Cole cambiaba de canal al televisor cada dos segundos, aburrido. Zane estaba a su lado, entretenido con un libro; amos estaban sentados en la cama.

-Amor, ¿Me pasas la soda? -le pidió el pelinegro.

Zane despegó la mirada del papel y le pasó la lata de refresco que estaba sobre la cómoda, no sin antes prestarle atención. Lo miró de arriba a abajo, como siempre, dándose cuenta que su pantalón dejaba al descubierto la orilla de su bóxer.

-Uh, eso es nuevo -dijo.

-¿Que cosa? -le dijo dándole un trago al refresco.

-Tu bóxer -le comentó viendo el estampado peculiar de éste.

-¡Oh! -Cole se acomodó y tiró de la sabana que lo cubría -Es de fantasmitas...

Zane lo observó esperando a que dijera algo más, en lugar de eso sonrió pícaro.

-¿Que?

-Si te asustan, me los quito.