¡Pánico!
La puerta se abrió de golpe de una manera tan sorpresiva y estrepitosa que Acuario casi se caía de su posición indecorosa sobre Leo. Se giró y vio el pánico impreso en el rostro de Géminis que iba entrando al recinto mientras Libra se quedaba más atrás, como vigilando desde el pasillo a un punto lejano.
Vio a su hermano recoger la ropa con una velocidad alarmante, tropezando con sus propios pies y el calzado que estaba tirado junto a las prendas sobre el suelo.
—¡Sí, sí!— les dijo, importándole poco que tuviera que ver a dos personas sin ropa en medio de... Algo—. Luego me gritan y lo que sea. Mamá viene para acá.
El menor de todos palideció de una forma impresionante y se puso en pie inmediatamente, corriendo hacia el rubio para tomar la ropa del signo fuego que lanzó sin dudar a la cara de éste. Con ayuda de Géminis, Acuario se vistió entre tambaleos y golpes torpes, apurando al pelinaranja para que estuviera listo.
Posteriormente, el rubio encendió incienso y abrió las ventanas para que el aire fluyera, mejorando el aroma del cuarto.
—¡Ya llegó!— gritó en susurros Libra, entrando al cuarto y cerrando la puerta a sus espaldas mientras veía como la pareja discutía en silencio qué hacer a continuación—. ¡Escondelo!
Sus pechos se golpearon cuando hicieron amago de ir en direcciones opuestas. Acuario volteó a Leo y lo empujó hasta el armario donde lo encerró no sin antes hacerle una seña con la mano y la boca de que no hablara. Géminis, entre tanto, abanicaba con una libreta el aire de la habitación para aumentar la velocidad con la que éste salía por la ventana.
Libra oyó que su madre se acercaba, anunciando su llegada con voz animada, y le hizo una seña a los otros dos para que actuarán con normalidad. Así, el mayor fue agarrado por el menor de la cintura y lo tumbó en la cama junto con él mientras el primer mencionado abría la libreta y hacían como que leían lo que ahí suscitaba. La signo aire, en cambio, se movió lentamente hasta donde el par estaba y se sentó al borde, frente al espejo que colgaba al otro lado de la habitación, y comenzó a peinar con los dedos sus cabellos rubios, fingiendo distracción, como si pensara algo. Trataron de relajar sus respiraciones agitadas por tanto caos y, finalmente, la mujer abrió la puerta y saludó a sus hijos con una sonrisa enorme en el rostro.
—¿Qué hacen?— preguntó ella.
—Nada. Aburriendonos— contestó el rubio con voz cansada, mintiendo a la perfección.
—¿Por qué no salen?
—Tenemos flojera— respondió Acuario, abrazado al mayor como siempre hacía.
—¿De verdad? Sería bueno si dan una vuelta por ahí y se refrescan. Podrían visitar a alguna de las otras casas.
—No. Quizás en otra ocasión— comentó Libra, haciéndose una trenza y mirando a su madre con una sonrisa.
—Está bien. Pronto será hora de comer así que iré a preparar algo. ¿Sugerencias?
—¡Pasta!
—Agua de limón.
—Lo que sea está bien, mamá.
—¿Seguros?— los tres afirmaron ante la mirada sospechosa de ella que pronto cambió a una sonrisa nuevamente—. ¿Tú qué opinas Leo?
Los dos varones se miraron con horror en un gesto sutil y Libra sintió sus manos titubear entre sus mechones dorados. La mujer se acercó al armario que abrió, descubriendo así al león que se escondía dentro entre las ropas colgadas y los zapatos revueltos. Acuario se soltó bruscamente de Géminis y ambos se enderezaron sorprendidos más por ser descubiertos que por ver al signo fuego en el interior del mueble.
—Sal. ¿Qué haces dentro?— preguntó Amaryltis, incitando al menor que cruzó miradas con el resto de jóvenes.
—¡Leo! ¡¿Cómo llegaste ahí?!— chilló Géminis con su tono de voz una octava más aguda.
—Ay, por favor. ¿Creen que no me di cuenta? ¿Cuantos años piensan que tengo? Anda, afuera, Leo.
—Disculpe, fue idea de Acuario.
—¡TRAIDOR! — el aludido señaló con un dedo al contrario.
—Te creo, Leo— Amaryltis le dio unas palmadas al signo como consolación—. Pero no se salvan de mi regaño. Géminis, Libra, salgan del cuarto un momento, por favor.
—¡Noooooo!
Acuario vio al par levantarse con pesar para obedecer a su madre, dejándolo a merced de ésta y en compañía de Leo que seguramente también lo iba a reprender por sus ocurrencias.
Bueno, eso significaba que tendrían que ser cuidadosos la próxima vez y, a su vez, organizarse debidamente con Géminis y Libra que, como siempre, apoyaban a su hermanito en todo lo que necesitara.
💙 Bruh, solo quiero agradecer como siempre su apoyo a esta cosa y disculparme por las carencias de escritura. Ver sus comentarios y estrellitas, o incluso lecturas, es muy nice uvu
En fin, bonito día.
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