Isabel:...‒Observa al gran Dai Tenshi tratando de asimilar la reciente información‒ me estás diciendo que las personas con las que se están enfrentando son Espectros pero antes de serlo... ¿Eran de los suyos?...‒

Alice: Pero porque vender su honor por una vida nueva...murieron jurando lealtad a Athena ¿No es así?... ¿Qué motivos tenderían para cambiar de parecer?‒pensando‒ sea lo que sea debemos ayudar y detener todo esto

Uri: podrán ayudar siempre y cuando se limiten a no demostrar su poder por completo...‒Observando a sus protegidas con severidad‒

Isabel/Alice: lo que tú digas papá‒virando los ojos ante la actitud sobreprotectora de sus respectivos guardianes‒

Alice: entonces a que estamos esperando vamos ya...‒exclama entusiasmada‒

Isabel: ‒cubriendo su cara con la mano‒ por tu imprudencia por eso, es que no sabes cuándo tomar las cosas en serio, no podemos ir allá sin más, primero hay que saber observar al adversario y encontrar los puntos débiles‒

Alice: ‒haciendo una especie de mohín‒ tienes razón

Isabel: sí Kanon me deberá muchos favores por mantenerte a ti con vida‒sonríe burlona‒

Alice: tú también estas metida en este embrollo‒acusándole‒ ¿Qué diría Aioria al respecto?

Isabel: qué piense las cosas antes de actuar, eres demasiado impulsiva‒

Alice: No me simpatizas‒fulminándole con la mirada‒

Yofiel: su lado infantil lo saco de ti no de mí...‒acusando al guardián de Anahata‒

Labiel: ¡¡ ¿Qué?!! ¡¡ ¿Y cómo porque he de ser yo el único culpable?!!

Gabriel: cerrar la boca...‒apareciendo detrás de ellos con una mirada gélida asustando a sus compañeros‒...me encanta cuando me hacen caso‒sonríe mientras les golpea la cabeza a ambos guardianes‒

Isabel/Alice: ¿Seguro que no escondes tu lado Yandere?...‒con una gota resbalando por sus frentes‒

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Shaina: ¿Desde cuándo a estado sucediendo esto?‒ cuestiona a los dos hombres frente a ella

¿?: Todo estaba en orden hasta mi última ronda hace dos horas...‒ dice preocupado y sin entender que es lo que paso

¿?: Pero quien se atrevería a penetrar la tumba de un caballero...‒ menciona frustrado

¿?: Y lo peor es que el cuerpo de un caballero fue robado ¿Qué es lo que está pasando?...‒

Shaina: Un momento...esta tumba no fue desenterrada parece que ha sido forzada desde el interior...‒dice mientras observa con atención las tumbas

¿?: Si es cierto...entonces significa que el cuerpo salió de la tumba por sí mismo- exclama sin poder creerlo

¿?: Eso es absurdo un cadáver no puede hacer tal cosa...‒menciona como si fuera lo más lógico y es que lo era ningún muerto andaba por ahí caminando libremente

Shaina: No, sin embargo existe alguien capaz de hacerlo...aquel que gobierna el mundo de los muertos...‒

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Mu: a lo lejos un inmenso cosmos maligno se está expandiendo...no puede ser...‒observa a su alrededor, el aire comienza a sentirse aún más fuerte, mientras él comienza a descender de los peldaños y una lluvia de estrellas se empieza a mostrar en el oscuro cielo‒ ¡¡alto!! Quiero que te detengas‒ le ordena a un extraño quien se encuentra cubierto por una capa que cubre su cuerpo desde los pies a la cabeza‒ no seguirás con vida, sino te detienes ¿me oíste bien?...‒

¿?: Mu ¿cómo te atreves a atacarme?...‒comienza a avanzar lentamente subiendo los peldaños acercándose cada vez más al caballero dorado de la casa de Aries

Mu: ¿qué?...‒

¿?: ¿Acaso ya has olvidado mi rostro?...‒

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Midori: ‒se despierta y se levanta con la respiración agitada‒ Seiya ¿Qué habrá pasado? Regresa con bien mi querido Seiya‒preocupada observando en dirección a la ventana que se encontraba adornada con cortinas blancas daban paso al aire fresco que entraba por su ventana‒

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Seiya: Mu ¿Qué sucede?... ¿Cómo es que alguien con tu poder pudo haber sido golpeado tanto? ¿Quiénes son ellos?...‒ pregunta mientras les observa‒

Shun:¡¡Afrodita, Mascara de la muerte!! Se supone que murieron en la batalla de las doce casas pero... ¿Por qué están aquí? acaso es una ilusión... ¿Ustedes son fantasmas?‒

Mu: No, no son fantasmas ahora son espectros guerreros de hades el rey del inframundo...-

Seiya: ¿Espectros? te escuche decir ¿Hades?...-

Mu: si eso es el verdadero enemigo que Athena debe vencer, ese es Hades, hace mucho Athena y los caballeros pelearon contra hades quien pretendía hundir a la tierra en la oscuridad y el miedo total, Athena venció y encerró la maldad de hades sin embargo el efecto de dicho sello ha terminado y como consecuencia Hades ha revivido y nuevamente pretende conseguir su sueño y para evitar eso Athena y nosotros sus caballeros hemos vuelto a la vida...‒

Shun: significa que todas las batallas que hemos tenido hasta ahora fueron solo el principio...‒

Mu: han entendido bien y ahora deben irse...‒

Seiya: ¿eh?...‒

Mu: Seiya esta batalla y este sitio no les corresponde a ustedes los caballeros de bronce vete ya, quiero que te marches...‒

Seiya: pero ¿Qué estás diciendo? como crees posible que debo marcharme yo peleare por Athena aunque tenga que dar la vida...‒

Shun: pero ¿De qué hablas? debe de tratarse de una mentira...semejante orden no puede ser otra cosa...‒

Mu: si desobedeces entonces encontraras la muerte esa es la orden de Athena‒

Seiya: ¿Qué? Saori ha dicho que no pertenecemos a este lugar, además quiere matarnos sino obedecemos esa orden...‒

Mu: así es, esa es la voluntad de Athena...-

Seiya: ¡¡mentira!! Nosotros también somos caballeros de Athena...Mu por favor permíteme reunirme con Athena estoy seguro que es un error...‒

Mu: no hay ningún error, tú debes reunirte...con tu familia que te espera...‒

Seiya: debe de tratarse de un error...¡¡ah!!- Seiya es atacado por Mu

Shun: ¡¡Seiya!!‒

Mu: no se trata de un error...‒observando al Caballero de Andrómeda‒ si no quieres tener la misma suerte será mejor que te vayas

Shun: ‒observa por unos instantes a Mu y a los presentes para después emprender carrera en dirección a donde podría estar Seiya‒

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Shiryu se dirigía al santuario mientras percibía auras malignas, deseando encontrar muy pronto a su maestro, pero inesperadamente recibe un ataque que lo hace retroceder, preguntándose a quien pertenecía el cosmos, obteniendo la respuesta al sentir un cosmos tan familiar, el dueño de ese cosmos era Ikki ordenándole regresar a los cinco picos, informándole la situación Athena había ordenado permanecer lejos del santuario o perderían sus vidas. Shiryu se negaba a creer eso. Escuchando del propio Ikki que los caballeros de bronce tan solo eran inútiles y un estorbo. Shiryu al negarse a creer semejante cosa no le dejo otra opción a Ikki que comenzar una batalla entre ellos.

Shiryu: estas muy equivocado nadie me está obligando a hacer esto...‒

Ikki: entonces ¿Por qué?‒

Shiryu: esto lo hago por mí, por Athena, por mis amigos y por las personas que quieren proteger a Athena yo peleo por ellos...‒

Ikki: ‒ se limita a reír por las palabras del Caballero de Dragón‒

Shiryu: ¿Qué es tan gracioso?...‒lo ataca pero falla recibiendo un golpe de Ikki

Ikki: ¿Qué puedes hacer tu en tu condición? no tiene sentido que estés aquí‒

Shiryu: con sentido o sin sentido voy a pelear y lo hare por mí, por mis amigos, por amistad si tratas de detenerme voy a...‒comienza a elevar su cosmos

Ikki: tú y los otros son unos ilusos...‒

Shiryu: ¿Qué?‒

Ikki: hace poco vi otro iluso como tu haya‒

Shiryu: ¿Otro iluso?...‒pensando‒ Seiya...Ikki espera ¿qué hay de ti?‒

Ikki: ya te lo dije yo...no estoy de parte de nadie‒

Shiryu: Ikki...‒

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Shion: las llamas de las casas de Aries y Tauro se han extinguido incluso la de Géminis esta por desvanecerse Saga ¿Por qué siguen aún en la casa de Cáncer?‒

Dohko: ‒ríe‒...probablemente se toparon con la entrada al otro mundo‒

Shion: ¿Qué?‒

Dohko: aunque muertos se pierdan y regresen a este mundo no tiene a donde ir excepto al mundo de la muerte‒

Shion: te sientes con libertad de hacer un comentario semejante a ese después de todo ustedes se les unirán muy pronto Dohko, de todos los caballeros que pelearon junto con Athena en la guerra sagrada anterior solo nosotros dos sobrevivimos esta guerra sagrada será más larga e incluso más brutal, aunque al parecer nadie sobrevivirá lo único seguro hasta donde sé es que todos los caballeros desaparecerán, no quedara ninguno para custodiar a la diosa Athena y los primeros en irse serán los Caballeros Dorados que custodian las Doce Casas‒

Dohko: este completamente loco si esa es la voluntad de los dioses entonces que así sea-

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Shiryu había encontrado a Seiya inconsciente en el coliseo donde él gano la batalla por la armadura de Pegaso, el pelicastaño logro despertar encontrándose con Shiryu. Seiya al verlo le pregunto cómo había dado con su paradero Shiryu en respuesta le dijo que Ikki había estado en el Santuario. Seiya creía que peleando los tres juntos serian invencibles pero al ver la expresión en la cara de Shiryu supo que algo no andaba bien, Shiryu le hizo saber a Seiya que Ikki no se les uniría.

Seiya: ¿Qué?‒

Shiryu: dijo que no tiene sentido que peleemos de nuevo y quería hacerme volver...‒

Seiya: que dices no puede ser que Ikki piense así...la llama de géminis acaba de desvanecerse-

Shiryu: ¿Recuerdas esa ocasión? también estaba encendido‒

Seiya: así es recuerdo que también peleamos por Athena en ese entonces...Ikki eres un cobarde será mejor que nos olvidemos de él‒

Shiryu: te equivocas...‒

Seiya: ¿eh?...‒

Shiryu: si no se nos ha unido no es porque tenga miedo Seiya tu mejor que nadie lo sabes que él no es ese tipo de individuo‒

Seiya: Shiryu... ¿de qué estás hablando? no te das cuenta que el trato de forzarte a dejar el santuario‒

Shiryu: ¿acaso Mu no trato de obligarte a dejarlo tú también?‒

Seiya: pero...‒

Shiryu: no hay que sacar conclusiones ahora sabremos que paso más adelante...‒

Seiya: si claro eso espero...‒

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Shun: ¡¡Shaina!!- se acerca corriendo al lugar junto a Hyoga ‒ ¿Qué fue lo que sucedió en este lugar?‒

Hyoga: los Santos que vimos en Siberia eran ¿Realmente ellos?...‒

Shun: ¿también les atacaron Hyoga?...‒el Santo de Cisne asiente en respuesta

Shaina: Hyoga, Shun ¿Qué hacen aquí? no recibieron las ordenes de Athena sus órdenes son absolutas llévense a estos dos de aquí‒

¿?: ¿Fuera de aquí?‒

Hyoga: si van a pelear con nosotros entonces...‒comienza a elevar su Cosmos

Shun: Hyoga...‒

Hyoga: no tengo alternativa...‒Shaina disminuye el poder de su Cosmos haciendo que el pelirubio haga lo mismo‒

¿?: Shaina...‒

Shaina: adelante ahora que les he dado la espalda‒Shun y Hyoga se observan mientras sonríen‒

Shun: gracias Shaina...‒

Shaina: el enemigo es fuerte tengan cuidado‒

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‒en Siberia Oriental‒

La portadora del Kalakaua se encontraba en la casa del pequeño Ruso, mientras le entregaba al pequeño Zafiro cubierto con una manta.

Jacob: ¿De verdad te iras?...‒cuestiona el niño con un notable tono de tristeza en la voz‒

Laila: solo será por esta vez, te prometo que volveré una vez que Hyoga y yo regresemos serás el primero en saberlo‒le sonríe‒ cuida mucho a Zafiro en mi ausencia por favor Jacob

Jacob: lo hare, te lo prometo...Laila ¿Iras tu sola?‒

Laila: ‒niega con la cabeza‒ mis guardianes no me dejarían aunque se los pidiera‒señalando con un movimiento de cabeza la dirección en la que el portador de Centurión y Torah quienes al percatarse de las miradas de ambos saludan al niño‒

Jacob: ‒sonríe‒ está bien, solo cuídate mucho Hyoga se sentiría muy mal si te pierde‒

Laila: ‒asiente despidiéndose del niño y su madre caminando en dirección a sus acompañantes‒ es hora de irnos...‒menciona para observar a sus guardianes comenzar a caminar‒ por favor Hyoga no te moleste por lo que hare, no puedo dejarte hacer todo esto a ti solo...aun contando con tus amigos, te enfrentas a enemigos más poderosos que antes, pronto estaremos juntos otra vez...hermana‒observando la nieve caer mientras una sonrisa aparece en sus labios‒

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Mu se encontraba caminando en el interior de lo que quedaba de la casa de cáncer, observando el daño causado por el tesoro del cielo de Shaka, prácticamente había destruido la casa de cáncer pero no había rastro alguno de Saga y los otros, para mu no era posible que hayan desaparecido por completo sin dejar rastro alguno. Un ruido llamo su atención dirigiendo su mirada hacia el lugar de donde provenía, pero fue sorprendido por un técnica que se dirigía a él, la cual logro esquivar sin problema alguno, aun así los ataques no terminaron siendo llevado hacia uno de los pilares de lo que quedaba de la destruida casa de cáncer sin la mínima posibilidad de moverse. Al encontrarse inmóvil pudo darse cuenta de que su atacante estaba utilizando sicoquinesia, también pudo sentir la presencia de los cosmos de los espectros que habían seguido a Saga y a los otros como sombras quienes escondían su presencia como fantasmas y ahora finalmente se mostraban. Al escuchar a uno de los espectros preguntar por el paradero de Saga, Camus y Shura lo dejaron desconcertado.

Mu: ‒sonríe burlón‒ ¿No es vergonzoso que aun siendo muchos de ustedes los hayan perdido?...‒

¿?: Cállate...‒ decía mientras demostraba enojo en su voz al verse humillado por el caballero de Aries

¿?: Cara a cara con la muerte pero aún sigue siendo un brabucón ¿eh?...‒

¿?: Basta, entonces le preguntare directamente a tu cuerpo...yo Giganto de Ciclope te obligare a hablar‒ estaba por atacar a Mu pero una luz a sus espaldas aparece logrando que los espectros se alejaran de Mu, el responsable de ese ataque era Seiya quien observaba a los espectros asegurando que los derrotaría a todos ellos, después dirigió su atención a mu al cual le pedía que no volviese a usar su técnica en él pues no importaría que tan lejos lo mandase él regresaría. El Espectro de Ciclope al verse ignorado les ordeno callarse, Seiya al ver al espectro lo ataco con su técnica meteoros de Pegaso dando inicio a la batalla, sin embargo la técnica de Seiya no dio resultado ya que Giganto logro llegar a él sin ningún rasguño acto seguido le propino un puñetazo en el abdomen repetidas veces comenzando a alardear que ellos eran los guerreros más fuertes al servicio de su señor Hades, haciéndole saber a Seiya que no era rival para ninguno de ellos. Para Seiya no eran más que palabras poniéndose de pie haciéndole saber a Giganto y a los espectros que se hacían llamar los más fuertes cuando lo único que hacían era escabullirse como ratas enfureciendo a los espectros, Giganto iba a atacarle nuevamente pero fue detenido al escuchar la voz del responsable de la sicoquinesia que tenía atrapado a Mu.

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Hyoga: Dios mío ¿Qué fue lo que paso aquí?...‒preguntaba mientras observaba el lugar

Shun: algunos restos de cosmos pueden percibirse por todo este lugar‒

Hyoga: debió a ver sido un choque de tremendas proporciones entre estos enormes cosmos...‒

Shun: no lo entiendo aun...pero ¿qué es lo que está ocurriendo? o ¿qué es lo que está por ocurrir?‒ mientras el pelirubio comenzaba a avanzar alejándose

Hyoga: debemos seguir hay una cosa de la que estamos seguros y es que Athena se encuentra en un grave peligro así que tenemos que seguir‒ como respuesta a lo dicho por Hyoga el Caballero de Andrómeda asiente comenzando a avanzar‒

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La pelirosa se encontraba recostada en la cama comenzando a despertarse, tratando de adaptar su vista al lugar, el lugar en el que se encontraba le era totalmente desconocido, los recuerdos vividos con anterioridad llegaron a su mente, la niña. Makoto la había traído hasta acá. Ariza observaba el lugar con atención buscando encontrar una posible salía, se dirigió a la ventana de la habitación. Escucho claramente la puerta de la habitación abrirse haciéndole girar en dirección a la persona que entraba al lugar. Era una joven con un vestido negro que le observaba con una mirada gélida tanto que le causaba escalofríos.

Ariza: ¿En dónde estoy? ¿Qui-Quién eres tú?...‒

¿?: Soy Bárbara hermana mayor de Makoto y también hija del Dios del Inframundo...Hades‒la chica al escucharle no pudo evitar sorprenderse y la interrogante en su cabeza ¿Por qué estaba ella allí?‒

Ariza: t-tú ¿her-hermana?... ¿Qué hago yo aquí? Dejarme ir por favor, sea lo que estén buscando yo no lo tengo...‒

Bárbara: ‒la risa de la joven se escuchaba en toda la habitación mientras la pelirosa le observaba incrédula y temerosa‒ por supuesto que tienes lo que estamos buscando...todos estos años, eres tan parecida a ella físicamente...por lo menos un poco‒con una mueca de desagrado‒ nuestra madre nunca fue dulce con nosotras, no era una madre ejemplar, pero mi padre decidió tenerla con ella desde hace siglos...y tu pureza hace que ella exista en ti, eres la reencarnación de Perséfone‒acercándose a la chica‒

Ariza: ¿Qué? ¡¡No, eso es imposible!!‒

Bárbara: negarte a aceptar tu destino no atrasara las cosas, Makoto te trajo hasta aquí, después de todo no mentía, ha llegado la hora de reunirte con mi padre‒aplicando fuerza en el brazo de la chica‒

Ariza: No, soltarme, no iré a ningún lado ¡¡Shun ayúdame!!‒grita con la esperanza de ver al Caballero de Andrómeda entra por la puerta de la habitación y salvarle de lo que fuesen a hacerle‒

Bárbara: ¡¡Cállate ya!! No tengo tiempo para tus tonterías grita todo lo que quieras nadie vendrá a salvarte...‒

Ariza: Shun...‒

Bárbara: así está mejor...entre más coperas menor será tú dolor‒

Ariza: me niego a ser partícipe de lo que tengan planeado hacer...Shun y los demás Caballeros de la esperanza les vencerán, no importa que hagan el mal nunca ganara‒

Bárbara: qué linda ¿Aun tienes esperanzas de que te salven?...‒sonríe con malicia‒ entonces seré yo quien mate tú fe por salir de aquí...‒

Ariza: ¡¡No!!‒grita sintiendo como alguien se apoderaba de su cuerpo. Esos ojos que reflejaban el brillo y pureza de su corazón habían desaparecido para dar paso a unos llenos de odio‒

Perséfone: esto tan solo es el comienzo aun te espera lo peor Athena...‒

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La pelinegra se acercaba al Santuario seguida de cerca por Michahel y Shamael. Su presencia no había pasado desapercibida por algunos Caballeros de Athena.

Nachi: ¿Quiénes son ustedes?...‒

Laila: esto...nosotros‒pronuncia observando al chico y sus acompañantes percatándose del Caballero de Hydra‒ U-usted

Ichi: pero si es la chica qué Hyoga se llevó con él...‒

Shaina: ¿Cómo dices?...‒la pelinegra no sabía deducir si la peliverde se encontraba molesta por su presencia, le era difícil saber teniendo en cuenta la máscara que cubría su rostro‒

Laila: no quiero problemas solo estoy buscando a Hyoga...quiero ayudar‒

Nachi: ¿Y ellos quiénes son?...‒observando a los guardianes de la portadora del Kalakaua‒

Laila: vi-vienen conmigo ellos son‒interrumpida‒

Michahel: Michahel de Centurión y Shamael de Torah, somos parte de los Dai Tenshi, no venimos a causar problemas, considérennos como una ayuda en esta batalla‒

Ichi: ¿Por qué deberíamos considerarlos aliados? Seguramente cuando todo esto acabe ustedes serán los siguientes en atacar‒

Shaina: no lo son...‒observando los ojos de la chica‒ tus ojos...me recuerdan a cierta persona, no son capaces de mentir incluso de idear actos malignos, son tan puros como los de un niño al nacer‒la pelinegra se sonroja ante las miradas de todos‒ no harán daño dejarles pasar

Nachi: pero Shaina...‒

Shaina: los Dai Tenshi fueron conocidos por solo unos cuantos griegos que juraron guardar el secreto de su existencia...tenía entendido que solo eran un mito, hasta ahora, su único deber en la tierra es proteger a las portadoras de lo que llaman Kalakaua es similar al Cosmos pero es un poder más destructivo...dependiendo del corazón del portador, parece ser que esta vez ha caído en buenas manos‒

Laila: creí que nadie sabía de esto...‒observa a sus guardianes desconcertada‒

Shamael: solo unos cuantos habitantes de Grecia estaban enterados, los demás consideraban la historia solo un cuento para asustar a los niños‒se encoge de hombros‒ el Kalakaua nunca ha caído a manos de un portador maligno... siempre ha sido una persona digna y sin pensamientos perversos‒

Shaina: entiendo, mis disculpas por haber dudado de sus decisiones‒

Ichi: ¿Qué tanto sabes de los Dai Tenshi?...‒

Shaina: lo suficiente para saber que el Santo de Cisne y otros más tienen un vínculo con las portadoras de dicho poder‒

Nachi: ¿Es todo lo que dirás?‒

Michahel: es todo lo que necesitas saber, no se puede revelar más...cualquiera podría escuchar incluso las paredes pueden escuchar a estas alturas‒ dicho esto tanto los guardianes cómo la chica habían desaparecido de su vista

Ichi: pero ¿Qué?...‒

Shaina: tranquilos no hay de qué preocuparse‒*¿Así que los Dai Tenshi por fin están aquí en la tierra he?*‒ dirige su mirada al cielo‒ después de tantos siglos... ¿Al fin quieres intervenir?‒