CAPITULO 24
- ¿Has tenido alguna noticia de Jenny? – musita Lucas cerca de la oreja de Ryan, con cierta preocupación por la inasistencia de Jenny.
-Ninguna –musita Ryan, visiblemente angustiado, mientras continúa escribiéndole mensajes a su hermana.
-Qué raro – susurra Lucas, preocupado, dando un rápido vistazo al reloj en su muñeca.
- ¿Todo bien? –pregunta uno de los hombres que se encuentra sentado en la mesa junto a Ryan y Lucas.
Lucas rápidamente muestra su mejor sonrisa al hombre y dice –Perfectamente
- ¿Seguro? –inquiere otro de los hombres.
-Así es, solo...
-Lo siento mucho, pero si en 5 minutos la señorita Blake no aparece, tendremos que dar por terminada la reunión –dice con un tono de voz serio.
-5 minutos son muy poco tiempo. Además, si concluimos la reunión eso significaría que...
-Así es, señor Lombardi, lo sentimos mucho, pero todos los aquí presentes tenemos una agenda muy apretada y si estamos aquí es porque nos interesó mucho su propuesta y la de la señorita Blake, pero tal parece que solo uno de los socios es el que está cien por ciento involucrado en expandir el negocio.
-Muy cierto, es una completa falta de respeto que nos tenga esperando como si nuestro tiempo no fuera valioso. Es una verdadera lástima que la señorita Blake no tenga la misma responsabilidad que el señor Carter –agrega uno de los hombres con cierta hostilidad en sus palabras.
-Les aseguro que Jenny es una persona bastante responsable, ella más que nadie está cien por ciento comprometida con este proyecto...
-No lo parece –dice otro de los hombres, interrumpiendo de golpe a Lucas –tal vez nos apresuramos en aceptar invertir. Al final de cuentas, la señorita Blake aún es alguien joven y principiante en este campo, por lo que seguramente se le haga muy fácil poner cualquier excusa para su falta de compromiso para con este proyecto y nosotros.
Por más que Lucas intenta mantener su sonrisa forzada y su rostro sereno ante las palabras hostiles de aquellos hombres, la verdad es que no puede.
-Están muy equivocados.
Tienen razón –suelta Ryan, interrumpiendo a Lucas. –Nos apresuramos mucho al reunirnos con ustedes. Creí que eran personas con las que valía la pena hacer negocios, tanto para la señorita Blake como para el señor Lombardi, pero parece que solo son cuervos que disfrutan lastimar y menospreciar a los demás. – Se levanta de su asiento y se dispone a marcharse, pero en ese instante, su cuerpo se congela al divisar una silueta esbelta acercándose hacia ellos.
La mirada de Ryan reflejaba una mezcla de sorpresa y curiosidad en sus ojos, incapaz de creer lo que estaba viendo. No podía ser real, ¿acaso era una ilusión causada por el tiempo que llevaban esperando bajo aquel sol abrasador?
Su corazón latía con fuerza mientras la figura esbelta se acercaba aún más. Cada paso que ella daba parecía una eternidad para él, como si el tiempo se hubiera ralentizado en aquel instante. No podía apartar la mirada, como si estuviera hipnotizado por su presencia. Y cómo no hacerlo, si se veía simplemente magnífica con cada paso que daba: la brisa marina meneaba levemente su cabello, y el sol que se ocultaba tras de ella la hacía parecer celestial. Era una combinación perfecta de belleza y encanto, que lo dejó sin aliento.
Los demás hombres en la mesa también se quedaron sin palabras al verla. Era como si el tiempo se hubiera detenido para todos, y solo existieran ellos dos en ese momento. La incomodidad y tensión previa se desvaneció.
Finalmente, la silueta esbelta se detuvo frente a ellos y con una sonrisa radiante dijo –Perdón por la tardanza, el tráfico fue un caos, pero aquí estoy.
Ryan se quedó sin palabras, al igual que los demás hombres en la mesa, que no entendían muy bien por qué Paula se encontraba en aquel lugar.
-Disculpe, pero no es usted la señora Carter –inquirió uno de los hombres arqueando una ceja.
"Así es, soy..."
- ¿Por qué está usted aquí? ¿No se supone que la socia del señor Lombardi es la señorita Blake? –preguntó, interrumpiéndola nuevamente.
-Así es, Jenny Blake es la socia del señor Lombardi, pero debido a algunos asuntos que se presentaron en la ciudad, ella me pidió que asistiera a la reunión en su nombre –explicó Paula con calma.
-Pero qué falta de respeto – alegó uno de los hombres, soltando un chasquido. –No solo nos hace esperarla, sino que manda a alguien más, esto es inaudito, reprochó otro de los hombres.
-Por lo visto, para la señorita Blake somos un chiste – agregó un tercero. –Esto nos demuestra lo poco confiables que son, definitivamente no queremos asociarnos con personas así.
Los hombres se miraron mutuamente y con un gesto de desaprobación se disponían a marcharse, pero antes de que pudieran levantarse de sus asientos, Paula intervino.
-Y no podría estar más de acuerdo –comentó con una leve sonrisa sobre sus labios, dejando a los hombres confundidos.
- ¿Qué es lo que...? –uno de ellos comenzó a preguntar, pero Paula colocó sobre la mesa un sobre de manila, dejándolos desconcertados.
- ¿Qué es esto? –inquirió uno de ellos mientras tomaba el sobre en sus manos.
-Son solo algunos de los socios a los que ustedes tres han estado estafando y algunas de las cuentas que han manipulado – afirmó Paula, dejando a los hombres atónitos.
Los hombres se miraron mutuamente, incapaces de articular palabra, sintiendo la gravedad de la situación.
-No es cierto – dijo el hombre con voz temblorosa, sosteniendo los papeles en sus manos. –Son solo calumnias de nuestros competidores – aseguró mientras los sacudía en el aire.
-Así es –respaldó otro hombre, mirando a Ryan y Lucas. –Nada de lo que está en estos papeles es cierto, señor Carter, yo le aseguro que... – El hombre dejó de hablar al notar la mirada aguda de Ryan y, bajo la mirada, incapaz de mantener contacto visual.
-Ahora entienden por qué la señorita Blake no quiso asistir –dijo Paula mientras miraba uno a uno los rostros de los hombres. –Tanto la señorita Blake como el señor Lombardi valoran la honestidad y la integridad, cualidades que ustedes claramente carecen."
Los hombres se encontraban sin habla, asimilando la gravedad de la situación.
-Por lo tanto, nos abstenemos de asociarnos con ustedes, y por supuesto, nos veremos obligados a tomar medidas legales y exponer sus acciones... –Paula dejó de hablar en el instante que uno de los hombres golpeó con tal fuerza la mesa que algunos cubiertos cayeron abruptamente al suelo.
-Usted no puede hacer eso –señaló el hombre con ira hacia Paula. –No sabe quiénes somos, tenemos amigos muy influyentes, le aseguro que, si esto sale a la luz, usted lo lamentará... –La amenaza del hombre quedó a medias, ya que su rostro fue estampado con fuerza contra la mesa.
-Una palabra más y le aseguro que será lo último que diga – exclamó Ryan con extrema furia en su voz, al mismo tiempo que presionaba con más fuerza el rostro del hombre contra la mesa.
La tensión era palpable, al igual que la ira que Ryan irradiaba. Estaba tan furioso por las amenazas que aquel hombre se había atrevido a lanzarle a su esposa que se podían ver claramente las venas en su cuello, manos y brazos, abultándose por la intensidad del momento.
-Ryan, ya es suficiente –dijo Paula colocando una mano sobre el hombro izquierdo de su esposo. –Déjalo ir.
Ryan tomó una respiración profunda y soltó al hombre, retrocediendo unos pasos. La furia seguía presente en sus ojos, pero la intervención de Paula lo había detenido a tiempo.
El hombre, con el rostro rojo y visiblemente asustado, se levantó rápidamente y se marchó sin decir una palabra más.
Paula miró a los otros hombres con determinación y dijo –Lo que han hecho no quedará impune, no estamos dispuestos a tolerar la corrupción ni las amenazas. Si desean evitar consecuencias mayores, les sugiero que reconsideren sus acciones y cooperen plenamente con la investigación que emprenderemos.
Los hombres, aturdidos por lo que habían presenciado, asintieron lentamente y se marcharon en completo silencio.
El silencio permaneció solo unos segundos hasta que un Lucas completamente, emocionado, decidió romper el hielo.
- ¡Magnífica, increíble! –aseguró sonriente mientras aplaudía. –Me sentí como en una de esas películas donde los buenos les patean el trasero a los malos. –¡Mira! –se acercó a Paula para enseñarle los bellos erizados de su brazo. –¡Estoy emocionado!
Paula sonrió con gratitud por el apoyo de Lucas. –Gracias, Lucas. Pero esto no ha terminado todavía. Aún hay mucho trabajo por hacer para asegurarnos de que...
En ese momento, Lucas colocó su dedo índice sobre los labios de Paula, haciéndola detenerse en su discurso.
-Eso es algo que deben ver los abogados –dijo Lucas con tranquilidad –por lo pronto aquí lo más importante es esto –ñ Sin más palabras, tomó a Paula entre sus brazos y le dio un fuerte abrazo, transmitiéndole un sentido de apoyo y compañía en aquel momento tenso. –Me alegra mucho que estés aquí con nosotros –susurró mientras palmeaba suavemente la espalda de Paula.
Aquel abrazo inesperado la tomó completamente por sorpresa, tanto que Lucas, al notar lo estática que Paula estaba, se alejó con cuidado de ella.
-Lo siento –dijo con un tono de voz decaído –fue la emoción del momento por volverte a ver.
Paula al ver la mirada decaída de Lucas, decidió sonreír y restarle importancia a lo que estaba pasando
-No te disculpes –respondió Paula, agradecida –me alegra saber que hay personas que se preocupan por mí y se alegran de verme –dijo mientras miraba por el rabillo del ojo a Ryan, el cual no le quitaba la vista de encima.
-Por supuesto que me preocupo por ti –aseguró Lucas, tomando a Paula del brazo, eres mi cuñada y la mujer que ama mi hermano – dijo dándole una leve palmada en la espalda a Ryan.
Tanto Ryan como Paula se limitaron a mirarse sin emitir algún sonido, lo cual estaba volviendo el ambiente un tanto incómodo, por lo que Lucas no dudó en intervenir.
-Debes estar cansada por el viaje, ¿no es así, cuñada? – inquirió, mientras le daba un rápido vistazo a Ryan y le decía con la mirada que hablara, pero Ryan no emitió un solo sonido.
-Un poco, pero... –alcanzó a decir Paula.
-Genial, entonces vamos un rato al bar, tenemos tanto de qué hablar –mencionó Lucas alegremente.
Antes de darle oportunidad a Paula de rechazarlo, la tomó del brazo y se marchó con ella, dejando a Ryan ahí de pie.
BLU240, GRACIAS POR LEER Y COMENTAR CADA UNO DE MIS CAPITULOS, Y HACERME SENTIR QUE POR LO MENOS A ALGUIEN LE INTERESA ESTA HISTORIA
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