CAPITULO 17


- ¿ya vieron a Ryan Carter? –inquiere una de las 4 mujeres mientras se retoca el maquillaje en el espejo del baño

-sí, defectivamente entre más años pasan más guapo se ve –manifiesta con cierto tono de júbilo

-sin duda alguna –ratifica otra –aunque es una pena que este casado

-así es –responde decaída – aun no puedo creer que siga casado

-yo tampoco, pensé que divorciarían luego de pasar un año juntos, pero al parecer no fue así –comenta mientras se retoca el labial

-muy cierto, yo tampoco pensé que duraran tanto, aunque eso de quedar casualmente embarazada luego de un par de meses de su boda fue un buen as –manifiesta con cierta risa burlona

-sin duda alguna –confirma al mismo tiempo que truena los dedos – ese niño le resolvió la vida a la pobre, gracias a eso no tendrá por qué preocuparse hasta que el niño sea mayor o en el mejor de los casos por el esto de su vida

-así es, aunque si no estoy mal su hijo aún no ha sido inscrito en alguna escuela o a recibido tutorías privadas, ¿será que tiene algún problema?

-lo más probable es que tenga lento desarrollo –revela mientras se lava las manos – que pena, alguien tan capaz e intrépido como Ryan tener un heredero poco eficiente

-probablemente no fue una buena idea mezclar los genes –comenta mientras le pasa una toalla a la mujer que se estaba lavando las manos – Ryan aún es muy joven, debería buscar por otro lado

-tienes razón –asiente la mujer al mismo tiempo que toma la toalla para secarse las manos – una mujer que este tanto a su niel económico como profesional, su esposa no cumple muy al pie de la letra con los requisitos, además no es que tenga una belleza excepcional, es bastante común

-es cierto –suelta una de ellas mientras mira de pies a cabeza su apariencia en el espejo –además el puesto que tenia de directora se lo dio Ryan, por favor, escalar de esa forma es vergonzoso incluso para alguien como ella

Luego de aquellas palabras todas se empiezan a reír, pero su júbilo solo duro unos segundos, ya que en el momento que la puerta de uno de los cubículos se abrió todas quedaron de piedra al ver el rostro nada amigable de paula frente a ellas

-tu....

- ¿Cómo es que...?

-nosotras...

-no, no es...

Por más que intentaron justificarse, ninguna de ellas pudo terminar una sola oración sin tartamudear, ya que como bien dicen el pecado acobarda. La ira y frustración que paula estaba sintiendo en esos momentos era tal que en lo único que pensaba era en abofetear una y otra vez a esas mujeres hasta que sus manos ardieran y las mejillas de esas 4 arpías se pusiera de un carmesí tan intenso que tendrían que pasar días encerradas, pero por más razones que tuviera para dejarles el rostro hinchado por toda la mierda que habían soltado, no podía hacer semejante espectáculo.

Soltó una gran bocanada de aire intentado liberar toda la furia que se estaba concentrando dentro de ella –la próxima vez que quieran hablar peste de alguien cerciórense de que estén solas, o mejor aún, dejen de hablar de los demás y demuestren que el dinero que invirtieron en ustedes para educarlas sirvió de algo, y por su bien, que esta sea la última vez que escuche el nombre de mi hijo en sus labios

Antes de que aquellas mujeres puedan decir algo más, paula se dio media vuelta y salió rápidamente de aquel lugar en busca de un poco de aire fresco, y debido a la prisa con la que salió no se fijó en la persona que estaba justo delante de ella y termino estampando su rostro en el pecho de un hombre

-lo siento, venia distraída y.... –enmudece en el instante que levanta el rostro y nota que aquel hombre no era otro que su esposo –Ryan –es lo único que logra decir antes de que sus orbes comiencen a llenarse de lagrimas

automáticamente y sin pensarlo dos veces, Ryan tomo el rostro de su esposa entre sus manos –¿Qué pasa?, ¿Por qué...?

-no es nada –comenta, esquivando la mirada de su esposo

-Desde que te conozco tú has sido mi más grande inspiración para ser feliz –menciona, al mismo tiempo que acaricia las mejillas de su esposa – me basta con observarte para saber que esa nada lo es todo, así que confía en mí, ¿si hay algo que te moleste, o alguien?, solo dímelo y.... –deja de hablar en el minuto que sus dedos se humedecen con algunas lágrimas que descienden de los orbes de su esposo –paula....

- ¿podemos irnos? –inquiere con la voz un tanto quebrada – por fav.... –antes de que pudiera terminar de hablar, Ryan la envuelve entre sus brazos

-claro que si –asiente, al mismo tiempo comienza a mover sus brazos y manos por la espalda de su esposa, intentando reconfórtala un poco de lo que sea que le haya pasado y la haya dejado en ese estado

Duran solo unos minutos más abrazados, ya que debido a la presencia de un hombre desconocido que comienza a carraspear para llamar su atención, logra romper con aquel vinculo.

-hace una pequeña reverencia con la cabeza en señal de disculpa –lo siento mucho señor Carter, pero lo estamos esperando para el discurso de...

-busquen a alguien más –indica, interrumpiéndolo de golpe

-pero, señor...

-hay varios invitados en esta fiesta que pueden y estarán más que fascinados por tomar mi lugar, así que pídale a cualquiera de ellos –sin más que decir, sujeta la mano de su esposa y sale de aquel lugar

Ambos abandonan aquel lugar seguidos por las miradas de todos los presentes, pero ninguno de los dos se detiene y mucho menos pierde el tiempo mirando aquellas personas. Una vez en el auto, el silencio hace su aparición, Ryan se limita a manejar, mientras que paula fija la vista en la carretera sin darle un solo vistazo a su esposo, luego de un par de minutos por fin están en el estacionamiento de su casa. paula estaba tan sumida en sus pensamientos, que solo se da cuenta de que llegaron cuando nota la mano extendida de su esposo hacia ella para ayudarla a bajar del auto. Rápidamente toma la mano de su esposo y sale del auto, cuando están entrando en el ascensor, Ryan no puede soportar más y rompe el silencio.

- ¿Qué fue lo que paso en la fiesta? –inquiere fijando la mirada en su esposa –si no quieres decírmelo lo entenderé, pero realmente quisiera que confiaras en mí y me dijeras lo....

-jamás pensé que duraran tanto, no es tan linda, mucho menos está al nivel económico o profesional de alguien como Ryan, aunque se vio bastante astuta embarazándose, su vida está resuelta ya que dio a luz al heredero de Ryan Carter, por otro lado parece que su hijo tiene dificultades de aprendizaje ya que a pesar de la edad que tiene no ha entrado a ninguna escuela o tiene algún tutor, es lamentable que no haya heredado las capacidades intelectuales de su padre, tal vez se deba que no es tan buena idea mezclar los genes.... –hace una pequeña pausa para limpiar sus ojos –creo que es todo, o tal vez no, realmente no quiero recordar m.... –sus palabras quedan suspendidas en el aire debido al abrazo inesperado de su esposo

- Me encanta cada parte de ti y no solo físicamente, también me encanta cada fase buena y mala de ti, ya que son esas fases las que me han enamorado y me han hecho confirmar que definitivamente eres tú la persona indicada para poder estar a mi lado. Eres todo lo que tengo y lo que quiero durante toda mi vida –dijo al mismo tiempo que sujetaba el rostro de su esposa entre sus manos, haciendo que la mirada de ambos chocara y que a medida que los segundos pasaran ambos comenzaran a perderse el uno en el otro –Así que no hagas caso en absoluto a todas esas invenciones y palabras malintencionadas que los demás dicen, ya que lo que ellos sienten es envidia, envidia porque soy la persona más afortunada del mundo por haberte encontrado y por compartir mi vida contigo, sin duda alguna eres la mejor elección que he tomado en toda mi vida y te aseguro que no voy a dejar de amarte ni un solo día de mi vida, moriré sabiendo que debía estar contigo, y que gracias a ti me he podido convertir en la persona que quería ser.

Aunque esta no era la primera vez que Ryan le decía que la amaba, algo dentro de paula comenzó a despertarse, no sabía muy bien que era, pero de lo que si estaba segura era que su corazón no palpitaba de aquella forma apresurada por nada, aquel hombre frente a ella lograba trastorna a tal punto que el mas mínimo roce logra deshabilitarla, sin contar con que el hecho de que a medida que los segundos avanzaban no podía ni quería aparta la mirada de aquellos carnosos y rojos labios llaman más y más su atención, era como si un imán comenzara atraerla lentamente.

Por su parte Ryan no se perdía ningún detalle del sonrojo en las mejillas de su esposa, ni mucho menos el brillo y la emoción con la que ella lo miraba, cosa que lo hizo muy feliz, ya que las ganas que tenía en ese momento de volver a probar la suavidad de aquellos finos y dulces labios lo estaban enloqueciendo. estaba claro que esta vez no sería rechazo, pero aun así tenía que hacer la pregunta

- ¿puedo...? –fue lo único que logro decir antes de que paula lo sujetara del cuello de su traje y lo atrajera hacia ella

En el momento que sus labios se unieron luego de tanto tiempo, una descarga de sensaciones exploto dentro de ellos. la conmoción y ardor que ambos sentían cada vez que sus labios se topaban una y otra vez, era tan irreal y a la vez tan maravilloso.


¿CUANTAS APUESTAN A QUE PASARA ALGO MAS ALLA DE ESE BESO?


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