35

Observo la hora en mi reloj, no ha pasado ni un minuto desde la última vez que lo hice y me siento una estúpida por eso. Sonrío a algunas personas que pasan por mi lado con un esfuerzo sobrehumano porque lo único que quiero es echarme a llorar.

Quiero que se termine mi turno porque voy a ir a ver a Axel para pedirle de favor que me acompañe al lugar donde Seth pelea. Puede que él se encuentre ahí y si se está escondiendo de mí por alguna razón, quiero que sea responsable y me lo diga en mi cara.

Espero que sea eso y no que algo malo le haya pasado, tengo mucho miedo de ir y me digan que no lo han visto o que fue herido de mala manera. Agito mi cabeza, en un intento de que estos malos pensamientos salgan de mi mente.

Mitch entra a la tienda, pone sus ojos sobre mí y luego camina hacia la oficina de la señora Winston. Trato de calmar los nervios, el hecho de que él esté aquí, luego de tanto tiempo, no quiere decir nada. Miro de reojo a Betty que se ha puesto roja de un momento a otro.

La compadezco, ella dice que lo ama y sé que el desprecio que le ha mostrado le duele mucho. Me comentó que aún no le ha dicho nada del embarazo porque tiene miedo de su reacción. Debe ser muy difícil, cuando estaba con Jules pasé un susto porque tuve un retraso una vez y pensé que estaba embarazada. Estaba aterrada, creando posibles escenarios de lo mal que me iba a ir si esperaba un hijo de esa bestia. Creo que fue el momento más feliz de mi vida cuando me llegó el periodo.

Con Seth nunca me vi en la necesidad de protegerme, es muy estricto con el uso de los preservativos y por eso siempre tiene a montones y lleva con él también. Al principio, cuando encontraba los condones en sus pantalones, me sentía mal porque si él los llevaba era por algo; pero me convencía de que no estaba en facultad de reclamar nada ni de sentir celos.

¿Qué se sentirá llevar un bebé? Toco mi plano vientre lentamente al pensar en esto. Nunca he sopesado si alguna vez quiero ser mamá y creo que no me gustaría, pero eso puede cambiar en un futuro. Seth es un buen padre, lo sé porque pude verlo con Corina y es la cosa más tierna que he presenciado en mi vida.

Niego varias veces por lo tonto de mis pensamientos, sería desastroso un hijo en estas condiciones. De hecho, no sé siquiera en qué pararemos nosotros dos como pareja.

══ ✧ ❀ ✧ ══

Entro al conocido taller, busco con la mirada a Axel, pero solo vislumbro a Jhon y a otro chico que no había visto. Ese tiene que ser el reemplazo de Seth.

Saludo y me carga, exagerando con las muestras de afecto.

—Tenías mucho tiempo que no nos visitabas —Jhon comenta, fingiendo tristeza.

—Lo siento, estaba muy ocupada. —Asiente, sonriendo pícaro.

—Sí, claro.

No le hago caso y vislumbro a Linda que habla muy animada con el chico nuevo.

—¿Quién es él? —pregunto con curiosidad.

El muchacho no aparenta de más de veinte años, es muy delgado y alto, con el pelo castaño corto y un arete en la nariz.

—Es Marcus, entró a trabajar cuando Seth se fue. —Asiento a lo que dice, perdida en mis pensamientos.

—Quiero hablar con Axel. —Niega varias veces con pesar.

—No vino hoy, Emma. De hecho, estamos preocupados porque hace varios días que no sabemos nada de él.

══ ✧ ❀ ✧ ══

Entro al lugar con los nervios a flor de piel, tuve que armarme de valor y venir sola. Tengo miedo a lo que podría encontrar aquí, pero no me puedo quedar de brazos cruzados. Una sensación incómoda se instala en mi estómago debido a todas las imágenes y escenas que ha creado mi mente, poniéndome más nerviosa aún.

El lugar está en silencio, con pocas personas esparcidas haciendo ejercicios. Esto a simple vista es un gimnasio un tanto extraño y grande. Todo luce muy diferente a como lo hacía la última vez que vine, pero aun así, no me deja de parecer aterrador.

No tengo idea a quién preguntarle por Seth, nadie se ha parado a ponerme atención y estoy segura de que no se han percatado de mi presencia. Recuerdo al tal Lino, él podría ayudarme y quizás sepa decirme qué ha pasado con él.

—Disculpa, ¿puedo hablar con Lino? —El chico me mira como si estuviera loca y solo niega sin emitir palabra alguna.

Me alejo de él, ofendida por su comportamiento. Al parecer el tal Lino es una especie de "celebridad" entre ellos.

—¡Qué sorpresa! —Los ojos azules de Mitch me escanean—. No pensé que volverías aquí, Emma, eres bienvenida. —Sus palabras me causan escalofríos.

—No es lo que crees, quiero hablar con Lino. —Levanta una ceja, divertido, y se me acerca, pero retrocedo con temor.

—Sé muy bien por qué estás aquí, preciosa, te dije que vendrías hacia mí y mírate. —Me señala con burla—. Sígueme para que hablemos, Emma, Lino no va a venir hoy.

Debato en mi mente si hacer o no lo que pide, pero me decido porque puede que él tenga noticias de Seth.

Entro a un tipo de oficina y no me pasa desapercibido que asegura la puerta antes de tomar asiento. Me quedo paralizada en medio del lugar, el corazón me late frenético y esto hace que mi pecho duela.

—Siéntate, Emma, no te haré nada. Aún. —Ríe con malicia y saca un cigarrillo de uno de los cajones. Lo enciende y me lo extiende, pero niego con la cabeza.

Me acerco despacio y me acomodo en un sillón frente a él. Su mirada me asusta, no pestañea al recorrer mi cuerpo, fascinado. Me encojo en mi lugar, si antes le temía a este hombre, ahora es mucho peor después de enterarme de sus problemas mentales.

—Eres tan hermosa, no entiendo qué le ves al loco ese. —Mis ojos se nublan al notar cómo su rostro se contorsiona en desagrado al mencionarlo.

—He venido porque quiero saber si saben algo de Seth. —Abre los ojos en sorpresa y luego se carcajea. Frunzo el ceño, sin poder entender su comportamiento.

—Emma, Emma. Seth está bien, solo está preparándose para la pelea que viene.

—¿Puedo verlo? O por favor dile que estoy aquí, que quiero saber si está bien. —Salto en mi lugar debido al golpe que le ha dado a la mesa con fuerza.

Se levanta en un santiamén y me agarra de los brazos, pegando su cuerpo al mío. Me remuevo, desesperada, el miedo y la incertidumbre me hacen sollozar.

—No llores, cariño. —Se mueve y me acorrala entre su cuerpo y la pared—. Seth está pasando por un proceso de aprendizaje. —Ríe como loco y mi llanto aumenta.

—¿Qué le están haciendo? Necesito comprobar por mí misma que se encuentra bien. —Su agarre se hace más fuerte y chillo de dolor.

—Eso no se va a poder, bonita, pero de ti va a depender que salga con vida de aquí. Te lo advertí, te dije que me las pagarían y estoy cumpliendo con mi palabra. —La vista se me nubla y los temblores se intensifican.

—V-Voy a llamar a la policía —balbuceo, sin encontrar otra manera de salir de esta situación.

—Estoy ansioso porque lo hagas. —Se carcajea de nuevo como un psicópata—. ¿Qué crees que va a pasar con Seth si la policía interviene? —grito de impotencia al ser consciente del gran problema que está metido.

Sus manos me acarician la cara con suavidad, me da asco y aparto la cabeza para evitar su toque.

—Es mejor que te vayas de aquí, Emma. —Se aparta de mí y se sienta como si nada—. Prepárate, que esta noche tendremos una cita.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top