008

—Te amo.

—Yo también.

—Vamos a casarnos—dijo el chico.

—De acuerdo—respondió ella, sonriendo.

—¿Tendremos hijos?

—Tantos como quieras.

—¿Y un perro?

—Todo lo que desees—afirmó ella, sin prestar atención a sus propias lágrimas que recorrían sus mejillas hasta sus labios. —Pero, por favor, baja el arma. Haré lo que digas.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top