9

Su mirada se entrelaza con la mía después de varios días sin saber de él. Está paralizado en la puerta de la habitación, su cara es neutra y eso en cierta forma me asusta. Se acerca despacio y se sienta a mi lado en la cama. Me encojo al sentir su mano, de manera sutil, por mi pierna y luego retira el toque de repente.

Vacío. Frío. Desolación.

No he querido aceptarlo, pero estoy consciente de que Seth significa mucho más que un simple compañero con beneficios o lo que sea que somos. Lo pienso a cada instante, añoro su presencia y las ganas de tenerlo conmigo son indicativos de que se ha convertido en alguien importante para mí.

Me duele pensar que fallé a mis palabras, mi deseo era poder seguir mi vida sin un hombre de por medio o sentimientos que me hicieran débil, otra vez. Pero aquí estoy, rogando porque me bese, esperando que él sienta lo mismo que yo o al menos me haya extrañado.

Suspira y pasa sus manos por el pelo, echándolo hacia atrás. Su ojos lucen angustiados, sus manos se cierran en puños y se levanta de la cama de golpe.

—Tamara me llamó. —Frunzo el ceño al escucharlo, ella no tiene ningún derecho a hacer eso—. Me dijo que renunciaste.

—Así es, conseguí trabajo en una tienda de ropa.

Se sienta de nuevo y me mira directo a los ojos.

—¿Desde cuándo?

Su curiosidad me sorprende, pensé que no iba a seguir indagando.

—Hace unos días, Seth, no volveré nunca más al bar.

Asiente y agacha la cabeza, apenado. No sé qué le sucede, es tan raro y misterioso.

—Me alegro por ti.

Se acerca y acaricia mi rostro sin dejar de mirarme, su aliento hace que se me erice la piel. Besa mis labios con dulzura, sin prisa, tomándose todo su tiempo. Reúno todo el valor que tengo para alejarme, mis ojos se han nublado y el nudo en la garganta crece por cada segundo que pasa. Su mirada hacia mí cambia y mueve la cabeza varias veces en asentimiento.

—Nunca me he subido a una montaña rusa —rompe el incómodo silencio. Lo miro confundida sin saber a qué se refiere o por qué me dice esto—. Tu turno.

—Nunca he montado a caballo. —Mi voz sale entrecortada y carraspeo, en un intento de componerme—. Cuando era una niña soñaba que un príncipe venía por mí en un poni blanco de largo pelaje. —Río como tonta y me siento estúpida al darme cuenta de lo que dije.

Logro ver un atisbo de sonrisa en sus labios, esto hace que mi corazón lata con fuerza.

—Estuve en un orfanato. —Su voz sale en un susurro—. Mis padres fueron asesinados, por unos hombres que entraron a robar a la casa, delante de mí cuando tenía diez años. —Tiembla y me acerco para abrazarlo.

—Ya, Seth, no sigas.

Lágrimas traicioneras escapan de mis ojos al verlo tan vulnerable. Lo acorralo entre mis brazos y lo aprieto contra mi pecho. Su piel está fría, está erizado por completo y sus temblores me asustan.

—No puedo más, Emma.

Se separa de mí y sale de la habitación dando un fuerte portazo. ¿Qué otras cosas horribles ocultará Seth y qué podría hacer para ayudarlo?

══ ✧ ❀ ✧ ══

El lugar ha estado abarrotado de gente el día de hoy, los pies me duelen y siento la cara entumecida de tanto sonreír. No he podido comer nada desde que llegué y creo que me puedo desmayar en cualquier momento. Betty se acerca sonriente, me señala la puerta y logro ver al señor Brooke conversando con la señora Winston.

—Mira quién nos visita hoy, Emma.

Su entusiasmo me hace fruncir el ceño, no sé que le ve de especial en realidad.

—Ah, sí, parece que nuestra jefa y él son buenos amigos. —La rubia asiente.

—Es así, viene mucho aquí. —La mirada de él se cruza con la mía y desvió la cabeza, apenada al ser descubierta observándolo—. Se dirige hacia acá. —Su nerviosismo me hace rodar los ojos. Solo es un hombre.

—Señoritas —saluda cortés y mi compañera asiente de manera exagerada—. Emma, ¿podemos hablar?

—Estoy trabajando —replico de inmediato, esperando que desista de su invitación. No puedo seguir viéndome con él, no quiero que vaya a pensar cosas que no son.

—Hablé con Ania y me dijo que puedes ir a almorzar.

Trago saliva al escuchar lo que dijo de mi jefa. Betty me codea sin disimulo y la miro de mala manera.

Entro al auto de lujo, esos que solo he visto en revistas y televisión. Él no es un hombre viejo por lo que me da curiosidad de dónde pudo acumular tanta riqueza. Trato de ahuyentar esos tontos pensamientos, puede que haya heredado su fortuna o algo así.

—¿Te parece si esta vez comemos en mi casa? —su pregunta me saca de mi zona de confort y me alarmo al pensar que puede estar ideando cosas que no van a pasar—. No me mires así, Emma, es que no me agrada comer fuera. Lo hago pocas veces.

Asiento, ida. Solo espero que él no vaya a arruinar el poco progreso que hemos llevado.

Aurora me saluda emocionada mientras otra chica —que no conozco— sirve el almuerzo. Luce muy joven, su pelo negro está hecho una trenza larga y mantiene su mirada hacia abajo avergonzada.

La comida se ve bien y huele exquisita, pero no tengo hambre. Hay algo que no me deja estar tranquila, siento que estoy haciendo las cosas mal.

Seth no sale de mi cabeza y no sé cómo va a reaccionar cuando se entere que he estado saliendo con el señor Brooke. ¿Debería decirle?

—No has probado la comida, Emma, ¿no es de tu agrado? —Salgo de mis pensamientos y niego varias veces.

—No es eso, es que no tengo mucha hambre. —Doy un bocado al pan de ajo, este se deshace en mi boca. Está riquísimo.

—No quiero que sientas que te estoy presionando o que me estoy aprovechando de ti. —Mis sentidos se activan y dejo de masticar, asustada por el sendero que va la conversación—. Emma, quiero que sepas que me gustas mucho. —Toma mi mano y la aprieta entre la suya.

El corazón golpetea mi pecho con fuerza, niego varias veces, sabiendo que por algo mostraba tanta amabilidad e interés. Me alejo de su toque con brusquedad y me levanto para irme.

—No sé que estás pensando, pero no creas que voy a acostarme contigo por unos favores —escupo con rabia y a la defensiva.

—Me estás malinterpretando. —Sus ojos me miran con rabia—. Me ofende que pienses eso, me gustas de verdad, Emma, tanto como para iniciar algo serio contigo. —Me paralizo sin poder creer lo que estoy escuchando. Aprovecha esto, se acerca y  toma mis brazos—. ¿Crees que pueda tener alguna oportunidad?

—Y-Yo no sé qué decirle —balbuceo sin sentido, presa del pánico. Su mirada intensa me da escalofríos y me recrimino el haber quedado sin habla—. Lo siento, no puedo aceptar de usted algo más que una amistad. —Espero que con esto entienda.

—No te cierres así, Emma. —Trata de persuadir con voz suave—. Es más, te voy a dar varios días para que lo pienses y luego me respondes. Déjate querer, quiero algo lindo para nosotros, te aseguro que no te vas a arrepentir. —Besa mi mejilla, se aleja y camina hacia la salida.

══ ✧ ❀ ✧ ══

🙋‍♀️¿Seth o Mitch?

Gracias por leer ❤

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top