Terrones, por todos los cielos... Uffff... Creí que de verdad no iba a poder publicar este día, pero creo que ya me estoy recuperando de esa gripe de veinticuatro horas que me dio ayer...

En fin, ufffff, espero que les guste mucho lo que el día de hoy les traje, ya que de verdad me siento mega feliz por a verlo logrado.

Bueno, pasen a leerlo, que no me voy a extender mas de lo debido.

Día 6.- Conocimiento: El conocimiento es el acto consciente e intencional para aprender sobre algún tema, situación o suceso. Su desarrollo ha ido acorde con la evolución del pensamiento humano.

Advertencia: Demasiada azúcar y dulzura.

Creo que con esta locurita vomite arcoiris jajajaja

Lean con confianza.

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Muchas veces se ha dicho que el conocimiento enamora.

Que logra cautivar los corazones de quienes se deslumbran por una mente brillante.

Aquellos que la inteligencia y el saber son piezas fundamentales para una relación. En donde desean admirar esa parte de su pareja o también ser admirados por ello.

Sin importar en que tengan ese conocimiento único que te encanta...

Lectura, historia, matemáticas, mecánica, física, astrónoma, psicológica, tecnología o cualquier tema que domine es válido, y cautiva a la persona correcta.

De esta manera, muchas personas enamoran y se enamoran de otros, se llegan a sentir realmente cautivados e interesados, pensar que esa persona tan inteligente y llena de conocimiento es maravillosa y completamente perfecta para ellos.

Pero, ¿Qué sucede cuando tienes el conocimiento, el deseo de enamorar a alguien, pero nulo saber de cómo hacerlo?

Bueno... Es allí donde inicia esta linda historia.

En el templo de Escorpio, dos niños se encuentran y por extraño qué aparezca, uno de ellos es el futuro santo de Virgo, y qué de las pocas veces que sale de sus aposentos, se encuentre en la octava casa, es sumamente peculiar.

Ya qué nunca, en su corta y pequeña vida, jamás se hubiera imaginado, el tener que pedirle un concejo al aspirante a santo de Escorpio, Milo.

-Entonces... ¿Cómo... Podría... Hacer qué Mu, sea mi amigo...?- Pregunta un enojado, tímido y cauteloso niño de cabellos rubios cortos.

Aquel niño de cabellos cerúleos, se queda con los ojos turquesas bien abiertos y una mueca de burla en sus labios.

-Ooooh, No lo puedo creer- No va a desaprovechar esta oportunidad para fastidiar al Hindú -¿Acaso el sabelotodo y presumido Shaka, me esta pidiendo? ¡¡¡A MI!!!- Lleva el dorso su mano hacia su frente, haciendo una pose dramática, girando sus ojos, casi poniéndolos en blanco y sus dientes blancos de leche se muestran con triunfo -Un simple mortal, qué jamás estará a tu nivel de ser divino, cerebrito, creído y...-

Esos ojos que siempre se mantienen cerrados, se afilan en un azul brillante en cólera, esa pequeña boca se frunce, y la nariz arrugada por su notorio fastidio, gracias a la burla del bichito. Es simplemente el peor día para Shaka.

Sin decir nada, Milo, se sobresalta y aterrado corre hacia alguna columna de piedra cercana a su localización previa, ya que el terror y miedo lo evaden de golpe por ver esos ojos abiertos del rubio.

-¡¡¡SHAKA!!! ¡¡¡NO ME MATES, POR FAVOR!!! ¡¡¡AÚN TENGO TANTO MUCHO POR QUE VIVIR!!!- El pequeño Griego se asusta, comienza a temblar, y casi llora por que recuerda muy bien lo que paso la última vez que este niño abrió sus ojos.

Simplemente la experiencia no fue bonita.

Claro que el rubiecito se da cuenta de su impertinencia, pero ¿Lo pueden culpar?

Se estaban burlando de algo muy lindo en él.

Cierra sus parpados, desvía la mirada, aprieta su pequeño puñito y da media vuelta en dirección a la salida principal del octavo templo -No debí pedirte ayuda- Esta listo para irse, enfadado, enojado, y sobre todo sintiéndose tonto, por a ver siquiera imaginado qué podía hacer algo como esto.

El pequeño pelicerúleo no es malo, sino que es un niño que no mide sus palabras, es burlón, y no tiene mucha empatía con Shaka, por la falta de convivencia; Así que no desaprovecharía esta oportunidad de bromar con él por su peculiar petición.

Sin embargo, su lado humano y cariñoso, le impide verlo marcharse como si nada.

Sale de su escondite, se adelante y posicionada de frente al rubio, extiende sus manos y muy firme comienza dialogar con él -Espera, te voy a ayudar- Esa sonrisa está decidida a trasmitir confianza, creyendo que así de rápido las cosas vuelven a la normalidad.

Pero... A veces no.

-No te molestes. Prefiero ya no hacer nada- Pasa por un lado de aquellos menudos brazos, y sigue escaleras abajo, para alejarse de Escorpio.

Milo, ve esto con cierta de preocupación, porque en sí, se siente realmente culpable por hacer que Shaka se vaya, cuando fue de buena fe a pedirle ayuda.

-¡¡¡OYE, ESPERA!!!- Le habla fuerte para llamarlo y le toma de los hombros -¿No querías que te ayude a ser amigo de Mu?- Le sonríe y espera una respuesta que ya conoce.

Las mejillas de Shaka se ruborizan y claro que desvía su mirada, para acto seguido quitar la mano del pelicerúleo.

-Eso... Ya no lo quiero...- Hace un puchero, tratando de evitar la mirada acusadora del Griego.

Claro que es una clara evidencia de mentira.

-¿De verdad?- Alza su ceja derecha y forma una curvatura en sus labios, como si fuera un gato risueño y sus ojos se afilan.

Shaka no responde, aunque si encara al pelicerúleo con los ojos cerrados, se queda en silencio, a medio camino al templo de Libra. Es evidente con estas actitudes que si quiere algo de Milo.

El pelicerúleo solo le sonríe, asiente y le rodea los hombros con su bracito de forma amistosa.

-Bien, mi buen amigo, Shaka...- Habla con tanta familiaridad, y tomándose libertades que no le corresponden.

-Suéltame- Responde en seco, alejándose de ese agarre, pero quedándose cara a cara con Milo.

Bufa y gira sus ojos –Ay, amargado. Por eso Mu no te va a querer- Se cruza de brazos, indignado porque el otro sea tan socarrón.

El rubio frunce el ceño, quiere volverse a ir, pero ahora tiene una nueva preocupación en mente.

-No, no, no, espérate– Y de nueva cuenta, el mini escorpioncito lo detiene para hablar.

Y así, de repente y rápido algo se le ocurre.

-Sabes...- Asiente bastante convencido -Algo que me hizo querer acercarme mucho a MI MEJOR AMIGO, CAMUS, Es porque él es el más listos de todos— Le da esa idea, y su rostro se ilumina pues tiene una buena propuesta en mente -¡¡¡ESO VA A FUNCIONAR!!!- Exclama con fuerza, y de nuevo invade el espacio personal del rubio, sujetando ambos hombros.

-¿Qué cosa?- Se siente incómodo por este acercamiento innecesaria, pero su pensamiento es rápido e intuye lo que el otro le está proponiendo -¿Ser listo?- Enarca una ceja confuso.

Asiente varias veces con la cabeza -Sí, claro que si- Sonríe sin dejar de mover su rostro de arriba a abajo -Puedes ayudar a Mu con sus tareas, en las clases con el patriarca, no sé- Alza sus hombros -Cualquier cosa que se nos ocurra- Lo piensa un segundo más, y se aleja del rubio, para poner su mano debajo del mentón y fruncir el ceño -Aún qué MI CAMUS es el más listo de todos- Sus ojos turquesas están llenos de ilusión y corazones, mas vuelve a la realidad y mira unos segundos al otro y lo señala -Tú eres el segundo más listo de nosotros, pero puede funcionar- Coloca su extremidad izquierda en las caderas y sigue con su detenido pensar.

Claro que esto confunde a Shaka, pero en vez de alejarse, o pensar que es una boba idea, parece querer darle una oportunidad.

---Días Después---

-Bien, niños. Hoy tienen que pintar el mapa qué tienen sobre sus pupitres. Principalmente los puntos donde la guerra santa del siglo XVIII se llevó acabo- Ya qué el patriarca se encuentra trabajando en un asunto importante, las clases por este serán impartidas por Aioros. Tiene una enorme sonrisa en sus labrios, luce como todo un maestro ejemplar -Estudiamos qué no solo en el santuario algunas batallas se llevaron acabó, sino por varias partes del mundo, pero solo pintaran las ubicaciones en Grecia. ¿Entendido?- Sonríe animado, cerrando sus ojos, pues disfruta tanto que los niños lo escuchen y hagan sus actividades felices.

-¡¡¡SI!!!- Hablan con toda su energía infantil al unísono, para comenzar con su trabajo.

-Muy bien- Esto motiva aún más al joven centauro -Pueden utilizar los colores que gusten, pero recuerden bien sus clases, y en que puntos hubo batallas por la guerra santa pasada- Decide darles algo de privacidad y libertad creativa, así que no se sentó en la silla donde el patriarca imparte sus clases, prefirió contemplar un poco por la ventana, vigila a los niños discretamente, quiere verlos divertirse, pero sin hacer mucho desorden.

Aquellos niños que son los más pequeños de esta nueva generación de dorados, se encuentra dispersados en el aula, en sus propios asuntos y pupitres, bueno en su mayoría.

Aldebarán, tararea una cancioncita, es un niño bastante robusto y muy alto para su edad, pero con una enorme sonría en su rostro, feliz por colorear todo en un arcoíris.

Aioria, pintan haciendo bastante presión para que quede muy bien marcado el color. Hebras castañas claro y cortas, sacando la lengua por la concentración que lleva en su ser.

Camus, se encuentra pintando con calma, con su cuaderno a un lado para no olvidar nada de las clases, serio y con un nivel superior de concentración, utiliza colores suaves para colorear lo pedido.

Y claro que el pequeño pelicerúleo se le acerca, arrastrando su silla para sentarse juntitos, lleva su mapa impreso y sus colores, para hacer una clase de equipo.

El futuro onceavo dorado, ya no dice nada, está bastante acostumbrado a esto y acepta su destino, pero no le va a pasar el trabajo.

Y por último, un pequeño niño de cabellos lilas y cortos, pinta el mapa con colores muy diversos y que no convivan entre sí, pero se nota lo alegre y orgulloso qué se siente por esto, pues recuerda muchos de lo visto en clases, y en lo qué tiene duda, hojea el cuaderno que en sus bonitos apuntes, igual puede consultar alguno de los libros que están en la parte trasera del salón, pero no se ve que sea necesario.

Tranquilito, calmadito, sin pensar en otra cosa que no sea su tarea.

Sin embargo, su tranquilidad no dura mucho.

Un rubio niño de repente aparece a su lado, con los brazos detrás de la espalda, serio, mirando sin abrir sus ojos lo que hace el pelilila, para tomar una bocanada de aire y poner en marcha su nueva táctica.

-Si quieres ayuda, me la puedes pedir— Ni siquiera saludo, solo hablo despreocupado.

Claro que esto sorprende y asusta al pelilila qué está muy concentrado en su trabajo.

Sin embargo se calma al ver al rubio y le sonríe algo apenado -Oh. Hola, Shaka. Ja, ja, ja. Gracias, pero no creo necesitar ayuda— Cortés y tranquilo contesta, esa es su manera de actuar.

Sin embargo, Shaka sigue con su plan.

-Pero si la necesitas, pídemela a mí- Se señala a sí mismo y sonríe levemente -Soy alguien muy listo, y tengo buenos conocimientos en esto y muchas cosas- Su confianza y decisión se nota a leguas, pero gracias a eso incomoda aun peor al Lemuriano.

Que solo alza una de sus tikas, y su boca se abre -Ehm... De nuevo gracias, pero... No lo necesito por ahora— Mu se queda pensando en las palabras del otro -Oye, yo también soy muy listo- Se pone un poco serio.

Shaka, asiente confirmando eso -Si, pero yo soy más y te puedo ayudar— Cree que dijo un halago, por lo cual y pensando en imitar a Milo, el rubio lleva su silla y materiales para hacer su trabajo junto a Mu, quien se queda confuso y sin entender que ocurre en realidad.

Sin embargo, trata de ser amable y soportar al engreído niño, que ahora le dice que debe revisar el cuaderno para hacer bien su tarea, y por ende lo va a ayudar.

Prefiere aguantarse, pues es la primera vez que llega a tener una interacción con el aislado rubio qué prometió dejar tranquilo.

Aioros ve esto, pero le parece bien que se ayuden entre sí, pues los equipos en las guerras santas son importantes.

Así paso el día, y Shaka siguió "Ayudando" a Mu.

-Lean de la página diecisiete a la diecinueve, y luego hablaremos sobre lo que aprendimos— Las instrucciones del castaño son claras, y los otros niños comienzan a leer.

Allí de nuevo, Shaka se acerca a Mu, hablándole sobre el libro, sin dejar que el pelilila lo pueda leer por sí solo, pues él otro, habla en voz alta las paginas requeridas.

-El cosmos puede ser utilizado de varias maneras. Existen diferentes formas de hacerlo correctamente cuando lo dominas perfectamente, ya que cada caballero tiene su propia técnica y manera de llevarlo acabo. Pero si no conoces lo básico, no podrás lograr hacer un buen manejo del cosmos— Su tono de voz es calmado, serio, y se nota que lee bastante bien.

Mu se queda sin palabras, pues jamás le pidió que le ayudara o le permitiera leer juntos, aunque más bien uno está leyendo en voz alta y el otro solo escucha.

-Emh... Shaka, sé leer...- Fue lo primero y único comentario que pudo hacer al verlo llegar con su silla y libro. Mu, no tiene el corazón de decirle que se vaya.

El tiempo pasó, y llego la hora de almorzar.

Unos panes rellenos de carne y/o vegetales para el gusto de cada niño.

Y de nuevo, el niño rubio vuelve hacer de las suyas, y hace gala de que es muy listo.

-Sabias que, la levadura son organismos unicelulares, y forman colonias tal como lo hacen las bacterias. Además que miden entre 3 y 30 mi... Mi... Mi... Llon... Nes... Y son en forma circular— Todo sonriente con los ojos cerrados, mientras alza el dedito índice en el aire, para transmitir la información no requerida y come a gusto su panecillo de verduras –A eso se le llama Micro... Orga... Nis... Mo...- Aun le es muy difícil poder pronunciar palabras tan largas y con silabas concisas.

Mientras, Mu y Aldebarán que comían juntos, se quedan paralizados, asqueados, mirando su pan y pensando en las palabras del rubio.

-¿Mico... Oganismos?- Aldebarán esta pálido en este momento.

-¿Significa qué están vivos?- La vocecita del pequeño pelilila, se escucha asustada.

Sin embargo, Shaka esta orgullos, porque Mu no supiera algo en lo cual lo puede ilustrar.

-Así es- Asiente varias veces con la cabeza -Están vivos y si no son bien cocinados, pueden afectar el estómago o incluso producir la muerte— Solo le hacen falta los lentes de geniecito, para completar su personalidad arrogante y presumida de ahora.

Eso termino por perturbar a ambos niños, que han preferido dejar su panecillo a un lado aunque, es tarde, si comieron un poco, a lo cual, esto revuelve horrible el estómago del futuro Tauro y de inmediato se pone de pie para ir corriendo al baño.

Mientras Mu, ve con esos enormes ojos verdes que están bien abiertos y asustado su panecillo qué se le antojaba bastante, pero gracias al pequeño rubio ya no puede volver a ver de la misma manera.

En su última clase del día, va a ocurrir una situación curiosa.

Saga ocupa el lugar de Aioros, pues se necesita ser estricto ahora, ya que un examen se está llevando a cabo y nada de trampas se permitirán.

-Bien, comiencen- Serio, con los brazos cruzados, mira directamente a los niños.

Claro que el examen no es para nada difícil, esta diseñado para que sea entendible para niños de seis años, pero tenga su nivel de dificultad.

Esta vez, todos están mucho más concentrados, y aunque Milo quiera, sabe que no debe estar cerca de Camus en esto, pero...

Alguien más no lo sabe, o se le olvido.

Habían pasado los primeros diez minutos del examen, todos concentrados, contestando preguntas, dándose tiempo de hacerlo y sentirse tranquilos o desesperados por no conocer algunas respuestas.

Por su parte, se nota que Mu ha estudiado y mucho. Contesta con alegría su examen, solo son cinco preguntas, no es nada del otro mundo, pero... Si son algo confusas, así que debe leer muy bien.

En voz baja, sonríe y expresa su emoción -Si, conozco la respuesta. Será sencillo responder todo, ji, ji, ji- Todo ilusionado, con sus ojitos verdes iluminados, sigue moviendo su lápiz -Si obtengo un diez... El patriarca me va a felicitar y eso me hará muy feliz— Su pequeña alusión se hace evidente, mientras sus mejillas se sonrojan por estar tan emocionado por pensar en su mejor recompensar posible, hacer sentir orgulloso a su maestro y figura paterna.

Sin embargo, el destino tiene otros planes.

-Mu— Ese suave y delicado llamado, con una sonrisa en ese pálido rostro.

-¿Eh?- Claro que esa voz desconcentra a Mu, y lo hace mirar hacia donde lo han llamado topándose con un rostro iluminado por pensar que está haciendo lo mejor por él.

Ese Bindi rojo en su frente se eleva por la felicidad de ayudarle -Ten, te paso las respuestas del examen– Le habla como si nada, de pie a su lado, mostrándole su hoja de preguntas ya respondidas.

Los ojos de Mu se quedan congelados en esa escena, ya que claramente esto le puede costar también caro a él

No solo el pequeño Lemuriano se queda impactado, sino también el futuro Tauro qué hasta se talla los ojos pensando que sigue dormido.

Aioria, serio y con el ceño fruncido -Pero para mí no tenías tiempo de pasarme el examen ¿Eh?- Ofendido por no a ver sido ayudado por el rubio.

-Qué tonto— Camus solo niega con la cabeza y sigue en lo suyo.

Y Milo, bueno... Se golpea la cara y suspira en voz baja -Pero de esa manera no debías ayudarlo.

-¡¡¡SHAKA!!! ¡¡¡LOS EXÁMENES NO SE PASAN!!!- Su instinto del futuro caballero de Aries es gritarle al próximo Virgo, pero ya es tarde.

Se sorprende por el grito del pelilila contra él, hasta retrocede impactado -Pe-Pe... Ro quiero ayudarte. Yo soy muy inteligente y...-

-¡¡¡NO, NO ERES INTELIGENTE!!! ¡¡¡ERES UN TONTO POR ESTAR HACIENDO ALGO COMO ESTO DELANTE DE LA CLASE!!!- Ya está rojo del coraje, y de la desesperación, pues el rubio a estado con esta actitud todo el día y por fin lo termino hartando -¡¡¡ADEMÁS, YO SOY IGUAL O MÁS LISTO QUÉ TÚ!!! ¡¡¡NO TE NECESITO!!!- Fue su grito más potente, ya fastidiado de la situación.

Shaka se impresiona, baja su examen, sintiendo un dolor en su pecho por aquellas palabras de Mu, dándose cuenta que su plan no ha funcionado. Su rostro se entristece, y se siente mal de pronto.

Mu reacciona a lo que ha hecho, en el momento exacto en que nota alunas lágrimas del pequeño rubio deseando resbalar de sus largas pestañas, el pelilila no quería herirlo de esa manera.

Pero no pudo decir más, cuando alguien más se acerca a quiénes interrumpieron a mitad de la prueba.

-¿Con que pasándose el examen enfrente de todos?- Saga, si que esta mirándolos seriamente a ambos, alzando una ceja, con sus brazos cruzados, y una cara de pocos amigos.

Puede que a uno le de igual ahora lo que ocurra, pero al otro claramente si le preocupa esto.

---Después De Un Regaño Patriarcal---

Ambos niños se han quedado a las afueras del recinto del pontífice, como castigo deben quedarse allí, leyendo, estudiando para un examen que se les hará el doble de difícil, por su indisciplina.

Ninguno ha hablado, están leyendo a su manera... En la misma banca pero de extremo a extremo.

Es una atmósfera demasiado densa, por el suceso de hace poco tiempo.

Ninguno quiere decir nada. Mu realmente aún sigue bastante molesto por que se llevó un regaño del patriarca y eso lo hizo llorar, pero se limpiaba las lágrimas que le salían rápido, para que el otro no lo viera, sin embargo... No es alguien que a esa corta edad guarde rencor o enojo. En realidad se ha preocupado por que recuerda el a ver visto que de esos ojos siempre cerrados, unas lágrimas salieron, en el camino al despacho del patriarca.

Eso le carcome un poco el alma, el pensamiento le da miles de vueltas y la preocupación es evidente.

Recuerda bien que durante la explicación y confrontación con el hombre de mayor rango, Mu explico qué no tuvo nada que ver, y Shaka, si dijo que fue su culpa, solo eso... Y que el pequeño pelilila no le pidió las respuestas del examen, sin embargo Shion, no va a dejar pasar esto por alto, y ambos tendrán un castigo por interrumpir la clase.

Lo que hizo Shaka y la reacción de Mu no fue algo digno de caballos dorados, y esas palabras duelen mucho para el futuro Aries.

Sin embargo, ver al solitario niño que siempre se aleja y que no quería molestar, leer en silencio, pasando las hojas y dándose cuenta del semblante triste.

El pelilila lanza un suspiro, cierra su libro y mira al rubio -¿Por qué lo hiciste?- Le pregunta, esa duda aún sigue en su mente.

Pero Shaka, no responde, solo sigue leyendo, ignorando al otro.

Mu alza una de sus tikas y se acerca un poco más, con el ceño fruncido -Oye, quiero saber ¿Por qué te comportas así conmigo?- Su vocecita suena enfadada -Tengo derecho a saber, por que me tuviste que arruinar mi examen- Claro que aún está enojado pero intenta ser empático.

El rubio, deja de leer, pero libro sigue abierto y sus manos aprietan un poco los laterales del mismo.

No quiere hablar, solo desea huir, no desea dar explicaciones, le da vergüenza, pero... Mu tiene razón, tiene derecho a saber la razón por la cual arruinó su examen y a la vez ha arruinado la oportunidad de ser amigos.

-Quería que fueras mi amigo...- Se lo dice sin más, directo, sin verlo, y sin dejar su rostro caído y expuesto.

Esto impacta a Mu, sorprendiéndolo y dejándolo anonadado por esa revelación, tanto que se acerca un poco más aún incrédulo de esas palabras.

-¿Amigos?- Pregunta ladeando su cabeza -Creía que te caiga mal— Le interroga, mirándolo directamente a los ojos.

Esto impacta aún más al rubio, tanto que abre sus ojos preocupado, pero mucho más decidido, para ver al pelilila -No me caes mal- Habla rápido, y muy asustado de que algo hubiera hecho para que el Lemuriano pensara de esta manera.

Ver el rostro del pelilila tan cerca, había creído que estaba a una distancia considerable, esto provoca qué un leve sonrojo se refleje en su cara, para desviar su mirada.

Su sorpresa es grande, no había visto esos ojos azules nunca, y le parecen muy lindos, sin embargo el acontecimiento no acaba de sorprenderlo.

-Entonces... ¿Por qué no hablabas directamente conmigo?- Le pregunta confuso e incrédulo.

El cabizbajo rubio, lanza un suspiro y sus delgados brazos se cruzan delante del pecho -No sabía de que hablar contigo... Y no quería... Aburrirte...- Habla a cómo cree posible, dejando expuestos algunos de sus miedos.

Para el pequeño Lemuriano, esto le sigue sorprendiendo, a su pensar Shaka, es alguien que solo no quería hacer amigos y no lo quería molestar, por que su entrenamiento debía ser algo aislado. Aunque algunas veces quiso hablarle, su maestro siempre le comunicaba qué no debía interferir o molestar a los otros aprendices en sus momentos de entrenamiento y el rubio siempre lo estaba, encerrado en Virgo.

Pero saber que quería hacerse su amigo, y que hizo algo tan bobo para agradarle... Lo hace cuestionarse qué tal vez no sea tan presumido y creído como los demás decían.

El pelilila le sonríe y lo toma del hombro para llamar su atención.

Esto sobresalta levemente al Hindú, qué se gira para verlo, olvidando qué no debía tener los ojos abiertos.

-Shaka, si que iras ser mi amigo, solo debías decirme un "Hola"- El pelilila es muy amable y dulce a su manera, con esa sonrisa encantadora.

Todos esos detalles encantan al callado niño que no deja de verlo, ni tampoco puede pronunciar palabra alguna.

-Y no ser presumido con tu conocimiento— Con eso le frunce el ceño y lo mira aun molesto por lo ocurrido en el examen.

Esto desde luego saca de su pensamiento maravillado al otro, y siente un gramo de vergüenza –Creí... Qué eso te podría agradar...- Muerde su labio inferior, apenado por su comportamiento –Que supieras... Que podría ayudarte, y... Así querrías estar conmigo- Su tono es firme y claro pero con un tanto de preocupación y nerviosismos aún.

Para Mu, eso es cada vez más extraño ahora, pero rápido formula un cuestionamiento -¿Quién te dijo eso?- Vuelve a alzar una tika con confusión.

-Milo- Aun cabizbajo contesta, con las mejillas rojas por contar a quien le pidió ayuda.

El otro solo ríe y se abraza el estómago.

Esto confunde aún más al rubio -¿Qué es gracioso?-

Mu, se termina de limpiar una lagrima y entre una fuerte risa lo mira, calmándose y queriendo guardar la compostura -Oh, Shaka. Lo que funciona para Camus, no funciona en mi- Le explica con paciencia y gracia.

Esto clara qué deja más indeciso ahora al Hindú y su duda crece aun mas -Pero... Tú también eres inteligente y la gente que posee muchísimos conocimientos siempre quiere estar rodeada de más, ser amigos y...- Se queda un instante pensativo, pues algunas palabras más se le ocurrieron.

-No siempre- Le comienza a explicar con tranquilidad y con una enorme sonrisa -Shaka, el conocimiento no es algo que solo se da en los estudiosa, en las calificaciones o cuantos libros leamos- Empieza a darle su manera infantil de ver este tema -Sino la capacidad de hacer muchas cosas, aprender, no ver por lo menos alguna actividades, creernos mejores que otros por que sepamos más de historia o conflictos po... Po...Políticos...- Se detiene a pensar, para luego reanudar su plática -Por ejemplo... Milo, en su conocimiento el creyó que yo podría ser tu amigo, si tú me ayudabas con las tareas, porque Camus lo hace con él, y así se hicieron amigos, ¿Verdad?- Espera a que el rubio asienta, y cuando eso ocurre prosigue -Posee un conocimiento que tú querías, y aunque no sea bueno en las clases no lo hace menos inteligente— Ya se está yendo por las ramas el infante.

El rubio se queda en silencio sin entender muy bien a lo que se refiere él, lamentablemente solo cree que el conocimiento de una persona se mide por sus calificaciones, lecturas y saber de temas particulares qué a muchos no les interesa.

-Lo que quiero decir... Es que si querías ser mi amigo... No tenías que ayudarme con las tareas, sino, solo acercarte y dime "Hola"- La encantadora sonrisa de Mu, puede iluminar a todos, y eso es lo que Shaka buscaba al hacerse amigos... Que esa sonrisa le trasmitiera esa calidez qué hacia al admirarlo de lejos.

De nuevo se sonroja y ahora con el ceño fruncido por no entender del todo, y desviando la mirada con un puchero de vergüenza intenta hablar -Ho... Hola...- Quiere poner a prueba si es cierto ese concejo.

A lo cual, Mu se pone feliz y le sonríe para extenderle su manita, para que la vea y la estreche.

El rubio entiende el mensaje y con la mirada baja, sujeta esa pequeña extremidad.

El futuro Aries le sonríe y emocionado sigue hablándole -Hola, Shaka. Me alegra mucho que seamos amigos y tienes unos bonitos ojos- Es un cumplido qué se le sale, pero no va de mala forma.

Esto impacta al rubio y rápido suelta la mano del otro, para cerrar sus ojos con temor de asustarlo, herirlo y así alejarlo.

Esto deja con mayores dudad al pelilila, pero no quiere ser importuno y preguntar cosas que no debe.

Sin embargo, no necesita cuestionar nada, ya que el mismo rubio habla rápido.

-Me gusta ser tu amigo ahora Mu. Prometo ya no meterte en problemas, ni... Ayudarte en las clases— Aún teme qué eso siga siendo el enfado del pelilila.

Aun así, como buen niño, amable, sociable y carismático qué es, intenta qué ese conflicto se olvide.

-Sería bueno hacer equipos a veces, eres muy listo, y tienes buena memoria- Asiente con una linda sonrisa -Podríamos estudiar juntos también... Además que...- Así empezó su amistad, mientras Mu habla por los dos, y Shaka escucha feliz esa dulce vocecita qué siempre quiso que fuera dedicada para él y ahora qué lo es... Le parece que es un sueño hecho realidad.

En esa pequeña banca, donde debían estudiar como castigo, una linda amistad se está formando, a base de un concejo qué no funcionó del todo bien, pero que al final logro qué estos dos niños se volverán amigos.

Y bueno, ¿Quién sabe si al futuro esta dulce y tierna amistad se vuelva en algo más?

El conmocione te abre puertas a diferentes mundos y momentos, no importa que conocimientos o gustos manejes, si lo haces bien, puedes hacer maravillas.

Además como dice el dicho, "El conocimiento enamorada", y puede seguir siendo así para un futuro aun algo distante, pero no imposible. 

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Solo paso rapidito para dejarles el lindo capitulo del día de hoy, y creo que este One Shot no dejo un concejo importante.

"Nunca confíen en los concejos de Milo"

Jajajajaja, Milo metió en problemas muy fuertes a Shaka, y con ello a Mu.

Pero sirvió de bastante, ¿Apoco no?

Bueno, miles de gracias por apoyar mis locuritas, dejándome sus comentarios, votitos y toda su buena vibra.

Y recuerden otros concejo terrones de azúcar, el conocimiento es poder wuajajajajaja.

Por favor cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene, manténgase fuerte ante las inclimencias del clima.

Manténganse a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va.