo) No puedo mentirte más, no puedo seguir con esta farsa.

Diana: (sorprendida) ¿Qué sucede, Carlos? ¿Por qué estás tan serio? (se acerca a él, preocupada) ¿Qué pasa?, ¿Seguramente te encuentras conmocionado o nervioso por el gran paso que vamos a dar? ¿No?, ya que mañana se hace realidad mi más grande sueño, al poder tener el inmenso e inimaginable privilegio de unir nuestras vidas en sagrado y devoto matrimonio, no le autorices al miedo la potestad de aterrarte, eternamente yo procuraré tu bienestar en la tempestad y en los naufragios más friolentos y bamboleantes, esa es mi promesa, prometo siempre estar para ti aún en los días más sombríos, aterradores y desafiantes.

CARLOS: (suspira pesadamente) No es fácil para mí..., por primera vez quiero ser francamente honesto contigo, he descubierto la enorme virtud que te posee y la simpatía que tienes hacia los demás, es lo que te caracteriza, esa misma jovialidad es la que te hizo tan aclamada y conocida, no deseo herirte puesto que mi intención no es perjudicar tú ánimo, ni alterar mi posición y mi deber a esta familia, no deseo fallarte a ti también, pues has sido una persona tan gentil y paciente con mis sentimientos, siendo mi más grande deseo constituir un matrimonio estable y sólido, aunque me he esforzado no he podido conseguirlo, lamento profundamente mi debilidad evidente en el proceso de ser el esposo que tú mereces, pero La verdad es que no te amo, Diana. Me estoy casando contigo por la presión de mis padres. (pausa, mira al suelo) No puedo soportar la idea de pasar el resto de mi vida sin amor.

DIANA: (conmocionada) ¿Qué... qué estás diciendo? .- se aleja de él, como si hubiera sido golpeada, irónicamente había sido un golpe fulminante a su corazón.-¿Cómo puedes decirme algo así? ¿Cómo puedes jugar con mis sentimientos de esta manera?, tú sabías del inmenso amor que surgió por tus cortejos, elogios, demostraciónes de afecto al inicio de nuestra relación, aunque no era frecuentes para mí eran aparentes, relacionaba tú timidez por la ausencia de cariño, anhelaba que eso cambiará con nuestra boda, para que luego sin ningún delicadeza, tú deteriores mi autoestima, lapidando mi ilusiones con tu inesperada revelación, no puedo creer tú majestuosa y creíble actuación, todo esto era una farsa, lo imperdonable es que involucraste a nuestras familias en esta pantomima, solo por no poder manifestar transparentemente tus sentimientos, por lo menos tendrás la mínima deferencia de darme el nombre de la susodicha, ¿Me revelaras el nombre de la mujer que robo descaradamente tus suspiros?, la damisela que llegó antes que yo, quitándome indirectamente e inconscientemente el amor que yo creía pooser y el qué atesoraba con dedicación y amparo.

CARLOS: (incómodo) Amo a otra mujer, esa mujer es Camila. Pero ella está casada y tiene hijos, por motivos religiosos y constitucionales, yo como futuro rey, no puedo casarme con una mujer divorciada.- Se detiene al ver una lágrima caer en el rostro de diana, ella apresuró en limpiarserla ya que no
quería que la viera más débil de lo que ya se había mostrado ante él, mirando a Diana con tristeza procedió a disculparse.- Lo siento, Diana. No quería lastimarte, te juro que puedo intentar amarte, se que para ningún hombre implicaría un sacrificio o sería una tortura el poder tenerte a ti como compañera de vida y esposa, solo deseaba que pudieras conocerme tal y como soy, sin apariencias o espejismos idealizados, ojalá puedas perdonarme y asi no desistas de esta unión, antes que un hombre soy un príncipe, debo preseverar la estabilidad y la continuidad de mi linaje y estirpe, antes que el amor tengo el deber, se que podremos hacer de este enlace, una gran  alianza que traerá prosperidad y dicha al reino, quizás no debí confesar tan bruscamente mis sentires, esto es tan embarazoso para mí, no es fácil de realizar esta mision, perdona mí personalidad directa y ofuscada.

DIANA: (conmocionada) ¿Cómo puedes engañarme durante todos estos meses? (se enfurece) ¿Cómo puedes usar mi amor y mi confianza de esta manera?, si solo te transferí amor genuino y fidelidad, después de mirarme tanta veces a los ojos ¿como pudiste ocultar tan arraigada devoción hacia otra
mujer?, preferiste ocultar esos descubrimiento propias que profesabas a otra mujer, esos hallazgo trancendetales no eran favorables para mencionarcelos a la reina, sobretodo a la reina madre, hoy descubri que en vez de ser el mundo y la inspiración del hombre que amaba, ingratamente persegui esa posibilidad y fantasía, hallando la cretina noticia de solo ser una marioneta, una tan patética para presentir sus oscuros fines, ya no sé si este enlance merece seguir un curso o un fin definitivo o temporal, ya no lo sé, ya no es el matrimonio de ensueño que esperaba, actualmente es un conexión falsa, una fachada de algo inexistente, al menos por tu parte lo es, no tengo la certeza ni la convicción de formar parte de esta confabulación vil, retorcida y repudiable, maldigo el maldito día que acepté y concreté este enlace mediocre, lleno de falsedad e hipocresía, no puedo seguir mirándote a la cara después de todo lo que acabas de trascribir en mi, con tu verdad desalmada.

Diana se levanta, furiosa y herida, y se aleja de Carlos.

Carlos: trata de olvidarlo, creo que son los nervios de la boda, lo lamento cariño, yo sé que está relación puede resultar favorablemente positiva, habría que intentarlo, procuraré enamorarme cada día más de ti, si tú me aceptas trataré de hacerte la mujer más dichosa y plena de la tierra, incluso a costa de mis propios sentimientos.- diana lo miro incrédula, no podía descrifar cómo Carlos se podía contradecir tanto, primero admitía que no la amaba con la intensidad con la que amaba a Camila, pero que a pesar de ese insignificante detalle buscaría hacerla feliz y gloriosa, para Diana el amor era la base más fundamental, no concebía tener un matrimonio, una vida conforme apariencias y al nulo compromiso, donde escaseaba el amor, la conexión, compresión, complicidad y felicidad, ya no admitía corroborar él cómo Carlos.

Diana: ¿Tratar de olvidar?, siempre recordaré estos sucesos en mi memoria, esta charla fue la principal causa de mi dolor, pero también del resugierte cambio en mi carácter, No seguiré dándote la autoridad de burlarte inescrupulosomente de mi, subestimand
o mi inteligencia, actúe con negligencia al no cuestionar tu falta de interés por mi, te aseguro que ya no seré el centro de tus escarnios o ironías bufonezcas, empezarás a respetarme, si es que aún anhelas un futuro conmigo, Aunque ahora tendrás que vivir con la interrogante de si llegaré a la boda o si decido disolverla, pero dudo que eso te importe mucho, ya que el único interés que tendrías por mi, sería en el aspecto de príncipe, todo lo relacionado a los asuntos reales y los planes ideados por tu abuela, deberes que tú tienes que seguir incuestionablemente, eres la peor desgracia que la vida me pudo dar, a pesar de eso aún te quiero, solo espero que ese sentimiento sea efímero como la brisa veraniega y se desvanezca como las mareas, ya no puedo seguir admirándote, si quieres verme mañana, tendrás muchos requisitos que aceptar, pero en una acertijo mi presencia se convertirá, adiós carlos.- dirigiendo su desengaño herido en cada mirada, que indicabas sus ojos desbordante de lágrimas como extensos rio caudalosos, que ella trataba de disfrazar cerrar los ojos como expresos rio caudalosos, pretencion que no pasaban desapercibido para él, indignada diana procede a retirse del salon a expulsar sus llantos cargados de frustración y rabia, Carlos intenta detenerla pero diana se marcha apresurada, dejándolo con sentimientos complejos e inquietantes, en el solicitario salón, cuestionándose cada paso que había dado.

INT. CATEDRAL DE SAN PABLO - DÍA

Diana admiraba desde el balcón, todos los designios pomposos que su matrimonio había propiciado en su nación y en el corazón de miles de ingleses, solo faltaba un detalle en su guardarropa para dirigirse a la nueva realidad que muy pronto sería suya, imaginando expectante la sorpresa que les daría a todos con la transcendental acción que erigiría en su propia boda, un golpe que desvataría el corazón firme, primordial, latente y fundamental para la continuación o estabilidad de la mayoría en la familia real, con mención especial a uno en particular, su prometido adorado, ya que supondría una herida desgastante en todo lo que representa para él en cuanto a apariencia y reputación, que primordialmente resguardarba, Diana vendría a cambiar eso, trayendo en su vida un cambio radical que renovaría esa definición, se encontraba hipnotizada en sus pensamientos conflictuantes y en sus alegrías futuras al constatar el sufrimiento de aquel que destruyó sus anhelos de juventud noble, cándida y risueña, que ahora se sentía cada vez más lejana a su carácter actual, desconectándose del mundo, olvidándose de todo lo que la rodeaba, no se percató de que le colocaban el velo, en este instante volvió de su trance disponiéndose a salir del salón, para celebrar este gran acontecimiento que significaría tanto para el país inglés, como para su muy a preciado futuro esposo.

Al llegar a la catedral el órgano resuena en la catedral llena de gente. Todos los ojos están puestos en Diana Spencer, hermosa y radiante en su vestido de novia, vio a su futuro cónyuge, esperándola tradicionalmente en el altar, con malicia intenciónal, demoró más de lo acostumbrado en la marcha nupcial, finalmente llegó y se posiciono a un lado de su prometido, Carlos no emitía ninguna palabra, simplemente se dedicó a suspirar de alivio, al ver a diana fue como un desvanecimiento de la incertidumbre al imaginar que diana se arrepentiera de casarse tras los sucesos de anoche, sin advertir que diana urdía un plan mucha más devastador dirigido a él, se sentía tan avergonzado que no podía formular ninguna palabra, solo atino a esbozar una mirada sonríente que evindenciaba timidez, diana ya no pudo tolerar ver cómo Carlos se bufoneaba a placer de su supuesta inocencia y juventud, alardeando del amor que ella mantenía anteriormente por el, beneficiandose de su aparente falta de amor propio al continuar con este matrimonio decadente y fraudulento, ante sus ojos, solo era eso, un matrimonio que la conduciría temprana o tardíamente a la locura o a su muerte, de alguna forma terminaría así, esos serían sus únicos caminos, sino hacia alguna cosa para revertir su futuro, ese sería su destino fatídico y trágico, lo amaba, claro que lo hacía, pero más se amaba a si misma, adelantó su plan en brevedad, dándoselo a conocer a la familia real y al resto de la multitud.

DIANA: (con voz firme, mirando a Carlos) Carlos, siempre he admirado tu bondad y tu dedicación al pueblo. Pero hoy, en este altar, no puedo ser parte de tu farsa. (pausa, mira alrededor) No puedo casarme contigo, no puedo ser parte de un matrimonio sin amor.

CARLOS: (sorprendido, busca las palabras) Gracias, Diana... No sé qué decir. (pausa, mira al suelo) Lo siento, Diana. No quería lastimarte.

DIANA: (permanece firme, mirándolo a los ojos) Pero hoy, en este altar, he decidido ser fiel a mis ideales y a mí misma. No puedo casarme contigo, no puedo ser parte de un matrimonio sin amor. (pausa, mira alrededor) No puedo ser parte de una mentira.

Carlos: diana te lo imploró, te lo suplico querida, no arruines los cimientos que edificarán nuestra próxima gloria, una que sera recordarlo por los siglos, al ser inalcanzable e insuperable, porfavor no sigas con esta locura y difamación, hay que continuar con los planes nupciales, desiste de esta locura, recupera rápidamente la cordura y la razón, no la pierdas por un desazón amargo.- suplico continuamente, depositando un beso en su mano, causando que el público en su ignorancia comenzará a aplaudir está muestra de sumo afecto, diana al sentir los ósculos de amor ficticios de Carlos en su muñeca, decide quitarlo con brusquedad y limpiarse dramáticamente la mano, formando en el rostro del público admirante una oleada de sorpresa e inquietud abrumadoramente misteriosa.

Diana.- interrumpe, con ira y tristeza.-
!No vuelvas a colocar tus repudiables manos en mi cuerpo!, no me han arrebatado el criterio, al contrario puedo avalar que luego de meses en ausencia de esa cualidad, por fin he recuperado la cordura, ¡Espero que encuentres a otra esposa, Carlos! ¡Espero que encuentres a alguien lo suficientemente tonta para aceptar tus condiciones desalmadas e hirientes!.


Diana se gira hacia la multitud.

Diana: (a los invitados) ¡Esto es lo que su futuro rey ha hecho! ¡Ha jugado con mis sentimientos!.- hace una breve pausa.- ¡Ha jugado con mi corazón!.- al dictar la ultima palabra, diana estrecha un pulgar en su pecho, dando una sensación de señalar el lugar donde carlos fracturó sus sentimientos.

De repente, un caballero conocido como el hermano menor del príncipe heredero que se encuentra en los asientos diferidos decide intervenir a favor de su discreta amada, como en un guión planificado, el menor príncipe se levanta de entre los invitados decidido en dirección a su encuentro, la acción de Eduardo originó que diana volteará cautivadoramente hacia él.

EDUARD: (sonriendo) Diana, ven conmigo. Puedo hacerte feliz.- se queda estático por un instante, mira a Carlos decidamente.- No te mereces una mujer como ella, Carlos no te mereces su amor, yo si le daré mi respaldo, seré su soporte, la trataré como tú no has podido, le daré el mejor título que una mujer puede portar, ser la mujer elegida y apremiante del hombre que la llegara amar, el hombre amado por ella al mundo hará doblegar, ese es el amplio futuro que a mí lado podrá vislumbrar, tú perdiste tú oportunidad, es mi turno de poderlo apreciar y disfrutar, hoy me iré más feliz que nunca por tener el basto fario de ser su flamante esposo, diana se irá conmigo y no podrás detenernos, no gastes tus intentos fútiles, ya que son inútiles, ni tú preciado título podrás salvarte de esta humillación a tu posición privilegiada, si te preguntas por las razones, diría que es una vendetta por tu soberbia excesiva hacia una persona que solo te admiraba como un ente divino, alguien que se postraba ante ti genuinamente, no por tus incontables designaciones reales, sino como persona, creo que firmemente que si no valoras tu tesoro con determinación, te lo quitarán sin ninguna consideración, adiós Carlos, te mandaré la invitación para nuestra boda.- reveló hiriente, toda esta información fue sepultante para el, sobretodo para todos los integrantes su familia, es encontrár el extenso desprecio que siempre tuvo tu hermano por ti, el que guardaba con tanto recelo, al fin vio la luz del día.

Díana: sé que contigo si seré feliz, abandono este recinto plenamente convencida de que tú si serás un genial esposo y si Dios quiere un magnífico rey.- mencionó abiertamente desafiante al derecho y a la sucecion de Carlos como futuro rey, diana al decir que deseaba que Eduardo fuera rey, dejaba en claro, que diana propiciaba la destitución de Carlos como heredero, anteponiendo a Eduardo como futuro sucesor de la corona, evidenciado en qué bando se encontraba la novia fugitiva.

Diana se detiene por un momento, girándose en dirección de Carlos y a los invitados.

Diana: Inglaterra amada hoy les regreso algo de vital importancia para la corona y para ustedes, alguien que nunca debió venir ante mí, lo tuve por un tiempo pero dejó de cederme entusiasmo y valía, he aquí su príncipe heredero, hoy lo traigo de vuelta a la soltería, el será el preciado botín de una afortunada joven casadera, para mí perdió todo valor o provecho, he aquí su patético y desdichado rey, espero le encuentren una novia apropiada, me marcho, que Dios salve a la reina y al futuro rey, pero saben que algún día el trono puede cambiar de elegido, quizás sea el más joven de este linaje, ese es mi gran anhelo, que alguien que merezca obtenga la sagrada corona, no una cobarde indigno como lo es Carlos, ya te debes sentir aliviado, te lanzo a los brazos de tu codiciada Camila, yo te libero de los míos, unos brazos que no merecías tener, os liberare de mi presencia, los apremiara mi ausencia, disfrutando de sus carencias, he aquí el futuro reinante, mis ojos atestiguarán una oleada de grandes cambios, hasta ese día, me despedire de vosotros, adiós.- al pronunciar tantas palabras cargadas de frustración, verdad y consolación, se marcho del recinto sagrado no si antes hacer una reverencia, con designios irónicos en dirección a carlos, para todos era transparente sus grandes deseos de transportar su dolor mediante esas manifestaciones de rencor, anhelado grandes cambios en la sucesión, a pesar de todo Carlos exculpaba la actitud justificada de Diana, siendo su única preocupación el bienestar de su ex prometida, lamentando internamente que dejará de serlo, un sentimiento intempestivo termino dominandolo, oroginando el inusitado hecho en Carlos, persiguiéndolos para traer a diana y retenerla, pero los hilos no debían ser forzados, al menos por ahora, sus caminos tendrían que continuar separados, hasta que las madejas hilantes de la reina madre los volviera a enlazar, tal acontecimiento se daría cuando el propósito prospere.

Carlos: ¡Diana, espera! ¡He aprendido a amarte, no te rindas con este matrimonio ya con nuestro anhelos de antaño! .- gritando desconsolatemente, sus alaridos estridente orillaran a que la mayoría de espectadores se conmoviera. Por el desdichado príncipe, pero comprendía que el mismo había prospiciado ese fin. En ese momento, Carlos se da cuenta de que está empezando a sentir algo por Diana, algo tan intenso como el amor. Pero es demasiado tarde. Diana ya se está alejando, dejándolo solo en el altar.

Diana sonríe al comprobar cómo Carlos la seguía delirantemente, toma la mano de eduardo y juntos corren por el pasillo, dejando a un atónito Carlos en el altar. Carlos aun impulsado por un repentino torrente de emociones, comienza a correr tras ellos.

Carlos trató de detenerlos, pero ellos adquieren una ventaja significativa que le impide alcanzar a ambos prófugos, Diana y su acompañante se subieron en un vehículo apresurándose por arrancar, perdiéndose en el vasto paisaje, sin mirar atrás, forjando un futuro sin Carlos en sus vidas, abandonándolo en la angustiosa soledad y en la vergüenza de haber sido plantado por su novia y traicionado por su propio hermano, rendido y derrotado volvió vergonzosamente, pero con un resolución firme, mientras recorría el tramo de regreso, se compadecía a si mismo al ver cómo sus demás hermanos lo consolaban internamente con sus compasivas miradas desde la distancia, la reina madre, la reina y su padre juzgaban los acontecimientos tan importantes que lo involucraban a él como príncipe heredero, a su hermano y a su ex prometida, la reina le otorgaba una mirada severa pero consoladora, en cambio su abuela, que era la reina madre, le dirigía una faz frígida, helada, pero al mismo tiempo podía avistar una sensación de felicidad y celebración que no se esmeraba por ocultar, como si disfrutara de reprender su osadía y su insolencia al desafiar sus exigencias, caprichos o placeres, siempre creyo que nunca disfrutaría de esta unión, sin saber que al final se rendiría lentamente ante los encantos de Diana, a pesar de sus sentimientos por Camila, ahora sabía que nunca había sido tan intenso y real como lo que siento recientemente por Diana, su desprecio le dolía, realmente lo hacía.

Que opinan de este Carlos y está nueva diana.

Quieren más fragmentos de Carlos y Diana.

No se olviden de comentar y votar, ya que todos sus opiniones respetuosas son muy valiosas y transcendental en mi vida literaria y personal.

Un abrazo a la distancia, os quiero 😘 🥰🥳😉✨🫂🌊.

Pido perdón si aún tiene errores de ortografía, estoy dando mi cien porciento para cambiar eso, tratando de corregir todo los errores, si aún hay algunos trataré de corregirlos en la brevedad.

Capitulo dedicado:
FiveSunLights
MonseBM_
defloresescribo
AnibalCristaldo
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