CAPÍTULO 2

En ocasiones estamos tan acostumbrados o mejor dicho enganchados en nuestra zona de confort que la sola idea de arriesgarnos a experimentar un cambio nos asusta demasiado, aunque algunos dicen que es bueno arriesgarse para conocer nuevos rumbos, lo cierto es que para paula no era nada bueno que enfrentarse a su nueva realidad.

-bienvenida a tu casa - pronuncia Ryan con una sonrisa sobre sus labios mientras deja las maletas a un lado de la entrada

Paula se queda mirando aquel lugar con la esperanza de que alguno de los muebles, cuadros, lámparas o cortinas le resultarán familiares o tan siquiera le transmitirán algo, pero por más que miraba la verdad es que todo en aquella casa le resultaba extraño y desconocido.

-¿Estás bien? - inquirió con nerviosismo al mismo tiempo que intentaba tocarla, pero antes de que pudiera siquiera rozarle el brazo paula lo esquivo

- yo... - al notar la mirada llena de consternación en el rostro de quién se suponía era su esposo un sentimiento extraño recorrió todo su cuerpo -Estoy un poco cansada así que podrías mostrarme el cuarto para que pueda descansar

-bien -asintió mientras empuñaba su mano con fuerza -por aquí

Una vez entro en aquella habitación y vio todo a su alrededor se sintió más perdida que nunca, absolutamente nada le resultaba familiar, todo era tan distinto y extraño, no había nada en esa habitación ni en todo ese piso que la hicieran sentir como en casa.

-si quieres tomar una ducha para relajarte en el baño está todo lo necesario para...

-así estoy bien, gracias -le dedica una pequeña sonrisa para después acostarse en la cama dándole la espalda

-yo estaré en la sala por si necesitas algo, cualquier cosa por mínima que sea tu solo tienes que decírmelo, ¿De acuerdo? -comenta mientras comienza a caminar hacia atrás - paula...

-lo único que quiero es dormir - pronuncia incomoda

-descansa entonces -sisea cerrando lentamente la puerta

Ryan suelta un gran suspiro al mismo tiempo que pega su frente contra la puerta

-ry... pronuncia sorprendida la mujer - ¿Que pa...? -antes de que pueda decir algo más Ryan se abalanza sobre ella y la estruja con fuerza

-estoy agotado y solo han pasado 31 días -comenta entristecido

-ry... -rodea la amplia y fornida espalda de su hermano con ambas manos y comienza a darle suaves palmaditas

Duran un par de minutos abrazados y luego deciden ir a la sala para hablar más cómodamente

-toma -la mujer le entrega una taza de té -debes ser paciente, ya verás que con el paso del tiempo y la convivencia sus recuerdos volverán

- ¿Y si no pasa?,¿Que haré si no puede recordarnos? Yo... - sus manos comienzan a temblar tanto que consigue que el té se riegue un poco

Rápidamente Jenny aparta la taza de té d las manos de su hermano, toma un par de servilletas para limpiar las gotas que se han derramado sobre las manos de Ryan

-no es momento para desesperarse -comenta con firmeza- el Ryan Carter que yo conozco no es alguien que se dé por vencido tan fácilmente, todo es cuestión de tiempo, ten fe en que pronto todo volverá hacer como antes y si en remoto caso de que no llegue a recordar empieza de nuevo

Ante las palabras de su hermana, Ryan no puede evitar mirarla con asombro

-tú te...

-así es - asiente con una sonrisa sobre sus labios - enamórala una vez más, vuelve a mostrarle a ese hombre cariñoso y seductor que es capaz de hacer lo que sea por la persona que ama -coloca ambas manos sobre los hombros de su hermano y lo sacude un poco animo

Ryan suelta un suspiro antes de responder - tienes razón, no es bueno ser tan negativo empezando, debo tener fe en que las cosas se solucionaran, paula llegara a recordarnos

-así me gusta -se abalanza sobre su hermano para darle un fuerte abrazo - Ryan Carter no es un hombre que se deje vencer fácil y está claramente no será la excepción

-así...

Sus palabras se ven interrumpidas en el instante que la puerta principal se abre dejando ver a un pequeño niño que corre precipitadamente hacía Ryan

-cupcake -pronuncia alegre mientras toma al pequeño entre sus brazos - ¿Qué tal te fue en la guarde...?

- ¿Y mi mami? - inquiere ansioso, al mismo tiempo que la busca con la mirada por toda la habitación

-bueno, ella...

- ¿Otra vez no pudo venir? - resopla cabizbajo -no es justo, yo quiero verla, ¿Acaso mamá ya no me quiere? ¿Es por eso que mi mami no viene? Ella ya no me ama, se cansó de ... -deja de hablar en el instante que sus ojos comienzan a nublarse

-Alan -sujeta con cuidado el mentón de su pequeño y lo levanta lentamente -claro que no es así, mamá te ama mucho, ella...

-¿Y dónde está entonces? -alega con el ceño fruncido - ¿Porque no viene?, ¿Porque ella...? - sus pequeños labios dejan de moverse debido a que Ryan a puesto su dedo índice sobre ellos

-no digas eso -le dedica una tierna mirada para luego depositar un beso en la frente de su pequeño hijo - tu eres lo mejor que nos pudo pasar en la vida, tu madre y yo te amamos, tu más que nadie ha sido testigo de lo mucho que te queremos, así que no digas cosas ten feas como que no te queremos porque no es cierto, ¿Lo comprendes?

-si - sisea -lo siento, es que la extraño mucho, yo ...

-pequeño bribón - alega un castaño desde el marco de la puerta

-¿Matt? menciona con asombro al ver aquel hombre todo sudado con la respiración entre cortada aferrándose al marco de aquella puerta - ¿Qué fue lo que...?

Sin darle tiempo de decir algo más, él castaño se abalanza hacia el pequeño y comienza a tirarle de las mejillas

- ¿Qué tiene de divertido hacerme subir más de 50 pisos? Tu... -se detiene para poder respirar

- ¿Como que 50 pisos? -inquiere mirando al pequeño con el ceño fruncido - Alan

-lo siento -se disculpa cabizbajo - yo quería ver a mamá y el tío Matt no quería moverse de la recepción porque estaba coqueteando con una rubia que estaba hinchada

-¿Hinchada? - repite con asombro -¿Qué quieres decir con eso, cariño? -inquiere mientras acaricia la cabeza del pequeño

-pues que estaba hinchada, tía, esa mujer tenía su pecho y cola gigantes

El pequeño se baja de las piernas de Ryan y hace una simulación con sus manos para mostrarle tanto a su padre como a su tía el tamaño de la hinchazón de aquella mujer

-eran así de grandes - el pequeño intenta estirar sus brazos los más que puede, cosa que logra sacarle un par de carcajadas tanto a Jenny como a Ryan

- ¿Cuántas veces debo decirte que no es así? -refunfuña y coge nuevamente las mejillas del pequeño - ella simplemente se dio una ayudadita, así que deja de decir que estaba hinchada, ¿Si?

-pero lo estaba -asegura y vuelve hacer la imitación de la hinchazón de aquella mujer

Resopla con fuerza -te digo que no, ¿De dónde sacas tantas cosas raras tú?

- mamá lo dice - afirma el pequeño

- ¿Mamá? - corean todos

-si - asiente -cada vez que mujeres coma la de la recepción se acercan a papá, mamá dice que se ven así porque están hinchadas y si mamá lo dice es porque es verdad

Ante las palabras del pequeño no pueden evitar reír a carcajadas

-tienes razón, Alan - asegura Jenny entre risas

-así es, mami nunca dice mentiras y si...

El pequeño deja de hablar en el instante que escucha como unos pasos provenientes del pasillo comienzan acercarse en su dirección, todos se quedan en un completo silencio al ver la figura de una mujer asomarse a la sala

-mami -grita feliz el pequeño al mismo tiempo que corre hacia ella y se aferra con fuerza a sus piernas -volviste, volviste, volviste -repite eufórico hundiendo su rostro en las piernas de su madre al mismo tiempo que rodea las piernas de su madre con sus bracitos

Lo segundos corren, pero paula solo se limita a quedarse ahí de pie como una estatua, no se mueve en lo más mínimo

El pequeño separa su rostro de las piernas de su madre y con una sonrisa de oreja a oreja estira sus brazos para que ella lo alce, pero ella se limita a mirarlo fijamente

- Mami, arriba, arriba -repite sonriente con sus bracitos extendidos - ¿Mami? - al ver la cara de consternación que ella tiene automáticamente Alan da un paso atrás

En ese instante Ryan corre hacia su pequeño hijo y lo toma entre sus brazos - Mamá está un poco cansada hijo, así que yo te alzó por ella

-no, yo quiero que mi mami me cargue -estira los brazos hacia paula, pero ella se limita a tomar temerosamente una de sus manos

-hola, Alan -pronuncia con una sonrisa forzada

- ¿Alan?, ¿Ya no soy cupcake? - inquiere con congojo

-yo... -si saber que responder busca ayuda en la mirada de Ryan

-mami - estira sus manos para intentar tocar el rostro de su madre, pero está lo esquiva

Ante aquel acto del pequeño comienza a fruncirse poco a poco y antes de que pudieran hacer algo se suelta a llorar sobre los hombros de su padre

-cupcake -palmea suavemente la espalda de su hijo - no llores, mamá está un poco cansada y...

-no, m-mami y-ya n-no me qu-quiere, el-ella no me q-quiere... - contesta entre llanto

Sin saber qué hacer, paula se gira y sale casi corriendo hacia su habitación

-paula, voy con ella - le hace un leve movimiento con la cabeza a Ryan y va en busca de su amiga

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