Extra 4: El adiós

Seth

Este día tiene que ser especial.

No podría salir de otra manera debido al tiempo que he estado planeando todas las cosas que voy a hacer, qué debo decir, con qué frecuencia me permitiré respirar... En fin, quiero que sea perfecto.

Es lo que Emma merece.

—¡Date prisa, papá! —vocifera Corina al mismo tiempo que corre por toda la acera.

Las trenzas largas le bailan por la brisa y los movimientos de su cuerpo. Ella es alta para su edad, pero muy delgada y esto permite que se desplace de aquí para allá como un tornado.

Entro a la tienda donde se escabulló y la vislumbro delante de una vitrina donde exhiben todo tipo de prendas.

—¿En qué lo puedo ayudar? —pregunta una señora muy amable.

—Por ahora solo voy a mirar, gracias. —Ella asiente y camina hacia otra persona.

Me acerco a Corina y mi boca se abre al ver la cantidad de joyas de diferentes formas y tamaños que hay.

—Son demasiadas, no sé cómo podré elegir una...

—Puedes comprarle varias, papá —interrumpe sin dejar de observar cada pieza.

No le contesto porque me quedo ensimismado ante el brillo y delicadeza de cada una de las alhajas. Es imposible para mí obtener lo que en realidad deseo. ¿Y si no le gusta o no es lo suficiente especial como quiero?

—¿Cuál prefieres? —le pregunto a mi hija que sigue mirando todo muy concentrada.

—Todas —afirma sin titubeo—, pero esa que está ahí más.

Señala a una pieza de oro blanco, fina y delicada. Es tan pequeña que casi se pierde entre las otras, pero el brillo de la minúscula piedra color rosa claro la hace resaltar.

Me toma menos de dos segundos en elegir esa, así que llamo a la dependienta para que coordinemos lo del pago y todo lo demás.

Corina salta de alegría cuando le paso la tarjeta de crédito a la chica para que cobre la compra que hemos hecho, me abraza efusiva sin dejar de decir lo feliz que se pondrá mi novia cuando vea el regalo.

Deseo que sea así, a pesar de que dejé esto para último porque el temor y los nervios me habían paralizado. Para ser sincero, no sé cómo ella va a reaccionar o si es demasiado pronto, solo estoy seguro de que quiero pasar el resto de mi vida a su lado.

══ ✧ ❀ ✧ ══

Emma me canceló la cena a última hora. Dijo que estaba indispuesta y por eso iba a ser imposible salir de su casa esta noche. Lo raro de todo es que no me permitió hablar ni preguntarle sobre cómo se sentía porque cerró la llamada de repente.

Si antes estaba nervioso, ahora mucho más por su comportamiento extraño. Todas las cosas que estuve planeando se deshacen en el aire sin poder evitarlo. Le hago varias llamadas, mas no contesta. No sigo insistiendo porque puede que se haya dormido y no quiero molestarla.

Camino por toda la habitación hasta que me detengo frente al gran espejo. Reviso mi ropa y sonrío al caer en cuenta de que me esforcé mucho en verme bien. Paso las manos por el pelo para desordenar las hebras que había peinado hacia atrás, asimismo, desato la corbata y la tiro a algún lugar de la habitación.

Doy pasos hacia la cama y me acuesto boca arriba sin dejar de pensar en ella, en si debo ir a hacerle compañía y llevarle algún medicamento que la haga sentir mejor. Niego con la cabeza, debo darle su espacio y esperar a que me contacte.

El sonido que proviene de mi teléfono me da a entender que llegó un mensaje. Lo verifico deprisa con la ilusión de que sea Emma, pero es de un número desconocido.

Lo leo varias veces sin poder creer que él me haya contactado, eso quiere decir que Emma está muy mal. La preocupación e incertidumbre provocan que respire con dificultad y que la cabeza me duela.

Pese a todos estos sentimientos encontrados, salgo en un santiamén de mi casa para ir a ver a Emma y comprobar por mí mismo que está bien y todo en orden.

Llego en tiempo récord a su casa de la playa y toco varias veces la puerta con el corazón latiendo como un loco en mi pecho.

Emma abre e inmediatamente poso los ojos sobre ella para después recorrer su cuerpo.  Está vestida con una pijama que le queda grande, descalza y su pelo hecho un lío. Su rostro refleja cansancio, las ojeras son un indicio de que no está durmiendo bien.

—¿Qué te sucede? —pregunto, alarmado.

Emma no contesta, hace puchero para luego abalanzarse sobre mí. La aprieto contra el pecho con fuerza; ella se aferra a este mientras balbucea algo que no logro entender.

Entro a la casa sin dejar de sostenerla, diviso el sofá con algunas prendas sobre él y me dirijo ahí para acomodarme.

—Me tienes preocupado, vine lo más pronto que pude cuando vi el mensaje de tu amigo —susurro, dejando algunos besos sobre su cabeza.

Emma se aparta un poco, lleva una mano hacia mi mejilla y la acaricia con dulzura.

—Giuseppe no debió contactarte —habla despacio—. Solo estoy agotada.

La manera en la que desvía la mirada me da a entender que está mintiendo.

—El simple hecho de que él me haya mensajeado es razón suficiente para saber que te pasa algo malo —bromeo y noto un atisbo de sonrisa en sus labios.

Se levanta de mis piernas y empieza a caminar en círculos con las manos en la cintura. Me permito detallar cada parte de su cuerpo, amo cómo esa ropa ancha hace que ella se vea más pequeña y delgada de lo que en realidad es.

Es la mujer más tierna y bella que he conocido.

—Tengo miedo, Seth, y no quiero asustarte...

Los nervios provocan que las manos me tiemblen de manera frenética, estoy aterrado por cómo habla.

—Me estás asustando ahora, Em. Por favor, dime qué es lo que te tiene de esta manera.

Camino hacia dónde está, le tomo las manos y las aprieto entre las mías sin cortar el contacto visual.

—Estoy embarazada —dice en un hilo de voz.

Todo a nuestro alrededor desaparece como por arte de magia. Una burbuja invisible nos cubre donde solo puedo verla a ella, sentirla, escuchar las respiraciones y los latidos acelerados.

Lágrimas cargadas de grandes sentimientos salen sin control, haciendo que vea borroso. Pierdo la fuerza y caigo de rodillas ante ella, mi único amor verdadero.

Esta mujer es lo mejor que me ha pasado y ahora lleva a mi hijo en su vientre.

—S-Seth, perdóname —balbucea entre lágrimas que me encargo de limpiar con dulzura.

La abrazo por la cintura con toda la delicadeza que se merece, pero demostrando que me tiene a sus pies. Ella me rodea el cuello y me besa la cabeza varias veces.

—Estoy muy feliz, Em, te amo.

Me levanto, llevándola conmigo y ella se sostiene de mí poniendo sus piernas alrededor de mis caderas.

Nos besamos con una pasión que me desarma, estoy completamente conmocionado por todos los sentimientos que están a flor de piel.

—¿No estás enojado? —pregunta inocente, tímida.

Me río entre lágrimas y niego, incapaz de proferir palabra alguna debido a todas las sensaciones que estoy experimentando.

—Es una de las mejores noticias que he recibido, amor. Voy a hacer el mejor padre de ese bebé, te lo prometo.

Su sonrisa radiante me alivia el alma. Sé lo feliz que está por esto, Emma quería una familia, esa que nunca tuvo.

—Este no es el mejor lugar ni la manera que lo planeé, yo quería que sea perfecto.

La dejo en el piso y doy algunos pasos hacia atrás con lentitud. Ella ya no llora, se queda paralizada sin dejar de mirarme con intensidad.

Reviso el bolsillo de mi pantalón, agradeciendo que lo puse ahí antes de salir de casa. Saco la cajita que guarda el pequeño anillo que compré y me arrodillo.

Emma se cubre la cara con las manos cuando le extiendo la pieza perfecta que simboliza nuestro "juntos para siempre".

—¿Quieres casarte conmigo? —pregunto con la voz quebrada por las emociones.

Ella no responde, pero se acerca y recibe el anillo. Lo observa maravillada, como si no puede creer lo que está pasando en el salón de su casa.

—Claro que acepto, Seth, te amo. 

El beso que nos damos sella esta propuesta de amor, y es el comienzo de una nueva vida juntos.

Aún soy Seth, el tipo bipolar que debe medicarse y acudir a terapia con regularidad. No obstante, ahora sé qué debo hacer para no perder mi norte; tengo más de una razón para querer luchar y ser una mejor persona cada día.

Este es el adiós a lo viejos tiempos y la bienvenida a una nueva etapa en nuestras vidas.

══ ✧ ❀ ✧ ══

☆Con este extra nos despedimos de Fragmentos.

Confieso que tenía este capítulo escrito casi por completo desde hace dos meses atrás, pero me aterraba decirle adiós para siempre a Emma y Seth.

Estoy emocionada y triste con esto, aun así, me siento feliz de que mis bebés pudieron superarse y tener una vida digna juntos.

Muchísimas gracias por el gran apoyo que le han brindado a esta historia, sus votos y comentarios me dan años de vida.

Antes de irnos quiero saber:

•¿De dónde son?

•¿Cómo llegaron a esta historia o mi perfil?

•¿Qué cosas le dirían a Emma?

•¿Qué cosas le dirían a Seth?

•¿A mí (la autora)?

☆Besos y abrazos, gente bella, nos leemos en otras historias.

☆Recuerden que tenemos un grupo de lectores en WhatsApp. Si quieren unirse, me pueden escribir en privado y les envío el enlace.

Mucho amor, Eve. ❤


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top