Extra 18

Abre sus ojos con lentitud. Se acopla en la cama, sentándose y mirando a su alrededor con confusión. ¿Por qué su cuarto es diferente? Se levanta y con pasos pausados, se acerca al tocador. Maquillaje, horquillas, ligas, etc.

— ¿Qué...?— Pregunta a la nada. — Quizás...

Con un labial en mano, sale de la habitación, dirigiéndose a la de al lado. Entra sin esperar más tiempo, logrando despertar al otro signo.

—Oye, Géminis ¿no...?— Se interrumpe al verle. — ¿Gé...mi... nis?

— ¿Libra?

Ambos rubios se dedican una mirada anonadada. Están completamente confundidos. El mayor mira de pies a cabeza al contrario y viceversa, sin saber por qué el contrario es un hombre.

—Según yo—Dice el de cabello largo. —, Libra es chica.

—Según yo— Agrega el otro. —, Géminis es chica.

Se observan en silencio durante un largo segundo.

— ¡Acuario!— Gritan ambos a todo pulmón.

En cuestión de segundos, el chico de cabello platinado aparece por la entrada, notoriamente exaltado por el llamado que sonaba urgente. Sus ojos viajan de un rubio a otro.

— ¿Por qué Libra es un chico?— Cuestiona señalando al nombrado.

— ¡¿Por qué tu eres un chico?!

El menor cruza miradas con el mayor, decidiendo que hacer. Convocan a todos a una reunión, gritando mientras bajan las escaleras, en dirección a la sala, seguidos de Libra.

— ¿Por qué tanto escándalo?— Se escucha la voz de Sagitario cuestionar desde la planta de arriba. — ¿Por qué Piscis es un hombre?

— ¿Qué? Yo siempre lo he sido.

—... ¡Algo está muy mal!

— ¡Ven y dinos eso!— Reclaman los chicos de aire.

Instantes después, todos los signos están en la sala, viendo dudosos a los demás. Cáncer, Libra, Piscis y Virgo, están muy extrañados por el hecho de que, todos los signos que se suponen son mujeres, ahora son chicos y viceversa.

—Debe haber una buena explicación para esto. — Afirma Capricornio. — Solo debemos encontrarla.

Dicho esto, la autora aparece.

—Mis queridos signos—Dice. —, sé que están confundidos, pero para eso vengo a explicar. Quise experimentar así que, todos los chicos estarán aquí y todas las chicas estarán en la otra casa.

— ¿Por cuánto tiempo?— Cuestiona Virgo.

—Solo por hoy, no se angustien. Así, estos signos—Señala al rubio menor, a los peli-azules y al signo tierra. —, podrán pasar tiempo con su género.

— ¿A qué te refieres?— Habla el menor de los fuego.

—Pues, imagínate vivir en una casa donde todas son chicas y tú eres de la minoría que son chicos.

—Ah... creo que me volverían locos en algunas situaciones.

—Exacto. Bueno, eso es todo. No se maten.

Y así cómo apareció, así desaparece. Los signos se miran entre sí. Libra se deja caer en el sofá más cercano con cierta exageración.

—Pensé que Acuario había hecho algo. — Admite aliviado.

— ¡Oye!

—Entonces...— Comienza a hablar el menor de agua, sentándose en el otro sofá. — ¿todos somos hombres?

—Así es. — Afirma Tauro acomodándose junto a él. —, es extraño.

—Ya lo creo, estoy muy perdido, no sé quién es quién. Por lo menos ya conozco y distingo las voces de Cáncer, Libra y Virgo.

—Yo te ayudo.

—Gracias.

—Nombre—Habla Acuario. —, pero que buen taco de ojo me estoy echando.

— ¡Ah!...— Comienza el arriano con una mirada de queja, que luego se transforma en una de confusión. — No sé ni cómo reaccionar, porque, pues, estás hablando de ellos y eso, pero... siento que mi cabeza va a explotar.

—Ya somos dos. — Concuerda el azabache.

Los signos se acomodan en los cojines del sofá, aun les cuesta creer y sin embargo, les parece interesante. Virgo suspira al sentir las miradas atentas de sus hermanos, pero unos ojos purpura le queman la piel.

—Sagitario, deja de mirarme. — Ordena el chico.

—Jum....— Expresa el mencionado. — Extraño...

—Acosador. — Aries finge toser.

— ¿Lo dices tú? ¿Quién era el que iba al rio "por agua", cuando solo quería ver a cierta cangreja?

— ¡Solo iba porque tu no querías!— Le señala acusatoriamente.

— ¡Mentira!— Dice de igual forma. —. bueno, sí, es cierto ¡pero!— Piensa un segundo y luego mira al mayor de los agua. — Lo traes pero si bien idiota y desde que te vio por primera vez.

—¡No es verdad!— Chilla al cruzar miradas con Cáncer.— Bueno, sí, pero no desde que te vi, primero pensé que eras interesante y eso, además, no iba por ti, iba por el agua, no es como si no quisiera verte ni nada de eso, es solo...

El peli-azul ríe, interrumpiendo al arriano, quien avergonzado se sonroja.

—Ay, Dioses— Dice entre risillas. —, mi Aries hace lo mismo. Creo que es lindo.

Cáncer le sonríe y en respuesta, el pelirrojo mira con el ceño fruncido a otro punto de la habitación.

—Estúpida, la heterosexualidad de Aries, idiota. —Bromea Acuario.

— ¿Tiene?— Cuestiona divertido el león.

—Buena pregunta. Creo que hasta Géminis es menos pasiva que él.

— ¡Oigan!— Reclaman los mencionados.

—Yo digo que Géminis si es muy pasiva. — Concuerda el mayor de los agua mientras el menor asiente. —De seguro ni tiene pene.

— ¡Tengo más que tú!— Chilla el chico junto a Cáncer, cruzando una mirada molesta con este.

—Claro que no.

—Que sí.

— ¿Quieres ver?

— ¡Sí!— Contesta Acuario antes de que el mayor de los aire pueda decir algo. Ambos se giran a verle. — Quiero decir... ¿Testosterona?

El lugar se llena de risas por primera vez en todo el rato que llevan juntos.

—Y bien— Habla Leo. —, ¿Cómo es vivir con puras chicas? Es decir, ¿con nosotros pero siendo chicas?

—Son un dolor de cabeza. — Afirma Libra y los otros tres signos, asienten. — Más cuando están en sus días. Hijas de su puta madre.

—Pero solo algunas— Agrega Piscis, pasando su mano por sus cabellos azules.—, por ejemplo Tauro y Capri son muy tranquilas.

—Por pura suerte. —Admite Virgo cruzando sus brazos delgados.

—Acuario parece embarazada. — Dice el rubio de pestañas curvas y ojos eléctricos. — "Libra, quiero helado. Libra, quiero una pizza. Libra, tráeme papas con chocolate" Les juro que en una hora, esa niña puede engordar y pesar lo mismo que Cáncer.

—Me sentí gordo. — Lloriquea el signo de agua mencionado. — Escorpio también es muy tranquila, nada más le damos un paracetamol y ándele, siga con su vida. Leo, por otro lado, se pone muy dormilona.

—Sagitario tampoco causa muchos problemas. — Aclara el chico de largos cabellos verdes. — Parece que eso ni le afecta.

—Géminis solo deja salir su otra personalidad durante un par de horas y luego vuelve a la normalidad. — Prosigue Piscis. Su cara forma un gesto de seriedad. — Pero quien si es bastante problemática es...

—Aries.

A penas esa palabra sale de la boca de los signos, los demás se giran a ver al mayor de los fuego. Leo clava su mirada amarilla en quien se supone es como su hermana, solo que por ahora es de otro sexo.

— ¿Por qué dicen?— Pregunta.

—Aries parece una bomba que en cualquier momento explotara. — Afirma el rubio. — Esta de "mírame y no me toques" Cualquier cosa que digas y puedes hacerla enojar... mucho.

—Demasiado. — Agrega el Virgo. — Luego es un dolor de cabeza con ella en sus días y Cáncer en día de luna llena.

—No le puedes decir nada— Concuerda Piscis. —, incluso si la saludas se molesta "¿Qué quieres? ¡¿Algún problema?! "Y así, eso no es nada.

—Una vez esos dos casi me matan. — Admite Libra con aire asustado.

— ¡Ya, güey! Te dije que lo siento. — Reclama el peli-azul

—Son como una bomba. Sabe que estaba discutiendo con Aries y ella exploto, luego llego Cáncer y empezamos a discutir, se me lanzo encima y casi me rompe la nariz.

—En mi defensa, todo es culpa de la Luna.

—Ahora resulta. Excusas, viles excusas.

— ¿Quiere pelea, hermano?

—Ponte, culero. A fin de cuentas, yo soy más largo.

—Pero yo soy más grande.

Tauro mira a Acuario, quien le regresa la mirada. Ambos están pensando lo mismo, pero al menos el taurino no tiene intención de decirlo en voz alta, a diferencia del otro chico.

—Acuario, se lo que piensas, pero no lo digas.

—No es mi culpa y lo sabes. — Reclama el peli-plateado señalando al signo de tierra.

—Ya sé que eso sonó muy gay, pero no, Acuario, no.

Se percatan de que los demás les miran con intriga, esperando saber de qué hablan.

— ¿Cosas de gays?— Habla el signo de aire a los demás y Tauro se encoge de hombros restándole importancia, con el cachorro de la casa en su regazo. — Continua, Libra.

— ¿Qué no estaba Escorpio?— Cuestiona Capricornio.

—No, ella salió por algo de su trabajo y Piscis estaba contigo en no sé dónde— Le mira de manera coqueta, logrando que el castaño se apene. —, así que Tauro apareció y ayudo a que se calmaran, al cabo a ella casi siempre le hacen caso.

—Es que esa niña es un ángel caído del cielo, hombre. — Confiesa Cáncer.

—Bueno, sí, es cierto. —Piensa el rubio en voz alta. —, luego de un rato y de que me revisara la nariz, apareció Escorpio y le dio la regañada de su vida a ese idiota.

—Señor idiota para ti, querido Libra.

—Cómo sea, al final no sabía quién me daba más miedo, si Aries, Cáncer o Escorpio. Pero todo se resolvió, después de todo, Cáncer se puso de marica y empezó a llorar y a pedir disculpas.

—Me lo esperaba. — Comenta Escorpio, mirando primero al rubio y luego a su hermano. — Eres un... llorón.

—Tú lo sabes, yo lo sé, Piscis lo sabe — Se encoge de hombros. — Me conocen muy bien.

—Te conozco tan bien que se cuánto miedo le tienes a...

— ¡Cállate!— Le ordena con una mirada de ira, mientras el contrario sonríe malicioso. — No lo digas. Hablo en serio.

—Le tienes miedo a las palomillas.

—Hijo de perra.

El mayor trata de ponerse en pie y lanzarse contra el otro signo de agua, sin embargo, Virgo estira su pierna, metiéndole el pie al chico y causando que este caiga contra el suelo boca abajo. Realmente no quiere una pelea en estos momentos tan pacíficos. Los demás dejan escapar las risas.

—Cáncer, siéntate y compórtate, o juro que no respondo.

A regañadientes, el nombrado hace caso a la orden del chico de larga cabellera, sentándose nuevamente en su asiento junto a Géminis, acomodando su brazo a lo largo del respaldo, por detrás del chico.

—Esa sí que es otra onda. — Comenta el rubio en medio de ambos.

—Virgo sigue un poco alterado, así que tanta calma le hace bien, supongo. — Aclara Piscis por el chico de tierra.

— ¿Por qué alterado?

—Supongo que a su Virgo también le paso, lo de Sagitario y todo ese asunto.

—Ni me lo recuerdes. — Gruñen los otros varones de tierra. Sus ojos amenazando al azabache.

—Los dos tuvieron la culpa. — Afirma el escorpión dejándose resbalar por el respaldo hasta quedar en una posición de vago holgazán. Todos le miran. — Primero Virgo sin saber que sentía y eso, luego Sagitario alejándose como un cobarde. Los dos fueron idiotas, ambos tuvieron la culpa.

El lugar permanece en un silencio medio incomodo, mirando atentos al chico de tatuajes y perforaciones.

—Me paro y aplaudo, pero como tengo flojera, imagina que lo hago. — Dice Acuario alzando su pulgar en dirección al signo.

Escorpio sonríe con cierta prepotencia, hasta que esta desaparece cuando ve que su mejor amigo abre la boca junto a él para reclamarle cierto asunto, con cierta chica de cabello azul.

—Ni se te ocurra, Capricornio, o en serio le diré a Piscis que eres gay.

—No lo soy.

—Sí, claro, porque un chico muy heterosexual se escogería a Meta Knight en Mario putazos.

—Estas exagerando.

—Sí, sí, claro que sí, querido virgen.

—Como sea— Suspira. —, por lo menos esos dos ya lo han resuelto.

—Yo esperaba un beso de reconciliación. — Aclara el azabache con el dedo índice en alto.

—Entonces debiste quedar muy decepcionado. — Refuta el signo de tierra de mayor altura, sacándole una mueca de desacuerdo a Sagitario. — No me mires así, después de todo, una semana después me robaste un beso. Si por mi fuese, hubiera pasado más tiempo hasta que eso pasara. Sigo sin entender como lo hiciste, te llevo algunos centímetros así que...

—Ya se, eres malo expresándote y con todo lo cursi, lo sé, lo sé. ¡Para eso estoy aquí!

—Eso es lo que me preocupa hasta cierto punto. —Habla la casa de tierra al unísono.

—Es que Sagi es bien promiscuo. — Recalca el signo de aire con cabellos plateados.

—Tú también. — Refuta Leo a lo que el contrario sonríe con inocencia fingida.

—Nop, no es lo mismo. — Comenta Cáncer y Libra niega. —No es lo mismo verlo así, como pareja siendo hombres que siendo mujeres.

—Creo que se ven más lindas siendo chicas. — Afirma Virgo.

—El yuri es mejor que el yaoi. — Admite Piscis.

—Amen.

—Jamás pensé decir esto, pero... prefiero a Libra como hombre...y a Piscis... y a Cáncer...a Virgo no. — Balbucea el menor de fuego.

—Soy un amor. — Afirma con tono de diva el chico Libra. — ¿Cómo creen que les está yendo a las chicas?

—Jum...

***

La casa está demasiado tranquila, incluso el trio de chicas que por lo general causa problemas, se encuentran tranquilamente en los sofás de la sala, conversando como lo hacen los chicos en la otra casa, nada fuera de lo normal. Luego de un rato, deciden jugar varias cosas, lo primero es, jugar un clásico, la botella. Las verdades son sencillas, los retos por otro lado, son más complicados. Cuando se dan cuenta, la mayoría de ellas tiene cosas escritas en la cara, Acuario tiene la ropa interior de su versión masculina en la cabeza, a Libra le quebraron un huevo en la cabeza y aún quedan residuos de este en su cabellera, etc. Lo siguiente que juegan es el nunca, nunca y pronto, la mayoría de ellas están completamente borrachas. Tauro y Acuario dentro de una vieja tapa de un bote de basura que sacaron de quien-sabe-donde, se deslizan por las escaleras, con el perro de la familia siguiendo a las dos chicas, solo que este es hembra: Hera.

Sagitario y Leo cantan en uno de los sofás a todo pulmón una canción que no se entiende en lo absoluto por lo mal que pronuncian las palabras. Cáncer carga de caballito a Géminis sin ningún problema, con esta encima suyo, corre por el lugar completamente hiperactiva, dando vueltas y esas cosas, mientras la otra solo quiere dormir. Piscis, Aries y Libra cuentan chistes pésimos, además de que parece que están dudando seriamente de su heterosexualidad. Capricornio y Escorpio hacen apuestas sobre quien se romperá algo o que pasara después, mientras que Virgo solo admira el caos que se desarrolla frente a sus ojos. Ya ni le importa.

Y creer que los chicos están más tranquilos que ellas. 

Pd: No se ustedes pero yo shippeo a Cáncer hombre con Libra hom


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