‒Prólogo‒
La noche, un escenario elegido para el miedo y terror. Siendo asociada con la oscuridad y el peligro, ya que la falta de luz es terreno propicio para asesinos y monstruos que se ocultan. El ser humano atreves de los años se ha dado a la tarea de inventar historias que describan cada uno de los sucesos que la ciencia no ha podido comprobar, utilizando a algunas de las más populares criaturas fantásticas, como los vampiros y los hombres lobos, individuos que viven de la noche y evitan la luz solar.
Se sabe que las personas han desarrollado un miedo impresionante al referirse a un sitio oscuro y solitario, a lo largo de la historia han girado sobre estos y otros monstruos y que han tomado como título uno donde adquiere protagonismo la palabra noche. Pero si se enfocase en el cristianismo, la noche es vinculada con "el fin del mundo". Suele asociarse, en este sentido, al hombre que se encuentra bajo la influencia del diablo. La ironía es que deberán temer y cuidarse, pero no de esas criaturas fantásticas que el hombre ha creado, sino de aquel ser que gobierna el inframundo.
Una mujer tuvo el infortunio de ser una de las víctimas de este desconocido para uno, pero tan reconocible para aquellos que creían en los dioses griegos. Corría con la respiración agitada y en su mirar fácilmente se podía notar la desesperación que la mujer sentía en esos momentos, pero a ella no le importaba morir su prioridad eran aquellas criaturas indefensas que cargaba en el Pouch una banda de tela cocida en forma de tubo que le permitía llevar a las bebes en posición fetal, ambas permanecían calmadas a pesar de la atrocidad que esos hombres habían realizado antes de que la mujer comenzase a huir. Había visto con qué facilidad esos hombres terminaban con su esposo mientras este le daba tiempo de escapar con lo más valioso que tenían en sus jóvenes vidas.
¿?: Humana no alargues tu sufrimiento entréguelas ahora‒ mencionaba el espectro que se encontraba pisándole los talones a la pobre mujer que se negaba a entregar a sus hijas a ese ser maligno
¿?: Yo deniego lo que me ha ordenado hacer, no abandonaré a mis hijas, la ambición de tú señor no será cumplida, les protegeré hasta la muerte, no pondrás una mano en ellas‒refuto‒
¿?: Así tú lo has querido humana, cumpliré tus deseos de morir‒dirige su puño en dirección a la mujer dispuesto a acabar con su vida, pero algo capto su atención‒ los humanos suelen temblar y rogar por sus vidas cuando se ven envueltos en una situación como esta, es lo que caracteriza a un ser humano‒observa a la mujer que cubría su cuerpo con la capa‒
¿?: ‒riéndose del desconcierto en el que el espectro se encontraba‒ creía que los espectros eran más inteligentes, tan concentrado estabas en conseguir lo que tú dios te ordeno que no fuiste capaz de percatarte...‒
¿?: Claro no podía esperar menos de caballero Michahel de Centurión‒ el soldado de Centurión era conocido por casi siempre portar una espada o lanza con la cual vencía a sus enemigos sin ser esta una excepción, al eliminar al ser maligno su vista se posó en el oscuridad de la noche que era acompañada por los constelaciones que habían sido testigos de la pequeña batalla que se había librado hace unos instantes con tal de proteger a esas tres inocentes‒solo espero haber dado el tiempo suficiente para que encuentre un lugar seguro para esas niñas señora Sophia‒
֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎
‒12:35 pm Ciudad de Puebla al sudeste de Ciudad de México.‒
En otra dimensión dos mujeres se encontraban buscando un lugar seguro para las tres criaturas con las que habían escapado dejándoles en un templo tal como Michahel les había aconsejado, por lo menos allí estarían a salvo por un tiempo hasta cumplir la edad que había dado a conocer la profecía.
Sophia: ‒observa a su acompañante para posteriormente tocar la puerta del templo dejando a las tres bebes envueltas en una manta recostándolas mientras se escondían a esperar que atendieran a su llamado observando como un hombre con una túnica blanca cubriéndole desde el cuello hasta los pies que viraba a los lados con el objetivo de encontrar a la persona que había dejado a tres inocentes criaturas a las puertas del templo al ver que no conseguiría nada tomo en brazos a las tres bebes ingresando nuevamente al cálido edificio‒ cuidarles como no podremos hacer nosotras por favor‒menciona al aire de sus ojos brotaban lágrimas de dolor mientras abrazaba a su amiga que lloraba al saber que no volvería a ver a su primogénita‒
֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎
Un año después ‒Orfanato: Refugio de Dios‒
Dos parejas caminaban por los pasillos siendo guiados por las monjas hasta la habitación en la que se encontraban los infantes, observaban entre los niños y niñas encontrándose con las únicas bebes en el orfanato tomando la decisión de adopción, afortunadamente ambas hermanas permanecieron juntas siendo adoptadas por los Montero y a la pequeña rubia por los Sánchez.
֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎֎
‒Hogar Montero‒
La mujer de la casa se encontraba vistiendo a ambas bebes, con una sonrisa en sus labios después de años intentando tener hijos propios sin éxito, ahora tenía la dicha de ser madre y no solo de una sino de dos pequeñas. La mujer desvió su mirada por un momento en el dorso de la mano de ambas bebes encontrando lo que parecía ser un grabado de flor un Lirio y un Tulipán el dibujo parecía hipnotizante, tanto que no se percató de la presencia de su esposo.
¿?: Kalakaua...‒pronuncia sin despegar la vista de ambos grabados que desaparecen al instante permitiéndole a la mujer de ojos castaños volver al mundo real‒
¿?: ¿Sucede algo cariño?‒cuestionaba recargado en el marco de la puerta‒
¿?:‒niega con la cabeza dirigiendo su mirar a su esposo‒ no es nada querido
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top