Escríbeme, maldita sombra.
Escribe y entre tus líneas dicta mi nombre.
No me veas a los ojos, poesía.
Escribe para mí sólo esta noche.

Y tú no estarás conmigo.
Y yo no te sentiré,
Pero escríbeme
Y así llama a mi puerta.

Te abriré, querida sombra
Porque habré leído tus besos
Porque habré sentido tu carne en tus letras
Y no estaré satisfecha.

La ficción de tus recuerdos
La modelo a gusto en mi mente
Por eso escríbeme, iluso
No me saques de mis controladas dudas

El silencio de lo escrito
La delicia de acostarte a solas con tu pensamiento.
El mar de mí con algo tuyo
Es no menos que la amargura

No me escribes con tu hermoso rostro
No me escribes con tus manos irregulares
No escribes tú con tu aliento.
Escribes con tu alma, y eso es lo que leo.

Y te abriré, sombra.
Porque no eres otro que el que me escribe
Porque no eres otro que el que me absorbe.
Solo por esto espero.