Hoy el cielo acompañó lo amargo.
Me arrulló con su gris y con su negro.
Mis pensamientos, solos, danzaban,
Porque tengo dudas sobre mí misma, tengo miedo.

No me conozco ni un porciento de mí.
Explícame, cielo de lluvia, lo que me está pasando.
Siempre he vivido como ahora vivo
¿Por qué diablos siento que necesito este cambio?

En cada ráfaga de imágenes mentales,
Aparecen tus ojos, como decepcionados.
Porque tú eres libre, yo no tanto,
Porque tú aceptaste y yo no puedo aceptarlo

No puedo aceptar que soy otra persona
Y corrígeme, cielo, si no me explico.
Porque he sigo feliz en mi baile hasta ahora
Y nunca he tenido lo que ahora necesito.

Su cabello enmarañado me juzga, en los cristales
Porque tú eres valiente y yo no lo soy, querida.
Yo jamás llegaré alla, tan lejos
Allá desde donde me miras

Si me ama, dile cielo que se vaya
No puedo barrer, como hipócrita, la vida que construyo.
No tengo las alas, ni las plumas, ni tus ojos
Ni tus ojos lindos de alegría como escudo.

La parte oculta de mí sale en las noches
Cuando por extrañeza veo fantasmas en un cuerpo vivo
Te tengo justo en mi mente, no a mi lado,
Pero es ahí donde te temo, cuando tu olor respiro.

Solo hoy quiero ver el sol salir, de una vez.
Y apagar lo que medito, como vela.
Olvidar que un día dudé, que estoy triste.
Olvidarme de ti, de tu ramas, de mis rejas.

La lluvia cae en el pavimento, y en mi piel.
Diciéndome que te ame, y que olvide todo
No puedo hacerlo, así como tú, cariño.
Porque para escudarme no tengo tus lindos ojos.