Mi piel está fría
El cielo es negro y absorbente
Hay manos que me buscan entre la irrgularidad
Y caigo, como piedra, sobre la espinas.

Ellas me llaman, reclaman y piden
Y por momentos quiero acompañarlas
Y hundirme sin burbujas
En un mar de cálidas venas

Los azules y rojos palidecen
Cansan los recuerdos del pasado
A veces solo quieres olvidarlo todo
Y desnutrirte en la tierra

No muchas plantas crecen en la sequía
Y me alegro por las que crecen
Pero a solas con tus pensamientos
Solo puedes pensar en el mar

Y sus pupilas crecen
Las manos aumentan sensibilidad
Todo para darse cuenta
De que el veneno que se inyectó ya está lejos entre sus glóbulos.
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No espero comprensión en mis versos...pero no hay nada más liberador.