En el parque de diversiones se encuentran, todos disfrutando de un día libre de trabajo y responsabilidades. Yacen en las tazas giratorias, sentados en parejas. Libra habla tranquilamente con Géminis de cosas muy sencillas, como que de alguna forma la atracción le recuerda a las películas de Disney o cosas de ese estilo, soltando un par de risas por una que otra broma o comentario tonto. Los dos hacen girar la taza con suavidad y lentitud, yendo a la par con el resto.

Sin embargo, Aries y Cáncer van en otra de las tazas, gritando cual locos mientras con brusquedad mueven el mando de la taza que gira y gira de una manera veloz y violenta. Parece como si fueran un pequeño pero feroz torbellino. Pasan a su lado, escuchando muy apenas como la chica los saluda antes de ponerse a gritar de nuevo porque va muy rápido y, aunque le gusta, al mismo tiempo le asusta que pueda salir disparada de la gigante taza amarilla.

Y es todo un espectáculo de ver.

...

Muchas veces se les hace aburrido celebrar las festividades, porque luego de tantos años viviendo se les vuelve algo rutinario que ya no tiene encanto seguir. Pero hoy, Día de San Valentín, no es la ocasión, pues al menos uno que otro signo ha preparado algo especial para sus respectivas parejas.

Por ejemplo, Géminis se ha esmerado las últimas semanas en terminar un retrato al óleo de Libra para obsequiarselo. Lo ha hecho sin referencias visuales, únicamente guiandose de su propio recuerdo y perspectiva de la rubia para no hacerlo tan realista, pero sí especial. Ha querido plasmar la belleza que ve en su novia, aquella bonita aura que emana de ella y que es incapaz de ver por cuenta propia. A lo mejor resulta algo un poco exagerado.

Con el cuadro en manos, busca a la rubia por todos los rincones de la casa hasta encontrarsela en la sala junto a Escorpio y a Acuario. Éste último con un listón enrollado en él.

—Libra— le llama, acercándose hasta donde ella se encuentra sentada en el sofá—. Te he hecho algo.

—¿Qué cosa?

Y con las mejillas rojitas, Géminis gira el cuadro entre sus manos y le muestra la pintura ya terminada, colorida y bien hecha a la signo de aire que le observa llena de sorpresa.

—Feliz San Valentín

Libra toma el cuadro en manos para examinarlo mejor, reparando en cada pincelada y en los diversos colores entremezclados. Sus mejillas se tiñen de rosa por igual, mirando ahora a los ojos azules como el cielo del mayor.

—Es precioso. Muchas gracias.

—No hay de qué.

—Pero, que pena, yo no tengo nada para ti.

—Está bien. No tenías que darme nada. Lo he hecho porque sí.

Libra no puede evitar enternecerse por ello. Deja la pintura de lado, permitiendo que Acuario la observe con detenimiento durante un rato, y se para frente al mayor para estirarse un poquito y besarle los labios.

Luego, escuchan la puerta principal abrirse y Acuario se alza en su sitio como si fuera una sarigüella, vislumbrando entonces al pelinaranja de la casa fuego entrando al recinto. Velozmente se pone en pié y corre hasta él mientras se coloca un moño de regalo en la cabeza.

—¡Feliz San Valentín!— chilla el menor, con los brazos en el aire lleno de emoción y ganándose una mirada de confusión del otro.

—¿Qué se supone que es mi regalo?

—¡Yo soy tu regalo, Leo!

Los ojos amarillos le inspeccionaron de abajo hacia arriba y viceversa antes de que el dueño de éstos se encogiera de hombros sin darle más vueltas al asunto para, a continuación, cargarlo en su hombro cual saco de papas y así llevárselo a la habitación.

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Decir que nunca pelean es una mentira. Incluso las mejores parejas llegan a discutir vividamente, incluso ellos lo han hecho.

Primero todo empieza como una discusión normal y tranquila, pero luego sube de tono, comenzando a gritarse entre sí un poco y llegando al punto en que uno de ellos, por lo general el signo varón, se retira de la habitación para aclarar su mente y relajarse lo suficiente como para volver y hablar con su pareja de manera sensata y madura.

Luego de una que otra pelea, Géminis puede regresar ante Libra con cara llena de culpa y tristeza, como un perro con la cola entre las patas y casi llorando por el miedo de perderla por una situación tan boba. Pero los dos hablan, se disculpan si es necesario, y hacen las paces, continuando con su burbuja de romance y confianza. Por lo general no hacen grandes escándalos ni escenas muy dramáticas como otros de los signos, ni tampoco pueden estar mucho tiempo sin hablarse.

Ojalá Virgo y Sagitario pudieran  decir lo mismo.

Ahora, la signo tierra se encuentra enfadada con el de cabello oscuro como el ébano por una pelea que han tenido esta mañana. La chica opina que la culpa es del signo fuego, pero éste no lo cree así y trata de que todo entre ellos siga como normalmente lo haría. Virgo no le habla y claramente le evita, sin embargo Sagitario no desiste y le sigue a todos lados como perro faldero para hacerle conversación de lo que sea, o para tomarle la mano o similar.

—Virgo, ¿podrías servirme un vaso de agua?

Y ella, sin decir nada, saca un vaso de las gavetas para luego llenarlo con hielo y dejarlo sobre la barra frente a Sagitario que, ya también cansado de la situación, le mira fulminante y dispuesto a seguirle el juego como si fuera un reto y no una pelea sería. Así que, sin más, el signo fuego vacía parte del hielo en su boca y decide masticarlo como si nada. Virgo frunce las cejas con fastidio, escuchando el crujir del agua congelada.

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Bailar despacio es una de las cosas que suelen considerarse como un acto dulce y romántico. A Géminis y Libra no se les dificulta esto, porque sus alturas encajan y les permiten acomodarse correctamente el uno con el otro, además de que tienen buen ritmo y logran coordinarse a la primera.

Capricornio tiene dos pies izquierdos y se ve en la necesidad de dejarse guiar por su pequeña novia. Sus ojos avellanas permanecen siempre clavados en sus pies para evitar darle un pisotón a Piscis y en consecuencia lastimarla. Y como ella es bastante bajita en comparación suya, suele ser difícil que ella pueda acomodarse bien de los brazos, porque luego de un rato se empieza a cansar de estar en esa posición. En fin, que es un completo desastre.

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Géminis y Libra son la única pareja normal en esta historia. Gracias por su atención.