Blush
—Capri.
La voz del signo agua llamó la atención de la castaña que le miró atentamente.
—¿Qué pasa?
— Estaba pensando que siempre me llamas Piscis.
Capricornio frunció las cejas y le miró completamente extrañada. Había escuchado bien, estaba segura de eso, y eso era lo más preocupante.
—Ese es tu nombre.
—Sí. Sí, lo es. Pero... No sé... Nunca has usado un apodo.
Se quedó pensando un largo rato, mirando que los dedos de su novio jugaban nerviosamente.
—¿Quieres que use apodos?
—Si no es mucho problema.
—Mh... Bueno.
***
Capricornio y Sagitario estaban sentadas alrededor de la mesa de centro de la sala, arreglando lo que parecía ser el tostador. El electrodoméstico estaba abierto y desecho sobre la madera barnizada, acompañado de herramientas para repararlo, como destornilladores y similar, aunque había algunas de éstas desperdigadas por la barra de la cocina.
Piscis bajó alegremente, casi dando saltitos por cada escalón hasta llegar al final, dirigiéndose prontamente a la cocina donde se sirvió agua en un vaso de claro cristal. Bebió el líquido de manera tranquila mientras escuchaba los movimientos que el par hacia a solo unos metros de distancia.
Capricornio se detuvo, miró el artefacto abierto y se mostró pensativa por varios instantes, llevándose la mano a la barbilla. Necesitaba una herramienta en especial, la cual rebuscó sonoramente sobre la mesa, moviendo el resto que había ahí, chocando y soltando un sonido metálico. No estaba ahí.
El peliazul llenó sus mejillas con el último trago de agua, hinchandolas, para proceder a dejar el vaso en el fregadero.
—Cariño, ¿podrías pasarme el destornillador rojo de la barra?
Al oír la manera en que la morena le llamó el agua amenazó con irse por un camino que no era el que debía tomar, ocasionando que comenzará a toser de manera vehemente al tener su boca libre.
Entre jadeos y tos, Piscis miró a Capricornio con las mejillas encendidas al rojo vivo y los ojos vidriosos. Su rostro mostraba sorpresa y algo de vergüenza mientras que el de la signo tierra estaba completamente estoico. Soltó un bufido en forma de pregunta rota, a penas siendo entendido por la contraria.
—¿Me puedes pasar el destornillador rojo?— volvió a repetir.
Piscis miró el objeto mencionado sobre la barra, pasándose el dorso de la mano por sus labios para quitar el agua que escurría de estos. Tomó la herramienta entre sus dedos y comenzó a jugar con ésta a la par que avanzaba hasta la castaña, con la mirada gacha y las mejillas aún al rojo vivo.
—Gracias, cariño.
Incluso sus orejas y su cuello se pusieron colorados de manera violenta. Capricornio, ya con el destornillador, volvió a su labor con completa concentración mientras que Piscis, avergonzado en demasía, se marchó de manera presurosa por las escaleras para dirigirse a su habitación.
Sagitario silbó juguetonamente antes de reírse al ver la condición en que el menor se había ido.
—Seguro le provocaste un paro cardíaco— comentó divertida, recargando su mejilla sobre una de sus manos y admirando el suave tono rosa que emergía en la piel morena.
—Él me pidió que usara apodos.
La signo fuego volvió a reír, negando con un movimiento de cabeza.
Es muy cortito 😶 pero es que ando un poco bloqueada. En fin. Espero se estén cuidando!
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