Este extra posee: yaoi, yuri, genderbender y parejas no canons en la historia, se recomienda discreción.

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—¡Listo!— Exclama la pequeña Acuario con excitación, levantando en sus manos una coronilla de flores blancas entrelazadas.

Se dirige a donde su amiga se encuentra sentada, con su pulcro vestido blanco bien arreglado y su cabello rubio cayendole por los hombros con delicadeza. Le coloca la coronilla al rededor de su cráneo, haciéndola lucir de una manera casi angelical. Con sus ojos azules sobre su cuerpo.

—¿En serio?— Pregunta ella con cierta diversión.

La chica de pelo plateado sube los hombros para después dejarlos caer en un gesto de total despreocupación. Se sienta junto a ella, con las rodillas dobladas y los pies  debajo.

—Te ves muy guapa, como una princesa.— Afirma con una sonrisa picara.—¡Si!

—¿Que?

Géminis le mira con curiosidad, siguiéndola con sus ojos mientras Acuario se levanta con animosidad.

—Tu eres mi bella princesa y yo soy tu caballero de armadura reluciente—Afirma Acuario señalando a la rubia para luego señalarse a si misma.

Habla con total honestidad pues Géminis le parece la chica más hermosa de todo el mundo, algo vago teniendo en cuenta las pocas personas que ha conocido en su actual corta vida. No hay nadie que se le compare ni por asomo.

—Ahora si exageraste— Ríe la más pequeña.

—No, hablo en serio. Yo te cuidare.

—Ya lo haces, siempre lo has hecho Acuario.

—Es cierto.— Vuelve a sentarse y con la mano en su mentón hace una mueca de estar pensando antes de cruzar miradas con la contraria. —Bueno pero me refiero a que siempre estaré a tu lado, así que espero que tu siempre estés conmigo.

—¡Claro! Estaría loca si te dejara.— Sonríe la rubia recibiendo el mismo gesto de parte de la chica con ojos turquesas. 

Inseparables la una de la otra pues él cariño que se tienen entre si es inquebrantable, como si estuvieran conectadas por algo más fuerte que el mismísimo acero. Cuanto agradece Géminis el tener a Acuario pues sin ella, le seria difícil cualquier
cosa.

No podrían amar tanto a otra persona.

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La brisa veraniega les mese con las olas del mar mientras las estrellas brillan sobre ellos en el cielo nocturno completamente despejado. En posición como estrellas de mar, se encuentran recostados sobre el inmenso cuerpo de agua que es un espejo del cielo siendo una replica ondulatoria de este.

Dejan de flotar y se colocan verticalmente, uno frente al otro, mirándose con detenimiento a los ojos mientras mueven las extremidades para mantenerse con la cabeza fuera del agua y poder respirar. El cabello de Cáncer flota sobre la manta acuática con elegancia, completamente mojado, pegandosele a la piel expuesta, por otro lado Escorpio lleva el cabello hacia atrás, fuera de su rostro y dejando a la vista sus pierciengs plateados como la Luna brillante.

—¿Por que me miras tanto? —Cuestiona ella incomoda ante la mirada fija de él sobre su persona pues no le agrada que le miren con tanta atención

—Tienes un moco— Afirma el chico señalando su nariz causando que la chica se cubra esta con ambas manos, enrojeciendo levemente—Es broma, mensa.— Ríe y ella le lanza agua con molestia.

—Estúpido, mi dignidad.

—¿Tienes?

Escorpio dice con diversión pasándose la mano por la cabellera a lo que ella responde con una mueca de enfado.

—Eres un amor. — Comenta sarcástica con cierto tono de disgusto a lo que él le guiña un ojo causándole un revoloteo en el interior.

Existe un periodo de tiempo en el que ninguno habla solo permanecen viéndose en total silencio. Escorpio se le acerca quedando a una corta distancia, apenas a unos centímetros.

—¿Que harías si te dijera que me gustas? —La pregunta de Cáncer escapa de sus labios como un murmullo apenas entendible y con los ojos en el mar evita cruzar miradas con el otro y ahorrarse la vergüenza.

Escorpio le mira con una pizca de sorpresa mezclada con confusión y alegría.

—¿Que?— Pregunta él viendo como ella mira a todos lados sin saber donde detenerse a ver.—¿Que dijiste? No escuche.

Miente pues solo quiere molestarla y escucharla una vez más. Nota él nerviosismo y el sonrojo plasmado en el rostro de Cáncer lo que le parece entretenido. La chica balbucea cosas incomprensibles incluso a si misma hasta que por fin una palabra coherente sale de su boca.

—Me gustas.— Exhala aun sin mirarle

—Repitelo—Ordena Escorpio obligando a la chica a dirigirle la mirada.

Eleva la vista y nota en el rostro del chico una pequeña sonrisa. Su cara enrojece violentamente.

—No, no es mi culpa que seas un sordo.

Hace un puchero ante la risa de Escorpio. Se le acerca un poco más.
—Entonces no te diré que a mi también me gustas. — Comenta burlesco

Los ojos de Cáncer brillan con animosidad.

—¿En serio?

Escorpio asiente, cayendole un mechón en la frente. Se acerca un poco más, rosando apenas sus labios.

—No esperes que me ponga cursi.

—Eso esta bien.—Sonríe la chica antes que sus labios se unan 

♎♈

—Libra— le llama la ariana al chico de aire mientras entra a la habitación de este, captando sus ojos azules.—¿Tienes una playera que no uses?

Libra inclina la cabeza con duda y un aire de pensar la respuesta de aquello, mira los cajones del tocador ocre frente a su cama para después comenzar a rebuscar en ellos. Instantes después, extiende una playera blanca ante los ojos negros de Aries, exhibiendo esta para que la chica pueda examinarla.

La pelirroja se acerca y toma la tela blanca de las manos delgadas del otro. Se coloca la prenda por encima de la ropa que lleva puesta. Se mira con detenimiento, inspeccionando como le queda la playera. Le llega dos dedos por encima de la rodilla y con esta se ve más ancha de lo que realmente es. Se mueve un poco para verificar que tan cómoda se siente, no hay ningún problema.

Libra pasa sus ojos por todo el cuerpo se la chica, admirándola con su ropa. Para él se ve irresistible.

—¿Puedo quedarmela?— cuestiona al chico de aire quien en respuesta se encoge de hombros simplonamente.

—Claro ¿para que la quieres?

—Pensaba usar un camisón para dormir pero luego pensé, ¿Para que gastar dinero? Y vine a ver si tu no tenias algo que me sirviera

—Ah bueno.

—Esta limpia ¿verdad?—el chico suelta una risa

—¿Por quien me tomas?—Aries le dedica una mirada de sospecha e incógnita, entrecerrando los ojos y frunciendo un poco la nariz, viendo que Libra sonríe con todos los dientes, decide creerle y sin más asiente.

—Gracias

—De nada

La signo de fuego juega un poco con la tela de la playera, logra detectar el aroma de suavizante y orquídeas mezclado con lo que parece ser un toque de desodorante masculino. Huele a Libra. Inhala profundamente...

—Huele a ti— Afirma mirando al chico.

—¿Eso es malo?—Cuestiona este con duda. Ella niega.

—Me gusta. Por que bueno, huele a ti y pues me gustas... Quiero decir, me gusta tu aroma por que si... Eso— concluye rascándose la nuca en un gesto de incomodidad y nerviosismo que es bien captado por el chico aire.

—Ay que honesta.—Sonríe jalandole las mejillas para molestarla y luego, la acaricia con ternura viendo como esta se tiñe de escarlata.—No sabes disimular

—Cierra la boca.