Capitulo 10 (Estrellas/Stars)

Mis terrones de azúcar... Solo vengo rapidito para dejarles el capitulo de la semana pasada, que ahora ya no sera semanal los capítulos sino cada dos semanas o tres, por mi nuevo trabajo que tengo.

La verdad... Es la primera vez que siento que el tiempo no me alcanza y he tenido varios trabajos a la vez, pero... Mas adelante les contare lo que sucede... Mamá terrón esta furiosa jajajaja XD

En fin, pasen a disfrutar el capitulo del día de hoy.

Día 10.- Estrellas: Una estrella es un cuerpo celeste de gran tamaño, que brilla con luz propia, se encuentra en el firmamento nocturno. Aunque las pueden encontrar en diferentes formas o lugares. Usen su imaginación.

Advertencia: Aquí los dejare confuso con una de las parejas supremas, pero como este One Shot se volverá un fanfic a un futuro, muy futuro, lo entenderán mucho mejor después, tristeza, odio, desesperanza, matrimonio arreglado.

Solo pasen a leerlo y disfruten, ademas que... Dispensen la tardanza, vamos a continuar.

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-Debes estar bastante contento. Las estrellas han indicado buena fortuna para tu futuro, hijo-

-Si, padre...-

-Jem... Quita esa cara, Mu- La mano de aquel peliblanco eleva un poco el mentón del pelilila que a su lado se encuentra, sereno y serio -Deberías estar feliz, ya que gracias a ti, nuestra dinastía seguirá perdurando como nuestro estatus y fortuna con una alianza poderosa -Los ojos rosas que brillan en un destello de codicia, observan el firmamento. Ambos se encuentran en el observatorio, donde las estrellas son el techo de lugar, que brillan en silencio.

Aquellos ojos verdes, que habían estado observando el suelo con ambas manos juntas, en completa quietud, decide elevar un poco su cabeza, para apreciar aquella estrella, que siempre le han dicho que lo representa. Aprieta levemente sus labios, suplicando en su interior que esto no sea real, mientas deja escapar un suspiro.

-La estrella de Aries... Mi estrella, indica mi destino...- Habla en un tono más animado, forzando una sonrisa ante quien lo mira con altas expectativas.

-Así es y del destino nadie puede escapar- Sus palabras denotan una gran satisfacción, al mostrar sus dientes, y llevar su mano al hombro izquierdo del pelilila -Así como tu papá y yo, estamos juntos por que nos lo indicaron nuestras estrellas, y hemos llevado una vida perfecta y gracias a ello naciste tú- Si mirada severa se dirige al menor, mientras esa incomoda sonrisa no se quita de sus labios, al contrario... Se vuelve levemente retorcida, para ver a ese joven omega, que solo está expectante de su propia vida, como siempre ha sido -Un Omega dominante, digno de todas las riquezas importantes- Asiente –Un Omega dominante es poco común en estos tiempos. Y...- Sonríe a medias, mostrándose imponente -Por eso... Tuve que hacer que mi destino fuera a lado de tu papá. Que aparte de ser bastante bello, es un Omega dominante que me dio un hijo perfecto, para lograr mantener mi imperio en alto y mi poder en la siguiente generación- Sus ojos solo delatan ambición, codicia y deseo de todo poseer.

Ese hombre, codicio un amor que no le correspondía, pero que el destino le dio la ventaja.

Obtuvo lo que quiso y mucho más, y ahora quiere condenar a su propio hijo a lo mismo.

Y Mu lo sabe, conoce esa triste historia que finge disfrutar al oírla...

El menor solo asiente con la cabeza, y lanza un decaído suspiro -Si, lo sé padre. Mi papá fue afortunado por que ustedes estén juntos- Sus esmeraldas apenas si tienen un leve brillo, pero la lástima y molestia se siente en su ser.

-Desde luego- Aleja su mano del hombre del pelilila, y lo vuelven un puño- Sin olvidar la satisfacción de tener una mejor posición, poder, riquezas y obtener todos tus deseos- Su rostro se ha ensombrecido, mostrando sus dientes por la alegría, alzando sus brazos al cielo, mirando la estrella que lo representa en color negro -Ahora vete a dormir, que mañana debemos conocer a quienes mejorarán y nos dará un aumento de riquezas, como un linaje puro- Es evidente que ve a todos como monedas de cambo, y desde luego su hijo no es a obsesión.

El menor solo asiente, es obediente, sabe que es la mejor manera de vivir, bueno... Es lo que siempre ha conocido.

-Sí, está bien- Se retira con paso lento, mientras en su interior solo desea una cosa...

Evitar ese destino... Atar su vida con un desconocido, pero... No tiene la fuerza necesaria para hacerlo.

-Que descanse, padre...– Sus pasos se reanudan con lentitud, caminando grácilmente, para dejar que el peliblanco siga disfrutando de aquel espectáculo, donde le han revelado la mejor noticia de todas.

-¡¡¡ESTO ES PERFECTO!!! ¡¡¡SIMPLEMENTE PERFECTO!!!- No había sonreído así de satisfecho y extasiado, desde que su propia estrella se apoderó de aquella de Aries, hasta volverla por completo oscura.

Y ahora su hijo la tenía como guardiana, debe procurar qué se convierta del mismo tono de quien lo posea, ya que eso le traería beneficios espléndido que no piensa perder por nada.

Aquel Omega, que siempre vivió en una posición acomodada, una cuna de oro se podría decir... Tiene todo para ser feliz, hablando de lo monetario, los lujos, el respeto y belleza, pero siempre... Algo en su vida ha carecido, y es el de amor...

Mu, el Omega dominante, que posee una belleza digna de los propios dioses, con un porte delicado, una sonrisa gentil, y una presencia que no deja a nadie sin voltear a verlo... Nunca ha sentido lo que es el amor...

De ninguna forma...

Entre los pasillos qué camina en su perpetua soledad, aquellos adornos con preciosas gemas y marfil, pero solo son objetos fríos a su tacto... Sin una pizca de calidez.

Su andar es lento y los sirvientes que aún quedan, solo se reverencian ante él.

Preguntándose un sinfín de cosas en su mente, posee dudas, miedos, inseguridades, pero su deber siempre está firme en su ser... Lo que debe hacer, lo que las estrellas le han indicado...

Suspiros salen de sus labios, sus verdes ojos se posan en el suelo, pensando en cómo su destino se ha confirmado y sellado, y no lo pudo siquiera decidir. Pero... Realmente no le importa, sabe muy bien que deberá seguir viviendo como el adorno de alguien más, así se lo enseñaron.

Primero como el trofeo de su padre, ahora como el perfecto adorno de su futuro esposo Alfa... No sabe como sentirse, solo que es su deber... Por eso sus manos van a sus laterales, solemne y conforme.

-Es lo mejor...- Se dice a si mismo, con su corazón latiendo levemente acelerado, pero el contacto visual cabizbajo -¿Verdad?- Nadie responderá sus dudas.

Prefiere ir a su habitación ahora mismo y seguir meditando, pensar en que el día de mañana conocerá a quien será su dueño.

No siente tristeza, o tal vez no sabe como sentirla en si... Solo tiene incertidumbre e incomprensión de muchas cosas en su corazón.

Si pudiera pedirle un concejo a alguien, no sabría a quien, ya que... Su padre solo le diría que es lo mejor para su vida, los sirvientes solo le darán por su lado, y sus amigos... Bueno, ellos... No tiene en sí ninguno, en quien confiar...

Y la otra persona que podría darle alguno, guiarlo...

Y justamente allí, unos pasos se escuchan entre la oscuridad. Mu se detiene unos segundos, preguntándose quien viene, pero... Al ver de quien se trata, su mente cree, por un solo microsegundo qué podría... Consultar su preocupación, sin embargo...

-Buenas noches, papá- Habla educado y sereno, hace una leve reverencia ante la persona que viene de frente.

Un hombre de cabellos verdes, largos y esponjosos, atados en una coleta baja, ropas sencillas, camisa y pantalones de un color crema, con unas botas blancas y sus ojos cual cuarzos rosas apagados, solo miran al frente, ni siquiera se dignan a mirar, al joven de cejas iguales a las de él. Quien suplica un poco de su atención.

Claramente lo ha dejado con la palabra en la boca...

De nuevo siendo ignorado por el Omega que lo trajo a este mundo, de nuevo sin sentir amor de quien se supone debería amarlo como ninguna otra persona...

De nuevo siente que la soledad lo condena y... Su dolor crece sin darse cuenta.

Baja la mirada, también reanuda sus pasos y ahora sus puños se crispan, al igual que su mandíbula se tensa y sus labios se aprietan en señal de desesperación.

-Es verdad... Papá también tuvo que casarse con mi padre sin amor... Pero... ¿Por qué me odia a mi?- Sus lágrimas caen en ese instante... No es ningún ciego, puede ver lo obvio, pero deseaba tanto que eso jamás le hubiera afectado.

-Nunca me ha querido dirigir la palabra... No tengo recuerdos de que alguna vez fui abrazado, cargado, o tan solo que mi papá me dirigiera una mirada de amor...— Sus pasos se apresuran a llegar a su habitación, sin perder su porte y elegancia, como siempre se lo han indicado.

Pero al cerrar su puerta y quedar de nuevo en soledad, se va cayendo de espaldas contra la pared hasta tocar el suelo, deja escapar lágrimas de aquellos ojos que pierden su brillo día a día.

-¿Qué hice? ¿Qué fue lo que le hice? Yo... Yo... Yo...- Se abraza a sí mismo las rodillas, dolido por la falta de amor de su papá, que nunca lo ha querido ni ver, que lo ignora y odia al grado de sentirse repudiado por él.

-Ni... Ni siquiera puedo recordar alguna vez que hubiera dicho mi nombre... ¿Por qué me desprecia?- Pregunta entre su llanto lastimero.

Sintiendo que todo se le viene encima suyo.

-¿Acaso yo...? ¿Llegare a ser así...?- Pregunta su duda, mientras siente en que ya no puede más -Yo igual... Estoy condenado por la estrella de Aries... También me ha atado a alguien que no conozco, ni... Puedo amar...- Sus ojitos verdes, se vuelven ligeramente rojizos por el llanto... Y al sentir un cúmulo diferente de su propia energía, respira profundamente, forzándose a calmarse, aunque no lo quiera.

Conoce lo que lleva dentro, el poder heredado de la familia de su papá Omega... Si llegara a demostrar algún sentimiento negativo, podría hacer que todo se vuelva un infierno... Y no puede permitirse tal cosa.

Poco a poco se calma, y decide levantarse de su lugar, para con paso lento, y mientras limpia sus lágrimas, sale a su balcón... En donde puede ver aquella estrella rojiza que le indica su destino... Conectada con una línea que solo él puede apreciar, hacia otra qué se encuentra a una gran distancia, y aunque no aprecie a simple vista, conoce de cuál se trata.

-No... Quiero hacerlo, no me quiero casara con un extraño, pero... ¿Qué puedo hacer?- Toma el barandal con ambas manos y suspira cansado... Con un desánimo evidente, pero su rostro trata de mantenerse neutral, sin demostrar alguna emoción negativa qué lo impulse a cambiar de nuevo sus ojos.

-Dime algo estrella de Aries... A quien me has atado... ¿Es alguien que podría ser bueno conmigo? ¿Cierto?- Niega con la cabeza, y baja su mirada -¿No odiare a quienes sean mis hijos?- Su miedo, su preocupación, y su desespero sigue aumentando, pero controla todo de él. -Yo... Nunca seré amado, ¿Verdad?- No tiene mucho que decir... Nunca ha sido capaz de pensar en sí mismo, solo sigue las ordenes y los deseos de su padre... Para que todo sea próspero; Y de esta forma, ese hombre de cabellos blancos, de nombre Lune, le demuestra una pizca de atención cuando le es de utilidad... Pero nunca le ha importado realmente darle un sincero afecto.

Mu, ya no tiene esperanzas, su mente es un caos, pero debe suprimir todo, y solo seguir la corriente para avanzar.

Acepta su destino, aunque en el interior lo está odiando, y también a quien en sus manos tiene su vida entera.

Mira a esa estrella que titila en rojo, pensando en tantos finales para su vida y destino difuso.

La contempla con tristeza que pareciera devoción, pero en silencio... La odia tanto.

Prefiere cerrar sus ojos y creer que todo estará bien al final... Pero sabe que no lo será o tal vez...

---En Otra Parte De Ese Mundo---

-Hijo, ¿Qué opinas sobre esto?-

-Que es lo que debo hacer-

-¿Sabes? Puede que tengas suerte y al final todo resulte bien-

-Como nos paso a mi ángel y a mí-

Un joven rubio que fija su mirada azul en aquella estrella que titila en dorado, y solo suspira con una leve sonrisa.

-Puede que no- Responde al moreno peli azul, que sujeta la mano de un rubio similar al más joven -Pero como sea... Nada de eso importa, ¿O sí?- Alza una ceja, con una sonrisa un tanto socarrona.

Ambos adultos, miran con cierta pena a su hijo, aquel que han amado con todo el corazón, a pesar de que su compromiso también fuera arreglado, eso no impidió que el resultado de su entrega, que con dudas, temores e incertidumbre, logró ser un Alfa dominante, bastante capaz y fuerte en su poder, como amado por los dos.

La unión de aquella profecía que se destinó a los dos mayores se cumplió, y ahora su hijo debe cumplir la suya, mediante las estrellas que guían a las familias con poderes extraordinarios.

-El amor importa, Shaka- El rubio mayor lo toma del hombro, notándose angustiado por él, a pesar de su frágil condición -Como quisiera y deseo que de verdad el Omega que es tu destino, te ame y te enseñe lo que es el amor- Le sonríe, acariciándole la mejilla con calidez -Hijo, quisiera que esto no fuera así para ti-

Asiente gentilmente el rubio de ojos azules como el cielo diurno, dedicándole una sonrisa, tomando con cuidado ambas manos de su papá y las reverencia con devoción -Papá, no te preocupes por mí- Niega con la cabeza y asiente con una enorme paz -No me molesta lo que tenga que hacer. Me he estado preparando para este momento desde siempre— Aquel joven solo deja escapar una mirada seria hacia el cielo, mientras contempla la estrella en dorado qué conecta en otra dirección.

El moreno, toma los hombros del rubio mayor, cuidando de tenerlo siempre seguro, sabe perfectamente que este destino es algo que nadie puede evitar, ni siquiera a ellos lo lograron, pero no fue para nada malo, ellos se terminaron enamorando de verdad, pero saben que su hijo puede que no tenga la misma suerte.

Si pudieran hacer algo, lo que sea para evitar ese posible sufrimiento a su hijo, lo harían sin dudarlo, pero... Si lo llegaran a hacer, bueno... Todo terminaría muy mal para su familia.

Puede que ambos acepten sacrificarse por su hijo, pero... Shaka no lo permitiría.

Cierra sus ojos el más joven de los tres, y con una débil sonrisa qué solo dedica a los mayores, se encamina hacia aquél jardín, donde puede tener una mejor vista del cielo, y su estrella, la de Virgo, brilla tan fuertemente que puede tener un significado de un futuro muy próspero, con el significado de un posible amor.

Con la mirada sería y gesto disgustado, habla directamente hacia esa estrella -Se quien sea ese Omega que me has impuesto, trataré de hacerlo feliz... Al menos en lo que yo pueda— No teme lo que le depara, claro que no disfruta este destino, nadie lo podría hacer... Pero a diferencia de muchos casos, si sus padres pudieron tener un amor verdadero, donde realmente desarrollaron ese puro sentimiento uno por el otro...

Tal vez, Shaka tenga la suerte de que él también corra con el mismo destino.

Mínimo, esta dispuesto a trata bien y cuidar al Omega que su propia estrella le ha indicado. 

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Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj?

¿Como están mis terrones de azúcar?

Kiaaaaa, estoy... Bueno... Estoy... No sé como me siento en si... Jajajajajaja

Solo les pido que disfruten el capitulo de hoy, dejen sus comentarios, voten y lean mucho.

Jajajajajaja Sin duda... Mu y Shaka se llevaran una gran sorpresa al día siguiente jajajjaja.

Por que sin duda Shaka esta dispuesto a ser amable y bueno con él... Pero, sera que habrá mas cosas?

Y no solo eso...

¿Que sucedió en el pasado de Shion?

Muchas dudas...

Pocas respuestas.

Nos leeremos la proxima vez terrones de azúcar.

Cuídense mucho y manténganse abrigados y a salvo.

Los quiero mucho.

Ammu se va.

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